Diferencia entre revisiones de «Ahhotep»

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Esta prodigiosa e incansable mujer dirigió desde Tebas el asedio a Avaris, y gobernó con sabiduría y equidad un difícil Egipto que tenía que reconstruir por completo. Como una buena y fiel madre, guardó el trono a su hijo, y cuando estuvo listo, pudo desembarazarse sin grandes problemas del último reducto hicso, cumpliendo por fin el sueño de Seqenenra y Ahhotep: un Egipto libre. Con Ahmose se inaugura el Imperio Nuevo egipcio, la etapa más brillante y en la que el país alcanzó el mayor esplendor internacional de toda su historia.
Esta prodigiosa e incansable mujer dirigió desde Tebas el asedio a Avaris, y gobernó con sabiduría y equidad un difícil Egipto que tenía que reconstruir por completo. Como una buena y fiel madre, guardó el trono a su hijo, y cuando estuvo listo, pudo desembarazarse sin grandes problemas del último reducto hicso, cumpliendo por fin el sueño de Seqenenra y Ahhotep: un Egipto libre. Con Ahmose se inaugura el Imperio Nuevo egipcio, la etapa más brillante y en la que el país alcanzó el mayor esplendor internacional de toda su historia.


La deuda que Ahmose y todo Egipto tenía con la reina madre Ahhotep nunca se podría salvar. Agradecido por siempre a ella, Ahmose condecoró en una bella ceremonia a su madre con tres grandes moscas de oro, el mayor galardón militar posible. Era su forma de reconocer los grandes esfuerzos y sacrificios a los que se había sometido una reina entregada a su causa.
Su hijo Ahmose le levanta una estela en su nombre:

{{cita|“''Alabad a la señora del país, a la soberana de las riberas de las regiones lejanas.
Cuyo nombre se alza sobre todos los países montañosos,

Que toma decisiones preocupándose por el pueblo.

Esposa de rey, hermana de un soberano, Vida, salud y fuerza!

Hija de rey, venerable madre de rey,

Que está al corriente de los asuntos, que unió a Egipto.

Reunió a los notables, de quien aseguró la cohesión;

Reunió a los fugitivos, reagrupó a los disidentes;

Pacificó el Alto Egipto, rechazó a los rebeldes;

La esposa del rey, Ahhotep, que vive''”}}

La deuda que Ahmose y todo Egipto tenía con la reina madre Ahhotep nunca se podría salvar. Agradecido por siempre a ella, Ahmose condecoró en una bella ceremonia a su madre con tres grandes moscas de oro, el mayor galardón militar posible, además de un puñal con hoja de oro y un hacha con mango de cedro, las tres condecoraciones propias de un general. Era su forma de reconocer los grandes esfuerzos y sacrificios a los que se había sometido una reina entregada a su causa.


== La familia ==
== La familia ==
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La reina madre fue enterrada en la necrópolis familiar de [[Dra Abu el-Naga]], donde fue encontrada su tumba en 1859, con el sarcófago y su momia así como muchos objetos de su ajuar, como joyas con [[perla]]s y [[lapislázuli]], piedras semipreciosas y un puñal de oro. Desgraciadamente, la ansiedad de los descubridores hicieron que la momia de Ahhotep quedase reducida a polvo.
La reina madre fue enterrada en la necrópolis familiar de [[Dra Abu el-Naga]], donde fue encontrada su tumba en 1859, con el sarcófago y su momia así como muchos objetos de su ajuar, como joyas con [[perla]]s y [[lapislázuli]], piedras semipreciosas y un puñal de oro. Desgraciadamente, la ansiedad de los descubridores hicieron que la momia de Ahhotep quedase reducida a polvo.

El tesoro encontrado en su tumba comprendía:

1 un hacha de oro puro con mango de cedro.

1 puñal de vaina de oro, el mango inscrustado de piedras preciosas.

4 puñales con adornos.

1 bastón de mando.

1 abanico de madera revestido de láminas de oro con el nombre de Kamose.

1 diadema con la cartela de Ahmose y dos esfinges.

1 collar con tres moscas de oro de 9 mm de altura.

1 brazalete donde sobre un fondo de esmalte azul se yerguen figuras de oro finamente cinceladas que representan un par de veces al rey Ahmose arrodillado con el dios Geb, con 4 genios, dos con cara canina y los restantes con cabezas de halcón.

1 brazalete con un buitre de alas desplegadas de oro y piedras preciosas.

3 brazaletes con el nombre de Ahmose enmarcado en perlas.

1 pectoral formado por hileras de flores , leones , antílopes y otros animales cuyos broches son caras de halcón.

1 pectoral de oro con piedras incrustadas en forma de barca en cuyo interior los dioses Amón y Horus vierten el agua de la purificación sobre Ahmose.

1 espejo de bronce.

1 modelo de barca en plata con su equipaje.

1 modelo de barca en oro sobre un carro de madera con ruedas de bronce y equipaje de platas.

2 pulseras de oro.

Varias cadenas de oro, una de ellas de 2 m de largo en cuyos bordes puede leerse el nombre de Ahmose y de la cual cuelga un escarabajo de oro con incrustaciones de pasta de vidrio, de cada extremo cuelga una cabeza de oca.


==La Reina Libertad==
==La Reina Libertad==

Revisión del 19:33 21 ago 2009

Plantilla:Jero3 Ahhotep (circa 1570-1540 a. C.) fue una reina egipcia de finales de la dinastía XVII y comienzos de la XVIII (hacia los años 1570-1540 a. C.), que ejerció de regente durante la minoría de edad del faraón Kamose y promovió la expulsión los dirigentes hicsos. Otras grafías de su nombre son: Ahhotep I, Aahhotep, Iahhotep, etc.

El principado de Tebas

Ahhotep (El dios de la Luna está satisfecho) nació probablemente entre los años 1585 y 1575 a. C. en el seno de la familia gobernante de la ciudad de Tebas, en lo que hoy englobamos como dinastía decimoséptima. Su padres eran el príncipe Senajtenra y su esposa Tetisheri, de orígenes más modestos. En aquella época Egipto vivía dividido en varios principados, todos ellos dependientes en mayor o menor grado del faraón de Menfis de la dinastía XV. Esta dinastía estaba conformada por un pueblo asiático, los hicsos, que habían invadido Egipto sesenta años antes.

Tebas era uno de los principados más alejados de Menfis y de los hicsos, y fue allí donde se fraguó la rebelión que acabaría triunfando y sentando en el trono de un país unificado a un monarca autóctono. De no ser por la educación patriótica e inconformista que dio a sus hijos Tetisheri la historia hubiera sido bien distinta.

Comienza la lucha

Anillos de Ahhotep.

Al morir su padre, asumió el trono tebano el hermano mayor de Ahhotep, Seqenenra, con quien tuvo que casarse, siguiendo las ancestrales costumbres. La nueva pareja real, asesorada siempre por la madre de ambos, Tetisheri, así como por un consejo formado por militares, nobles, escribas y sacerdotes, decidieron en secreto comenzar a plantar cara a los hicsos y a sus aliados.

Algunos rumores debieron llegar a Menfis, pues a poco de asumir el trono Seqenenra una embajada hicsa llegó a Tebas exigiendo que fuesen sacrificados los hipopótamos sagrados del templo de Amón, porque sus bramidos no dejaban dormir al faraón (¡quien vivía a cientos de kilómetros de Tebas!). Desconocemos qué hicieron los tebanos ante esta provocación, pero el caso es que en muy poco tiempo un ejército salió de la ciudad sureña con el claro objetivo de liberar a Egipto del yugo hicso. A su cabeza marchaba el ahora coronado rey Seqenenra, apodado el Bravo.

Mientras, en Tebas quedó acantonada el resto de familia real, a saber: la reina madre Tetisheri, todos los príncipes y princesas y, a la cabeza de ellos, la reina Ahhotep, quien se encargó del gobierno en la ausencia de su marido. Sus dotes fueron apreciadas por todos en tan complicados tiempos.

La reina combatiente

Joyas y armas de Ahhotep.

El éxito de la ofensiva de Seqenenra tuvo que residir sobre todo en el efecto sorpresa, pues cuando por fin se enfrentó al ejército hicso, fue severamente derrotado e incluso murió en la batalla, tal y como demuestra su momia. Ahhotep se había quedado viuda, pero sus fuertes convicciones y su fe en la liberación anunciada por el dios Amón fueron más fuertes, y no agachó la cabeza, sino todo lo contrario.

Ahhotep, para ganar tiempo y no dejar que los hicsos comieran el poco terreno ganado, no dudó en coronar rey a Kamose, su hermano menor o su hijo mayor. Pese a que el nuevo rey también estaría casado, Ahhotep siguió llevando la voz cantante mientras asumía la regencia en Tebas, y para la ciudad las cosas no habían cambiado en absoluto.

Kamose tuvo más éxito que Seqenenra en la lucha. Combatió a los nubios en el sur, llegando hasta Elefantina, y a los hicsos en el norte, reconquistando Menfis. Fueron tres años de luchas continuadas, pero Tebas parecía tener ganada la guerra. Sólo quedaba la conquista del último bastión, Avaris, cuando una enfermedad o las heridas del combate se llevaron al joven Kamose, volviendo a dejar vacante el trono.

La reina madre

Con Seqenenra y Kamose, la dinastía XVII se había agotado. El trono pasó al único miembro varón que quedaba en la familia, un niño de apenas diez años, Ahmose, hijo de Seqenenra y de Ahhotep. La edad del nuevo rey, considerado ya fundador de la dinastía XVIII, impedía que pudiera dar el golpe final a los hicsos de la dinastía XV, y su inexperiencia hizo que Ahhotep asumiera la regencia sin necesidad de un consejo de gobierno.

Esta prodigiosa e incansable mujer dirigió desde Tebas el asedio a Avaris, y gobernó con sabiduría y equidad un difícil Egipto que tenía que reconstruir por completo. Como una buena y fiel madre, guardó el trono a su hijo, y cuando estuvo listo, pudo desembarazarse sin grandes problemas del último reducto hicso, cumpliendo por fin el sueño de Seqenenra y Ahhotep: un Egipto libre. Con Ahmose se inaugura el Imperio Nuevo egipcio, la etapa más brillante y en la que el país alcanzó el mayor esplendor internacional de toda su historia.

La deuda que Ahmose y todo Egipto tenía con la reina madre Ahhotep nunca se podría salvar. Agradecido por siempre a ella, Ahmose condecoró en una bella ceremonia a su madre con tres grandes moscas de oro, el mayor galardón militar posible. Era su forma de reconocer los grandes esfuerzos y sacrificios a los que se había sometido una reina entregada a su causa.

La familia

Sarcófafo de Ahhotep.

La mayor parte de su vida la pasó Ahhotep acompañada de su madre, la longeva Tetisheri, y la matriarca del clan. Juntas, estas dos mujeres inculcaron a su nutrida descendencia el valor de las Dos Tierras unidas y la fidelidad al dios que les había pronosticado su éxito, Amón, que sería convertido en la cabeza del panteón.

Ahhotep tuvo muchos hijos de Seqenenra, casi todos de ellos bien documentados por el hallazgo de sus momias en el escondrijo de Deir el-Bahari. Esta generación y la posterior recibe comúnmente el sobrenombre de ahmósida por llevar la mayoría de sus miembros en sus nombres una advocación al dios lunar Ah. Algunos de los miembros más importantes fueron Ahmose I, su esposa y hermana Ahmose-Nefertari y también Ahmose-Henutempet, Ahmose-Hentimehu, Ahhotep-Tao...

Muerte y entierro de Ahhotep

Cuando Ahmose fue lo suficientemente mayor como para gobernar por sí solo, Ahhotep se retiró al templo de Karnak y allí parece ser que vivió hasta que le llegó la muerte, a muy avanzada edad. Dejaba un Egipto completamente distinto al que había visto al nacer, y una pareja real muy carismática y eficaz con la descendencia asegurada.

La reina madre fue enterrada en la necrópolis familiar de Dra Abu el-Naga, donde fue encontrada su tumba en 1859, con el sarcófago y su momia así como muchos objetos de su ajuar, como joyas con perlas y lapislázuli, piedras semipreciosas y un puñal de oro. Desgraciadamente, la ansiedad de los descubridores hicieron que la momia de Ahhotep quedase reducida a polvo.

La Reina Libertad

El egiptólogo y escritor francés Christian Jacq, rescata del injusto olvido que la historia le hace a la reina Ahhotep, escribiendo una trilogia llamada la Reina Libertad formada por los libros: El Imperio de las Tinieblas, La Guerra de las Coronas y la Espada Resplandeciente. En su trilogia, C. Jacq narra la historia de la reina Ahhotep (así como de los distintos personajes que la rodean) recreándola con mucha veracidad, una gran ambientación de la época y elementos mitológicos egipcios.

Bibliografía