Celebridad

Paris Hilton, paradigma de la celebridad sin mérito aparente

Una celebridad o un famoso es una persona ampliamente conocida que reclama un alto grado de atención por parte del público y de los medios de comunicación. Según la Real Academia Española, «celebridad» es una «persona famosa», y la palabra viene del latín celebrĭtas; «famoso» proviene igualmente del latín, famōsus.

Mientras que la fama es generalmente un requisito para alcanzar el estatus de «celebridad», no siempre es suficiente. Tiene que existir cierto nivel de interés público en la persona, que puede estar motivado, o no, con la razón por la que esa persona es famosa. Muchas celebridades lo son sólo durante un período de tiempo concreto, quizá por haber aparecido en un programa de televisión o haber hecho algo que las sitúa bajo el escrutinio del público, como cruzar el Canal de la Mancha a nado o haber sido el primero en hacer algo. Hay también celebridades especialistas, que sólo son celebridades para aquellos que disfrutan de un tema en particular y por ello las consideran celebridades dentro de ese reducido círculo.

Una figura pública como un político o un empresario puede ser famoso, pero no convertirse en una celebridad a menos que se excite el interés del público o de los medios de comunicación. Por ejemplo, el director de la compañía Virgin, Richard Branson, era famoso como ejecutivo o empresario, pero no se convirtió en una celebridad hasta que intentó circunnavegar la Tierra en un globo. Por otro lado, las personalidades del mundo del espectáculo como actores de culebrones o estrellas de la música pop pueden convertirse en celebridades incluso si las personas tratan intencionadamente de eludir la atención de los medios de comunicación.

Paris Hilton y Nicky Hilton son dos ejemplos de celebridades, conocidas por sus herencias millonarias.