Diferencia entre revisiones de «Revolución Sandinista»

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Se conoce como Revolución Sandinista, o Revolución Nicaragüense al proceso que en 1978 comenzó en Nicaragua protagonizado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), llamado así en memoria de Augusto Nicolas Calderón Sandino, y que puso fin a la dictadura de la familia Somoza, derrotando al hijo de Anastasio Somoza, Anastasio Somoza Debayle, caracterizado por ser un gobernante corrupto, dictatorial y asesino.

Con un amplio respaldo popular, el Frente Sandinista entró en Managua el 19 de julio de 1979 dando comienzo a un período de gobiernos de perfil progresista de izquierda.

Acto del Día Internacional de la Mujer trabajadora en Managua, 8 de marzo de 1988.

Acorde a una concepción ideológica socialdemócrata e incluso socialista, con fuerte presencia Marxista-leninista, y con una influencia muy grande de la teología de la liberación, trataron de introducir reformas en los aspectos socioeconómicos y políticos del Estado nicaragüense, tratando además los problemas relativos a la sanidad y a la educación que el país sufría.

El reparto de las tierras en un país fundamentalmente agrícola y de latifundios, donde las tierras estaban en manos de una pequeña minoría, fue una de la prioridades de las nuevas autoridades, consiguiendo llevar a cabo, aunque parcialmente debido a las diferentes presiones, la reforma agraria.

La educación se consideró prioritaria. En 1979 el índice de analfabetismo era mayor del 50% (de los mayores de América) y en 2 años quedó reducido a un escaso 13% mediante una agresiva campaña de alfabetización que fue atacada por la eminente contrarrevolución que ya para entonces había sido creada con el apoyo y patrocinio de Estados Unidos.

En la misma línea se realizaron políticas sanitarias y de educación superior, así como un plan de infraestructuras. Comprometidos por una economía mixta y la defensa de los derechos humanos se vieron envueltos en una guerra de agresión que utilizó toda clase de argucias para erosionar al gobierno sandinista.

Es destacable que la mayor parte de las tierras y los negocios permanecieron en manos del sector privado, excepto los que pertenecían a la familia Somoza y algunos individuos privilegiados, este hecho llevó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, en su resolución número 2.87, a declarar que el Gobierno de Nicaragua ha violado el derecho a la propiedad privada consagrado por el Artículo 21 de la Convención Americana (resolución que muestra los obstáculos con los que tendría que enfrentase la Revolución en su intento de modernizar y dignificar el país). Sin embargo, las medidas adoptadas por los sandinistas imponían restricciones sobre la utilización de los bienes, lo que provocó la oposición de muchos empresarios. El gobierno nacionalizó la banca y se hizo con el control del comercio exterior.

Cartel en una calle de León (Nicaragua) en marzo de 1988

Los gobiernos revolucionarios

A la entrada en Managua el 19 de julio de 1979 del FSLN le siguió la instauración de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional que estaba compuesta por cinco miembros. El coordinador de la misma, que hacía las veces de presidente, fue Daniel Ortega Saavedra del FSLN al que acompañaban Sergio Ramírez y Moisés Hassan, ambos también sandinistas y el empresario Alfonso Robelo Callejas y Violeta Barrios de Chamorro, viuda de Pedro Joaquín Chamorro (que sería la sucesora de Ortega al final del proceso revolucionario en 1990) como independientes.

El control del Directorio Nacional del FSLN (que constaba de 9 comandantes del FSLN: Tomás Borge, Daniel Ortega, Victor Tirado, Humberto Ortega, Henry Ruiz, Jaime Wheelock, Bayardo Arce, Luis Carrión y Carlos Núñez) sobre la Junta de Gobierno hizo que los miembros independientes abandonaran la misma un año después siendo sustituidos por otros 2 miembros no sandinistas, Arturo Cruz y Rafael Córdova Rivas. Este gobierno emprendió las políticas arriba indicadas y en 1981 el gobierno de Ronald Reagan impuso un bloqueo económico y empezó a financiar a grupos armados antisandinistas conocidos como la contra. Nicaragua buscó el apoyo de la URSS y de Cuba y en 1982 firma con la URSS un pacto de cooperación económica.

Bandera del F.S.L.N

En 1984 se celebraron elecciones, no exentas de polémica por parte de contrarevolución, en las que el candidato del FSLN, Daniel Ortega, ganó por un amplio margen de votos. El gabinete se vio obligado a proclamar el estado de excepción para hacer frente a la agresión armada, donde se suprimieron algunos derechos civiles y se limitó la libertad de expresión, aúnque el principal periódico de oposición La prensa, con línea editorial cercana a la contrarevolución, se siguió editando así como se mantuvieron emisiones de las radioemisoras pertencientes a la iglesia católica. También el gobierno electo se vio obligado a la imposición del servicio militar obligatorio (denominado (SMP) Servicio Militar Patriótico) medida que resultó muy impopular.

El financiamiento de la intromisión armada por parte de los EE.UU. se mantuvo incluso en contra de la decisión del Congreso de ese país en 1985 (aunque no se ejecutó hasta octubre de 1986) mediante los fondos obtenidos por la venta ilegal de armas a Irán (en plena guerra Irán-Iraq, donde Irak era el aliado oficial de los EE.UU.) conocido como el caso irangate. La intromisión de los Estados Unidos llegó a ser tan intensa y evidente que la Corte Internacional de Justicia condenó la misma en sentencia del 27 de junio de 1986 (ver Nicaragua contra Estados Unidos)

En 1988 comenzaron las conversaciones para un proceso de paz que culminaron en las elecciones de febrero 1990 donde el FSLN se enfrentó a una coalición de todos los partidos de la oposición liderada por Violeta Chamorro, la UNO (Unión Nacional Opositora) que gozó del apoyo del gobierno estadounidense. Estas elecciones dieron el poder a la señora Chamorro que pasó a ser la presidenta de Nicaragua y puso así fin al período revolucionario.

Véase también

Enlaces externos