Diferencia entre revisiones de «Batalla de Paraguarí»

Contenido eliminado Contenido añadido
Sin resumen de edición
Deshecha la edición 29654098 de 200.85.50.114 (disc.)
Línea 1: Línea 1:
{{Ficha de conflicto militar|nombre_batalla= Batalla de Cerro Porteño...
{{Ficha de conflicto militar|nombre_batalla= Batalla de Paraguarí
|imagen=
|imagen=
|descripción_imagen= ''La Batalla de Paraguarí''.
|descripción_imagen= ''La Batalla de Paraguarí''.

Revisión del 20:26 11 sep 2009

Batalla de Paraguarí
Independencia Argentina
Parte de Expedición de Belgrano al Paraguay

La Batalla de Paraguarí.
Fecha 19 de enero de 1811
Lugar cerca de la ciudad de Paraguarí, en el centro de Paraguay
Coordenadas 25°38′00″S 57°09′00″O / -25.63333333, -57.15
Resultado Victoria realista
Beligerantes
Provincias Unidas del Río de la Plata Ejército realista de Paraguay
Comandantes
Manuel Belgrano Bernardo de Velasco
Fuerzas en combate
700 soldados porteños, santafesinos y entrerrianos 5.500 soldados originarios del Paraguay

La Batalla de Paraguarí (19 de enero de 1811) fue un combate ocurrido en las cercanías de Paraguarí (Paraguay) entre fuerzas revolucionarias, al mando de Manuel Belgrano, miembro de la Primera Junta argentina de Gobierno, y las tropas paraguayas del general Bernardo de Velasco, gobernador intendente de la Intendencia del Paraguay.

Antecedentes

Al estallar la Revolución de Mayo en Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, el gobierno surgido de la misma, la llamada Primera Junta, invitó a las demás ciudades y provincias del mismo a unirse a la Revolución. La invitación, en realidad, no dejaba margen para la negativa, y todo gesto en el sentido de conservar los gobiernos anteriores a la Revolución fue interpretado como hostil.

Las principales amenazas provenían de Córdoba, el Alto Perú, Montevideo y Asunción. Las dos primeras fueron vencidas con relativa facilidad, pero Montevideo se mantendría firme en su oposición durante cuatro años.

El gobernador paraguayo, Bernardo de Velasco, se negó a reconocer la autoridad de la Junta, y fue apoyado por el cabildo de Asunción. En respuesta, la Junta envió una pequeña expedición militar, al mando de uno de sus miembros, Manuel Belgrano, para unir a Paraguay al territorio gobernado por ella, por medio de negociaciones, o por la fuerza. La expedición fue aumentada a su paso por Santa Fe, pero su invitación a reconocer la autoridad de la Junta fue rechazada.

Belgrano logró ingresar a territorio paraguayo, venciendo una pequeña resistencia en la batalla de Campichuelo, y no volvió a enfrentar oposición alguna hasta llegar muy cerca de la capital. Esto convenció a Belgrano de que le resultaría fácil llegar a Asunción y someter la provincia a la obediencia.

No obstante, el mismo Belgrano notó que no era apoyado en su avance, ya que no incorporó un solo voluntario. Al contrario, las milicias y los civiles retrocedían a unirse al ejército que Velasco reunió en las márgenes del río Yuquerí.

Durante la noche del 15 de enero, Belgrano envió una vanguardia de 200 hombres y 2 piezas de artillería para sorprender a los paraguayos, pero el ataque no se realizó. A la mañana siguiente, el general argentino se instaló en un cerro,[1]​ desde donde observaba el campamento paraguayo. A pesar de que la fuerza enemiga, como mínimo, superaba las suyas en una relación de diez a uno, decidió atacar sin agotar las posibilidades de negociar.

En efecto, aunque Belgrano había enviado varias proclamas a los paraguayos, invitándolos a pronunciarse por la revolución, Velasco prohibió guardar los panfletos enviados, y la orden fue cumplida. Belgrano consideraba que, de triunfar, tendría abierta la entrada a Asunción. Y si era derrotado, al menos estaba suficientemente adentro de territorio enemigo como para evitar ser completamente expulsado. Por otro lado, es posible que él y sus oficiales despreciaran la capacidad combativa de los paraguayos y sobreestimara la posibilidad de contagiar su entusiasmo patriótico.

La batalla

Tras ordenar que se oficiara misa entre sus tropas, a las 3 de la mañana del 19 de enero ordenó el avance de sus dos divisiones, en total 460 soldados al mando de José Machain; una hora más tarde, el combate se había generalizado. El ataque tomó por sorpresa a los paraguayos, obligándolos a abandonar sus posiciones iniciales. El propio gobernador Velasco huyó en dirección a Asunción. Pero la caballería, comandada por Manuel Cabañas se retiró sin combatir y se desplegó en los costados del ejército atacante.

Que el ataque del Paraguay se dispuso formando dos columnas: la 1° compuesta de los escuadrones de Fernando VII, las compañías de los Regimientos 1° y 2° de Patricios, la de Pardos y caballería de la Patria, con dos piezas de á 2, bajo el mando del mayor general; y la 2° bajo el del declarante, compuesta de su compañía, la del Regimiento 3, la de Blandengues de Santa Fe montados, y dos piezas de á 4, cuya fuerza iba toda sujeta á la voz del mayor general, y entre ambas divisiones serían como 440 y tantos hombres.
Declaración de Gregorio Perdriel en el juicio a Belgrano.
Operaciones militares en territorio paraguayo (diciembre de 1810-marzo de 1811.

Los hasta entonces vencedores se entretuvieron en saquear los víveres del ejército paraguayo, por lo que sólo la mitad de la fuerza siguió combatiendo, mientras los defensores se rehacían. Para empeorar las cosas, cuando Belgrano envió la reserva (unos 120 hombres) en apoyo de Machain, sus hombres creyeron que eran enemigos, y el coronel ordenó la retirada. La avanzada enviada sobre la capilla de Paraguarí fue abandonada por Machain en su retroceso e íntegramente tomada prisionera.[2]

Viendo todo perdido, Belgrano ordenó la retirada hacia el sur.

Consecuencias

La batalla de Paraguari no fue una victoria definitiva para los realistas paraguayos. Belgrano todavía tenía su ejército. Pero el gobierno colonial había sido salvado, y la provincia no pudo ser obligada a someterse al gobierno porteño.

Semanas más tarde, Belgrano sería definitivamente derrotado en la batalla de Tacuarí y expulsado del Paraguay.

Cuando, meses después, el Paraguay declarara su independencia de España, dejaría en claro que tampoco estaba dispuesto a someterse a Buenos Aires. Y cuando los sucesivos gobiernos de Buenos Aires se mostraran claramente proclives a negar a las demás provincias la igualdad de derechos, el Paraguay afirmaría esa tendencia en una independencia definitiva.

Véase también

Notas

  1. Desde entonces, este lugar se llama Cerro Porteño.
  2. Uno de estos prisioneros fue el después caudillo y gobernador vitalicio de Santa Fe, Estanislao López.

Bibliografía

  • Camogli, Pablo, Batallas por la libertad, Ed. Aguilar, Bs. As., 2005.