Etna (ciudad)
Etna es el nombre de dos antiguas ciudades de Sicilia. Una de ellas es identificable con la colonia griega de Catana. La segunda, según Estrabón, estaba situada a 80 estadios de Catana[1] y es el objeto de este artículo.
Esta segunda Etna antiguamente estaba poblada por los sículos, y se llamaba Inesa. Pertenecía al tirano Hierón I pero, a su muerte, la colonia de Catana, establecida por él, fue atacada y los colonos se establecieron en Inesa y le dieron el nombre de Etna.[2]
Fue ocupada por los siracusanos que establecieron allí una guarnición. Atacada por los atenienses el 426 a. C. fueron rechazados.[3] Durante la gran expedición ateniense, Etna e Hibla permanecieron leales a Siracusa y fueron asoladas por los atenienses.[4]
Los opositores al tirano Dionisio I se refugiaron en Etna,[5] que fue ocupada por el mencionado Dionisio el 403 a. C.[6] que estableció allí un cuerpo de mercenarios de Campania que antes había establecido en Catana.[7] Perteneció a los Dionisios después de las defecciones de sus aliados durante la invasión cartaginesa de 396 a. C. y aún les pertenecía el 339 a. C. cuando fue tomada por Timoleón y los mercenarios fueron masacrados.[8]
No se vuelve a hablar de ella hasta la época de Cicerón, quien la menciona como una ciudad importante.