Diferencia entre revisiones de «Leyes de Reforma»

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ALE COS 605
LA GUERRA DE TRES AÑOS

Desde tres distintos campamentos liberales, Juárez ganó la Guerra de Tres Años en medio de cien desastres dolorosos y tres victorias fulgurantes.

En Guanajuato, donde la Reforma como la Independencia tuvo su primer refugio y su primer lucero, Juárez lanzó su primera proclama de Presidente, dictando a su pueblo la única regla de su conducta y su primer mandamiento de paz:

La voluntad general expresada en la Constitución y en las leyes que la nación se ha dado por medio de sus legítimos representantes, es la única regla a que deben sujetarse los mexicanos para labrar su felicidad a la sombra benéfica de la paz.

En Guadalajara, en cuyo Palacio de Gobierno y en la hora misma de los fusilamientos, Guillermo Prieto, quemando todos los ardimientos de su sangre de gran republicano y todos los fuegos de su ensueño de poeta en aras de la salvación de su patria, cubrió el pecho y la vida de Juárez y detuvo la descarga de los fusiles con aquel grito sublime: ¡Levanten esas armas! ¡Los valientes no asesinan! Allí en Guadalajara —repito—, Juárez proclamó su amor al pueblo y su fe en la justicia:


¡Pueblo de México: Tened fe en la posibilidad de restableceros! ¡Un poco de energía, una ciega sumisión a la justicia, la proclamación y respeto de los verdaderos derechos, volverán a la República la paz!
Con esas creencias que son la vida de mi corazón, con esta fe ardiente, único título que enaltece mi persona hasta la grandeza de mi encargo, incidentes de la guerra son despreciables. ¡El pensamiento está sobre el dominio de los cañones y la esperanza inmortal nos promete la victoria decisiva del pueblo!

Y en Veracruz, desde cuya invicta muralla el pensamiento liberal mexicano respondió al estruendo del cañon enemigo don el fuego glorioso de las Leyes de Reforma, Juárez expresó en su arenga a los heroicos defensores del puerto la razón sagrada de su causa:

Ni la libertad, ni el orden constitucional, ni el progreso, ni la paz ni la independencia de la nación, hubieran sido posibles fuera de la Reforma.
¡Mexicanos: inmensos sacrificios han santificado la libertad de esta nación! ¡Sed tan grandes en la paz como lo fuisteis en la guerra y la República se salvará!
La justicia reinará en nuestra tierra: la paz labrará su prosperidad; la libertad será una realidad magnífica y la nación atraerá y fijará sobre sí la consideración de todos los pueblos libres o dignos de serlo.

El júbilo del triunfo esperado estalló allí mismo en Veracruz, donde el presidente Juárez asistía a una función de gala en el teatro. Su presencia comunicaba una profunda emoción patriótica al pueblo, cuyo interés se repartía entre la escena que evocaba la Guerra Santa en Inglaterra en el siglo XVI, y la figura austera y recia de aquel indio estoico, nuevo capitán del destino de México.

De pronto un correo corrió la cortina y, al ponerse Juárez en pie, la orquesta enmudeció y aquella multitud de patriotas se levantó como un hombre para escuchar la voz de Juárez leyendo el parte que anunciaba la derrota de Miramón bajo la espada victoriosa de González Ortega, en la batalla de Calpulalpan.

La atenta admiración del público pasó del escenario al palco del Presidente, y el grupo de artistas olvidó los trajes y los cantos que evocaban las luchas de la vieja Inglaterra, para llenar el aire con las notas marciales de La Marsellesa, que hicieron estremecer el bronce impasible del pecho de Juárez, al desbordar el sentimiento del pueblo en un grito sonoro: ¡Viva la Independencia! ¡Viva la Reforma! ¡Viva Benito Juárez!

En medio del fuego y la esperanza de las multitudes, Juárez volvió triunfante a la capital de la República, en enero de 1861, terminada la Guerra de Tres Años y vencido, definitivamente, el Partido Conservador.

Revisión del 23:29 2 jun 2009

Las Leyes de Reforma son una serie de leyes expedidas entre 1859 y 1860, por el entonces presidente de México Benito Juárez. Las reformas establecidas en estas leyes fueron más radicales que las de la Constitución de 1857, y según los colaboradores del presidente, completaban la constitución.

Este documento, verdaderamente radical, fue realizado totalmente por Benito Juárez al expedir en Veracruz las Leyes de Reforma, parte de las cuales estaba destinada a castigar al clero por su intervención en la política, y por haber ayudado con sus bienes al sometimiento de la guerra, favoreciendo a los conservadores. No estará por demás advertir que esas leyes habían ya sido puestas en práctica por el gobernador de Zacatecas, don Jesús González Ortega, con anterioridad. Entre las más importantes de esas leyes, se cuentan: la de ocupación de bienes eclesiásticos, de 13 de julio de dicho año; la del 23 del mismo, que declaró que el matrimonio era un contrato civil, suprimiendo la intervención forzosa, en él, de los sacerdotes; la ley del registro civil, el 28 del mismo por la que la prueba del estado civil de las personas, quedaba a cargo de empleados de gobiernos; la del 31 de julio, por la que se secularizaron los cementerios; la del 11 de agosto, que suprimió casi todas las festividades religiosas, y la del 4 de diciembre de 1860, que estableció la libertad de cultos.

El objetivo principal de estas leyes era separar a la Iglesia del Gobierno o Estado.

Leyes de Reforma

Las leyes de Reforma inicialmente fueron tres:

  • Ley Juárez: Esta trató de suprimir los bienes militares en los negocios civiles, por lo tanto los tribunales de las dos corporaciones, Iglesia y Ejército, se debían concretar a intervenir en los asuntos de sus competencias y no los asuntos civiles.
  • Ley Lerdo: La ley Lerdo obligaba a las corporaciones civiles a vender las casas y terrenos que no estuvieran ocupando a quienes los arrendaban, para que esos bienes produjeran mayores riquezas, en beneficio de más personas. Esa fue firmada por el Presidente Comonfort y Lerdo de Tejada.
  • Ley Iglesias: La ley Iglesias prohibió el cobro de derechos y obvenciones parroquiales, el diezmo.

Al trasladar su gobierno a Veracruz en 1859, Juárez promulgó las siguientes reformas:

  • Ley de la nacionalización de los bienes del clero: Esta ley complementa la Ley Lerdo de desamortización de los bienes de la iglesia, con un cambio importante: los bienes ya no pasaban a manos de los rentistas .
  • Ley del matrimonio civil: Establece que el matrimonio religioso no tiene validez oficial y establece el matrimonio como un contrato civil con el Estado.
  • Ley del registro civil: se declararon los nacimientos y defunciones como un contrato civil con el Estado.
  • Ley de exclaustración de monjas y frailes: Se prohibió la existencia de claustros o conventos, y se decretó la salida de las religiosas y religiosos que ahí vivían.
  • Ley de libertad de Cultos: Esta ley permitió que cada persona fuera libre de practicar y elegir el culto que desee. Esta ley también prohibió la realización de ceremonias fuera de las iglesias o templos.