Diferencia entre revisiones de «Táliga»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Ecemaml (discusión · contribs.)
Revertidos los cambios de 82.154.144.94 a la última edición de Joeba usando monobook-suite
Línea 41: Línea 41:


Formó parte de [[Portugal]] durante más de cinco siglos, hasta su incorporación a [[España]] en [[1801]], constituido como una [[parroquia]] (''[[freguesia]]'') del municipio de [[Olivenza]] con el nombre de Nuestra Señora de la Asunción de Táliga (Nossa Senhora da Assunção de Talega [o Táliga]). Dejó de formar parte del municipio de Olivenza cerca de [[1850]] y sus primeros registros municipales datan de [[1871]].
Formó parte de [[Portugal]] durante más de cinco siglos, hasta su incorporación a [[España]] en [[1801]], constituido como una [[parroquia]] (''[[freguesia]]'') del municipio de [[Olivenza]] con el nombre de Nuestra Señora de la Asunción de Táliga (Nossa Senhora da Assunção de Talega [o Táliga]). Dejó de formar parte del municipio de Olivenza cerca de [[1850]] y sus primeros registros municipales datan de [[1871]].


TEXTO ENVIADO A LA REAL ACADEMIA DE HISTÓRIA DE ESPAÑA, Y QUE HA MERECIDO SUS ELOGIOS!!!!
TEXTO DE HISTÓRIA DE TÁLIGA EM CASTELHANO(Trabalho inédito)

Historia de Táliga (Talega)

)

Historia de Táliga (Talega)



Táliga es una villa de poco más de 720 habitantes, situada en las márgenes de la ribera de Táliga o de Alconchel, a unos 20 km al sudeste de Olivenza; limita también con los municipios de Barcarrota , Higuera de Vargas y Alconchel, aunque de los dos primeros la separan territorios del municipio de Olivenza. La superficie del municipio de Táliga es de sólo 31,55 km2 y la densidad de población es de unos 23 hab./km2.



Táliga forma parte del municipio de Olivenza hasta 1850, y en 1871 aparecen los primeros registros municipales. Su historia, por tanto, se confunde con la de Olivenza, que a veces la oscurece.



Sin embargo, por haber sido la aldea más distante de la cabeza del municipio, por haber ya noticias de su existencia en el siglo XIII (quizá antes) y por haber sido más poblada que otras aldeas de la misma región, tiene bastantes más registros históricos que otras localidades con una situación similar.



Formando parte, con Olivenza, de la taifa musulmana/andalusí de Batalyaws (Badajoz), caería en manos cristianas con las conquistas del rey Alfonso Enríquez (Afonso Henriques) de Portugal hacia 1170, y volvió al dominio musulmán/andalusí hacia 1189.



En la época del rey Sancho II de Portugal, hacia 1228, sería conquistada por templarios portugueses. La tradición histórica se refiere a Olivenza y a Táliga como a dos fortificaciones templarias. En el caso de Táliga, se ha discutido la existencia de una verdadera fortificación. Y sin embargo, hasta hoy, los taligueños llaman "el Castillo" a una zona de la villa.



Muchas discusiones se han suscitado últimamente sobre la tradición de que fuesen templarios portugueses los que arrebataron Táliga (y Olivenza) a los musulmanes/andalusíes .Tesis recientes refieren la poca lógica geográfica de tal dato e insisten en la probabilidad de que esos templarios fuesen leoneses venidos de Badajoz en 1230 o poco después.



Mucho se escribirá todavía sobre el asunto. Sin embargo, las fuentes españolas, hasta hace poco tiempo, no dudaban en considerar correcto que habían sido órdenes militares bajo obediencia portuguesa las que conquistaron la margen izquierda del Guadiana, desde Olivenza hasta Huelva, incluyendo Cheles, Alconchel, Aroche, Aracena, El Almendro, Lepe y Ayamonte ("Historia del Mundo", José Pijoan, Salvat Editores, 1973, página 250 [mapa]; "Historia universal", 1985, Salvat Editores, 1985, volumen III, Jacinto Boch Vilá, página 252 [mapa idéntico]). Incluso las muy célebres obras del oliventino de adopción Victoriano Parra (1808-1869) hablan del origen templario portugués de Olivenza e Táliga.



Nada impide que todos estos autores estuviesen equivocados. Pero se deberá tener mucho cuidado con este asunto para no estar ante un caso de revisión nacionalista de la historia, en este caso en el sentido de probar una remota españolidad de la margen izquierda del Guadiana en la región en cuestión. El chauvinismo, sea portugués o español, es siempre reprobable.




Los reyes portugueses, en el siglo XIII, intentaron "cortar" el camino a los reyes de León y de Castilla, apoderándose lo más posible de tierras al este del Guadiana. La guerra civil, en Portugal, entre el rey Sancho II y su hermano, el futuro Alfonso (Afonso) III, debilitó tanto el país que Castilla, que apoyaba al primero, al derrotado, llegó a llevar reivindicaciones desde Toledo sobre el Algarbe (Algarve) y a un Tratado, en 1267 (el Tratado de Badajoz), según el cual toda la margen izquierda del Guadiana quedaba bajo dominio castellano. Alfonso III nunca se conformó con tal decisión, y tanto él como su hijo, el rey Dionís (Dinis), apoyaban a núcleos portugueses en la región cedida.



En 1295 es Castilla la que se debate en una guerra civil. Aprovechando la ocasión, el rey Dionís (Dinis) mejora, dilatándola hacia el este, la frontera portuguesa, cosa que condujo al Tratado de Alcañices de 1297. Ouguela, Campo Maior, Olivenza y otras plazas seguirían siendo portuguesas.



¿Y Táliga? Su posesión quedó en duda. El rey Dionís (Dinis) pidió a los gobernantes de Badajoz que analizasen la cuestión y si consideraban o no que la región de Táliga era parte del término de Olivenza. En 1314, Táliga era reconocida como portuguesa, cosa que sabemos gracias a un documento descubierto en Badajoz por el ya citado Vitoriano Parra, datado en 1575, y que a tal asunto se refiere.



Táliga y Olivenza quedaron, pues, en tierras templarias portuguesas hasta 1311. Con la extinción de los templarios, pasaron a ser tierras de la orden de Avís (Avis) desde 1315 hasta 1801. Nótese que habían pertenecido, con Ouguela y Campo Maior, al obispado de Badajoz hasta 1415.



No cabe duda de que entonces Táliga vio crecer su población. El propio rey Dionís (Dinis) promovió el poblamiento de la Raya, al fin definida y estabilizada.



Había en Táliga, con todo, un sentimiento de diferencia con relación a Olivenza. Aun dependientes de ésta, los taligueños manifestaban su espíritu independiente afirmándose orgullosamente como "vecinos [hombres libres] de Táliga, reino de Portugal", sin referir vínculos con Olivenza.



También desde muy pronto, la justicia em Táliga era casi autónoma con relación a Olivenza, pues la localidad disponía del derecho a "um juiz de pé"("Juez de pié", en traducción literal),lo que, con respecto a otras poblaciones de la región, era único. Sólo en el s. XVIII hay noticias de igual derecho para San Benito de la Contienda y Olor (San Jorge)(ó, dice Servando Rodríguez Franco, "Lor")



El nombre de Táliga continúa siendo un misterio. ¿Vendrá del árabe y querrá decir "separada", "dispensada" ("Talaq"), por haber dejado, en tempos musulmanes/andalusíes , de depender de Alconchel? ¿Significará que fue una "Villa Itálica"(uilla Italica)? Vendrá de la portuguesa alentejana "táliga" o "talega" (significando "saca"), por en ella producirse harina que era después ensacada? He aquí algo de difícil respuesta.



El sentido de "saca" fue, con el tiempo, aquel que fue asumido por los habitantes, ya que el nombre de la villa aparece muchas veces como "Talega" (designación que aún hoy se oye a algunas personas mayores). Con certeza, el sentido original se tornó incomprensible...

Se sabe que Táliga, como las demás aldeas de Olivenza, sufrió bastante en la guerra desencadenada a partir de la revolución de 1383. El alcalde ("Alcaide")de Olivenza apoyó a la facción favorable a Castilla (como los de Campo Maior, Vila Viçosa, Noudar, y Mértola, entre otros), y sólo en 1390 la nueva dinastía portuguesa recuperó la región en la cual se incluía Táliga. Es de suponer que varios ataques y destrucciones, robos e incendios se habrán sucedido en el lugar. Quizá su población, como sucedió en Olivenza, se habrá dividido, luchando algunos, tal vez huyendo a Elvas o a Alandroal, al lado de la revolución.



Habrá sido en estos siglos medievales cuando nació la Táliga alentejana, con sus casas características. Aún hoy encontramos por todas partes este tipo de construcción popular, en especial en la zona conocida como "el Castillo". Es urgente que las autoridades locales se dispongan a proteger las casas, todavía existentes, de la llamada "Táliga alentejana", antes de que los tiempos modernos engullan esta riqueza, patrimonio histórico y memoria de la vieja Táliga, herencia dejada a los taligueños modernos, que simboliza quinientos años de su historia, o incluso más, puesto que, hasta el siglo XX, as edificaciones construidas por las gentes más sencillas obedecían a la tradición.



También de época medieval deberá de ser el llamado "puente romano" de Táliga. Es mucho más probable, y no que sea efectivamente romano. Sin embargo, aquí hay que proceder a estudios más profundos.



Señálese que habrá existido alguna iglesia o ermita ya en el siglo XIII. ¿Puede haber estado situada debajo de la actual? Considerando los muchos estragos y cambios que la historia provocó en Táliga, es también posible que hubiese sido en otro lugar.



En 1510 hubo enfrentamientos fronterizos con la española Alconchel, resueltos en 1511 por los gobiernos centrales. Los problemas, no obstante, se verifican, casi todos, en la región de San Benito de la Contienda.



Muchos portugueses del interior alentejano participaron en la aventura de los descubrimientos iniciada en el siglo XV. Esto significa que bastantes taligueños habrán recorrido los mares, llegado al Brasil, a África, a Asia... y quién sabe a dónde más...



Los mismos descubrimientos se habrán hecho sentir en Táliga. Así, junto a la partida de lugareños, varios productos habrán alcanzado la localidad, como también, inevitablemente, algunos esclavos africanos y personas de otros orígenes.



En 1527, el "Numeramento" (censo) de la población portuguesa, el primero de que se tiene noticia, cita a Táliga dándola como población "aglomerada", esto es, con la población concentrada en un centro bien definido, tal vez herencia de un núcleo templario. Se citan 53 fuegos (unos 220 habitantes). Es algo que nos dice mucho de la importancia de la población, pues raras son las localidades sin autonomía municipal que ven citados sus fuegos en ese documento. Verdaderamente, apenas tres o cuatro en el Alentejo.



Es curioso que algunas cabezas de municipio tenían una población inferior (Noudar, Vila Boim, Vila Fernando, Capelins, Canal, Montoito, Aguiar, Ervedal y otras). Olivenza tendría entonces 4.800 habitantes, Elvas 8.800 y Évora 12.100.



Uma lectura apresurada del "Numeramento" de 1527-1532 parecía indicar 133 fuegos para Táliga, a causa de la poca claridad y de lo arcaico del texto. Sin embargo, una lectura atenta no deja margen de dudas. Son sólo 53 fuegos, nada más.



Táliga era conocida por montañosa y por tener muchos pastos; también se habla de molinos de agua y de la producción de harina, lo cual puede más o menos probarse por la abundancia del apellido Farinha entre los habitantes. Lógicamente, el contrabando fue una actividad floreciente hasta 1801.



Poco se sabe del siglo XVI (a partir de 1527) hasta el XVII (hasta 1640). Táliga habrá vivido las horas de gloria de la expansión portuguesa, así como la decadencia vivida a partir de la mitad del siglo XVI. Probablemente habrá perdido población, alguna de la cual habrá ayudado a poblar el Brasil. Es posible que haya existido una Táliga en el Brasil, en el Estado del Piauí, pero hoy no se encuentran vestigios de ello. Una de dos: o era una población ya desaparecida o habrá cambiado de nombre en el siglo XIX. He aquí algo que investigar.



Táliga vuelve a ser (tristemente) noticia en 1641. Habiéndose proclamado Portugal de nuevo independiente en 1640, el ejército español trató de recuperarlo. En 1641, Olor ["Lor"] (San Jorge) y Táliga fueron quemadas. Como escribió el conde de la Ericeira, "tuvieron los moradores aviso a tiempo, que pudieron retirarse a Olivenza; perdieron la poca ropa con que pobremente se reparaban, victoria de que los castellanos en las gacetas hicieron ridícula ostentación. Se retiraron dejando quemadas las aldeas, y en las iglesias de ellas sacrilegios testigos de su irreverencia. Los moradores de las aldeas se dispusieron a satisfacer el agravio y la recuperación de la pérdida. Un y otro efecto consiguieron en muchas entradas que hicieron en varias partes de Castilla." ("História de Portugal Restaurado", 1710, po r el Conde de la Ericeira.] En otras palabras, la guerra (1640-1668) llevó a la destrucción a portugueses y españoles, perdiendo ambos. He aquí la principal lección que aprender









de tales eventos.



La guerra en la región, alcanzó su auge en 1657/58, cuando Olivenza, donde de nuevo se habían refugiado los habitantes de las aldeas de alrededor, y por tanto los taligueños, fue ocupada por el ejército español. Se sabe que la población oliventina, excepto 30 personas, se refugió en Elvas, Alandroal, Estremoz y otras localidades. Se presume que entre ella habría muchos taligueños.

Hasta 1668, mucha gente de Cheles y de Alconchel fue a ocupar el lugar de los oliventinos, regresando a su origen sólo en la citada fecha, establecida la paz. Los oliventinos tuvieron que construir mucho de lo que había sido destruido (lo cual también sucedió, naturalmente, en localidades españolas), y en Táliga las cosas no fueron diferentes.



En medio de tanta destrucción y reconstrucción, no es de extrañar que muchas cosas se perdiesen. Tal vez fuese entonces, o ya en el siglo XIV, cuando algún eventual vestigio de una fortaleza templaria, si existió, se perdió.



La tradición popular dice también que Táliga fue reconstruida varias veces en lugares diferentes. ¿Exageración? o la memoria de algo real?



De nuevo en 1709, y cerca de 1750, Táliga fue perturbada por guerras entre Portugal y España.



Del siglo XVIII hay varias informaciones. Así, en el libro "Corografia Portuguesa", de 1708, de António Carvalho da Costa, tomo II, se habla de "Ntra. Sra. de la Asunción de Aldea de Talega". Se dice que su tierra es menos abundante que la de Santo Domingo de Guzmán, por ser "montañosa, y de mayores pastos"; que tiene cien vecinos (¿460 habitantes?), con su "juez de veintena"["Juíz de Vintena"], que es atributo también de San Jorge de Alor ["Lor"], apenas un poco menor. Se apunta que hay en Tálega grandes haciendas, destacando la de Alparragena, "que está dividida en tantos quiñones que los mismos labradores le ignoran los dueños; la [hacienda] de Val-Moreno, cuyos pastos pasan de dos mil cruzados de renta a su dueño; la [hacienda] de Mentilhão, y monte d e la Vinha, y otras muchas.

Táliga era aún la aldea más populosa de Olivenza...


Ya que se celebran (sin ironía) 250 años del terremoto de Lisboa de 1755, cabe aquí referir que Táliga fue alcanzada, aunque levemente, por el mismo. El relato de 1756 de São João de Spinha Cordeiro, cura de la localidad, afirma que nueve minutos antes de las diez del 1 de noviembre de 1755 se había oído un gran estruendo, que duró cinco minutos; ninguna casa causó ruina, nadie murió, ni se abrieron grietas. Sin embargo, en la hacienda de Vale de Gameiros, así como en la de Vila Velha, reventaron nacientes de agua. El cura refiere que el 11 de diciembre hubo un temblor de tierra sin importancia, tal como había sucedido unos treinta años antes. Refiere, finamente, que había en Táliga 250 hombres y 166 mujeres.



Un texto de 1758, del cura José Joaquim Guerra ("Memória Popular") decía que existían en la localidad 104 vecinos y 277 personas? lo cual casi con certeza querrá decir 450 habitantes y unas 257 personas consideradas como de fuera (¿jornaleros?, ¿esclavos?).



En la "Memoria parroquial" de 1758, y en lo que se refiere a Vila Viçosa, se destaca un párrafo sobre la "freguesia" (feligresía, parroquia) calipolense de Cilada, donde se lee "a serra (?) criar piorno, arruda (?); e pelas fontes avenca, erva saboeira, e também erva coroa de rey, TÁLIGA, cardo arzol (?)"(Citado em "O Montado no Alentejo, séculos XV a XVIII", de Ana Fonseca, Colibri, 2004). Por lo visto existía una planta con el nombre de "táliga".



Datará tal vez del siglo XVIII la planta actual de la iglesia de Táliga, aunque quizá sea más correcto decir que estamos ante una mezcla de estilos. No obstante, la forma del tejado es muy frecuente entre las iglesias rurales alentejanas.



En 1801 (el 20 de mayo), el ejército español ocupó Olivenza y, por tanto, todo el concejo, Táliga incluida. Tal vez algunos taligueños estuviesen dentro de las murallas de la cabeza del municipio. No hay muchas informaciones sobre la época incluso porque casi no hubo derramamiento de sangre en la región. Nótese que la actual aldea de Villarreal no pertenecía entonces a Olivenza, sino al después extinto municipio de Juromenha.



En 1811, españoles, franceses, portugueses e ingleses, se enfrentaron en la región. Hay noticias de nuevas destrucciones en los alrededores, lo cual significó sufrimiento para los taligueños.



Como se sabe, la cuestión de la posesión de la región de Olivenza y de Táliga nunca la consideró resuelta Lisboa, cosa que no impide que se dialogue, que se establezcan muy buenas relaciones entre Portugal y España, entre Extremadura y el Alentejo, y entre municipios de los dos países.




Dejemos, pues, al margen la profundización y discusión de este problema, y continuemos nuestro esbozo histórico.



Cupo a Miguel Ángel Vallecillo Teodoro, de Olivenza, escribir un libro, "Olivenza en su historia(Olivenza, 1999), donde se relatan los dramas que al inicio del siglo XIX vivió la población de la región (Táliga incluida, claro), al intentarse forzarlas a abandonar costumbres, lengua y cultura ancestrales. Incluso así, el portugués, según me dijeron en 1994 habitantes mayores, era aún hablado por la mayoría de los taligueños en 1950.



Es posible que algunos taligueños se hayan refugiado en Portugal en el siglo XIX. Por ejemplo, la existencia de gente con los apellidos Farinha e Isaac en la Raya (Borba, Alandroal, Reguengos...) así lo indica. Como contrapartida, familias de varias regiones de España se fueron instalando en Táliga, principalmente funcionarios y docentes.



Administrativamente, no hubo grandes alteraciones iniciales. San Jorge de Alor ("Lor") se convirtió en municipio independiente a partir de 1843 (y volvió a integrarse en Olivenza en 1862), pero Táliga no vio concedida su autonomía hasta 1850. Incluso así, es en 1871 cuando aparecen los primeros registros hechos en Táliga, y ya no en Olivenza.



La guerra civil de española de 1936-39 causó sus dolorosos estragos, muertos y anatemas. Táliga no fue muy afectada, por lo menos directamente, pero, en cuando a la manera de pensar, se asistió a la oficialización de un tipo de españolismo chauvinista y xenófobo.



La localidad llegó a tener 1.200 habitantes en la década de 1950, pero la emigración redujo este número para poco más de 700 en 2001.



Hay algunas notas sobre a historia de Táliga que será útil divulgar. Por ejemplo, tenemos el testimonio del oliventino Ventura Ledesma Abrantes, de hacia 1940, publicado en el libro "O Património da Sereníssima Casa de Bragança em Olivença" (Lisboa, 1954), en que se refiere lo siguiente, en las páginas 290-291: "La patrona de la aldea (Táliga) es Ntra. Sra. de la Asunción, imagen moderna, que brilla en una disposición reconfortante, y su festividad se celebra el 15 de agosto. En el lado del evangelio existe una pila de agua bendita que sirve de baptisterio. En una de las custodias encontramos una hermosísima imagen del siglo XVI o XVII, que, por tener la base bastante carcomida, no se expone al culto: es una virgen (Ntra. Sra.) de los Santos de Talega, cuya reproducción se hace para apreciar mejor su valor. E l templo, de una sola nave, tiene de largo 28 m, por 6 m de ancho."



Pues el grabado del libro muestra una imagen igual que la de Ntra. Sra. de los Santos, hoy presente en la iglesia de Táliga.



Sin embargo, es voz corriente entre la población que "los portugueses robaron la imagen de Táliga; no es la verdadera la que ahí está".



El viejo sacristán Florencio (Florêncio) Silva, de más de 90 años, con quien hablé en 1994, me decía que no había habido robo alguno. Revelaba él que la imagen de Ntra. Sra. de los Santos había sido muy mal restaurada, pero que era la misma (lo cual se verifica, sin gran esfuerzo, comparando esbozos o fotografías con la imagen actual). Y más, decía que también había existido otra imagen, nueva, en la iglesia, que no era de Táliga, ni de Ntra. Sra. de los Santos, y que había sido retirada. Y finalmente declaraba, un tanto temeroso, que había personas que, por falta de cultura o por ser afectas al franquismo, querían culpar a los portugueses para crear mala voluntad con relación a los mismos.



Ignoro hasta dónde llega la verdad y la mentira en toda esta historia de la "santa robada". Es, con todo, urgente esclarecer lo que pasó, pues, de una forma muy en desacuerdo con los tiempos que hoy vivimos, el "robo" continúa siendo encarado por muchos taligueños como muestra del mal carácter de los portugueses. Peor: dicen que la vieja (antigua) santa de la iglesia es una sustituta de la original, lo cual, dada la antigüedad que, a pesar de todo, ella evidencia, es absurdo.



No me resisto (y mi opinión vale lo que vale) a llamar la atención hacia lo que considero que es un error histórico en el escudo de Táliga, el primero que se conoce de la población, aprobado en 2003. En él está inscrita una cruz roja, clasificada como "templaria" sin serlo, porque la cruz templaria era diferente e inconfundible (ver grabados). En la parte inferior del mismo escudo se ve una rama de naranjo con dos naranjas que representa la guerra de las Naranjas (1801), que, según el texto oficial aprobado, significó la liberación de Táliga con relación a Olivenza y a Portugal.



No se niega la importancia que tuvo para Táliga la guerra de las Naranjas. Pero, habiendo sido ésta en 1801, y no habiendo obtenido su autonomía Táliga hasta 1850, es difícil comprender por qué se clasifica como "liberadora" la primera fecha.


Por otro lado, y pasando ahora a referir, según mi opinión, otro error histórico, conviene no olvidar que, entre 1315 y 1801, Táliga estuvo integrada en las tierras de la Orden de Avís. Así, el no haber colocado en el escudo una cruz de tal Orden se traduce en un silenciamiento del pasado histórico de la nueva villa y en una falta de respeto por la vivencia de innumerables generaciones de taligueños que vivieron, y muchas veces murieron, por Portugal, durante casi 500 anos. ¿Qué razones se podrán presentar que impidan que se coloque una cruz de Cristo al lado de una Cruz templaria correcta en el escudo?


Menos pertinente, pero no absurda, sería la colocación de una torre, o de un castillo, en el centro del escudo, tal vez de color negro, dada la tradición persistente sobre la existencia de una primitiva fortaleza templaria en Táliga. Quizás no sea todo más que una leyenda? ¡pero las leyendas tienen mucha importancia en Heráldica! Y, claro, nada impide que las naranjas continúen en la parte inferior do escudo. ¿Por qué no?


Así, y repito que es una opinión, se respetaría la historia de Táliga y de su pueblo, asumiéndose... en vez de dar la idea de vergüenza con relación a una parte de ella (basta consultar os apellidos taligueños en un listín telefónico para entender que no se pueden ocultar los orígenes...). Se trata de un modesto apelo (y no se niega que el Ayuntamiento o Casa Consistorial de Táliga sea soberano), sino que quedaría bien darle respuesta positiva en un contexto de creciente amistad y colaboración entre Portugal y España, entre el Alentejo y Extremadura, entre poblaciones rayanas. Nadie estaría obligado a abdicar de nada, sino que podría considerarse históricamente correcto y visto como un gesto "bonito" que mostraría la realidad de la mera existencia d e buenas intenciones, y apenas eso.


Por otra parte, parece importante recordar que el uso del portugués está casi extinto em Táliga. En 60 años, pasó de lengua aún y obstinadamente mayoritaria a lengua hablada por el 10 o 20 por ciento de la población, casi solamente en casa y lo más privadamente posible. Personalmente, sólo en la tercera visita que hice a Táliga pude verificar que el portugués todavía se habla.


Toda la vivencia histórica y cultural de Táliga, desde 1297 o 1314 hasta 1801, y hasta cerca de 1930 o 1940, se hizo en lengua portuguesa. Si ella se extingue, muere una cultura, muere gran parte del alma taligueña. Hay que enseñar el portugués en la villa, por lo menos de manera semejante a como se hace en Olivenza.


Es también necesaria una biblioteca en Táliga que contenga bastantes libros portugueses. Tal vez en ella lleguen a tener lugar, por ejemplo, ediciones modernas de los registros parroquiales de la localidad, de los siglos XVII y XVIII, cuyos originales se encuentran actualmente en la Biblioteca de Elvas.


Cabe a los taligueños, y a sus dirigentes municipales, electos democráticamente desde 1975, ?hacer? el futuro, que se desea próspero.


Les cabe también la responsabilidad, de acuerdo con principios expuestos públicamente tantas veces, de preservar un largo pasado, que existió independientemente de los hombres y mujeres de hoy.


Personalmente, estoy (y tengo la certeza de que muchos portugueses y españoles estarán también) a disposición para ayudar, dentro de mis capacidades y posibilidades. Repito, sin que nadie tenga que abdicar de principios.


¡Espero que se pueda decir que este texto no fue escrito, ni hecho público, en vano!


Estremoz, 3 de noviembre de 2005.


Carlos Eduardo da Cruz Luna


Trad. para castillano de Manuel Jesús Sánchez Fernández



HISTÓRIA DE TÁLIGA
taliga.gif
Táliga é uma vila de pouco mais de 720 habitantes, nas margens da ribeira
de Táliga ou de Alconchel , a cerca de 20 Km a sudeste de Olivença, cercada
ainda pelos concelhos de Bancarrota, Higuera de Vargas e Alconchel, embora em
relação aos dois primeiros a separe territórios do concelho de Olivença. A áerea
do concelho é reduzida (31,55 Km2) e a densidade populacional é de cerca de 2 3
hs/Km2.
Táliga fez parte do concelho de Olivença até 1850, e é só em 1871 surgem
os primeiros registos municipais. A sua História, portanto, confunde-se com a de
Olivença, que por vezes a ofusca.
taliga brtas.gif
Todavia, por ser a aldeia mais distante da sede do concelho, por já haver
noticias da sua existência no século XIII, talvez antes, e por ter sido mais
povoada que outras aldeias da mesma região, tem bastante mais registos
históricos que outras localidades em situação semelhante.
Fazendo parte, com o Olivença, da Tayfa muçulmana de Batalyaws (Badajoz),
terá caído em mãos cristãs com as conquistas de D. Afonso Henriques por volta de
1170, voltando à posse muçulmana por volta de 1189.
Na época de D. Sancho II, por volta de 1228, terá sido conquistada por
templários portugueses. A tradição histórica refere-se a Olivença e Táliga como
duas fortificações templárias. No caso de Táliga, tem-se contestado a existência
de qualquer verdadeira fortificação. E, todavia, até hoje, os taliguenhos chamam
a uma zona da vila “O Castelo”.
Muitas discussões se têm levantado ultimamente sobre a tradição de terem
sido templários portugueses a arrebatar Táliga (e Olivença) aos muçulmanos.
Teses recentes referem a pouca lógica geográfica de tal facto, e insistem na
probabilidade de terem sido templários Leoneses a fazê-lo, vindos de Badajoz, em
1230, ou um pouco depois.
Muito ainda se escreverá sobre o assunto. Todavia, as fontes espanholas
até à pouco tempo, não hesitavam em considerar correcto que tinham sido ordens
militares sob obediência portuguesa a conquistar a margem esquerda do Guadiana,
desde Olivença até Huelva, incluindo Cheles, Alconchel, Aroche, Aracena, El
Almendro, Lepe, e Ayamonte (História do Mundo, José Pijoan, Salvat Editores,
1973, página 250 [mapa]; História Universal, 1985, Salvat Editores, 1985, volume
III, Jacinto Boch Vilá, página 252 [mapa idêntico] ). Mesmo as obras muito
célebres do oliventino de adopção Victoriano Parra (1808-1869) falam da origem
Templária Portuguesa de Olivença e Táliga.
Nada impede que todos estes autores estivessem enganados. Mas dever-se-á
ter muito cuidado com este assunto, para que não se esteja perante um caso de
revisão nacionalista da história, neste caso no sentido de provar a
espanholidade remota da margem esquerda do Guadiana na região em questão. O
Chauvinismo, seja português ou espanhol, é sempre reprovável.
Os reis portugueses, no século XIII, tentaram “cortar” o caminho aos reis
de Leão e Castela, apoderando-se do máximo de terras para Leste do Guadiana. A
guerra civil, em Portugal , entre o rei Sancho II e o seu irmão, futuro Afonso
III, enfraqueceu o país, tanto mais que Castela apoiava o primeiro, derrotado, o
que acabou por levar a revindicações de Toledo sobre o Algarve e a um tratado,
em 1267 (Tratado de Badajoz) em que toda a margem esquerda do Guadiana ficava
sob domínio Castelhano. Afonso III nunca se conformou com tal decisão, e tanto
ele, como seu filho D. Dinis, apoiavam núcleos portugueses na região cedida.
Em 1295, é Castela que está a braços com a guerra civil. Aproveitando a
ocasião, D. Dinis melhora, dilatando-a para leste, a fronteira portuguesa, o que
conduziu ao Tratado de Alcañices de 1297. Ouguela, Campo Maior, Olivença, e
outras praças ficariam portuguesas.
E Táliga? A sua posse ficou em dúvida. O rei D.Dinis pediu aos governantes
de Badajoz que analisassem a questão, e se consideravam ou não que a região de
Táliga era parte do Termo de Olivença. Em 1314, Táliga era reconhecida como
portuguesa… o que sabemos graças a um documento descoberto em Badajoz pelo já
citado Vitoriano Parra, datado de 1575, e que a tal se refere.
Táliga e Olivença ficaram pois em terras templárias portuguesas, até
1311. Com a extinção dos Templários, passaram a ser terras da ordem de Avis
desde 1315 até 1801. Note-se que pertenceram, com Ouguela e Campo Maior, ao
Bispado de Badajoz até 1415.
Sem dúvida que Táliga viu então crescer a sua população. O próprio rei D.
Dinis promoveu o povoamento da Raia, enfim definida e estabilizada.
Havia, contudo, em Táliga, um sentimento de diferença em relação a
Olivença. Embora dependentes desta, os taliguenhos manifestavam o seu espírito
independente afirmando-se orgulhosamente “vizinhos [homens livres] de Táliga,
reino de Portugal”, sem referirem ligações a Olivença.
Também desde muito cedo a justiça em Táliga era quase autónoma em relação
a Olivença, pois a localidade dispunha do direito a “um juiz de pé”, o que em
relação a outras povoações da região, era único. Só no séc. XVIII há notícias de
igual direito para São Bento da Contenda e Olor (São Jorge).
O nome Táliga continua a ser um mistério. Virá do árabe, e quererá dizer
“separada”, “dispensada” (“talaq”), por, em tempos muçulmanos, ter deixado de
depender de Alconchel? Significará que foi uma “Vila Itálica”? Virá da
portuguesa/alentejana táliga ou talega (saca), por nela se produzir farinha que
era depois ensacada? Eis algo de difícil resposta.
O sentido de “saca” foi , com o tempo, aquele que foi assumido pelos
habitantes, já que o nome da vila surge muitas vezes como sendo Talega
(designação que ainda hoje é ouvida a alguns idosos). Decerto o sentido original
se tornou incompreensível…
Sabe-se que Táliga, como as restantes aldeias de Olivença, sofreu
bastante na guerra desencadeada a partir da revolução de 1383. O Alcaide de
Olivença apoiou a facção favorável a Castela (como os de Campo maior, Vila
Viçosa, Noudar, Mértola, e outros), e só em 1390 a nova dinastia portuguesa
recuperou a região, na qual se incluía Táliga. É de supor que vários ataques,
destruições várias, roubos, e incêndios, terão ocorrido na povoação. Talvez a
sua população, como sucedeu em Olivença, se tenha dividido, lutando alguma,
talvez fugindo para Elvas e para Alandroal, ao lado da revolução.
Terá sido nestes séculos mediavais que nasceu a Táliga Alentejana, com as
suas casas características. Ainda hoje as encontramos por todo o lado, este tipo
de construção popular, em especial na zona conhecida como o “Castelo”. É urgente
as autoridades locais se disponham a proteger as casas ainda existentes da
chamada “Táliga Alentejana”, antes que os tempos modernos engulam esta riqueza,
património histórico e memória da velha Táliga, herança deixada aos taliguenhos
modernos, que simboliza quinhentos anos da sua história, ou até mais, pois até
ao século XX as edificações realizadas pelas gentes mais simples obedeciam à
tradição.
Também da época mediaval deverá ser a chamada “Ponte Romana” de Táliga. É
muito mais provável do que ser de facto romana. E, todavia, aqui há que proceder
a estudos mais aprofundados.
Assinale-se que alguma Igreja ou Ermida terá existido já no século XIII.
Poderá ter estado situada debaixo da actual? Considerando os muitos estragos a
mudanças que a história produziu em Táliga, é também possível que tivesse sido
noutro local.
Em 1510, houve confrontos fronteiriços com a espanhola Alconchel
resolvidos em 1511, pelos governos centrais. Os problemas contudo, verificam-se,
quase todos, na região de São Bento da Contenda.
Muitos portugueses do interior alentejano participaram na aventura dos
descobrimentos iniciada no século XV. Isto significa que bastantes taliguenhos
terão percorrido os mares, e chegado ao Brasil, a África, à Ásia… e sabe-se lá
mais aonde…
Os mesmos descobrimentos ter-se-ão feito sentir em Táliga. Assim ao lado
da partida de locais, produtos vários terão alcançado a localidade, bem como,
inevitavelmente, alguns escravos africanos, e pessoas de outras origens.
Em 1527, o Numeramento (censo) da população portuguesa, o primeiro de que
há notícia, cita Táliga, dando a como povoação “aglomerada”, isto é, com a
população concentrada num centro bem definido, talvez herança de um núcleo
templário. São citados 53 fogos, (cerca de 220 habitantes). Algo que muito nos
diz da importância da povoação, pois raras são as localidades sem autonomia
municipal que vêem citados os fogos nesse documento. Na verdade, apenas três ou
quatro no Alentejo.
É curioso que algumas sedes de concelho tinham uma população inferior
(Noudar, Vila Boim, Vila Fernando, Capelins, Canal, Montoito, Aguiar, Ervedal, e
outras). Olivença teria então 4800 habitantes, Elvas 8800, Évora 12100.
Uma leitura apressada no Numeramento de 1527-1532 parecia indicar 133
fogos para Táliga, graças ao texto pouco claro e arcaico. Todavia, uma leitura
atenta não deixa margem para dúvidas. São só, mesmo, 53 fogos.
Táliga era conhecida por ser montanhosa e ter muitos matos; também se
fala em moinhos de água e na produção de farinha, o que pode ser mais ou menos
provado pela abundância do apelido “Farinha” nos habitantes. Logicamente, o
contrabando foi uma actividade florescente até 1801.
Pouco se sabe do Século XVI (a partir de 1527) até no XVII (até 1640).
Táliga terá vivido as hora de glória da expansão portuguesa, bem como a
decadência vivida a partir da metade do século XVI. Provavelmente, terá perdido
alguma população, alguma da qual terá ajudado a povoar o Brasil. É possível que
tenha existido uma Táliga no Brasil, no estado do Piaui, mas hoje não se
encontram vestígios. Das duas, uma: ou era uma povoação já desaparecida, ou terá
mudado de nome no século XIX. Eis algo a investigar.
Táliga volta a ser (tristemente) notícia em 1641. Tendo-se Portugal
proclamado de novo independente em 1640, o exército espanhol tratou de
recuperá-lo. Em 1641, Olor (São Jorge) e Talega foram queimadas. Como escreveu o
conde da Ericeira, “ tiveram os moradores aviso a tempo, que puderam retirar-se
a Olivença; perderam a pouca roupa com que pobremente se reparavam, vitória de
que os castelhanos nas gazetas fizeram ridícula ostentação. Retiraram-se
deixando queimadas as aldeias, e nas igrejas delas sacrilégios testemunhos da
sua irreverência. Os moradores das aldeias se dispuseram a satisfazer o agravo e
a recuperação a perda. Um e outro efeito conseguiram em muitas entradas que
fizeram em várias partes de Castela.” (História de Portugal Restaurado, 1710,
pelo Conde da Ericeira.)
Por outras palavras, a guerra (1640-1668) levou á destruição a
portugueses e espanhóis, perdendo ambos. Eis a principal lição a tirar de tais
eventos.
A guerra, na região, atingiu o auge em 1657/58, quando Olivença, onde de
novo se tinham refugiado os habitantes das aldeias em redor, e, portanto,
taliguenhos, foi ocupada pelo exército espanhol. Sabe-se que a população
oliventina, salvo 30 pessoas, se refugiou em Elvas, Alandroal, Estremoz, e
outras localidades. Presume-se que entre eles houvessem muitos taliguenhos.
Até 1668, muitas gentes de Cheles e Alconchel, vieram tomar o lugar dos
oliventinos, só regressando á origem na citada data, estabelecida a paz. Os
oliventinos tiveram que construir muito do que fora destruído (o que também
sucedeu, naturalmente, em localidades espanholas), e em Táliga as coisas não
foram diferentes.
No meio de tanta destruição/reconstrução, não é de estranhar que muita
coisa se perdesse. Talvez fosse então, ou já, no século XIV, que algum eventual
vestígio, se existiu, de uma fortaleza templária, se perdeu.
A tradição popular diz também que Táliga foi reconstruída várias vezes em
lugares diferentes. Um exagero… ou a memória de algo real?
De novo em 1709, e por volta de 1750, Táliga foi perturbada por guerras
entre Portugal e Espanha.
Do século XVIII, há várias informações. Assim no livro “Corografia
Portuguesa”, de 1708, de António Carvalho da Costa, tomo II, fala-se de “Nossa
senhora da Assumpção de Aldeia de Talega”. Diz-se que a sua terra é menos
abundante que a de São Domingos de Gusmão, por ser “montanhosa, e de maiores
matos”; que tem cem vizinhos (460 habitantes?) com o seu juiz de Vintena”,que é
atributo também de São Jorge de Alor, apenas um pouco menor. Cita-se haver em
Tálega grandes herdades, com destaque para a de Alparragena, “que está dividida
em tantos quinhões, que os mesmos lavradores lhe ignoram os donos; a [herdade]
de Val-Moreno, cujos matos passam de dois mil cruzados de renda a seu dono; a
[herdade] de Mentilhão, e monte da Vinha, e outras muitas.”
Táliga era, ainda, a aldeia mais populosa de Olivença…
Porque se celebram (passe a ironia) 250 anos de terramoto de Lisboa de
1755, cabe aqui referir que Táliga foi atingida, ainda que levemente, pelo
mesmo. O relatório de 1756 de São João de Spinha Cordeiro, cura da localidade,
afirma que nove minutos antes das dez de 1 de Novembro de 1755 se ouvira grande
estrondo, que durou cinco minutos; nenhuma casa se arruinou, ninguém morreu, nem
surgiram fendas. Todavia, na herdade de Vale de Gameiros, bem como na de Vila
Velha, rebentaram nascentes de água. O cura refere que a 11 de Dezembro houve um
abalo de terra sem importância bem como tal sucedera cerca de trinta anos antes.
Refere, finamente, que havia em Táliga 250 homens e 166 mulheres.
Um texto de 1758, do cura José Joaquim Guerra (“Memória Popular”), dizia
existirem na localidade 104 vizinhos e 277 pessoas… o que quase certamente
significará 450 habitantes e cerca de 257 pessoas consideradas como de fora
(jornaleiros? Escravos?).
Na “Memória Paroquial” de 1758, e no que se refere a Vila Viçosa,
destaca-se um parágrafo sobre a freguesia calipolense de Cilada, onde se lê “a
serra (…) criar piorno, arruda (…) ; e pelas fontes avenca, erva saboeira, e
também erva coroa de rey, TÁLIGA, cardo arzol (…)”(Citado em “O Montado no
Alentejo, séculos XV a XVIII), de Ana Fonseca, Colibri, 2004). Pelos vistos
existia uma planta com o nome de ” táliga”.
Datará talvez do século XVIII a traça actual da Igreja de Táliga, embora
talvez seja mais correcto dizer que estamos perante uma mistura de estilos. O
telhado, esse, tem uma forma muito encontrada em igrejas rurais alentejanas.
taliga matriz.gif
Em 1801 (20 de Maio), o exército espanhol ocupou Olivença e, portanto,
todo o município, incluindo Táliga. Talvez alguns taliguenhos estivessem dentro
das muralhas da sede do concelho. Não há muitas informações sobre a época mesmo
porque quase não houve derramamento de sangue na Região. Note-se que a actual
aldeia de Vila Real não pertencia então a Olivença, mas sim ao depois extinto
concelho de Juromenha.
Em 1811, espanhóis, franceses, portugueses e ingleses, defrontaram –se na
Região. Há noticias de novas destruições nos arredores, o que significou
sofrimento para os taliguenhos.
Como se sabe, a Questão da Posse da Região de Olivença-Táliga nunca foi
considerada como resolvida por Lisboa… o que não impede que se dialogue, se
estabeleçam muito boas relações Portugal-Espanha, Extremadura-Alentejo, e
Concelhos dos dois países. Deixemos, pois, de lado o aprofundamento e discussão
deste problema, e continuemos o nosso esboço histórico.
Coube a Miguel Ángel Vallecillo Teodoro, de Olivença, escrever um livro
“Olivenza en su História”,Olivença, 1999), onde se relatam os dramas que no
inicio do século XIX as populações da Região (Táliga incluída, claro) viveram,
ao tentarem forçá-las a abandonar costumes, língua, e cultura ancestrais. O
Português, mesmo assim, segundo me disseram habitantes idosos em 1994, era ainda
falado pela maioria dos taliguenhos em 1950.
É possível que alguns taliguenhos se tenham refugiado em Portugal no
século XIX. O aparecimento de gente, por exemplo, com os apelidos “Farinha” e
“Isaac” na Raia (Borba, Alandroal, Reguengos) assim o indica. Em contrapartida,
famílias de várias regiões de Espanha foram-se fixando em Táliga principalmente
quadros de funcionalismo e de ensino.
Administrativamente, não houve grandes alterações iniciais. São Jorge de
Alor foi transformada em concelho independente a partir de 1843 (voltou a
integrar-se em Olivença em 1862), mas Táliga só em 1850 viu a sua autonomia
concedida. Mesmo assim só em 1871 surgem os primeiros registos feitos em Táliga,
e já não em Olivença.
A Guerra Civil de Espanha (1936-39) produziu os seus dolorosos estragos,
mortos, e anátemas. Táliga não foi muito afectada, pelo menos directamente, mas
a nível de mentalidades assistiu-se a uma oficialização de um tipo de
espanholismo chauvinista e xenófobo.
A localidade chegou a ter 1200 habitantes na década de 1950, mas a
emigração reduziu este número para pouco mais de 700 (2001).
Há algumas notas sobre a história de Táliga que serão úteis divulgar. Por
exemplo, temos o testemunho do oliventino Ventura Ledesma Abrantes, de cerca de
1940, publicado no livro “ O Património da Sereníssima Casa de Bragança em
Olivença” (Lisboa, 1954) em que se refer o seguinte nas páginas 290-291: “O
Orago da freguesia (Táliga) é N.S. da Assunção, imagem moderna, que brilha numa
disposição reconfortante e a sua festividade realiza-se em 15 de Agosto. Do lado
do Evangelho existe uma pia de água benta, que serve de baptistério. Numa das
arrecadações encontramos uma formosíssima Imagem do século XVI ou XVII, que, por
ter a base bastante carunchosa, não é exposta ao culto: é uma N.S. dos Santos de
Talega, cuja reprodução se faz para melhor se avaliar do seu valor. O tempo de
uma só nave tem de fundo 28 m por 6m de largo.”
Ora a gravura do livro mostra uma imagem igual á da de N.S. dos Santos
hoje presente na Igreja de Táliga.
Todavia, é voz corrente na povoação que “os portugueses roubaram a imagem
de Táliga, não é a verdadeira a que lá está”.
taliga imag.gif
O velho sacristão Florêncio Silva, de mais de 90 anos, com quem falei em
1994, dizia-me que não tinha havido roubo nenhum. Confidenciava ele que a imagem
de N. S. Santos tinha sido muito mal restaurada, mas que era a mesma (o que se
verifica, sem grande esforço, comparando com esboços ou fotografias da Imagem
actual). Mais, dizia que ainda existira outra imagem, nova, na Igreja, que não
era de Táliga, nem de N. S. Santos, e que tinha sido retirada. E, finalmente,
declarava, um tanto a medo, que havia pessoas que, ou por falta de cultura, ou
por serem afectas ao franquismo, queriam por culpas nos portugueses para criar
má vontade em relação aos mesmos.
Ignoro até onde vai a verdade e a mentira em toda esta história da
“santa roubada”. É, contudo, urgente esclarecer o que se passou, pois, e de uma
forma muito em desacordo com os tempos que hoje se vivem, o “roubo” continua a
ser encarado por muitos taliguenhos como demonstração do mau carácter dos
portugueses. Pior, dizem que a velha (antiga) santa da igreja é uma substituta
do da original, o que, dada a antiguidade que apesar de tudo a mesma evidencia,
é absurdo.
Não resisto (e as minha opinião vale o que vale ) a chamar a atenção para
o que considero ser um erro histórico no Escudo de Táliga, o primeiro conhecido
da povoação, aprovado em 2003. Nele está inscrita uma cruz vermelha, que é
classificada como “templária”, mas que não o é, pois a Cruz Templária era
diferente e inconfundível (ver gravuras). Na parte inferior do mesmo Escudo,
vê-se um ramo de laranjeira com duas laranjas, representando a Guerra das
Laranjas (1801), que, segundo o texto oficial aprovado, representou a libertação
de Táliga em relação a Olivença e a Portugal.
Não se contesta a importância que teve para Táliga a Guerra das
Laranjas. Mas, tendo sido esta em 1801, e tendo-se autonomizado Táliga só em
1850, é difícil compreender porque se classifica como “libertadora” a primeira
data.
Por outro lado, e passando agora a referir, na minha opinião, outro erro
histórico, convém não esquecer que, entre 1315 e 1801, Táliga esteve integrada
nas terras da Ordem de Avis. Assim, não se ter colocado no Escudo uma cruz da
mesma ordem traduz-se num silenciamento do Passado Histórico da nova Vila, e no
desrespeito da vivência de inúmeras gerações de taliguenhos que viveram, e
muitas vezes morreram, por Portugal, durante quase 500 anos. Que razões se
poderão apresentar que obstem a que se coloque uma Cruz de Cristo, ao lado de
uma Cruz Templária correcta, no Escudo?
Menos pertinente, mas não absurda, seria a colocação de uma torre, ou de
um castelo, no centro do Escudo, talvez de cor negra, dada a tradição
persistente sobre a existência de uma primitiva fortaleza templária em Táliga.
Talvez não passe tudo de uma lenda… mas as lendas têm muita importância em
Heráldica! E, claro, nada obsta a que as laranjas continuem na parte inferior do
Escudo. Por que não?
Assim, e repito que é uma opinião, se respeitaria a História de Táliga e
do seu Povo, assumindo-a… em vez de se dar a ideia de haver vergonha em relação
a uma parte dela (basta consultar os apelidos taliguenhos numa Lista Telefónica
para se perceber que não se podem ocultar as origens…). Trata-se de um modesto
apelo ( e não se contesta que a Câmara Municipal/Ayuntamiento/Casa Consistorial
de Táliga é soberana/o ), mas ficaria bem dar-lhe resposta positiva num contexto
de crescente amizade e colaboração entre Portugal e Espanha, entre o Alentejo e
a Extremadura, entre povoações raianas. Ninguém seria obrigado a abdicar de
coisa nenhuma, mas poderia considerar-se historicamente correcto e visto como um
gesto “bonito”, que mostraria a realidade da existência de só, e apenas, boas
intenções.
Por outro lado, parece importante lembrar que o uso do Português está
quase extinto em Táliga. Em 60 anos, passou de língua ainda e teimosamente
maioritária por uma língua falada por 10 ou 20 por cento da população, e quase
só dentro de casa, na
maior privacidade. Pessoalmente, só na terceira visita que fiz a Táliga pude
verificar que o Português é ainda falado.
Toda a vivência histórica/cultural de Táliga, desde 1297 ou 1314 até
1801, e até cerca de 1930/1940, se fez em Língua Portuguesa. Se ela se
extinguir, morre uma cultura, morre muito da alma taliguenha. Há que ensinar o
Português na Vila, pelo menos em moldes semelhantes ao que se faz em Olivença.
É também necessária uma Biblioteca em Táliga que contenha bastantes
livros portugueses. Talvez nela venham a ter lugar, por exemplo, edições
modernas dos Registos Paroquiais da localidade, dos séculos XVII e XVIII, cujos
originais se encontram actualmente na Biblioteca de Elvas.
Cabe aos taliguenhos, e aos seus dirigentes municipais, eleitos
democraticamente desde 1975, “fazer” o futuro, que se deseja próspero. Cabe-lhes
também a responsabilidade, de acordo com princípios expostos publicamente tantas
vezes, de preservar um longo passado, que existiu independentemente dos homens e
mulheres de hoje.
Pessoalmente, estou, e tenho a certeza que muitos portugueses e espanhóis
estarão também, à disposição para dar uma ajuda, dentro das minhas capacidades e
possibilidades. Repito, sem que ninguém tenha de abdicar de princípios.
Espero que se possa dizer que este texto não foi escrito, nem tornado público,
em vão!
Estremoz, 3 de Novembro de 2005
Carlos Eduardo da Cruz Luna


== Demografía ==
== Demografía ==

Revisión del 21:27 27 jun 2009

Táliga
municipio de España


Bandera

Escudo

Táliga ubicada en España
Táliga
Táliga
País  España
• Com. autónoma  Extremadura
• Provincia  Badajoz
• Comarca Llanos de Olivenza
• Partido judicial Olivenza
Ubicación 38°31′38″N 7°00′51″O / 38.5272743, -7.014061
• Altitud 315 m
Superficie 31 km²
Población 662 hab. (2023)
• Densidad 26,06 hab./km²
Gentilicio Taligueño, -ña
Código postal 06133
Alcalde (2007) Inmaculada Bonilla Martínez (PSOE)
Sitio web Ayuntamiento de Táliga

Táliga es un municipio de España, en la provincia de Badajoz, comunidad autónoma de Extremadura.

Como con el resto del territorio cedido a España en virtud del tratado de Badajoz en 1801, Portugal no reconoce la soberanía española sobre Táliga, invocando el Congreso de Viena de 1815, aunque no disputa de forma activa su posesión. Por su parte, España considera que el territorio es una posesión legalmente española en virtud de dicho tratado, el cual, según la posición española, no ha sido anulado ni derogado.[1]

Situación geográfica

Táliga se sitúa al sur de la comarca de los Llanos de Olivenza. Limita con los términos de Alconchel (Badajoz) al Oeste y Barcarrota al Este a los que esta comunicado a través de la carretera  EX-313 .

Historia

Formó parte de Portugal durante más de cinco siglos, hasta su incorporación a España en 1801, constituido como una parroquia (freguesia) del municipio de Olivenza con el nombre de Nuestra Señora de la Asunción de Táliga (Nossa Senhora da Assunção de Talega [o Táliga]). Dejó de formar parte del municipio de Olivenza cerca de 1850 y sus primeros registros municipales datan de 1871.

Demografía

Evolución demográfica de Táliga entre 1991 y 2007
1991 1996 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
736 773 766 762 738 719 712 694 677 791

Referencias

Enlaces externos