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Revisión del 15:29 29 abr 2009

Batalla de Belchite
la Guerra Civil Española
Parte de Guerra civil española
La iglesia del pueblo viejo
La iglesia del pueblo viejo de Belchite
Fecha Del 24 de agosto al 6 de septiembre de 1937
Lugar Belchite, (Zaragoza)
Coordenadas 41°18′N 0°45′O / 41.3, -0.75
Resultado Victoria táctica republicana
Victoria estratégica nacional
Beligerantes
II República española Fuerzas sublevadas
Comandantes
Sebastián Pozas Perea
Fuerzas en combate
80.000 hombres, 90 aviones
y 105 T-26
50.000-100.000 hombres

La Batalla de Belchite fue un conjunto de operaciones militares desarrolladas durante la Guerra Civil Española entre el 24 de agosto de 1937 y el 6 de septiembre del mismo año en los alrededores e interior de esta población zaragozana.

Antecedentes

Después del fracasado intento de tomar Brunete el gobierno republicano, presidido por Negrín y con Prieto como ministro de Defensa, decide llevar a cabo una ofensiva en Aragón, en principio con el mismo objetivo que la anterior, esto es ralentizar el avance de las fuerzas nacionales en el frente del norte, donde ya habían tomado Santander.

No obstante, la decisión tenía no solo razones de orden militar sino también político. Los nacionalistas y anarquistas catalanes se quejaban de que el gobierno central no prestaba atención al frente de Aragón, lo que provocaba falta de moral entre sus fuerzas debido a la inactividad. Por su parte, el gobierno central estaba preocupado por la influencia de los anarquistas y del POUM en la zona, donde el Consejo Regional de Defensa de Aragón, presidido por Joaquín Ascaso, funcionaba en la práctica como un gobierno independiente. Así se pensó que con la introducción de fuerzas comunistas y la incorporación de tres divisiones anarquistas a la disciplina del recién creado Ejército del Este, al mando del general Pozas se podría poner fin más fácilmente a esa influencia anarquista como así fue. El objetivo militar era la toma de Zaragoza, situada a pocos kilómetros tras las líneas enemigas, acción que supondría un triunfo más que simbólico, ya que ésta era el centro de comunicaciones de todo el frente de Aragón y además, tras un año de guerra, se había reforzado la creencia de que la posesión de ciudades clave era mucho más importante que el control de grandes áreas de territorio despoblado.

Con estas premisas, el general Pozas y su Jefe de Estado Mayor el coronel Antonio Cordón establecen su cuartel general en Bujaraloz. Su plan era atacar por siete puntos diferentes en una franja central de 100 km entre Zuera y Belchite. El dividir las fuerzas atacantes entre siete puntos distintos tenía por objeto dificultar el contraataque de los nacionales así como ofrecer el menor blanco posible a los ataques aéreos.

Ofensiva republicana

Mapa del entorno donde se desarrolló la batalla con indicación de las situaciones inicial y final

De acuerdo al plan trazado, el 24 de agosto el general Pozas, con el recién formado Ejército del Este, junto con las XI y XV Brigadas Internacionales, lanza un ataque simultáneo por tres puntos fundamentales y cinco secundarios en dirección a Zaragoza.

Participan 80.000 hombres, 3 escuadrillas de la aviación republicana con Polikarpov I-16 (moscas), Polikarpov I-15 (chatos) (unos 90 aviones en total) y 105 carros T-26 soviéticos.

En los dos primeros frentes (norte y centro) solo se logró ocupar terreno vacío. En el frente sur las poblaciones de Quinto, Mediana y Codo cayeron enseguida en poder del ejército republicano, mientras que Belchite, donde la resistencia de los nacionales sitiados fue considerable, resistió hasta el día 7 de septiembre.

La ofensiva fracasó porque en lugar de avanzar sobre Zaragoza, las fuerzas republicanas se concentraron en tomar Belchite que había formado una bolsa en medio del territorio republicano. Esto produjo un retraso considerable que dio lugar a que los nacionales pudieran reforzar sus posiciones y el frente quedara estabilizado.

Contraofensiva nacional

Antes de la ofensiva republicana los nacionales solo disponían en la zona de tres divisiones, la 51ª, la 52ª y la 105ª, desplegadas a lo largo de los 300 km de frente, con la mayoría de las tropas concentradas en ciudades.

Los efectivos nacionales tras el comienzo de la ofensiva se componían de: cinco divisiones al agregarse también la 13ª y la 150ª, que fueron retiradas del frente de Madrid, artillería (de la que carecía el bando republicano) y 65 Fiat CR-32, Heinkel He-46, Savoia Sm-79 y Messerschmitt Bf-109. La contraofensiva se inició el 30 de agosto y acabó el 6 de septiembre, coincidiendo con la rendición de los defensores nacionales de Belchite y ser tomada esta población por los republicanos.

Los únicos éxitos nacionales fueron el derribo de cinco I-15, puesto que no se lograron traspasar las posiciones republicanas en Medina y Puebla de Albortón.

Conclusión

Ruinas del pueblo viejo

Aunque desde el punto de vista táctico el resultado fuera favorable para las armas republicanas, se ganó algún territorio y la contraofensiva no traspasó sus líneas, el resultado en modo alguno podía considerarse satisfactorio para el gobierno y así lo expresó Prieto, muy crítico con la, a su juicio, excesiva influencia de los oficiales rusos, mediante un telegrama dirigido a Pozas en el que le decía: «Tantas fuerzas para tomar cuatro o cinco pueblos no satisfacen al ministerio de Defensa ni a nadie».

Por otra parte, no se consiguió tampoco el objetivo de ralentizar la ofensiva nacional en el frente del Norte.

Bibliografía