Zona de protección: 70 ha. Zona de respeto: 1312 ha.
Qal’at al-Bahrein es un “tell” típico, esto es, una colina artificial con estratos formados por asentamientos humanos sucesivos. La estratigrafía de este altozano de 300 x 600 metros atestigua una presencia humana ininterrumpida desde 2.300 años a. C. hasta el siglo XVI de nuestra era. Se han efectuado excavaciones arqueológicas en un 25% de la superficie del sitio, lo que ha permitido descubrir estructuras de construcciones de diverso tipo: residenciales, públicas, comerciales, religiosas y militares. Todas ellas atestiguan la importancia de este puerto comercial a lo largo de los siglos. En lo alto de la colina de 12 metros de altura se yergue una impresionante fortaleza (“qal’a” en árabe) construida por los portugueses, que ha dado su nombre al sitio. En este “tell” estuvo asentada la capital de Dilmun, país donde floreció una de las civilizaciones antiguas más importantes de la región. En él se encuentran los vestigios más abundantes y valiosos de esta civilización descubiertos hasta la fecha, que hasta las excavaciones contemporáneas sólo era conocida por alusiones en fuentes escritas sumerias. (UNESCO/BPI)[1]
Zona de protección: 35.087 ha. Zona de respeto: 95.876 ha.
El sitio comprende diecisiete edificios de la ciudad de Muharraq, tres bancos marinos de ostras, una zona litoral y la fortaleza de Qal’at Bu Mahir, situada en el extremo sur de la isla de Muharraq, de donde zarpaban los barcos con rumbo a los bancos de ostras. Este sitio es el último vestigio cultural completo de la industria perlífera tradicional que fue una importante fuente de prosperidad para la región del Golfo entre el siglo II y los comienzos del siglo XX, hasta que el Japón empezó a desarrollar los cultivos de ostras perlíferas. El sitio constituye también un ejemplo notable de la explotación tradicional de los recursos marinos, así como de la interacción entre el hombre y el medio ambiente que configuró la economía y la identidad cultural de la sociedad de esta isla. (UNESCO/BPI)[2]
Zona de protección: 168,45 ha. Zona de respeto: 383,46 ha.
Construidas en el periodo 2200-1750 a.C., las tumbas de la cultura dilmun se extienden por un total de 21 sitios arqueológicos situados en la parte occidental de la isla principal de este país. Seis de estos sitios son necrópolis que albergan entre algunas decenas y varios miles de túmulos funerarios, sumando en total 11.774 sepulturas cuyas construcciones originales revestían la forma de torres cilíndricas poco elevadas. Los quince sitios restantes contienen 17 sepulcros regios construidos en forma de torres con dos niveles. Todas esas tumbas constituyen un testimonio de la primigenia civilización dilmun que floreció hacia el segundo milenio a.C., época en la que Bahrein llegó a ser una encrucijada comercial próspera, lo cual propició el surgimiento de un complejo sistema tradicional de inhumación del conjunto de su población. Por su número, densidad y magnitud, así como por la existencia de cámaras funerarias peculiares dotadas de alcobas, estos sepulcros presentan características únicas en su género en el mundo. (UNESCO/BPI)[3]
La inscripción en esta lista es la primera etapa para cualquier futura candidatura. Baréin, cuya lista indicativa fue revisada por última vez el 29 de mayo de 2008,[4] ha presentado los siguientes sitios: