Polimatía

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Leonardo da Vinci, considerado el arquetipo de homo universalis u "hombre del renacimiento", es uno de los polímatas más reconocidos.

La polimatía (del griego πολυμαθία, ‘el aprender mucho’[1]​ —de μανθάνω, ‘aprender’ y πολύ ‘mucho’—) es la sabiduría que abarca conocimientos sobre campos diversos de la ciencia, arte o las humanidades. Un polímata (del griego: πολυμαθής) es un individuo que posee conocimientos que abarcan diversas disciplinas.[2]​ La mayoría de los filósofos de la antigüedad eran polímatas, tal como se entiende el término hoy en día.[3]

También se utilizan los términos «erudito», «hombre renacentista» u «hombre del renacimiento» y, con menos frecuencia, «homo universalis»[4]​ (expresión latina que podría traducirse como ‘hombre de espíritu universal’). El término relacionado polihistor es un término antiguo con un significado similar.

Este concepto fue desarrollado durante el Renacimiento italiano (uomo universale) por uno de sus máximos representantes, el arquitecto Leon Battista Alberti, quien afirmó que:

El artista en este contexto social no debe ser un simple artesano, sino un intelectual preparado en todas las disciplinas y en todos los terrenos.

Esta idea recoge los principios básicos del humanismo del Renacimiento, que se caracterizaba por considerar al hombre como un ser todopoderoso, con capacidades ilimitadas para el desarrollo, y exhortaba a la gente a abarcar todos los campos del conocimiento y desarrollar sus capacidades al máximo. Por este motivo, muchos hombres hicieron florecer notablemente la cultura y el arte en el Renacimiento.[5]

El hombre del Renacimiento[editar]

Galileo Galilei fue un famoso polímata.
Antonio de Nebrija, gran polímata hispánico, impartiendo una clase de gramática. Manuscrito iluminado c. 1486.[6]

El término «hombre del Renacimiento» fue registrado por primera vez en inglés escrito a principios del siglo XX.[7]​ Ahora se utiliza para referirse a los grandes pensadores que vivieron antes, durante o después del Renacimiento. Leonardo da Vinci ha sido descrito a menudo como el arquetipo del hombre renacentista, un hombre de «curiosidad insaciable» y de «imaginación febril inventiva».[8]

Muchos polímatas notables vivieron durante la época del Periodo Renacentista, un movimiento cultural que se extendió aproximadamente del siglo XIV al XVII y que comenzó en Italia en la Baja Edad Media y más tarde se propagó al resto de Europa. Estos polímatas tenían un enfoque de 360 grados alrededor de la educación, que refleja los ideales de los humanistas de este período. Se esperaba de un caballero o cortesano de la época que pudiera hablar varios idiomas, tocar un instrumento musical, escribir poesía, etc., cumpliendo así el ideal renacentista. La idea de una educación universal era esencial para lograr la capacidad de erudito. Por lo tanto, se utilizó la palabra «universidad» para describir una casa de estudios. En este momento las universidades no se especializaban en áreas específicas, por lo que a los alumnos se les enseñaba un amplio panorama de la ciencia, la filosofía y la teología de su tiempo. Esta educación universal les dio una base desde la que podían continuar un aprendizaje para convertirse en maestros de un campo específico.

Durante el Renacimiento, Baldassare Castiglione, en El cortesano, describe los atributos que debe tener un cortesano ideal.[9]​ Al hablar del polímata, Castiglione destacó en su guía el tipo de actitud que debe acompañar a los muchos talentos de un gran pensador, una actitud que llamó sprezzatura. Un cortesano debe tener una actitud individual, ser despreocupado, fresco, hablar bien, cantar, recitar poesía, tener un porte adecuado, ser atlético, conocer las humanidades y las obras clásicas, pintar y dibujar y poseer muchas otras habilidades, siempre sin comportamiento llamativo o jactancioso, en definitiva, con sprezzatura. Los muchos talentos del polímata deben aparecer a los demás de manera que parezca que los realiza sin esfuerzo, de forma desenfadada, casi sin pensar.

En cierto modo, los requisitos del caballero de Castiglione recuerdan al sabio chino Confucio, que mucho antes representó el comportamiento cortesano, la piedad y las obligaciones de servicio propios de un caballero. La disposición fácil ante tareas difíciles también se asemeja a la falta de esfuerzo inculcada por el Zen, como en el tiro con arco, donde ninguna atención consciente es necesaria más que la espontaneidad pura, produciendo una mayor habilidad y más nobleza. Para Castiglione, la actitud de aparente falta de esfuerzo debe acompañar a una gran habilidad en muchos campos distintos. El cortesano debe «evitar la afectación... (y) ... practicar… una cierta sprezzatura… disimular todo el arte y hacer todo lo que se hace o se dice aparentando que no exige esfuerzo alguno y casi sin pensar en ello».[9][10]

Este ideal renacentista difiere ligeramente del concepto del polímata en el que intervienen más aptitudes intelectuales. Históricamente (aproximadamente 1450–1600) representó a una persona que se esforzaba por «desarrollar sus capacidades de la manera más completa posible», tanto mental como físicamente.

Cuando a alguien se le llama hoy en día «Hombre del Renacimiento» o «Mujer Renacentista», se entiende que, en lugar de simplemente tener amplios intereses o conocimientos superficiales en varios campos, poseen un conocimiento más profundo y una habilidad, o incluso una experiencia en algunos de esos campos al menos.[11]

En la actualidad, la expresión «Hombre del Renacimiento» se emplea generalmente para describir a una persona con dominio intelectual o académico, y no necesariamente del aprendizaje universal implícito en el Humanismo Renacentista. Algunos diccionarios usan el término «Hombre del Renacimiento» para describir a alguien con muchos intereses o talentos,[12]​ mientras que otros dan un significado restringido al Renacimiento y más estrechamente relacionado con los ideales del Renacimiento.

Términos relacionados[editar]

Aparte de «hombre del Renacimiento», como se mencionó anteriormente, otros términos similares en uso son homo universalis (latín) y uomo universale (italiano), que se traducen como ‘persona universal’ u ‘hombre universal’. El término relacionado «generalista» o «multipotencial»,[13]​ en contraste con «especialista», se utiliza para describir a una persona con un enfoque general de conocimientos.

La polímata alemana medieval Hildegard von Bingen, dictando a su escribiente en una ilustración de Liber Scivias.

El término «genio universal» suele aplicarse a Leonardo da Vinci como primer ejemplo. Parece emplearse sobre todo cuando una persona ha hecho contribuciones duraderas en al menos uno de los campos en los que se vio involucrado activamente, y cuando el enfoque de sus intereses tiene carácter universal.

Cuando una persona se describe como poseedora de un «conocimiento enciclopédico», es por exhibir un vasto ámbito de conocimientos. Esta designación puede ser anacrónica, como en el caso de personas como Eratóstenes, que actualmente tiene la reputación de haber tenido conocimientos enciclopédicos, pese a que su vida fue anterior a la existencia de cualquier enciclopedia.

En deportes[editar]

En Gran Bretaña, frases como «deportista polifacético», «erudito deportivo/polímata deportivo» o simplemente «erudito/polímata» se utilizan de vez en cuando en un sentido restringido para referirse a los atletas que han actuado en un alto nivel en varios deportes muy diferentes, en lugar de a los superdotados en muchos campos de estudio. Alguien cuyos logros se limitan al atletismo, no se consideraría un «erudito» en el sentido habitual de la palabra. Un ejemplo es Benjamin Howard Baker, que fue llamado un «erudito deportivo» por la Enciclopedia del Football Británico por ganar títulos en salto de altura y en cricket, fútbol y waterpolo.[14]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. «Henry George Liddell, Robert Scott, A Greek-English Lexicon, πολυ-μα^θία». www.perseus.tufts.edu. Consultado el 24 de agosto de 2017. 
  2. Real Academia Española. «Diccionario de la Lengua Española». Consultado el 23 de agosto de 2017. 
  3. León Esteban Mateo (2002). Cultura y prehumanismo en la Curia Pontificia del Papa Luna, 1394-1423. Universitat de València. pp. 19-. ISBN 9788437054179. Consultado el 30 de abril de 2011. 
  4. Miramontes, Octavio (2011). «La interdisciplina: Pleitos de vecindad». Ludus Vitalis 19 (36): 313-316. ISSN 1133-5165. Consultado el 12 de abril de 2018. 
  5. González Bree, Iván; Soto San Andrés; Cano Martín, José Antonio; Zeidán Chuliá, Fares; Villoch Bayod, Ignacio (2017), Polímatas. Un estudio para entender el fenómeno que llevó el genio humano a sus cotas más altas durante el Renacimiento y por qué va a volver a brillar en la era digital., Deusto Business School., p. 26, consultado el 12 de abril de 2018 .
  6. Introductiones latinae. Biblioteca Digital Hispánica. Consultado el 23 de septiembre de 2022.
  7. Harper, Daniel (2001). «Online Etymology Dictionary». Consultado el 5 de diciembre de 2006. 
  8. Gardner, Helen (1970). Art through the Ages. pp. 450–456. 
  9. a b Castiglione, Baldassare. The Book of the Courtier: The Singleton Translation, ed. D. Javitch, (New York: Norton, 2002, 32).
  10. D'Epiro, Peter and Desmond Pinkowish, Mary. Sprezzatura. (New York, Anchor Books, 2001).
  11. «Renaissance man — Definition from the Merriam-Webster Online Dictionary». M-w.com. Consultado el 6 de abril de 2012. 
  12. «Oxford concise dictionary». Askoxford.com. Archivado desde el original el 22 de abril de 2008. Consultado el 6 de abril de 2012. 
  13. «Multipotencial: definición oficial + 5 características». Multipotencial. Consultado el 6 de enero de 2023. 
  14. Cox, Richard (2002). Encyclopedia of British Football. Routledge.  p. 15

Bibliografía[editar]

Enlaces externos[editar]