Orden de Calatrava

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Orden de Calatrava

La Cruz de Calatrava, emblema de la orden
Otorgada por Felipe VI
Tipo Orden religiosa y nobiliaria
(antiguamente también militar)
Afiliación Iglesia católica
Primer gran
maestre
Don García
Soberano S.M. el rey Felipe VI
Estado Actualmente es una orden religiosa y de caballería
Estadísticas
Establecida 1158

La Orden de Calatrava es una orden militar y religiosa fundada en el Reino de Castilla en el siglo XII, en el año 1158, por el abad Raimundo de Fitero, con el objetivo inicial de proteger la villa de Calatrava, ubicada cerca de la actual Ciudad Real. Pertenece al grupo de las órdenes cistercienses, en la actualidad es la descendiente y continuadora de la Orden Militar de Calatrava y, junto a la de Santiago, Alcántara y Montesa, forma parte del conjunto de órdenes hispánicas por antonomasia. Se define como una institución Católica que al igual que las órdenes hermanas en administración perpetua a la Corona de España defienden la fe y la tradición. Actualmente sus caballeros llevan una vida conforme a la castidad conyugal, la santificación personal y la defensa de la fe católica erga omnes.[1]

Actualmente y siguiendo el mandato del rey, las cuatro órdenes llevan a cabo sus actividades de forma conjunta y coordinada bajo las directrices que marca el Real Consejo, aunque conservando sus señas de identidad propias y su independencia. La dirección espiritual de la Orden está a cargo del capellán, Frey José María Berlanga López, rector de la Iglesia de la Concepción Real de Calatrava y en última instancia del obispo de la Diócesis de Ciudad Real y prior de las órdenes militares españolas de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa. De este modo suman sus esfuerzos a través de las Fundaciones del Real Hospital de Cuenca y Lux Hispaniarum, encargadas de acometer sus actividades histórico-culturales y benéfico-sociales. Dentro de ese espíritu de respeto a las tradiciones se engloba el Hermanamiento que en el año 2002 llevó a cabo la Orden con la Academia de Caballería, a la que se encuentra incorporado el antiguo Regimiento de Calatrava.

Las órdenes militares españolas actuales son herederas y continuadoras de las que fueron fundadas en el siglo XII. Del mismo modo, el Arma de Caballería del ejército de España, es heredera y continuadora de aquel ejército, que tuvo su origen a finales del siglo XV, en tiempos de los Reyes Católicos, momento histórico en el cual el ejército asume las misiones propiamente militares de las órdenes, con el mismo espíritu y los mismos valores profundamente arraigados y sentidos por ambas partes. Es una distinción otorgada por Felipe VI que guarda sus tres fines confesionales de Alabanza a Dios, Defensa de la Fe y santificación personal.[2]

Actualmente el real consejo de las órdenes militares españolas propone al rey el ingreso de nuevos caballeros y éste les concede y firma la merced de hábito. Existen unos requisitos de carácter religioso e histórico para el ingreso en la orden.

Historia[editar]

Su origen se debe a un gesto heroico. La ciudad de Calatrava (la Qal’at Rabah islámica), junto al río Guadiana, había sido arrebatada a los árabes por Alfonso VII en 1147. Dada la importancia estratégica del lugar como baluarte avanzado de Toledo ante los moros, tras la corta posesión por parte de ciertos nobles, el rey quiso asegurar su defensa entregándola en 1150 a la Orden del Temple, ya que por aquellas fechas no existían los ejércitos regulares ni era fácil poblar las zonas de frontera. Unos años más tarde, ante el empuje islámico, el Temple dio la empresa por perdida y devolvió la fortaleza al sucesor de Alfonso, el rey Sancho III.

Ante la situación creada y el inminente peligro, Sancho III reunió a sus notables y ofreció Calatrava a quien se hiciera cargo de su defensa. Entre la sorpresa y la sorna de los nobles, Raimundo, abad del monasterio cisterciense de Fitero, alentado por el monje de su monasterio Diego Velázquez, que había sido anteriormente guerrero, aceptó el reto. Al no haber alternativa, el rey cumplió su palabra entregando Calatrava a los monjes de Fitero mediante donación realizada el 1 de enero de 1158 en Almazán. Ellos, por su parte, formaron en poco tiempo un ejército de más de 20.000 monjes y soldados, uniendo a los que había conseguido organizar fray Diego Velázquez en las cercanías de Calatrava a los que había reclutado Don Raimundo en el Reino de Aragón. Ante tal multitud, los árabes rehusaron entrar en batalla retirándose hacia el sur. En estudios posteriores se ha demostrado la dificultad de discernir cual era el carácter jurídico claro de la orden. El fundador Raimundo de Fitero, apunta Villegas Díaz, no quisiese constituir tanto como una orden militar como algo más similar a una estructura monacal que a una estructura similar a la de una orden templaria[3]​. Existe una tensión aquí entre el sector religioso de la orden que impulsa un modelo más cercano a un monasterio y los caballeros que desearán una estructura más enfocada a lo militar. Finalmente se concluye en la creación de un maestrazgo, un cargo con capacidades militares pero también en lo relativo a las cuestiones religiosas, nunca sobrepasando los límites que se asumían que no podía tocar un cargo no religioso.


Como el compromiso de defender Calatrava se mantenía y había reticencias de los caballeros a tener por superior a un Abad del Císter y vivir entre los monjes, decidieron elegir un Maestre de la Orden. Los monjes se retiraron a Ciruelos y los caballeros a Ocaña, donde se convirtieron en una Orden militar, la primera hispana, que adoptó el nombre propio del lugar. El primer Maestre de la Orden fue Don García, que obtuvo del Císter y del Pontificado la primera regla. Esta regla, modelada sobre las costumbres cistercienses para hermanos laicos, impuso a los caballeros, además de las obligaciones de los tres votos religiosos (obediencia, castidad y pobreza), las de guardar silencio en el dormitorio, refectorio (comedor) y oratorio; ayunar cuatro días a la semana, dormir con su armadura y llevar, como única vestimenta, el hábito blanco cisterciense con una sencilla cruz negra (luego roja, a partir del siglo XIV) «flordelisada»: una cruz griega con flores de lis en las puntas, que en el siglo XVI se configuró definitivamente como hoy se conoce.

Definiciones de la Orden y Caballería de Calatrava conforme al Capítulo General celebrado en Madrid, año de MDCLII, estampa de portada firmada por el grabador del rey Pedro de Villafranca: Petrus Villafranca Malagón sculptor Regius Alcobrice in Calatravensi Provincia natus sculpsit, Madrid, 1660. (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid).

La fortaleza de Zorita de los Canes y todo su alfoz fueron concedidas a los calatravos por Alfonso VIII en 1174, para proteger, tras dos años de incursiones de los almohades, toda la frontera este del Tajo. En abril de 1180 el mismo rey concedió fuero a Zorita.

En 1179 Alfonso II de Aragón cedió el castillo de Alcañiz a la Orden de Calatrava en premio a sus servicios en la Reconquista, con tal éxito, que terminó por convertirse en la Encomienda Mayor de la Orden para la Corona de Aragón.[4]

La Dehesa de Abenójar y su término fueron concedidos en 1183 por Alfonso VIII a esta orden y hasta 1814 —que el término fue recuperado por el Infante Don Carlos— el pueblo pasó a llamarse Abenójar de Calatrava. Como muestra de este hecho, se puede ver la Cruz de Calatrava realizada en forja en uno de los tejados de la iglesia del pueblo.

Desde su fundación hasta principios del siglo XIII la Orden experimentó una serie de altibajos. Tras la derrota cristiana sufrida por Alfonso VIII en la Batalla de Alarcos (1195), incluso tuvo que evacuar sus posesiones y retirarse a Ciruelos (Toledo). La Orden de Calatrava será llevada al borde del exterminio al sufrir esta una gran cantidad de bajas en la batalla, que se saldaría con la victoria final de los almohades, el abandono de Alarcos, así como de muchas otras fortalezas de la región, replegándose hasta las cercanías de Toledo y comprometiendo el avance cristiano hacia el sur. En este contexto la Orden de Calatrava quedaría gravemente sacudida, pero no de muerte. Se había perdido su fortaleza y principal sede de poder, así como todas sus posesiones territoriales económicas, que de iure seguían en sus manos, como después les serían restablecidas. Tras un golpe de mano, varios caballeros de la Orden, con Martín Pérez de Siones a la cabeza, tomaron por sorpresa el castillo de Salvatierra, con un ejército aproximado de 400 caballeros y 700 soldados a pie.[5]​ trasladando allí su convento y sede, que mantuvieron en su poder totalmente aislado de socorros, hasta 1211. Por ello, durante esos años, la Orden adoptó el nombre de Orden de Salvatierra.

La Orden alcanzó su afianzamiento definitivo tras la Batalla de las Navas de Tolosa (1212), cuando fijó su sede en la nueva y más segura fortaleza de Calatrava la Nueva (1218) (en el antiguo castillo de Dueñas, por frente del castillo de Salvatierra), que fue construida por prisioneros musulmanes en su mayor parte, y que ya nunca abandonaría.

La antigua sede de Calatrava, origen de la Orden, junto al río Guadiana, pasó a convertirse en la sede de una Encomienda, y desde ese momento pasó a ser conocida como Calatrava la Vieja.

En poco tiempo, sus grandes recursos humanos y económicos dieron a la Orden un enorme poder político y militar, que duró hasta el final de la Reconquista. Disponía de tierras y castillos a lo largo de toda la frontera de Castilla y Aragón, ejercitando un señorío feudal sobre miles de vasallos. Era capaz de aportar, a título individual, hasta 2000 caballeros al campo de batalla, una fuerza considerable en la Edad Media. Además, disfrutaba de autonomía, lo cual trajo consigo diversos enfrentamientos con los reyes dado que la Orden no les obedecía a ellos sino al Maestre. Sólo se reconocían superiores espirituales: el abad de Morimond (Francia) y, en último término, el Papa.

A partir del año 1228 la Orden de la Calatrava pasó a contar con encomiendas en Andalucía tras serle concedidas por el rey Fernando III las plazas de Martos, (Higuera de Calatrava (antigua de Martos)), Porcuna, Víboras y Alcaudete, en agradecimiento por los servicios prestados en la Reconquista. Asimismo a lo largo de los siglos xiv y xv, los calatravos fueron extendiendo sus dominios andaluces con la creación de nuevas encomiendas en Jaén (Lopera, Jimena, Arjona, etc.), Córdoba (Fuente Obejuna, Belmez, Villafranca de Córdoba, Priego de Córdoba, etc.) y Sevilla (Osuna).

Fernando el Católico logró ser elegido Maestre de la Orden en 1487 por una bula papal, y a partir de él todos los reyes de España revalidaron el título.

Bajo el mando de los sucesivos monarcas, y con la reconquista de la península finalizada, gradualmente fueron desapareciendo tanto el espíritu militar como el religioso. Con el tiempo, su única razón de existir era la generación de ingresos, procedentes de sus grandes dominios, y la conservación de sus reliquias.

Confiscados los bienes de la Orden por disposición de José I en 1808, fueron restituidos en 1814 por Fernando VII, para acabar definitivamente secularizados en 1855 por Pascual Madoz. La Primera República Española suprimió la Orden, que se restableció en 1875 con el papado como encargado de regular su disciplina interna. En la actualidad, está en activo y ante todo defiende la fe católica en la vida civil de cada uno de sus miembros. La rama femenina que cuenta con un monasterio de vida religiosa contemplativa que se rige bajo la regla y costumbres Cisterciense, manteniendo la cruz de Calatrava en el hábito. Las monjas cistercienses de Calatrava se encuentran en el monasterio de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de Calatrava, en Moralzarzal, Madrid.

Sede[editar]

El eje de administración del territorio dentro de La Mancha tiene como figura siempre presente la organización alrededor de los castillos que expanden un área de influencia sobre un territorio, asegurando el control de la región y de sus recursos, así como de sus poblaciones. Cada castillo disponía de una jerarquía propia y al estar en un territorio de frontera, donde la toma y pérdida de los castillos a manos almohades o castellanas era común, sumado esto a la pérdida por el tiempo de la posible documentación, nos deja algunos vacíos que hasta el momento no se han podido completar ni tampoco precisar con exactitud la limitación hacia el sur de los dominios de la Orden de Calatrava. Estos castillos se disponían en posiciones estratégicas cercanas a rutas comerciales o de paso o a lugares que por su importancia geográfica podían contribuir a la defensa del territorio.[6]​ Pero la organización de los castillos no atiende unilateralmente a la geografía física, sino que también se configuran en relación con la distancia y ubicación de otros castillos. En este punto Calatrava la Vieja queda evidenciada como la sede de poder de una jerarquía en torno a la cual se disponen el resto de fortalezas con una distancia aproximada de unos 40 kilómetros entre ellas, una distancia suficiente para maximizar el rango de poder de las fortalezas, pero suficientemente cercanas como para que puedan ser asistidas entre ellas o ser atacadas.[7]​ Este sistema si bien efectivo se derrumbará con la derrota de las tropas castellanas en Alarcos, que deja de manifiesto su debilidad. Cabe mencionar que este sistema no es ni mucho menos una invención propia de los calatravos, sino que viene heredado de las estructuras fronterizas musulmanas, así como muchos de los castillos son construidos por los almohades, aunque otros sí es cierto que son construidos con el objetivo de fundar nuevas aldeas y villas para la repoblación del territorio. El rey Alfonso VIII también otorgará derechos de conquista a la Orden sobre los castillos y territorios que conquiste, así como de la quinta parte del botín obtenido.

La sede de la orden actualmente se encuentra en la Plaza de las Comendadoras n.º 10. Madrid.

Dignidades[editar]

Iglesia del castillo de Calatrava la Nueva en Aldea del Rey, Ciudad Real.

Las altas dignidades de la Orden fueron apareciendo con el devenir de los años, siendo confirmadas en los estatutos definitivos (1467). Por orden de jerarquía, eran las siguientes:

Maestre
Autoridad suprema de la Orden. Otorgaba las encomiendas, confería hábitos y prioratos, administraba justicia a todas las personas pertenecientes a la Orden, vasallos incluidos. El cargo era electivo y vitalicio. La Orden tuvo un total de 30 Maestres hasta la fecha de unión con la Corona española. Actualmente Felipe VI es el gran maestre por ser el jefe de la Casa Real española.
Comendadores Mayores de Castilla y Aragón
Primeras autoridades, después del maestre, en las encomiendas de sus respectivos reinos.
Clavero
Su misión era guardar y defender el castillo y convento mayor de la Orden, es decir, su sede de Calatrava la Nueva. También era lugarteniente del maestre. Palacio de Clavería
Prior
Encargado de la cura espiritual de los caballeros. Representaba al abad de Morimond.
Sacristán
Encargado de la custodia de las reliquias de la Orden, vasos sagrados y ornamentos.
Obrero Mayor
Encargado de las construcciones.

Maestres de la Orden[editar]

Castillo de los Calatravos en Alcañiz; hoy Parador de Turismo.
  1. Don García (1164–1169)
  2. Fernando Icaza (1169–1170)
  3. Martín Pérez de Siones (1170–1182)
  4. Nuño Pérez de Quiñones (1182–1199)
  5. Martín Martínez (1199–1207)
  6. Ruy Díaz de Yanguas (1207–1212)
  7. Rodrigo Garcés (1212–1216)
  8. Martín Fernández de Quintana (1216–1218)
  9. Gonzalo Yáñez de Novoa (1218–1238)
  10. Martín Ruiz de Cevallos (1238–1240)
  11. Gómez Manrique (1240–1243)
  12. Fernando Ordóñez (1243–1254)
  13. Pedro Yáñez (1254–1267)
  14. Juan González (1267–1284)
  15. Ruy Pérez Ponce de León (1284–1295)
  16. Diego López de Santsoles (1295–1296)
  17. Garci López de Padilla (1296–1322)
  18. Juan Núñez de Prado (1322–1355)
  19. Diego García de Padilla (1355–1365)
  20. Martín López de Córdoba (1365–1371)
  21. Pedro Muñiz de Godoy (1371–1384)
  22. Pedro Álvarez de Pereira (1384–1385)
  23. Gonzalo Núñez de Guzmán (1385–1404)
  24. Enrique de Villena (1404–1407)
  25. Luis González de Guzmán (1407–1443)
  26. Fernando de Padilla (algunos meses de 1443)
  27. Alonso de Aragón (finales de 1443–1445)
  28. Pedro Girón (1445–1466)
  29. Rodrigo Téllez Girón (1466–1482)
  30. García López de Padilla (1482–1487)

Lugares y monumentos relacionados con la Orden[editar]

Iglesia de las Calatravas, Madrid.

Situado en la provincia de Navarra (España):

Situado en la provincia de Córdoba (España):

  • Castillo de Cabra. Estuvo bajo posesión de la Orden entre finales del siglo XII y principios del siglo XIII.[8]

Situados en la provincia de Ciudad Real (España):

Situados en la provincia de Teruel (España):

Situados en la provincia de Castellón:

  • Albocácer En 1243 se otorgó en su carta-puebla el dominio a la Orden de Calatrava.
  • Bejís Jaime I de Aragón la cedió a la Orden de Calatrava en 1235 con el título Encomienda y representación en las Cortes Valencianas, su Carta Puebla conocida data del 18 de agosto de 1276 concedida a hombres de la Comenda de Alcañiz a fuero de Valencia en Segorbe.
  • Torás, Teresa y Sacañet-Canales pertenecieron a la Encomienda de Bejís (Orden de Calatrava) hasta marzo del año 1843 en que se emanciparon de su matriz Bejís, formando sus ayuntamientos constitucionales.

Situados en la provincia de Jaén (España):

Don Pedro de Barberana y Aparregui, Caballero de Calatrava luciendo la cruz propia de la orden, por Diego Velázquez (1631). Kimbell Art Museum, Fort Worth.
  • Iglesia de Nuestra Señora de la Natividad (Jamilena). Reconstruida hacia 1559 sobre una antigua iglesia medieval por orden de Carlos V, quien inicialmente tenía proyectado hacer un convento de monjas calatravas precedentes de Burgos. Esta iglesia es obra del arquitecto Francisco del Castillo, «el Mozo».
  • Castillo de la Peña (Martos). Levantado sobre otras fortificaciones de origen árabe, romano e íbero. Se sitúa en la cima del peñón que le da nombre, a 1003 metros de altitud. Su situación estratégica hace que este castillo fuese el principal bastión defensivo de la Orden frente al reino nazarí y el más importante de la orden en todo el Alto Guadalquivir. Existen indicios de que en este importante castillo existió el castillo-convento de los calatravos, seña y guarda de la zona. En este castillo, según una leyenda, Fernando IV de Castilla condenó a muerte injustamente a los Hermanos Carvajales, comendadores de la Orden, lo que misteriosamente le costó la vida al monarca. Es Monumento Histórico desde 1985.
  • Castillo de la Villa (Martos). Anteriormente existieron en la zona fortificaciones que llegan hasta época íbera, existiendo paños de murallas con fuerte presencia íbera, pero fue con la Orden de Calatrava cuando se produjeron las mayores reformas y ampliaciones en él. El castillo, rodeaba la ciudad de Martos mediante murallas, quedando la ciudad resguardada. Junto con el Castillo de la Peña fue la más importante fortificación frente al reino nazarí. Junto al Castillo de la Peña , fue declarado Monumento Histórico en 1985.
  • Castillo de Alcaudete. El castillo fue construido por los árabes sobre los restos de una fortificación romana y fue tomado por los cristianos por primera vez en 1085 durante el reinado de Alfonso VI, aunque va a existir un período en el que el castillo va a estar cambiando de manos hasta que los cristianos lo toman definitivamente en 1240 con Fernando III. Cedido por este rey a la Orden de Calatrava que formaba sus propios monjes-soldado, fue de gran importancia al encontrarse durante muchos años entre la frontera del reino cristiano de Castilla y el reino nazarí de Granada. Continuó ampliándose sucesivamente hasta el siglo XVIII.
  • Torre Nueva y Castillo de Porcuna. Es una torre medieval, construida por la Orden de Calatrava, entre 1411 y 1435, e inaugurada por su comendador Luis de Guzmán, se encuentra en el extremo este del Castillo de Porcuna adosado a la Puerta de Martos, entrada este de la ciudadela. Por sus dimensiones medianas, fue un importante fuerte en la frontera con los nazaríes. Por ello fue residencia estable de diversos comendadores calatravos y de ahí que en dicha fortaleza estuviera preso varios meses, hacia 1485, el último rey de Granada, Boabdil «el Chico», tras caer prisionero en la batalla de Lucena. Alcanza 28 m de altura sobre una planta octogonal, con dos estancias superpuestas en el interior, cubiertas con bóvedas góticas. En el exterior presenta unas ventanas mudéjares, finamente labradas. Debajo hay una cruz de Calatrava, con dos eslabones labrados en sus ángulos inferiores y dos relojes de arena a los lados. Posee una terraza con bello mirador a la campiña. Es monumento nacional desde 1982, y contiene el Museo Arqueológico Municipal de Obulco, donde se guardan restos de la época prehistórica, ibera y romana.
  • Iglesia de San Benito (Porcuna). Sintetiza fielmente el espíritu cisterciense de la Orden de Calatrava. Fue Priorato y Monasterio Benedictino. Se trata de una iglesia románica tardía y en ella se llegaron a reunir todos los caballeros calatravos en diversas ocasiones. Posee dos nave en forma de «L» (la principal con bella arquería de arcos y capiteles con motivos vegetales) y campanario con cubierta del siglo XVIII.
  • Higuera de Calatrava: Castillo e Iglesia de la Inmaculada Concepción. Del castillo queda en pie la Torre del Homenaje del siglo XIV. El escudo de la Casa de Padilla campea en la cúpula del altar mayor de la iglesia. Esta cuenta con una cabecera gótica tardía vinculada al gótico levantino de la iglesia arciprestal de Santiago Apóstol en Villena (Alicante). El resto es obra del arquitecto giennense Benito del Castillo de finales del siglo XVI.
  • Castillo de Begíjar. Esta fue una de las primeras concesiones que hizo Fernando III a la Orden de Calatrava tras su conquista en 1226, además de otras heredades y pertenencias.

Situados en la provincia de Guadalajara ( España):

  • Castillo de Zorita de los Canes. El castillo (de origen andalusí) domina un vado del Tajo y es donado a la Orden por Alfonso VIII en 1174, convirtiéndose en «Cabeza de Encomienda». A lo largo del Medievo, asistirá a luchas entre diferentes facciones de la Orden. Ya en el siglo XVI, Felipe II lo enajena a Ruy Gómez de Silva. Su estado actual es ruinoso, aunque no impide atisbar la grandeza y extensión de lo que un día fue. Aún son visibles la capilla calatrava, aljibe, pozo, torre albarrana septentrional, antiguo albácar islámico, paramentos emirales y califales, etc.
  • Monasterio de Monsalud, Córcoles. El Monasterio de la Orden del Cister, fue lugar de refugio y sepultura del 4º Gran Maestre de la Orden Nuño Pérez de Quiñones (1182–1199) y del Comendador Don Sancho de Fontonova, tras la derrota en la batalla de Alarcos.

Situada en la provincia de Madrid (España):

  • Iglesia de la Concepción Real de Calatrava. Construida entre 1670 y 1678 junto al antiguo convento de las Comendadoras de Calatrava. Durante la Revolución Gloriosa de 1868 el Gobierno acordó su demolición, pero en una histórica sesión en el Congreso de los Diputados el 9 de marzo de 1870, el diputado don Manuel Silvela, tras un intenso debate, consiguió arrancar al Gobierno el compromiso de respetar esta iglesia que, gracias a él, se conserva en la actualidad.

Situado en la provincia de Valencia

  • Masamagrell. En 1271 se otorgó en su carta-puebla el dominio a la Orden de Calatrava.

Situada en la Región de Murcia:

  • Abanilla. Casa de la Encomienda, siglo XVIII, sede de la Orden de Calatrava en Abanilla, municipio bajo jurisdicción de la Orden hasta el siglo XIX.

Referencias[editar]

  1. «Orden de Calatrava. Atecedentes históricos.». www.ordenesmilitares.es. Consultado el 23 de abril de 2022. 
  2. «Orden de Calatrava. Atecedentes históricos.». www.ordenesmilitares.es. Consultado el 3 de mayo de 2022. 
  3. Díaz, Luis Rafael Villegas (1991). «Las estructuras de poder de la Orden de Calatrava: una propuesta de análisis». Historia. Instituciones. Documentos (18): 467-504. ISSN 0210-7716. Consultado el 11 de marzo de 2022. 
  4. Barragán, Juan José, Origen y evolución urbana de Alcañiz. De la villa medieval a la ciudad renacentista; en Espacio, tiempo y forma, n.º 22-23, UNED, Madrid, 2011.
  5. Ayuntamiento de Alcaudete (Ed.). (2018). I Congreso Nacional sobre la Historia de la Orden de Calatrava. Biblioteca Alcaudetense.
  6. Ruiz Gómez, F. (2003b). Los orígenes de las órdenes militares y la repoblación de los territorios de la Mancha: 1150–1250 (1.a ed.).
  7. Matilla, Enrique Rodríguez-Picavea (1991). «La Orden de Calatrava en la meseta meridional castellana: encomiendas y distribución geográfica de las propiedades (1158-1212)». Hispania: Revista española de historia 51 (179): 875-899. ISSN 0018-2141. Consultado el 11 de marzo de 2022. 
  8. «MURALLAS DEFENSIVAS - Cabra». Cabra. Archivado desde el original el 23 de febrero de 2019. Consultado el 14 de octubre de 2017. 

Enlaces externos[editar]