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Unidad de cuidados intensivos

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Unidad de cuidados intensivos (UCI) de un hospital con los respiradores médicos al lado de la cama.

Una unidad de cuidados intensivos (UCI), unidad de vigilancia intensiva (UVI), unidad de cuidados críticos (UCC), centro de tratamiento intensivo (CTI), unidad de medicina intensiva (UMI) o unidad de terapia intensiva (UTI) es una instalación especial dentro del área hospitalaria que proporciona medicina intensiva. Los pacientes candidatos a entrar en cuidados intensivos son aquellos que tienen alguna condición grave de salud que pone en riesgo su vida y que por tal requieren de una monitorización constante de sus signos vitales y otros parámetros, como el control de líquidos.[1]​ Muchos hospitales han habilitado áreas de cuidados intensivos para algunas especialidades médicas.[2]

Tipos y especialidades de UCI

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Dependiendo del volumen de pacientes ingresados puede haber varias unidades de cuidados intensivos especializadas en diferentes áreas de la medicina, como son:

  • Cuidados intensivos cardiológicos o unidad coronaria.
  • Unidad posoperatoria de cirugía cardíaca.
  • Unidad de Trasplante de órganos.
  • Cuidados intensivos psiquiátricos.
  • Cuidados posoperatorios, aunque la mayoría son «unidades de cuidados intensivos polivalentes».

Unidades pediátricas y neonatales

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Si la población pediátrica lo justifica, se desarrollan:[3]

  • Unidades de cuidados intensivos pediátricos, que deben diferenciarse de las:
  • Unidades neonatales, cuyos pacientes se mueven en un rango estrecho de edad (desde el nacimiento hasta el día 28 de edad) conocido como período neonatal.

Las unidades de cuidados intensivos pueden formar parte de un medio de transporte, ya sea en aviones acondicionados como hospital, helicópteros, buques hospitalarios (usualmente integrados en cuerpos militares navales) y autobuses.

Personal en las UCI, servicios y normativa

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Profesionales en la UCI

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Diversos profesionales integran las unidades de cuidados intensivos. El médico perteneciente a la unidad de cuidados intensivos, comprendido como intensivista, consta de una especialidad en lo que atención crítica se refiere así como los conocimientos y habilidades necesarios para el desarrollo de las actividades necesarias. La regulación de especialidades médicas y la consiguiente homologación en la Unión Europea varía con el paso del tiempo con lo cual los criterios se adecuan a las necesidades y requerimientos de cada momento. Por otra parte, los profesionales en enfermería pertenecientes a las unidades de cuidados intensivos son enfermeros altamente especializados, con frecuencia poseedores de una especialidad formal en enfermería intensiva a un nivel de especialización o maestría, dependiendo del ambiente formativo del país. Los enfermeros que trabajan en estas áreas poseen un ratio de 1:1 o de 2:1, es decir, un paciente por enfermero o máximo dos.

Es fundamental, la intervención oportuna del Profesional de Enfermería, por medio de actividades fundamentadas en principios científicos, para asumir una actitud activa, para fortalecer, rehabilitar y prevenir complicaciones en el enfermo crítico y aportar a la conservación y/o recuperación del estado de salud del paciente, fortaleciendo su autonomía y mejorando su calidad de vida.

Los fisioterapeutas son parte de la gran mayoría de UCIs.[4]

Servicios

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Según la última actualización de los estándares y recomendaciones del Ministerio de Sanidad y Política Social, el servicio ampliado de cuidados críticos es una de las evoluciones que se presentan en cuanto a servicios y unidades. Este servicio se ha incluido para ofrecer un servicio más completo a los pacientes agudamente enfermos, entre el que se incluye la resucitación y el reconocimiento de deterioro de la condición clínica.[5]

Normas de las Unidades de cuidados intensivos

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La complejidad y gravedad de las patologías y problemáticas de los pacientes que se encuentran en la necesidad de acudir a la UCI, hace que sean imprescindibles una serie de normas y estándares para un correcto funcionamiento de cada unidad. Por ello, existen dos tipologías de normas relativas a la UCI:[2]

  • Normas de autorización y registro (Previas a la constitución de una UCI)
  • Normas de Acreditación (Posteriores a la creación)

Así, un cierto número de comunidades autónomas se han visto obligadas a la cumplimentación de la legislación vigente acorde al RD 1277/2003, con lo cual en algunos casos se han debido llevar a cabo una serie de modificaciones, mientras que otras 7 comunidades autónomas no se han encontrado en la necesidad de realizar ninguna modificación para la cumplimentación de la normativa vigente.[6]

Criterios de inclusión del paciente en las UCI

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Los dos criterios claves para la admisión de pacientes en la UCI son:[7]

  • que precisen un elevado nivel de cuidados
  • que sean pacientes con una esperanza razonable de recuperación.

Para establecer el nivel o grado de cuidados se debe atender a las necesidades del paciente. En España se ha adoptado la clasificación del Department of Health del Reino Unido, que se atiene a dichas necesidades asistenciales del paciente en lugar de atender a los recursos del hospital de ingreso. Así se definen los niveles de atención 3 y 2:

  • Nivel 3. Paciente que requiere soporte respiratorio avanzado o soporte respiratorio básico junto con soporte a dos sistemas orgánicos, al menos. Este nivel incluye al paciente complejo que requiere soporte por fallo multiorgánico.
  • Nivel 2. Paciente que requiere observación más frecuente o intervención, incluido el soporte de un sistema orgánico; paciente que requiere cuidados postoperatorios; o el paciente que proviene de niveles más altos de cuidados.[7]

Derechos y garantías del paciente

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El Ministerio de Sanidad establece unos derechos y garantías básicas de los pacientes ingresados en la UCI:[2][8]

  • La implicación del paciente en el cuidado de su propia salud es un elemento relevante en todas las estrategias de atención.
  • Como principio general, la información debe ser clara, precisa y suficiente. Se debe facilitar información ordenada sobre las condiciones que rodean la estancia del paciente en la UCI.
  • Tanto la realización de procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasivos como la administración de tratamientos que impliquen riesgos o inconvenientes de notoria y previsible repercusión negativa sobre la salud del paciente, requerirán, siempre que la situación lo permita, su consentimiento por escrito.
Un respirador o ventilador mecánico instrumento necesario y habitual de las UCI.

Saturación de las UCI ante la pandemia de la COVID-19 por SARS-CoV-2

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Durante la pandemia de COVID-19 se producen, en ocasiones, una saturación de las unidades de cuidados intensivos ante la afluencia masiva de enfermos con insuficiencia respiratoria y neumonías a los hospitales y, en concreto, a las unidades de cuidados intensivos, ya que requieren monitorización y respiradores para garantizar la ventilación mecánica, entre otras patologías. Los criterios de inclusión generales en las UCI son la necesidad de un elevado nivel de cuidados y que los enfermos sean recuperables.[7]​ Muchos sistemas sanitarios se ven desbordados por esta pandemia, y no se puede atender correctamente a muchos pacientes, por lo que se tienen que aplicar criterios de selección para la admisión en dichas unidades (perspectivas de supervivencia, patologías previas, edad, etc.).[9][10]

Bibliografía

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Véase también

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Enlaces externos

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Documentación sobre UCI
Noticias

Referencias

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  1. Puesta al día y recomendaciones en la toma de decisiones de limitación de tratamientos de soporte vital, Mecicina Intensiva, DOI: 10.1016/j.medin.2019.07.006
  2. a b c Velasco, J.M.; Heras, G.; Ortega, A.; Gómez, V. (2017). «Manual de buenas prácticas de humanización en las Unidades de Cuidados Intensivos». Proyecto UCI. Madrid (ISBN:978-84-697-7456-4). Consultado el 28 de marzo de 2020. 
  3. Guias de ingreso, alta y triage para las unidades de cuidados intensivos pediátricos en España, DOI: 10.1016/j.medin.2017.10.015
  4. Pablo Jarrín (1 de febrero de 2022). «Movilización precoz del paciente en Cuidados Intensivos». doi:10.35366/105729. Consultado el 14 de junio de 2023. 
  5. «UCI, La Unidad de Cuidados Intensivos». Archivado desde el original el 13 de marzo de 2018. Consultado el 16 de marzo de 2015. 
  6. «Estándares y Recomendaciones de la UCI». Archivado desde el original el 28 de enero de 2018. Consultado el 15 de junio de 2015. 
  7. a b c Unidades de cuidados intensvios. Estándares y recomendaciones, p.40, Criterios de inclusión del paciente, Ministerio de Sanidad y Política Social, España, 2010
  8. Humanizar los cuidados reduce la mortalidad en el enfermo crítico, Á. Alonso-Oviesa, G. Heras la Calle, Medicina intensiva, DOI: 10.1016/j.medin.2019.03.002
  9. Sevillano González, Elena; Valdés, Isabel (20 de marzo de 2020). «Las UCI de varios hospitales de Madrid ya están al doble de su capacidad con pacientes de coronavirus». El País. Archivado desde el original el 23 de octubre de 2022. Consultado el 23 de octubre de 2022. 
  10. Puente, Arturo (23 de marzo de 2020). «Lluis Cabré, médico experto en bioética: “Para entrar en la UCI la edad no es el único parámetro ni el definitivo”». elDiario.es. Archivado desde el original el 23 de octubre de 2022. Consultado el 23 de octubre de 2022.