TECHO (organización)

Voluntarios de Un techo para Chile.

Voluntarios construyen una mediagua en el sur de Chile

Un techo para Chile es una ONG e institución benéfica chilena, orientada a erradicar los campamentos del país. En un comienzo la institución se dedicó principalmente a la construcción de casas provisorias, llamadas mediaguas, pero ha evolucionado a un trabajo más global, donde se realizan todas las gestiones, tanto organizacionales como administrativas, tendientes a que dichas personas puedan optar a una vivienda sólida definitiva. Además, se entrega apoyo en temas jurídicos, de salud, de educación, y se entregan microcréditos a pobladores emprendedores.

La fundación está conformada principalmente por jóvenes universitarios que trabajan de forma voluntaria. Formada en 1997 por el sacerdote jesuita Felipe Berríos, actualmente es dirigida por Gonzalo Cerda.

Historia

Nace para el invierno de 1997 por obra de la Compañía de Jesús (a través del padre Felipe Berríos s.j.) y por jóvenes con vocación de acción social de distintas universidades de la región metropolitana, los cuales iniciaron el camino construyendo 200 casas de emergencia llamadas mediaguas en la VIII región del país, en las ciudades de Curanilahue y Lebu.

Esta idea tuvo éxito y se desarrolló durante los siguientes años bajo el eslogan "Dos mil mediaguas para el año 2000"'.

Con dicha meta, los jóvenes desarrollaron continuamente trabajos voluntarios en los cuales se movilizaron alrededor de 600 voluntarios cada vez (Invierno y verano de los años 1998 y 1999). Gracias al apoyo de los medios de comunicación y el aporte de varias empresas y muchas personas naturales, la meta fue alcanzada en agosto de 1999.

En el año 2000 la Iglesia Católica Chilena propuso al grupo de jóvenes continuar su labor y comprometió su apoyo nombrando a este "nuevo" proyecto como el "proyecto social del año del jubileo", lo que permitió a la organización tener una mayor presencia en los medios de comunicación y concretar muy buenas alianzas con empresas de renombre (Lan airlines, Banco Santander-Santiago, TetraPack). Para ese año el proyecto se renombró como "2000 mediaguas en el año 2000, Un techo para Chile". Dicha meta se alcanzó con creces, construyéndose más de 5.400 viviendas de emergencia. Este mismo año, el proyecto se nacionalizó, generando equipos de voluntarios desde Arica hasta Puerto Montt, invitando a distintos jóvenes universitarios a unirse a este sueño.

Ya para el año 2001, esta organización deja de ser sólo un proyecto y toma el nombre definitivo de "Un techo para Chile", transformándose en una fundación sin fines de lucro.

Hoy por hoy es la tercera "marca social" en recordación del país y anualmente moviliza a más de 20.000 voluntarios en todas las regiones del país donde existen campamentos, su potencia la constituye el crecimiento sostenido en el tiempo y que esto ha podido ser visible para todos los chilenos, por otra parte, su masividad (con la gran participación de voluntarios) genera que muchos no sólo donen recursos si no que también "trabajen" en la institución y vean en directo el uso de los recursos.

Por otra parte, los pobladores de los asentamientos han valorado el hecho de que sean jóvenes comprometidos los que en la mayoría de los casos los acompañen en sus procesos, esto entrega alegría pero también responsabilidad.

La idea original se mantiene: Involucrar a la mayor parte de la población en este desafío, la misión de terminar con la extrema pobreza del país. Ello siempre acompañado por un proceso de crítica, estudio y reflexión (realizan seminarios, estudios, tertulias, columnas de opinión en diversos periódicos del país, etc) y con un gran impulso de la participación del beneficiado en los procesos.

Los voluntarios no se dedican sólo a construir, sino que se quedan en los asentamientos entregando capacitación en oficios básicos, alfabetización, nivelación escolar, planes de salud, fomento productivo y programas de micro crédito. Construyendo sedes sociales y bibliotecas, organizando a la comunidad y apoyándola en todo el proceso de postulación a subsidios gubernamentales que conducen a que obtengan una vivienda social en la cual asentarse y desarrollar la vida de sus familias.

También existen planes en los que se invita a participar de las construcciones de viviendas de emergencia a empresas (empleadores, empleados y familiares) y a familias, para hacer participe de esta causa, a toda la sociedad y así no se quede sólo como un trabajo de jóvenes.

Hoy su misión es erradicar los campamentos (asentamientos marginales) para el Bicentenario, lo que sigue movilizando y haciendo crecer a la fundación

Un Techo para Chile actúa para paliar la pobreza en Latinoamérica, desde el año 2001 se inicia la labor de "Un techo para mi país", hoy presente en Argentina, Brasil, El Salvador, Ecuador, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México, Paraguay, Perú, Uruguay, República Dominicana, Nicaragua, Bolivia

Esta ONG comprende de una red de voluntarios, los cuales se encargan de la construcción de las viviendas. Estos, pagan una suma de dinero por concepto de traslado y comida para poder ayudar a construir las mediaguas en las llamadas "escuelas de verano e invierno" en donde se trasladan al lugar de construcción por alrededor de 10 días.

Un hito importante fue una mediagua construida por los voluntarios sobre un pilar en frente del Palacio de La Moneda, a 12 metros de altura (2003 y 2005). Este acto llamó la atención de los transeúntes, conductores y autoridades. Con ello buscaban transmitir con fuerza el hecho de que eran muchas las familias las que vivían en condiciones de extrema pobreza y ellas no podían seguir esperando.

Gracias al aporte de esta y otras organizaciones las políticas públicas que buscan sacar de la extrema pobreza a miles de familias chilenas han evolucionado en la búsqueda de mayor justicia y hoy se puede apreciar, por ejemplo, en los Fondos especiales del gobierno chileno, destinados a la construcción de Viviendas Sociales, a las cuales las familias de los asentamientos pueden postular pagando entre 400 y 800 dólares. Viviendas que constan de 2 habitaciones y un baño y deben medir más de 40 metros cuadrados.

La pulsera naranja

Pulsera solidaria de Un Techo para Chile

Emulando la idea de las pulseras amarillas de Livestrong para tomar conciencia de las víctimas del cáncer en Estados Unidos, Un techo para Chile realizó durante el año 2005 la entrega de pulseras naranjas para recolectar fondos y así seguir construyendo un hogar a las miles de familias chilenas que viven en la extrema pobreza. Las pulseras tenían un costo de 1.000 pesos chilenos en las tiendas Ripley Corp. S.A.. Dicho año se vendieron 200.000 pulseras, todo un éxito que concluyó con un alto pedido de pulseras no cubierto. A pesar de ser muy recordadas, no han vuelto a realizar dicha campaña.

Enlaces externos

• Un Techo para Chile
• Un Techo para mi País