Diferencia entre revisiones de «Minifundio»

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El centro de Madrid es caracterizado por este tipo de explotación.


'''Minifundio''' es una [[finca rústica]] de extensión tan reducida que dificulta su explotación. Más que con el concepto de [[parcela]] (terreno agrario dentro de una [[linde]]) o con el de [[propiedad agraria]] (totalidad de parcelas pertenecientes al mismo [[propietario]]), se relaciona con el de [[explotación agraria]] (parcelas explotadas por el mismo responsable de gestión, sea o no su propietario). La extensión mínima de una explotación para permitir una gestión adecuada es diferente según la calidad de la [[tierra (economía)|tierra]], el [[cultivo]], el [[trabajo (economía)|trabajo]], el [[capital (economía)|capital]] y las [[técnica]]s utilizadas, y el [[espacio geográfico]] en el que se encuentre. En España suele utilizarse la cifra de 10 [[hectárea]]s, que puede ser una cifra indicativa para que una explotación [[cerealista]] de [[secano]] en la [[Meseta Central]] sea considerada pequeña; pero no lo sería para una [[huerta valenciana]], que con ese tamaño es perfectamente rentable (una explotación de más de 100 [[ha]] sería considerada un [[latifundio]], siendo las demás una explotación media).<ref>Concepción Muñoz Delgado ''Geografía'', Anaya</ref> En otras zonas del mundo o para otras fuentes, la cifra puede ser diferente: en América o Australia, sobre todo en zonas poco pobladas con una mayor tendencia a la [[agricultura extensiva|agricultura y la ganadería extensiva]], puede utilizarse la cifra de 30 ha; en el [[sureste de Asia]], con una tradición de [[agricultura intensiva]] (como la [[ricicultura]] fuertemente irrigada en zonas superpobladas), puede utilizarse la cifra de 2 ha<ref>Huggins y Reganold ''Agricultura sin labranza'' [[Investigación y Ciencia]], septiembre de 2008, pgs. 67 a 73</ref>
'''Minifundio''' es una [[finca rústica]] de extensión tan reducida que dificulta su explotación. Más que con el concepto de [[parcela]] (terreno agrario dentro de una [[linde]]) o con el de [[propiedad agraria]] (totalidad de parcelas pertenecientes al mismo [[propietario]]), se relaciona con el de [[explotación agraria]] (parcelas explotadas por el mismo responsable de gestión, sea o no su propietario). La extensión mínima de una explotación para permitir una gestión adecuada es diferente según la calidad de la [[tierra (economía)|tierra]], el [[cultivo]], el [[trabajo (economía)|trabajo]], el [[capital (economía)|capital]] y las [[técnica]]s utilizadas, y el [[espacio geográfico]] en el que se encuentre. En España suele utilizarse la cifra de 10 [[hectárea]]s, que puede ser una cifra indicativa para que una explotación [[cerealista]] de [[secano]] en la [[Meseta Central]] sea considerada pequeña; pero no lo sería para una [[huerta valenciana]], que con ese tamaño es perfectamente rentable (una explotación de más de 100 [[ha]] sería considerada un [[latifundio]], siendo las demás una explotación media).<ref>Concepción Muñoz Delgado ''Geografía'', Anaya</ref> En otras zonas del mundo o para otras fuentes, la cifra puede ser diferente: en América o Australia, sobre todo en zonas poco pobladas con una mayor tendencia a la [[agricultura extensiva|agricultura y la ganadería extensiva]], puede utilizarse la cifra de 30 ha; en el [[sureste de Asia]], con una tradición de [[agricultura intensiva]] (como la [[ricicultura]] fuertemente irrigada en zonas superpobladas), puede utilizarse la cifra de 2 ha<ref>Huggins y Reganold ''Agricultura sin labranza'' [[Investigación y Ciencia]], septiembre de 2008, pgs. 67 a 73</ref>



Revisión del 18:54 25 may 2009

Minifundio es una finca rústica de extensión tan reducida que dificulta su explotación. Más que con el concepto de parcela (terreno agrario dentro de una linde) o con el de propiedad agraria (totalidad de parcelas pertenecientes al mismo propietario), se relaciona con el de explotación agraria (parcelas explotadas por el mismo responsable de gestión, sea o no su propietario). La extensión mínima de una explotación para permitir una gestión adecuada es diferente según la calidad de la tierra, el cultivo, el trabajo, el capital y las técnicas utilizadas, y el espacio geográfico en el que se encuentre. En España suele utilizarse la cifra de 10 hectáreas, que puede ser una cifra indicativa para que una explotación cerealista de secano en la Meseta Central sea considerada pequeña; pero no lo sería para una huerta valenciana, que con ese tamaño es perfectamente rentable (una explotación de más de 100 ha sería considerada un latifundio, siendo las demás una explotación media).[1]​ En otras zonas del mundo o para otras fuentes, la cifra puede ser diferente: en América o Australia, sobre todo en zonas poco pobladas con una mayor tendencia a la agricultura y la ganadería extensiva, puede utilizarse la cifra de 30 ha; en el sureste de Asia, con una tradición de agricultura intensiva (como la ricicultura fuertemente irrigada en zonas superpobladas), puede utilizarse la cifra de 2 ha[2]

Un minifundio tiene, por definición, unas dimensiones tan reducidas que impiden al agricultor obtener una producción suficiente para ser comercializada, obligando al autoconsumo y la agricultura de subsistencia, e impidiendo al campesino obtener ingresos monetarios suficientes. El minifundismo, junto con el latifundio, es una de las principales causas de la emigración rural a la ciudad en busca de trabajo.

El minifundio se crea en los regímenes de herencia en los que el terrateniente divide su propiedad a partes iguales entre sus hijos, resultando así pedazos de terreno progresivamente más pequeños, hasta que la renta insuficiente los obliga a vender las tierras que les queda y emigrar.

El minifundio es muy común en el norte de España, en especial en Galicia, cuyos emigrantes se han repartido por gran parte del mundo.

Aunque suele coincidir con ella, no es estrictamente sinónimo del concepto de pequeña propiedad, dado que una explotación agraria podría componerse de varias pequeñas propiedades hasta alcanzar un tamaño suficiente. Más frecuente aún es que una gran propiedad se arriende a muchos campesinos individuales en explotaciones muy pequeñas que no tienen un tamaño suficiente, con lo que se forman verdaderos minifundios.

Fuentes

  • Geografía. Ciencias sociales. 3º secundaria. Proyecto Exedra.

Notas

  1. Concepción Muñoz Delgado Geografía, Anaya
  2. Huggins y Reganold Agricultura sin labranza Investigación y Ciencia, septiembre de 2008, pgs. 67 a 73