Diferencia entre revisiones de «Homo neanderthalensis»

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}}¿Dónde y cuándo vivieron? Su nombre proviene del valle de Neander, en Alemania, donde se encontraron los primeros esqueletos (en alemán, thal significa "valle"). Su área geográfica se extendía desde Europa Occidental, pasando por el Sur de la Rusia europea, hasta alcanzar el Uzbekistán, en el Asia Central, cerca de Afganistán. En cuanto a la fecha de su origen depende de cómo los definamos, pues algunos viejos cráneos muestran características que se anticipan a la forma Neanderthal hecha y derecha. Los más antiguos ejemplares indiscutiblemente Neanderthalianos son de hace 130.000 años, pero la mayor parte de los especímenes conocidos son de hace aproximadamente 74.000 años. Pero si su fecha de origen es un tanto arbitraria, en cambio su final es abrupto: el último de los Neanderthal murió hace unos 32.000 años. Durante el tiempo en que florecieron los Neanderthal, Europa y Asia estaban en medio de la última glaciación (la cuarta, llamada de Würm) , así que los Neanderthal debieron ser gente bien adaptada al frío, aunque sólo hasta cierto punto: ellos no llegaron a cruzar, hacia el Norte, una frontera climática que unía el Sur de Gran Bretaña, el Norte de Alemania, la actual ciudad rusa de Kiev y el Mar Caspio.
La anatomía de la cabeza de los Neanderthal era tan peculiar que si ahora mismo apareciera uno de ellos vestido de traje y corbata por la calle, todos los demás H. sapiens nos daríamos la vuelta para mirarle, sorprendidos. Imagínese que una cara humana fuera de arcilla blanda, y entonces uno cogiera la parte inferior de la cara, desde el puente de la nariz hasta la mandíbula, y apretando los dedos, al mismo tiempo tirara hacia adelante: cuando la arcilla endureciera, sería aproximadamente el aspecto de un Neanderthal. Además sus cejas descansaban sobre prominentes protuberancias óseas, sus ojos estaban hundidos en cuencas profundas, y su frente era baja e inclinada, muy distinta de nuestra frente vertical. Su mandíbula inferior estaba inclinada hacia atrás, y no tenía mentón. A pesar de todos estos rasgos tan primitivos, el tamaño del cerebro del Neanderthal era ¡un 10 % más grande que el nuestro! Eso no significa que fuera más inteligente; obviamente no lo era.
Un dentista que hubiera examinado los dientes de un Neanderthal habría quedado tanto o más impresionado que alguien que se lo cruzara por la calle, camino de su oficina. En los Neanderthal adultos los incisivos estaban gastados en la superficie externa, de una forma que es imposible encontrar en los humanos actuales. Evidentemente esta manera de desgastar los dientes era la consecuencia de que usaba los dientes como herramientas, aunque no está claro cómo
lo hacía exactamente. Es posible que los usara habitualmente como tenazas. También es posible que mordisquearan las pieles duras de los animales para ablandar el cuero o que royeran la madera para tallarla y hacer sus toscos instrumentos.
Y si un Neanderthal en traje y corbata (o en vestido de noche) llamaría la atención, para qué hablar de uno (o una) en bañador (o bikini). Los Neanderthal eran mucho más musculosas, sobre todo en el cuello y los hombros, que el más fornido culturista de hoy día. También los huesos de sus extremidades, que debían sostener toda la fuerza de esas masas musculosas al contraerse, eran mucho más gruesos que los nuestros. Sus brazos y piernas nos habrían parecido demasiado gruesos y rechonchos, porque las partes inferiores de sus cuatro extremidades eran comparativamente más cortas que las nuestras. Hasta sus manos eran más fuertes; si nos hubieran estrechado la mano podrían habernos roto un hueso. Si bien su altura media era de 1,60 metros, pesaban en promedio unos 10 kilos más que un humano moderno de esa altura, y ese exceso de kilos no era grasa, sino huesos y músculos.
Hay otra posible diferencia anatómica que causa cierta intriga, si bien su realidad así como su interpretación son dudosos, pues las pruebas fósiles aún no permiten una respuesta definitiva. Pero el hecho es que el canal de parto de una mujer Neanderthal parece haber sido más ancho que el de una mujer moderna, lo que permitía que un bebé alcanzara más tamaño dentro del vientre de su madre antes de nacer. De ser así el embarazo de una Neanderthal puede que durara un año, en lugar de los actuales 9 meses.
Aparte de sus huesos fósiles, la mayor fuente de información acerca de los Neanderthal son los instrumentos de piedra que han dejado. Al igual que las herramientas de piedra de los humanos anteriores a ellos, las de los Neanderthal parecen haber sido piedras que se sostenían a mano, sin ningún tipo de empuñadura, y no eran de una forma bien definida según la función a cumplir; tampoco existían los instrumentos de hueso, ni se habían inventado el arco y las flechas.
Algunas de las herramientas de piedra fueron usadas para tallar otras herramientas en madera, de las que casi ninguna se ha conservado. Una notable excepción es una jabalina o lanza arrojadiza: de 2,40 metros de largo, encontrada clavada en las costillas de una especie de elefante que se extinguió hace mucho tiempo, en una excavación arqueológica realizada en Alemania.
A pesar de este afortunado hallazgo, es probable que los Neanderthal no fueran muy buenos en materia de caza mayor: incluso los contemporáneos africanos de los Neanderthal, pese a ser anatómicamente más modernos y evolucionados, eran cazadores más bien mediocres.
Si usted hace la prueba de preguntar a sus amigos con qué asocian la palabra Neanderthal, la mayoría le contestarán "hombre de las cavernas". Si bien es verdad de que la mayor parte de los restos fósiles de Neanderthal proviene de cuevas, esto seguramente se deba a que en las cuevas se conservaron mejor esos restos, pues los depósitos que quedaron al aire libre sufrieron mayor erosión y se destruyeron más rápidamente.
Es posible que construyeran algún tipo de refugios en otras partes, aparte de las cuevas, para defenderse del frío, pero debieron ser muy toscos y precarios: todo lo que queda de ellos son agujeros para postes y algunos montículos de piedra. Hay una larga lista de cosas típicas o representativas de los humanos modernos de las cuales los Neanderthal carecían. En primer lugar no dejaron nada que se pueda considerar inequívocamente como objeto de arte.
Deben haber usado algún tipo de vestimenta para protegerse del frío ambiente, pero esa ropa debió ser muy tosca, pues carecían de agujas y no hay pruebas de que supieran coser.
Parece demostrado que no construían embarcaciones; pues no existe ningún resto de asentamiento Neanderthal en las islas del Mediterráneo, ni tampoco en el Norte de Africa, pese a la corta distancia entre la Península Ibérica -donde los Neanderthal fueron numerosos- y la otra costa del Estrecho de Gibraltar. Tampoco hubo ningún tipo de tráfico de bienes: las herramientas de los Neanderthal están hechas siempre con piedras disponibles a pocos kilómetros del asentamiento.
Hoy en día damos por sentado que entre la gente que habita diferentes áreas deben existir ciertas diferencias culturales. Cada población humana moderna tiene su característico estilo de vivienda, sus implementos típicos y su propio arte. Si a usted le muestran un par de palillos para comer arroz, una botella de vino tinto espumoso y una cerbatana, y le piden que asocie cada objeto con uno de los siguientes tres lugares: China, Italia y la selva amazónica, seguramente no tendrá la menor dificultad en hacerla correctamente. Entre los Neanderthal no parece haber existido tal diversificación cultural, y sus herramientas siempre son las mismas, no importa dónde uno las encuentre. También damos por sentado que debe existir cierto progreso cultural. Nos parece obvio que los utensilios que se encuentren en una villa de la antigua Roma, en un castillo medieval y en un piso de Manhattan de 1989 deben ser diferentes. Y no hay que ir tan lejos: acostumbrados a las calculadoras electrónicas, mis hijos miran hoy con asombro la regla de cálculo que yo usaba en la década de 1950. Pero las herramientas de los Neanderthal de hace 100.000 y de hace 40.000 años son iguales. Para decirlo en pocas palabras, sus herramientas no mostraban ninguna variación ni en el tiempo ni en el espacio como para sugerir la más humana de las características: la innovación.


El '''Hombre de Neandertal''' ('''''Homo neanderthalensis''''') es una [[especie]] [[extinta]] del [[género (biología)|género]] ''[[Homo]]'' que habitó [[Europa]] y partes de [[Asia]] occidental desde hace 230.000 hasta 28.000 años atrás, durante el [[Pleistoceno]] medio y superior y culturalmente integrada en el [[Paleolítico medio]]. En un periódo de aproximadamente 5.000 años se cree convivió paralelamente en los mismos territorios europeos con el [[Hombre de Cromagnon |cromañones]], antecesor directo del hombre moderno. Evidencias de esta convivencia se han encontrado en las cuevas de Chatelperron.<ref> Historychannel-capítulo: Clash the caveman</ref>
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Revisión del 21:27 14 ago 2009

 
Hombre de Neandertal
Rango temporal: Pleistoceno Medio - Superior

Reconstrucción de un hombre de Neandertal
Estado de conservación
Extinto en época prehistórica desde ca. 25.000 a. C.
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Clase: Mammalia
Orden: Primates
Suborden: Haplorrhini
Infraorden: Simiiformes
Superfamilia: Hominoidea
Familia: Hominidae
Género: Homo
Especie: H. neanderthalensis
King, 1864

El Hombre de Neandertal (Homo neanderthalensis) es una especie extinta del género Homo que habitó Europa y partes de Asia occidental desde hace 230.000 hasta 28.000 años atrás, durante el Pleistoceno medio y superior y culturalmente integrada en el Paleolítico medio. En un periódo de aproximadamente 5.000 años se cree convivió paralelamente en los mismos territorios europeos con el cromañones, antecesor directo del hombre moderno. Evidencias de esta convivencia se han encontrado en las cuevas de Chatelperron.[1]

Sus características definidoras, a partir de los huesos fósiles descubiertos hasta ahora (unos 400 individuos), son: esqueleto robusto, pelvis ancha, extremidades cortas, tórax en barril, arcos supraorbitarios resaltados, frente baja e inclinada, faz prominente, mandíbulas sin mentón y gran capacidad craneal —1.500 cm³—. Vivían en grupos organizados, formados por alrededor de unos treinta miembros.

Los neandertales fueron una especie bien adaptada al frío extremo. En ellos se notan cráneos alargados y amplios, complexión corta y robusta, y nariz amplia de aletas prominentes ;[2]​ rasgos que denotan adaptación a climas fríos, como se puede observar actualmente en las poblaciones del Ártico. Sus cerebros eran igual o más grandes que los del hombre moderno. Un neandertal promedio tendría una altura de 1,65 m, de contextura pesada, y musculatura robusta. Si bien su estructura ósea no los hacía corredores de largo aliento, si eran caminantes de largas distancias. Estudios anatómicos realizados han determinado que el neardental podía articular una fonética limitada respecto al que actualmente posee el hombre moderno, esto debido a la ubicación de la laringe, más arriba que el moderno.[3]

El estilo de herramientas líticas utilizadas en el Paleolítico medio por los neandertales es la cultura Musteriense, así llamada por haber sido encontradas por primera vez en el yacimiento arqueológico Le Moustier. La cultura musteriense está caracterizada por la utilización de la técnica de talla Levallois. Estas herramientas fueron producidas usando martillos de percusión blandos, como huesos o madera. En los últimos tiempos de los neandertales se nota en el registro arqueológico el estilo Châtelperroniense, considerado como más "avanzado" que el musteriense.

Etimología

El término Hombre de Neanderthal fue creado en 1863 por el anatomista William King. Neanderthal hoy se escribe de dos maneras: La ortografía de la palabra alemana Thal, que significa valle, fue cambiada a Tal a principios del siglo XX, pero la primera forma de escribirlo es la que a menudo se utiliza en inglés y siempre en la nomenclatura binomial, mientras que en alemán y español generalmente se usa la forma moderna, que es la recomendada por el Diccionario Panhispánico de Dudas.

El comienzo de la historia del Hombre de Neandertal es también el inicio de la paleoantropología. En agosto de 1856 fue descubierto el espécimen que luego sería conocido como Neandertal 1. El lugar fue la cueva Feldhofer en una zona encañonada del valle del río Düssel, cerca de Düsseldorf, Alemania, que se llama valle de Neander (en aleman Neandertal) según el compositor y teólogo Joachim Neander.

Descubrimiento

Los primeros fósiles fueron encontrados en Engis (Bélgica), en 1829. Le siguen los de Gibraltar, en la cantera de Forbe en 1848, pero no se reconoció el significado de estos dos descubrimientos hasta bastante después de que se diera a conocer el famoso Neanderthal 1. Este fue hallado en 1856 cerca de Düsseldorf en el valle del río Düssel en Alemania, tres años antes de que Charles Darwin publicara El origen de las especies.

El descubrimiento de 1856 fue realizado por Franz Mayer, de la Universidad Bonn, y para explicar dicho hallazgo inventó una teoría curiosa. Según Franz el esqueleto pertenecía a un cosaco ruso que perseguía a Napoleón a través de Europa. Explicaba que el cosaco sufría raquitismo, lo que explicaría la forma arqueada de sus piernas, y que el dolor del raquitismo le hacía arquear tanto las cejas que le produjeron unos fuertes arcos supraciliares.[4]

Clasificación

William King le asignó en 1864 el nombre Homo neanderthalensis, dándole condición humana pero considerándolo una especie diferente. Posteriormente y debido a su elevada capacidad craneal equivalente a la del humano actual (y muchas veces superior), se le denominó Homo sapiens neanderthalensis durante la mayor parte del s.XX, a pesar de las notables diferencias anatómicas. Su lugar en la clasificación científica ha sido fuertemente debatido, pero el consenso actual lo ubica como una especie aparte (Homo neanderthalensis). La genética ha demostrado que el Hombre de Neandertal evolucionó paralelamente al Homo sapiens desde antepasados comunes lejanos. Los científicos han tenido éxito en extraer el ADN de varios esqueletos de neandertales. Después de un cuidadoso análisis, particularmente del ADN mitocondrial y además de una cantidad de ADN nuclear, parece que el ADN de los neandertales no es muy diferente al del H. sapiens, estudios del genoma obtenidos de huesos han evidenciado que coincide en un 99.9%, adicionalmente presenta el gen que permite la fonación lo que se deduce podían articular lenguaje. .[5]

Al medir el grado de diferencia filogenética entre el ADN de los neandertales y el de los humanos modernos, los investigadores sugieren que estas dos especies surgieron de linajes separados hace por lo menos 400 mil años y hasta 1 millón de años atrás. Aunque no se descarta un pequeño aporte neandertal al acervo genético del Homo sapiens, el reciente estudio del material genético procedente de la muela de un niño neandertal de hace 100 mil años ha concluido que el hombre de Neandertal no es antepasado directo del Homo sapiens.[6]​ Si bien un reciente estudio[7]​ aporta datos para creer que los seres humanos actuales tienen genes neandertales y el cruce entre especies podría haber ocurrido.

Mientras el Homo sapiens evolucionó en África, desde donde migró hace entre 100 mil y 60 mil años hacia el resto del planeta, el Hombre de Neandertal se cree que desciende del Homo heidelbergensis. Estudios recientes[8]​ indican que su origen podría estar en la Península Ibérica.


Preneandertales

Neandertal de la Chapelle-aux-Saints (Francia)

El hallazgo del Homo antecessor en Atapuerca ha esclarecido el significado de la mandíbula aparecida en 1907 en Mauer, cerca de Heidelberg (Alemania), la cual coincide cronológicamente con los Homo erectus, pero difiere de estos y de los neandertales, concluyéndose que quizás fuera un estadio intermedio entre Homo erectus u Homo ergaster y neandertales. Un cráneo exhumado en Steinheim (Alemania) datado en 250 mil adC podría corresponder a la misma especie de Homo heidelbergensis o preneandertaliense. En dichos casos hablamos de la glaciación de Mindel o del interglaciar Mindel-Riss, respectivamente. El último de estos cráneos está más evolucionado aún que la mandíbula del primero, pero su capacidad craneal es baja (poco más de 1.150 c.c.).[cita requerida]

Existencia en el tiempo

Las diferencias con sus antecesores no son sólo morfológicas, sino también de comportamiento: por ejemplo, practicaban enterramientos de cuerpos en compañía de alimentos, armas o utensilios. Se discute si utilizaban ciertos adornos, así como trozos de bióxido de manganeso y de ocre rojo afilados como lápices o bien reducidos a polvo, para dibujar en las paredes.

No se han hallado restos de neandertales del periodo de la glaciación de Riss (200.000-125.000 a. C.), durante el cual debió producirse una lenta evolución, pero después de esta época fría, en el interglaciar Riss-Würm (125.000-100.000 a. C.) ya se encuentran varios restos de protoneandertales en diversos puntos de Europa, entre ellos los de Gibraltar.

En la Península Ibérica hay pruebas de su existencia desde los primeros estadios (hace unos 600 mil años) hasta hace aproximadamente 28.000 años, como indican estudios recientes.[9]

Surgieron hace por lo menos 150.000 años en el Paleolítico inferior y desaparecen del regístro fósil hace unos 28.000-33.000 años, después de haber creado y desplegado la importante y extendida cultura Musteriense, que se considera como la expresión del Paleolítico medio, y también el Châtelperroniense, que actualmente se cree que habría sido autóctono. Las causas de su extinción son todavía motivo de debate: ¿Los sapiens compitieron intensamente con ellos por recursos?, ¿los mataron y exterminaron en combate? ¿los contagiaron de enfermedades para las cuales carecían de defensa? o ¿no soportaron, los neandertales, determinados cambios climáticos o ambientales? O está la posibilidad de la hibridación, o sea que haya existido un cruce entre las dos especies y los Homo sapiens los hayan absorbido.
La hipótesis de mixogénesis Homo sapiens /Homo neanderthalensis resulta, por los mapeos de secuencias de ADN, prácticamente descartada; la extinción masiva de Homo neandertalensis por la rigurosidad de la última gran glaciación hasta la fecha también parece descartada ya que los neandertales habrían estado muy bien adaptados al clima glacial, de modo que lo más probable (reforzada tal probabilidad por la rápida desaparición de los neandertales tras la irrupción de los Homo sapiens en Europa) es que el principal motivo para la extinción fuera la competencia por los recursos con los H. sapiens. Los últimos reductos de neandertalensis se encontraron en el sur de territorios actualmente españoles (Andalucía).

Junto con la teoría del origen hispánico, se postula además que la presencia del neardental en Europa se debió probablemente a una migración hacia los 200.000 AC desde Africa cuando estos territorios estaba completamente cubiertos de nieve. Los cromañones menos adaptados a climas fríos llegaron entre los 30.000 y 35.000 AC durante la última gran glaciación hasta la fecha.[10]

Comparación craneal con los primeros humanos modernos

Cada uno de los rasgos tomados en consideración puede aparecer por separado en cualquiera de los dos grupos, variando en grado y en frecuencia, pero la tendencia es que se den de forma conjunta.

Neandertales Primeros humanos modernos
gran moño occipital pequeño moño occipital
frente huidiza frente levantada
reborde supraorbitario marcado débil reborde supraorbitario
prognatismo cara vertical
ausencia de mentón presencia de mentón
espacio retromolar sin espacio retromolar

Genómica Neandertal

Ya se ha secuenciado por completo el Genoma del Neandertal mitocondrial,[11]​ y se está por completar el genoma nuclear.[12]

Homo sapiens y Homo neanderthalensis comparten el 99,5% del genoma, según los últimos[13]​estudios genéticos realizados sobre un individuo neandertal del yacimiento de Vindija, Croacia. Gracias al estudio del Genoma Neandertal, también se sabe que podían llegar a ser pelirrojos, ya que tenían el gen necesario.[14]​ También se ha descubierto que tenían el grupo sanguíneo O, o sea uno de los cuatro que se manifiestan hoy en día en los humanos modernos.[15]

Canibalismo

El canibalismo es algo probado en diferentes yacimientos neandertales,[16]​ como Moula-Guercy o Vindija. Los restos óseos presentan marcas de corte realizadas con herramientas de piedra, y están muy bien conservados por haber sido eliminada de sus huesos toda la carne. No era un canibalismo antropofágico sino ritual, según se cree. Ya que al parecer la carne se quitaba de los huesos para ser enterrados, y no para ser comida. Esto se sabe por comparación etnológica. Bajo un microscopio se nota la diferencia de los cortes realizados en animales de caza para ser comidos, y en los que se practican en huesos de los miembros fallecidos del grupo.

Esta sería una práctica que se habría realizado a lo largo de largos períodos y en diferentes regiones. Los yacimientos mencionados están uno en Francia y el otro en Croacia; el primero está datado en 100 mil años y el segundo en 30 mil. También se han encontrado evidencias de canibalismo ritual en El Sidrón y Atapuerca (España), en Combe Grenal (Francia), en Krapina (Croacia) y en la cueva de Guattari (Italia).

Aunque en el caso de la cueva del Sidrón se cree[17]​que podría ser un canibalismo con fines alimenticios, debido a hambrunas. Al parecer, en los dientes de esos individuos se pueden ver períodos de hambruna, y los huesos están triturados como para quitarles el tuétano, es decir, los "limpiaba" con fines alimenticios, y no rituales.

Lenguaje y arte

Es polémica la cuestión de qué forma de comunicación manejaban los neandertales: si un lenguaje relativamente similar al moderno (con estructura compositiva y reglas gramaticales, de modo que un número limitado de palabras se combina para crear un número ilimitado de frases posibles) o algunas formas menos desarrolladas y, en cierto sentido, más próximas al sistema de comunicación de los simios.

Entre los autores que consideran que los neandertales no usaban un lenguaje como tal está el arqueólogo Steven Mithen, de la Universidad de Reading, que defiende la teoría de que tenían un sistema de comunicación "Hmmmm" (esto es, holístico, manipulador, multimodal, musical y mimético. Véase The Singing Neanderthals). Lieberman realizó un modelo coincidente con la opinión de Mithen: la situación del cuello adelantado y la disposición de la laringe parecerían haber dificultado un lenguaje articulado, sin embargo otros estudios suponen que el hiodes estaba lo suficientemente desarrollado y posicionado como para la emisión de fonemas discretos con capacidad simbólica, aunque de un modo mucho más tosco que en el Homo sapiens.
El arte (musteriense) de los neandertales aún presenta controversias: André Leroi-Gourhan, entre otros, observó que podían, y de hecho solían hacerlo, rendir homenajes a sus difuntos (elaborando sencillas tumbas), bastante tardíamente, cuando ya podrían haber entrado en contacto con los H. sapiens los neandertales parecen haber estado dotados de la suficiente habilidad como para copiar rudimentariamente el arte de los H. sapiens primitivos: en yacimientos correspondienes a neandertales se han hallado algunos pocos objetos de cuerno pulido que parecen haber tenido un valor estético e incluso una muy tosca máscara confeccionada con una basta placa de piedra a la cual se le practicaron dos oquedades a modo de ojos.

En El Sidrón (yacimiento localizado en Asturias, de 43.000 años de antigüedad), se han podido tomar muestras (estudiadas por Carles Lalueza) que permiten reconstruir dos importantes genes neandertales: el FoxP2, relacionado con la posibilidad del habla, y del MCR1, de la pigmentación, que indicaría color del pelo rubio y pelirrojo.[18]

Extinción

Se han propuesto muchas explicaciones para la extinción de los neandertales, en relación o no con la expansión de los cromañones con los que convivieron en Europa en los últimos milenios de su vida como especie. El paleobotánico José Carrión, de la Universidad de Murcia, propone una tesis de extinción por cambio ambiental ligado a los cambios climáticos.

El neandertal es un animal meridional, de bosque abierto o sabana (árboles grandes, arbolitos sueltos y hierba), no es un hombre de estepa. Siempre los han pintado en el norte de Europa, pero ellos se iban al norte cuando hacía calor; en los periodos glaciales estaban en el sur de España, el sur de Italia y la península grecobalcánica. Por su tecnología, posiblemente cazaban en grupos pequeños y al acecho, escondiéndose detrás de árboles y arbustos. Y ocurre algo inesperado: el paisaje se hace entonces muy abierto, muy estepario, con pocos arbustos, y el tipo de animales cambia. Pasa de una gran diversidad de fauna a otra menor pero muy grande: mamuts, bisontes, renos... Animales que hay que cazar de otra manera, con proyectil o lanzando piedras a distancia. Y sus herramientas de caza son más pequeñas y lanzables, no pesan. La mejor tecnología para esa caza la tiene nuestra especie, los sapiens que vienen de la estepa asiática perfectamente adaptados. Pero todavía sobrevivió miles de años.[19]

Pervivencia en la memoria colectiva

Aunque es muy improbable, algunos mantienen que el recuerdo de la coexistencia con los neandertales se mantiene en lo que ambiguamente se denomina memoria colectiva, en la figura de ogros, trolls y otros seres mitológicos. Estos seres, representados como peludos, fuertes y habitantes del bosque más profundo, y que los viejos héroes exterminaron,[20]​ parecen coincidir más bien con las reconstrucciones clásicas del aspecto físico de los neandertales (sujetas a prejuicios cognitivos muy arraigados) que los representaban como un estadio evolutivo intermedio. Las reconstrucciones más actuales no coinciden con esa visión tradicional, que no obstante, sigue presente en la cultura popular.

Principales yacimientos

Restos neandertales

Alemania

Bélgica

Croacia

Eslovaquia

Eslovenia

España

Francia

Neandertal 1, 1856.

Gibraltar

Inglaterra

Italia

Irán

Iraq

Israel

Marruecos

Portugal

República Checa

Rumanía

Rusia

Siria

Ucrania

Uzbekistán

Los neandertales en la ficción

Véase también

Referencias

  1. Historychannel-capítulo: Clash the caveman
  2. Por qué los neandertales tenían la nariz grande, neanderthalis.blogspot.com
  3. Historychannel-capítulo: Clash the caveman
  4. 1001 cosas que todo el mundo debería saber sobre ciencia, James Trefil, 1992: ISBN 84-226-4927-6
  5. Historychannel-capítulo: Clash the caveman
  6. Con la muela de un niño descubren que el Neandertal no es antepasado del hombre, diario El Observador
  7. "Possible Ancestral Structure in Human Populations". Vincent Plagnol, Jeffrey D. Wall. (Agosto, 2006) PLoS Genet 2(7): e105 Noticia en castellano: ¿Neandertales en nuestros genes?
  8. "High-resolution U-series dates from the Sima de los Huesos hominids yields 600þN 66 kyrs: implications for the evolution of the early Neanderthal lineage". James L. Bischoff et al. Journal of Archaeological Science (2006). Noticia en español: Neandertales podrían tener su origen en España
  9. "Late survival of Neanderthals at the southernmost extreme of Europe". Clive Finlayson et al. Nature advance online publication 13 September 2006. Noticia en español
  10. Historychannel-capítulo: Clash the caveman
  11. Complete Neandertal mitochondrial genome sequenced from 38,000-year-old bone
  12. Neandertal genome halfway done
  13. Compartimos el 99,5% del genoma con los Neandertales
  14. Los neandertales ¿eran pelirrojos?, Mundo Neandertal
  15. Dos neandertales de El Sidrón tenían el grupo sanguíneo O, Mundo Neandertal
  16. Defleur A, White T, Valensi P, Slimak L, Cregut-Bonnoure E. "Neanderthal cannibalism at Moula-Guercy, Ardeche, France." Science. 1999 Oct 1;286(5437):18-9.
  17. Canibalismo neandertal en El Sidrón
  18. Reportaje: Neandertales Más cerca de nosotros Malén Aznárez, El País 13/04/2008.
  19. Reportaje: Neandertales Más cerca de nosotros Malén Aznárez, El País 13/04/2008.
  20. En el País Vasco, la leyenda de los Basajaun, literalmente "Señor del bosque" o "Señor salvaje" en euskera, un ser antropomorfo que habitaba en los lugares más profundos de los bosques o en cuevas, de espesa cabellera, grande y fuerte, al que los primeros hombres que llegaron a esa tierra se encontrarían ya habitando allí desde tiempos inmemoriales y que les enseñó a éstos el secreto de la sierra, la siembra, el hierro, etc. y que vendría a equivaler al clásico ogro de otros pueblos.

Bibliografía

  • ADN nuclear de un neandertal secuenciado: "Neanderthal DNA yields to genome foray", Dalton, Nature, 16 May 2006. Noticia en español.
  • Eva M. Wild, Maria Teschler-Nicola, Walter Kutschera, Peter Steier, Erik Trinkaus & Wolfgang Wanek (19 May 2005) Direct dating of Early Upper Palaeolithic human remains from Mladeč, Nature 435:332–335. link for Nature subscribers
  • Dennis O'Neil 12/6/04 Evolution of Modern Humans Neandertals retrieved 12/26/2004
  • Serre et al. (2004). "No evidence of Neandertal mtDNA contribution to early modern humans". PLoS Biology 2 (3): 313–7. PMID 15024415.
  • Hickmann, Kilmer, Eichmann (ed.) (2003) Studies in Music Archaeology III International Study Group on Music Archaeology's 2000 symposium. ISBN 3-89646-640-2
  • Fink, Bob (1997) The Neanderthal Flute... (Greenwich, Canada) ISBN 0-912424-12-5
  • Sommer, J.D. (1999) The Shanidar IV 'Flower Burial': A Reevaluation of Neanderthal Burial Ritual, Cambridge Archaeological Journal, 9 127-129.
  • Solecki, R. S. (1975) Shanidar IV, a Neanderthal flower burial in N. Iraq Science 190 (28) 880

Divulgación

Enlaces externos