Ir al contenido

Península escandinava

De Wikipedia, la enciclopedia libre
(Redirigido desde «Península Escandinava»)
Península escandinava

Vista de satélite de la región
Ubicación
Continente Europa Septentrional
Mar Mar de Noruega, mar del Norte, mar Báltico y mar de Barents
Golfo Mar Báltico y golfo de Botnia (mar de Åland, mar de Botnia, Kvarken y bahía de Botnia)
Estrecho Kattegat y Skagerrak
Península Fenoscandia
Región Fenoscandia
País Finlandia Finlandia
Noruega Noruega
Suecia Suecia
Coordenadas 63°N 14°E / 63, 14
Características
Tipo Península
Longitud 1,850 km
Anchura 370-805 km
Superficie 777 000 km²
Otros datos
Máxima cota Galdhøpiggen (2469 m) (NOR)
Punto más septentrional Cabo Nordkinn
(también el más septentrional de Europa continental)
Mapa de localización
División política de la península escandinava y principales ciudades de la región

La península escandinava es una península localizada en el noreste de Europa, entre el mar Báltico y el mar de Noruega. La mayor parte de su superficie está ocupada por Noruega y Suecia, mientras que la menor está ocupada por Finlandia. El nombre Escandinavia se deriva de Escania,[1][2][3][4]​ una región en el extremo sur de la península. Se extiende desde Rusia y Finlandia en el norte hasta la parte sur de Suecia, casi tocando a Dinamarca. La península forma parte de un accidente geográfico mayor, conocido como Fennoscandia. Si bien Islandia comparte características, al estar alejado de toda la peninsula no se le incluye dentro de este grupo.

Geografía

[editar]

La península escandinava es la más larga de Europa, con unos 1850 kilómetros de largo y entre 370 y 805 km de ancho. Tiene un área total aproximada de 777 000 km².

Las fronteras entre los tres países localizados en la península generalmente están marcadas por la cadena de los Alpes escandinavos, aunque esta también se extiende hacia las partes centrales del sur de Noruega. La península se encuentra rodeada por varios cuerpos de agua, entre ellos:


Su mayor elevación era el Glittertind en Noruega, con 2470 m (8104 ft) sobre el nivel del mar, pero ya que el glaciar en su cima se ha derretido parcialmente, el punto más alto actualmente es el Galdhøpiggen, también en Noruega, con 2469 m (8101 ft). En estas montañas se encuentra el mayor glaciar de Europa continental, el Jostedalsbreen. Cerca de un cuarto de la península se encuentra al norte del círculo polar ártico, siendo el cabo Nordkinn el punto más septentrional. El clima a lo largo de la península varía de tundra (Köppen: ET) y subártico (Dfc) en el norte, con clima oceánico frío (Cfc) en las áreas costeras occidentales que llegan hasta el norte de Lofoten, a húmedo continental (Dfb) en la parte central, y a oceánico (Cfb) en el sur y sudoeste.[5]​ La región es rica en recursos forestales, hierro y cobre, y las mejores tierras de labranza se encuentran en el sur de Suecia. Grandes depósitos de petróleo y gas natural se han descubierto a lo largo de la costa noruega en el mar del Norte y el océano Atlántico.

La mayor parte de la población está concentrada en el sur de la península; Estocolmo y Gotemburgo, ambas en Suecia, y Oslo en Noruega, son las ciudades más grandes.[6]

Geología

[editar]

La península escandinava ocupa parte del Escudo Báltico, un largo y estable segmento de corteza formado de muy antiguas rocas metamórficas cristalinas. La mayor parte de la tierra que cubre este sustrato fue raspada por glaciares durante la glaciación continental, especialmente en el norte, donde el escudo está más cerca de la superficie. Como consecuencia de este raspamiento, la altitud y el clima, un muy pequeño porcentaje de las tierras de la península son arables (solo el 3 % en Noruega).[7]​ Los glaciares además ahondaron los valles de los ríos, los cuales fueron invadidos por el mar cuando el hielo se derritió, creando los fiordos. En el sur, los glaciares crearon muchos depósitos sedimentarios, configurando un paisaje muy caótico.[8]

Aunque el Escudo Báltico es muy estable y resistente a las influencias de otras formaciones tectónicas vecinas, el peso de una capa de hielo de casi cuatro kilómetros causó que el terreno se hundiera. Cuando la capa de hielo desapareció, el escudo surgió de nuevo, una tendencia que continúa hasta estos días a un ritmo de alrededor de un metro por siglo.[8]​ En cambio, la parte sur ha tendido a hundirse para compensar, causando la inundación de los Países Bajos y Dinamarca.

El sustrato cristalino y la ausencia de tierra descubre depósitos minerales de metales, como hierro, cobre, níquel, zinc, plata y oro.

Flora y Fauna

[editar]

La Península Escandinava, alberga una diversa gama de flora y fauna, moldeada por su variado clima, geografía y ecosistemas. La región se extiende desde el círculo polar ártico en el norte hasta zonas templadas en el sur, creando una combinación única de hábitats boreales, alpinos y templados.

Flora

[editar]

Bosques boreales (taiga): la Península Escandinava está predominantemente cubierta por bosques boreales, parte del bioma terrestre más grande. Estos bosques se caracterizan por:

Zonas alpinas y subalpinas: las elevaciones más altas en la cordillera escandinava (Scandes) presentan:

Humedales y turberas: estos ecosistemas están muy extendidos, particularmente en las regiones central y norte:

Fauna

[editar]

Mamíferos la Península Escandinava soporta una variedad de especies de mamíferos adaptadas a sus diversos hábitats:

Aves la península es un hábitat crítico para numerosas especies de aves, tanto residentes como migratorias:

Peces y vida marina la extensa costa de la Península Escandinava y sus numerosos lagos y ríos soportan una rica biodiversidad acuática:

Invertebrados la región también es rica en diversidad de invertebrados.

  • Insectos: como el escarabajo de la corteza del abeto europeo (Ips typographus), varias especies de mariposas como la ortiguera (Aglais urticae) y numerosos tipos de mosquitos y moscas en los meses de verano.[30]
  • Invertebrados acuáticos: incluyendo una variedad de moluscos de agua dulce, crustáceos y larvas de insectos que juegan roles cruciales en las cadenas alimentarias del ecosistema.

Conservación y desafíos ambientales

[editar]

La Península Escandinava enfrenta varios desafíos ambientales, incluyendo:

  • Cambio climático: Impactando la distribución de especies y los ecosistemas, particularmente las regiones alpinas y árticas sensibles.
  • Fragmentación del hábitat: Debido a la tala, el desarrollo de infraestructuras y la agricultura, afectando el movimiento de la fauna y la biodiversidad.
  • Contaminación y lluvia Ácida: Históricamente significativa, aunque las medidas recientes han mitigado algunos efectos, es necesaria una vigilancia continua.

Los esfuerzos para proteger y conservar el patrimonio natural de la región incluyen el establecimiento de parques nacionales, reservas naturales e iniciativas de conservación transfronterizas. Investigadores y conservacionistas continúan monitoreando y estudiando estos ecosistemas para asegurar su preservación para futuras generaciones.

Población

[editar]

Los primeros indicios de presencia humana en la zona sur de la península y en Dinamarca datan de hace 12 000 años.[31]​ Al desaparecer las capas de hielo de la glaciación, el clima propició la creación de un bioma de tundra que atrajo a los cazadores de renos. El clima se fue calentando poco a poco, favoreciendo el crecimiento de árboles de hoja perenne al principio, y más tarde de bosques caducifolios que atrajeron a animales como los uros. Grupos de cazadores, pescadores y recolectores empezaron a habitar el área desde el Mesolítico (8200 a. C.), hasta la aparición de la agricultura en el Neolítico (3200 a. C.).

Fronteras políticas en la península escandinava en 1888

Las regiones del centro y norte de la península están parcialmente habitadas por los sami, también conocidos como lapones. Al principio ocuparon las regiones ártica y subártica así como la parte central de la península llegando hasta Dalarna, Suecia. Hablan la lengua sami, un lenguaje no indoeuropeo de la familia ugrofinesa, relacionado con el finés y el estonio. Los otros habitantes de la península, según pruebas que datan del siglo IX, eran los noruegos en la costa occidental de Noruega, los daneses en lo que actualmente es el sur y oeste de Suecia y sudeste de Noruega, los suecos en la región alrededor del Mälaren así como en una gran porción de la actual costa oriental de Suecia y los gautas en Gotia Occidental y Ostrogotia. Estos pueblos hablaban dialectos íntimamente relacionados con una lengua indoeuropea, el nórdico antiguo. Aunque las fronteras políticas han cambiado, estos grupos siguen siendo la población dominante en la península.[32]

Desarrollo político

[editar]

A pesar de que los países nórdicos (a excepción de Islandia, Finlandia y Noruega que obtuvieron su independencia en el siglo XX y Suecia que formó parte de la Unión de Kalmar bajo Dinamarca) tienen más de 1000 años de historia como entidades políticas distintas, las fronteras internacionales surgieron mucho tiempo después y emergieron gradualmente. No fue sino hasta mediados del siglo XVII por el Tratado de Roskilde, que Suecia obtuvo una salida al estrecho de Kattegat y el control de la costa sur del mar Báltico. Las fronteras suecas y noruegas finalmente se acordaron y delimitaron en 1751. La frontera noruega y finlandesa al norte de la península fue establecida después de extensas negociaciones en 1809, y los distritos noruego-rusos comunes fueron divididos hasta 1826. Incluso entonces las fronteras siguieron siendo inciertas, con Finlandia ganando una salida al mar de Barents en 1920, pero cediendo este territorio a Rusia en 1944.[33]

Véase también

[editar]

Referencias

[editar]
  1. Haugen, Einar (1976). The Scandinavian Languages: An Introduction to Their History. Cambridge, Mass: Harvard University Press. 
  2. Helle, Knut (2003). «Introducción». The Cambridge History of Scandinavia. Ed. E. I. Kouri et al. Cambridge University Press. ISBN 0-521-47299-7.  El nombre Escandinavia fue usado por los autores clásicos de los primeros siglos de la era Cristiana para identificar a Escania y a las tierras al norte que creían que formaban parte de una isla.
  3. Olwig, Kenneth R. (2005). «Introduction: The Nature of Cultural Heritage, and the Culture of Natural Heritage—Northern Perspectives on a Contested Patrimony». International Journal of Heritage Studies 11 (1). p. 3.  El nombre Escandinavia es de origen cultural, ya que se deriva de los Escanios o Escandios (la ortografía latinizada de Skåninger), un pueblo que hace mucho le otorgó su nombre a toda la región, tal vez porque vivían centralizados, en la punta sur de la península.
  4. Østergård, Uffe (1997). The Geopolitics of Nordic Identity – From Composite States to Nation States. Oslo: Scandinavian University Press 1997, 25-71. 
  5. «Glosario de terminología de clima en términos de la clasificación Köppen». Archivado desde el original el 15 de enero de 2016. Consultado el 20 de octubre de 2007. 
  6. «Escandinavia». FactMonster.com. Consultado el 21 de marzo de 2004. 
  7. Hobbs, Joseph J. y Salter, Christopher L. (2005). Essentials Of World Regional Geography. ISBN 0-534-46600-1, p. 108. 
  8. a b Ostergren, Robert C. y Rice, John G. (2004). The Europeans. Guilford Press. ISBN 0-89862-272-7. 
  9. Hytteborn, H., Maslov, A. A., Nazimova, D. I., & Rysin, L. P. (2005). Boreal forests of Eurasia. In F. Andersson (Ed.), Ecosystems of the World 6: Coniferous Forests (pp. 23-99). Elsevier.
  10. EEA (European Environment Agency). (2006). European forest types. Categories and types for sustainable forest management reporting and policy. Technical report No 9/2006. European Environment Agency.
  11. Nilsson, M. C., & Wardle, D. A. (2005). Understory vegetation as a forest ecosystem driver: evidence from the northern Swedish boreal forest. Frontiers in Ecology and the Environment, 3(8), 421-428.
  12. Körner, C. (2003). Alpine Plant Life: Functional Plant Ecology of High Mountain Ecosystems. Springer.
  13. Bliss, L. C., & Matveyeva, N. V. (1992). Circumpolar Arctic Vegetation. In F. S. Chapin, R. L. Jefferies, J. F. Reynolds, G. R. Shaver, & J. Svoboda (Eds.), Arctic Ecosystems in a Changing Climate: An Ecophysiological Perspective (pp. 59-89). Academic Press.
  14. Molau, U., & Alatalo, J. M. (1998). Responses of subarctic-alpine plant communities to simulated environmental change: biodiversity of bryophytes, lichens, and vascular plants. Ambio, 27(4), 322-329.
  15. Rydin, H., & Jeglum, J. K. (2013). The Biology of Peatlands. Oxford University Press.
  16. Givnish, T. J., Burkhardt, E. L., Happel, R. E., & Weintraub, J. D. (1984). Carnivory in the bromeliad Brocchinia reducta, with a cost/benefit model for the general restriction of carnivorous plants to sunny, moist, nutrient-poor habitats. American Naturalist, 124(4), 479-497.
  17. Smits, A. J. M., Velde, G., & Coops, H. (1990). Growth of reed (Phragmites australis) in relation to nitrogen, phosphorus and the management of reed beds. Aquatic Botany, 36(4), 307-313.
  18. Bergström, R., & Danell, K. (2009). Moose (Alces alces) and conservation of biodiversity in boreal forests. Biological Conservation, 142(3), 755-762.
  19. Swenson, J. E., Sandegren, F., & Soderberg, A. (1998). Geographic expansion of an increasing brown bear population: evidence for presaturation dispersal. Journal of Animal Ecology, 67(5), 819-826.
  20. Andrén, H., Linnell, J. D. C., Liberg, O., Andersen, R., Danell, A., Karlsson, J., ... & Segerström, P. (2006). Survival rates and causes of mortality in Eurasian lynx (Lynx lynx) in multi-use landscapes. Biological Conservation, 131(1), 23-32.
  21. Flux, J. E. C., & Angermann, R. (1990). The hares and jackrabbits. In J. A. Chapman & J. E. C. Flux (Eds.), Rabbits, Hares and Pikas: Status Survey and Conservation Action Plan (pp. 61-94). IUCN.
  22. Ylönen, H., Jacob, J., & Runcie, M. J. (2003). Is the antipredatory response in behaviour evident in risk assessment during decision making in bank voles? Annales Zoologici Fennici, 40(2), 95-101.
  23. Helander, B., Olsson, A., & Bignert, A. (2002). The role of DDE, PCB, coplanar PCB and eggshell parameters for reproduction in the white-tailed sea eagle (Haliaeetus albicilla) in Sweden. Ambio, 31(5), 386-403.
  24. Laubek, B., & Heinänen, S. (2003). Migration strategies of whooper swans Cygnus cygnus: signatures of differential migration? Ardea, 91(1), 21-29.
  25. Mehlum, F. (1991). Breeding population size of the common eider (Somateria mollissima) in Kongsfjorden, Svalbard, 1981-1987. Norwegian Journal of Zoology, 39, 213-222.
  26. Sanz, J. J., Kranenbarg, S., & Tinbergen, J. M. (2000). Differential response by males and females to manipulation of partner contribution in the great tit (Parus major). Journal of Animal Ecology, 69(1), 74-84.
  27. Finstad, A. G., Forseth, T., Ugedal, O., & Naesje, T. F. (2004). The importance of ice cover for energy turnover in juvenile Atlantic salmon. Journal of Animal Ecology, 73(6), 959-966.
  28. Power, G. (1978). Fish population structure in Arctic lakes. Journal of the Fisheries Research Board of Canada, 35(1), 53-59.
  29. Olsen, E., & Aanes, S. (2005). The role of cod (Gadus morhua) in the Barents Sea food web: comparing mortality patterns in stomach contents and ecosystem models. ICES Journal of Marine Science, 62(3), 558-568.
  30. Grégoire, J. C., & Evans, H. F. (2004). Damage and control of BAWBILT organisms: an overview. In F. Lieutier, K. R. Day, A. Battisti, J. C. Grégoire, & H. F. Evans (Eds.), Bark and Wood Boring Insects in Living Trees in Europe, a Synthesis (pp. 19-37). Springer.
  31. Tilley, Christopher Y. (2003). Ethnography of the Neolithic: Early Prehistoric Societies in Southern Scandinavia. p. 9, Cambridge University Press. ISBN 0-521-56821-8. 
  32. Sawyer, Bridget y Peter (1993). Medieval Scandinavia: from conversion to Reformation, circa 800-1500. University of Minnesota Press. ISBN 0-8166-1738-4. 
  33. Sømme, Axel (1961). The Geography of Norden. Oslo: Den Norske nasjonalkommittee for geographi. 

Enlaces externos

[editar]