Español: Fig 1. Las células NK ensamblan un escudo lipídico resistente a la perforina en la sinapsis inmunológica.

Durante la matanza direccional de células transformadas e infectadas por virus, las células NK establecen una sinapsis inmunológica a la que se reclutan los gránulos líticos antes de que se fusionen con la membrana presináptica y liberen su contenido citotóxico, incluida la perforina y las granzimas que inducen la muerte, en la hendidura sináptica.
Si bien la perforina está inactiva dentro de los gránulos líticos (debido al bajo pH y la concentración de calcio), se vuelve completamente operativa en el ambiente extracelular donde se oligomeriza de manera dependiente del calcio y crea poros en la membrana de la célula diana.
Durante el compromiso de las células diana, las células NK ensamblan rápidamente una membrana presináptica con un elevado orden de lípidos, como resultado de la agregación de la balsa de lípidos que inhibe de forma potente la unión a la membrana de perforina.
Además, tras la fusión con la membrana plasmática de células NK, los gránulos líticos, que tienen una membrana intrínsecamente muy ordenada, aumentan aún más la densidad de empaquetamiento de lípidos en los sitios de desgranulación y, por lo tanto, confieren una capa adicional de protección donde la concentración de perforina secretada presumiblemente alcanza su punto máximo.

NK, asesino natural.