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'''Zaida''' fue una princesa [[musulmán|musulmana]] de [[al-Ándalus]], nuera de [[al-Mu'tamid]] y concubina de [[Alfonso VI de Castilla|Alfonso VI]] con quien tuvo a [[Sancho Alfónsez]] muerto en la [[Batalla de Uclés (1108)|Batalla de Uclés]] (1108).Zaida fue una niña muy hermoza qe va en la sec.17 de una ziudad muii feaa!!
'''Zaida''' fue una princesa [[musulmán|musulmana]] de [[al-Ándalus]], nuera de [[al-Mu'tamid]] y concubina de [[Alfonso VI de Castilla|Alfonso VI]] con quien tuvo a [[Sancho Alfónsez]] muerto en la [[Batalla de Uclés (1108)|Batalla de Uclés]] (1108).
peroo dezpuez fueee una reina mui bonitaa i zew muriioo baay!!
puntoo


La biografía de la princesa Zaida no sólo está llena de amplias lagunas -como por ejemplo fecha y lugar de nacimiento, padres y fecha concreta de fallecimiento- sino que además antiguos historiadores manipularon de forma interesada pasajes importantes de su vida, rebatidos posteriormente por otros estudiosos, basándose en diversas pruebas escritas inexploradas hasta entonces.
La biografía de la princesa Zaida no sólo está llena de amplias lagunas -como por ejemplo fecha y lugar de nacimiento, padres y fecha concreta de fallecimiento- sino que además antiguos historiadores manipularon de forma interesada pasajes importantes de su vida, rebatidos posteriormente por otros estudiosos, basándose en diversas pruebas escritas inexploradas hasta entonces.

Revisión del 01:44 2 jun 2009

Zaida fue una princesa musulmana de al-Ándalus, nuera de al-Mu'tamid y concubina de Alfonso VI con quien tuvo a Sancho Alfónsez muerto en la Batalla de Uclés (1108).

La biografía de la princesa Zaida no sólo está llena de amplias lagunas -como por ejemplo fecha y lugar de nacimiento, padres y fecha concreta de fallecimiento- sino que además antiguos historiadores manipularon de forma interesada pasajes importantes de su vida, rebatidos posteriormente por otros estudiosos, basándose en diversas pruebas escritas inexploradas hasta entonces.

Primeros datos

Su nacimiento debió de producirse hacia 1063 en al-Andalus.

Las primeras informaciones sobre la vida de Zaida nos la proporciona la crónica árabe Al-Bayan al-mugrip de Ibn Idari, traducida por E. Levi-Provençal, para decirnos que se casó con Abu Nasr Al'Fath al-Ma'mun, rey de la taifa Córdoba, hijo del rey sevillano Muhammad ibn 'Abbad al-Mu'tamid (1040-1095). Por lo tanto fue nuera y no hija del rey 'Abbad al-Mu'tamid.

El Cronicón de Cardeña dice, que era sobrina de d´Auenalfage, personaje al que Menéndez Pidal, en La España del Cid, identifica con Alhayib, rey de Lérida y Denia (1081-1090).

La toma de Toledo y la venida de los almorávides

Alfonso VI (1040-1109) toma en 1085 Toledo, alarmando a los andalusíes que ven peligrar su futuro, forzándoles a tomar la decisión, no sin grandes reparos, de llamar en auxilio a unos curtidos guerreros, nómadas bereberes -sobre todo lamtumas- del otro lado del estrecho llamados almorávides.

El rey sevillano al-Mutamid le pide ayuda en estos términos:

Él [Alfonso VI] ha venido pidiéndonos púlpitos, minaretes, mihrabs y mezquitas para levantar en ellas cruces y que sean regidos por sus monjes [...] Dios os ha concedido un reino en premio a vuestra Guerra Santa y a la defensa de Sus derechos, por vuestra labor [...] y ahora contáis con muchos soldados de Dios que, luchando, ganarán en vida el paraíso. (Citado por al-Tud, Banu Abbad, de Ibn al-Jakib, al-Hulal, pg. 29-30).

Yusuf cruza cinco veces el estrecho. La primerqa vez derrota a Alfonso VI en Sagrajas (1086), la segunda vez tuvo lugar el cerco del castillo de Aledo (1088), en la tercera venida (1090) traía la firme decisión de destituir a todos los reyes de taifas y proclamarse emir de todo el al-Andalus. Caen Málaga, Granada y viendo el giro que habían tomado los acontecimientos, el rey al-Mu'tamid le pide a su hijo al-Ma'mun, que dejó al cargo de Córdoba, que mantuviese a todo trance la posición de la ciudad, pues sería impensable que tras la caída de esta fortaleza se pudiera mantener la de Sevilla. Los almorávides se acercan a Córdoba y al-Ma'mun, previendo un fatal desenlace, pone a salvo a su esposa, Zaida, y a sus hijos enviándolos con setenta caballeros, familiares incluidos, al castillo de Almodóvar del Río que anteriormente había fortificado y abastecido.

La dispersión de los barrios cordobeses y la connivencia de sus moradores influyeron decisivamente para que el 26 de marzo de 1091 cayera la capital según lo cuenta Abbad, T.Ipg. 54-55, en su obra Cartás y Abd-al-Wahid: "Fath al-Ma'mun intentó abrirse camino con su espada a través de los enemigos y de los traidores pero sucumbió al número. Se le cortó la cabeza, que la pusieron en la punta de una pica y pasearon en triunfo".

Zaida en Toledo

Enterada de la desgracia de su marido y de la pérdida de Córdoba (27-3-1091), sabiendo que ya nunca podría regresar, descarta dirigirse al palacio sevillano de su suegro, al-Mu'tamid, al que se le presagia la misma suerte y acepta el consejo de éste para ponerse a salvo: refugiarse en la corte toledana de Alfonso VI (entre ambos reyes hubo múltiples acuerdos y desacuerdos, alianzas y batallas) siendo portadora de un tratado de estricta supervivencia, consistente en la entrega de las plazas en la frontera norte de Uclés, Amasatrigo y Cuenca para su defensa y protección a cambio de ayuda al sevillano ante la crítica situación frente a los almorávides. Además, Zaida era portadora de gran parte del tesoro real de Córdoba y Sevilla. También llevaba consigo los hijos que tuvo con el rey de Córdoba.

Hay un escrito sobre Zaida, donde lo de menos son las inexactitudes históricas, un bello poema de la antigua lírica castellana, contemporánea y similar al Cantar de Mio Cid, aunque más reducido por estar prosificado donde describe a la protagonista como gentil princesa, doncella de gran hermosura, muy virtuosa, gallarda, discreta, esbelta, de singular belleza, de tez espléndidamente blanca, la epopeya no ahorra piropos, fiel al florido romanticismo dice que "se enamora de oídas" del "apuesto guerrero Alfonso VI gallardo y muy ducho en el manejo de las armas". Esta joya literaria medieval, El Cantar de la Mora Zaida, está recogida en Leyendas Épicas Españolas editado por Rosa Castillo en la colección Odres Nuevos de la editorial Castalia.

Lo cierto es que la llegada a Toledo (en abril de 1091) de la joven y desvalida viuda turbó al maduro rey -51 años- que, casado con Constanza, una mujer enferma y sin hijos, dio pie a una relación sentimental entre ellos. Las aventuras extramatrimoniales de los monarcas eran habituales y la historia no habría tenido especial interés en mencionar los amoríos con la bella princesa si no fuera por un hecho transcendental: tuvieron un hijo varón, en el segundo semestre de 1093, que estaba destinado a heredar los reinos de Castilla y León.

Nacimiento de Sancho

Mucho se ha debatido sobre el nacimiento de Sancho, pues las crónicas son contradictorias, lo más probable es que naciera en el segundo semestre de 1093 o en el primero de 1094.

El rey castellano era de edad madura y tras cinco matrimonios y dos concubinatos no tuvo ningún hijo varón que le sucediera. Desde el mismo momento que nació Sancho Alfónsez, el rey lo reconoció como su directo descendiente llamado a gobernar Castilla, León, Galicia con Portugal y el resto de condados. En El quirógrafo de la moneda se da la noticia de que su padre lo había nombrado en 1107 gobernador de Toledo.

Los prejuicios de los cronistas cristianos hicieron que se apresurasen a incluir a Zaida entre sus mujeres legítimas. Así aparece en la crónica De rebus Hispaniae, del arzobispo de Toledo don Rodrigo Jiménez de Rada. Pero la Crónica najerense y el Chronicon mundi, redactados en tiempos de Alfonso VI, indican que Zaida fue concubina y no esposa de Alfonso VI.

Zaida se acomodó en la corte castellana, renunció al islam, corriendo el riesgo de muerte que tal acción suponía entre los mahometanos, y se bautizó en Burgos con el nombre de Isabel (no confundir con la francesa Isabel). No solo conservó todas sus costumbres sino que las difundió e introdujo nuevos y frescos aires culturales de la esplendorosa sociedad musulmana. El arabista González Palencia escribe en su Historia de la España Musulmana que la corte de Alfonso VI, casado con Zaida (sic), parecía una corte musulmana: "sabios y literatos muslimes andaban al lado del rey, la moneda se acuñaba en tipos semejantes a los árabes, los cristianos vestían a usanza mora y hasta los clérigos mozárabes de Toledo hablaban familiarmente el árabe y conocían muy poco el latín, a juzgar por las anotaciones marginales de muchos de sus breviarios".

Alfonso y su joven amada fueron inmensamente felices como se deduce por los epítetos con los que la enalteció "amantísima" y "dilectísima". Como fruto de su amor Zaida quedó embarazada, pero a la vez que nacía el tan deseado y esperado niño, Sancho Alfónsez, moría la madre.

Epitafio en Sahagún

El rey quiso que descansara en el mismo sitio que había destinado para él mismo, sus reinas e hijos, y con tal fin la enterró en el Monasterio de Sahagún, exactamente en el coro bajo, antes de llegar al atril. Quadrado, en sus Recuerdos y bellezas de España, dice que en "Sahagún descansa en túmulo alto el rey y debajo de una sencilla lápida Isabel y el joven Sancho, su hijo". Según el epitafio que se conservaba, parcialmente destruido, murió de sobreparto, en León, por la mañana a la hora de tercia el jueves 12 de septiembre, desconociéndose el año "Una luce prins septembris quam foret idus sacina transivit feria 5 hora 3 Zaida Regina dolens peperit".

Otro epitafio

Hay también otro epitafio de sospechosa autenticidad en una humilde losa en el suelo de la basílica de San Isidoro de León, tardío, con el doble dato erróneo de que era hija del rey de Sevilla y que fue esposa de Alfonso VI y reina "Hic quiescit Regina Domna Elisabet uxor Regis Adefonsi, filia Benabteh Regis Siuiliae, qua prius Zaida fuit vocata".

Sabiendo que su hijo murió en la famosa Batalla de Uclés o de los Siete Condes el 29 de mayo de 1108 cuando era niño, incapaz de defenderse pero podía montar a caballo, precisiones que mueven a suponer que contaría con doce o trece años. Lo más indicado sea pensar que naciera, y por tanto falleciera su madre, hacia 1093 o 1094.

Su restos

El Monasterio de Sahagún sufrió dos incendios, uno en 1812 y otro en 1835. Su comunidad fue exclaustrada temporalmente de 1820 a 1823 y definitivamente en 1836, lo que repercutió en los traslados de restos yendo a parar a la cámara del abad, al archivo, detrás del altar mayor y a la capilla de Nuestra Señora que servía de iglesia provisional mientras se restauraba la dañada. Cuando los monjes se fueron definitivamente, se los dejaron a sus vecinas, las hermanas también benidictinas, que los conservaron en secreto.

Los restos que se conservan de Zaida (la bóveda creneal, la clavícula derecha, el húmero izquierdo y la mitad del distal del radio de ese mismo lado) dictaminan que tenía una estatura de 152,6 cm. Los especialistas que estudiaron sus restos llegaron a la conclusión de que en el momento de su muerte debía tener unos 30 años de lo que se deduce que debió nacer hacia 1063 tal como se indicó al inicio del artículo.

Homenajes

Cuenca ha querido reconocer a la que de una u otra forma ha influido en su historia y así, en el pleno del Ayuntamiento del 16 de febrero de 1959, siendo alcalde Bernardino Moreno Cañadas, se adoptó el acuerdo de otorgar una calle en el Polígono de Los Moralejos, en el Cerro Pinillos, de San Agustín, a la Princesa Zaida.

En Madrid, Zaida también dispone de su calle, desde el 14 de julio de 1950, siendo alcalde el Conde Santamarta de Babio. Discurre desde la de Carlos Daban a la de la Oca en el distrito de Carabanchel.

Bibliografía

  • LARA, María; POVES, Marino; SAIZ, Agrimiro; SALAS, Miguel. La batalla de Uclés (1108) contra los almorávides. Ayuntamiento de Uclés, 2008. Ver el capítulo de Agrimiro Saiz Ordoño, Zaída, madre del infante Sancho, ¿esposa o concubina?
  • ALFONSO X EL SABIO. Crónica General de España.
  • ANÓNIMO Crónica najerense.
  • DE TUY, Lucas. Chronicon mundi.
  • JIMÉNEZ DE RADA, Rodrigo. De rebus Hispaniae.
  • LEVI-PROVENÇAL, Evariste. "La mora Zaida, femme d´Alphonse VI de Castille, et leur fils l´Infant don Sanche, 1934.
  • MONTANER FRUTOS, Alberto. "La mora Zaida, entre la historia y la leyenda", 2005.
  • SALAZAR Y ACHA, Jaime. "De nuevo sobre la mora Zaida" en Hidalguía la revista de Genealogía, nobleza y armas. Madrid, 2007.

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