Diferencia entre revisiones de «Caballo de Troya»

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[[Archivo:Trojan horse Çanakkale.jpg|thumb|Caballo de madera usado en la película ''Troya'' ([[2004]]).]]
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== La leyenda ==
La guerra de Troya ya tenía más de diez años cuando el campeón de los griegos, Aquiles, cae mortalmente herido en combate. El desaliento de los griegos es profundo. Desmoralizados, sólo esperan una señal para regresar a casa.
Las fuerzas griegas que asediaron [[Troya]] durante diez años no pudieron superar las altas [[muralla]]s que la defendían.


[[Odiseo]] (Ulises para los [[romanos]]) propuso a los jefes griegos construir un enorme [[caballo]] de madera en cuya barriga habían de caber los más valerosos héroes griegos. La flota griega se retiraría a la cercana isla de [[Ténedos]], tras quemar el campamento para que los troyanos lo advirtieran y salieran confiados al campo. Un griego, fingiéndose fugitivo, quedaría fuera y contaría a los troyanos que este caballo está consagrado a la diosa [[Atenea]], enemiga de los troyanos.
En una caminata Odiseo observa una paloma perseguida por un halcón. La paloma se refugia en una grieta y el halcón vuela en círculos. La paloma vigila desde su precario refugio. El halcón finge retirarse y se esconde fuera de la mirada de la paloma, quien poco a poco asoma la cabeza para cerciorarse de que el cazador desistió. Después de largo rato, confiada emprende el regreso al nido. El halcón sale del escondite y culmina la cacería. Odiseo entiende y nace la estratagema del caballo de Troya.


Bajo las instrucciones de Odiseo, el caballo fue construido por [[Epeo]] el feocio, el mejor carpintero del campamento. Tenía una escotilla escondida en el flanco derecho y en el izquierdo tenía grabada la frase: «Con la agradecida esperanza de un retorno seguro a sus casas después de una ausencia de nueve años, los griegos dedican esta ofrenda a Atenea».
Como el halcón, los griegos fingen la retirada; queman los restos del campamento y se llevan la flota a la isla de Ténedos, dejando atrás un enorme caballo de madera en cuyo interior se esconden cien guerreros. Un informante completa el engaño: cuenta a los troyanos lo que quieren oír, que los griegos se retiraron y el caballo es una ofrenda para Atenea. Los troyanos caen en la trampa e introducen el enorme caballo a la ciudad.


Los troyanos, grandes creyentes en los [[dioses]], cayeron en el engaño. Lo aceptaron para ofrendarlo a los dioses, ignorando que era un ardid de los griegos para traspasar sus murallas. Dentro del caballo se escondía un selecto grupo de [[soldado]]s. El caballo era de tal tamaño que los troyanos tuvieron que derribar parte de los muros de su ciudad. Una vez introducido el caballo en Troya, los soldados ocultos en él abrieron las puertas de la [[ciudad]], tras lo cual la fuerza invasora entró y la destruyó.
El domingo lo mejor de la marcha fue el enorme caballo de Troya construido con huacales. Empujado por los artistas y el pueblo, fue dejado frente a la puerta principal de Palacio Nacional como símbolo. La idea original fue de Susana Cato, escritora y guionista. La construcción estuvo a cargo del escultor Rolando de la Rosa. La inteligencia y talento artístico de ambos debe marcar la forma de hacer manifestaciones en el futuro. Su obra interroga y advierte al poder con símbolos e ideas más fuertes que el imperio.


Este episodio no es narrado en la ''Ilíada'', el poema atribuido a [[Homero]], que relata parte de la [[Guerra de Troya]]. Se hace alusión a él en la ''Odisea'', en la que Homero cuenta las aventuras del héroe griego Odiseo en su regreso a su patria, [[Ítaca]]. También es aludido por [[Virgilio]] en la [[Eneida]].
La historia del caballo de Troya no figura en La Iliada. Se alude al ardid en el Canto IV de La Odisea y los detalles los cuenta Virgilio en La Eneida. Así, el caballo de huacales explota un mito que tiene más de tres mil años trabajando y produciendo significados. La escultura todavía estaba frente a Palacio Nacional el domingo a las siete de la noche, cuando ya todos habían abandonado la plaza de la Constitución. Es como si el mar de gente lo hubiera llevado a la orilla del poder con varios significados.

El primero es que los mismos troyanos metieron a AMLO a Los Pinos. El presidente Vicente Fox, el secretario de Gobernación y el procurador general de la república pueden ufanarse de haber introducido a López Obrador a la antesala de la Presidencia. La manipulación, el servilismo y la fabricación ilegal rompieron las paredes de la ciudadela del poder para introducir un AMLO gigantesco al interior del original caballo de madera. Contra la advertencia de Laocoonte y de Casandra, los mismos troyanos lo metieron.

"Ya ganamos", dijo alguien cuando se colocaba el caballo de madera frente al Palacio Nacional. No tan rápido. Pues hay un segundo caballo de Troya; está afuera del campamento de Andrés Manuel López Obrador. En su interior están agazapados los traidores y operadores de siempre, las rémoras de la política, una lista larga de personajes que quieren entrar al campamento de López Obrador. Los corruptos, oportunistas, los arquitectos de los "pactos de la nación", los que siempre vivieron en los intersticios del poder y están dispuestos a "negociar" todo. Los que sostienen que hay que "aprovechar la globalización en lugar de padecerla". Su dizque análisis es una farsa, un engaño para el pueblo. ƑYa introdujo López Obrador este caballo de madera preñado de oportunistas en su campamento?

Los "Postulados para un proyecto alternativo de nación" indicarían que eso efectivamente ya sucedió. Los "postulados" son un embrollo de lugares comunes, producto de un deficiente análisis del momento por el que atraviesa México y el mundo. Quizás todavía hay tiempo para destruir ese segundo caballo de madera, escuchar otras voces y leer bien las señales.

Según una versión, Homero significa "rehén"; el nombre vendría de una sociedad de poetas llamados los Hom?ridai, que significa "hijos de rehenes", descendientes de prisioneros de guerra. Por dudarse de su lealtad, estos hombres no eran enviados a la guerra y sólo se les confiaba la tarea de recitar la poesía épica para recordar viejas hazañas. Pero seguían siendo rehenes.

ƑSerá López Obrador el rehén de los oportunistas de siempre? Entonces se necesita introducir un tercer caballo de Troya, el del lenguaje de Joyce que continúa la historia de Ulises. Sería el del lenguaje que permite introducir en la mente el regalo de la subversión. El vehículo que comprime todos los días de la historia en un solo día de la vida de cualquiera de nosotros, el Bloomsday, que significaría también el día del florecimiento, de la toma de conciencia. El lenguaje antimecánico de este caballo de Troya permite escoger la verdad por encima del hábito de los lugares comunes, elegir la conciencia sobre el papel en la historia en lugar de la ceguera complaciente de los oportunistas.


== El poema ==
== El poema ==

Revisión del 21:00 7 oct 2009

El caballo de Troya es un artilugio que aparece en el mito de la Guerra de Troya. Es mencionado en la Odisea de Homero (octavo canto) y en otras fuentes, como la Eneida de Virgilio (libro II). El evento ocurre luego de los acontecimientos que se cuentan en la Ilíada de Homero y antes de los relatados en la Odisea y en la Eneida, pero igualmente es referida en estas dos últimas.

Caballo de madera usado en la película Troya (2004).

La leyenda

Las fuerzas griegas que asediaron Troya durante diez años no pudieron superar las altas murallas que la defendían.

Odiseo (Ulises para los romanos) propuso a los jefes griegos construir un enorme caballo de madera en cuya barriga habían de caber los más valerosos héroes griegos. La flota griega se retiraría a la cercana isla de Ténedos, tras quemar el campamento para que los troyanos lo advirtieran y salieran confiados al campo. Un griego, fingiéndose fugitivo, quedaría fuera y contaría a los troyanos que este caballo está consagrado a la diosa Atenea, enemiga de los troyanos.

Bajo las instrucciones de Odiseo, el caballo fue construido por Epeo el feocio, el mejor carpintero del campamento. Tenía una escotilla escondida en el flanco derecho y en el izquierdo tenía grabada la frase: «Con la agradecida esperanza de un retorno seguro a sus casas después de una ausencia de nueve años, los griegos dedican esta ofrenda a Atenea».

Los troyanos, grandes creyentes en los dioses, cayeron en el engaño. Lo aceptaron para ofrendarlo a los dioses, ignorando que era un ardid de los griegos para traspasar sus murallas. Dentro del caballo se escondía un selecto grupo de soldados. El caballo era de tal tamaño que los troyanos tuvieron que derribar parte de los muros de su ciudad. Una vez introducido el caballo en Troya, los soldados ocultos en él abrieron las puertas de la ciudad, tras lo cual la fuerza invasora entró y la destruyó.

Este episodio no es narrado en la Ilíada, el poema atribuido a Homero, que relata parte de la Guerra de Troya. Se hace alusión a él en la Odisea, en la que Homero cuenta las aventuras del héroe griego Odiseo en su regreso a su patria, Ítaca. También es aludido por Virgilio en la Eneida.

El poema

—¡Demódoco! Yo te alabo más que a otro mortal cualquiera, pues deben de haberte enseñado la Musa, hija de Zeus, o el mismo Apolo, a juzgar por lo primorosamente que cantas el azar de los aqueos y todo lo que llevaron a cabo, padecieron y soportaron como si tú en persona lo hubieras visto o se lo hubieses oído referir a alguno de ellos. Mas, ea, pasa a otro asunto y canta como estaba dispuesto el caballo de madera construido por Epeo con la ayuda de Atenea; máquina engañosa que el divinal Odiseo llevó a la acrópolis, después de llenarla con los guerreros que arruinaron a Troya. Si esto lo cuentas como se debe, yo diré a todos los hombres que una deidad benévola te concedió el divino canto.


Así habló y el aedo, movido por divinal impulso, entonó un canto cuyo comienzo era que los argivos diéronse a la mar en sus naves de muchos bancos, después de haber incendiado el campamento, mientras algunos ya se hallaban con el celebérrimo Odiseo en el ágora de los teucros, ocultos por el caballo que éstos mismos llevaron arrastrando hasta la acrópolis.
El caballo estaba en pie, y los teucros, sentados a su alrededor, decían muy confusas razones y vacilaban en la elección de uno de estos tres pareceres; hender el vacío leño con el cruel bronce, subirlo a una altura y despeñarlo, o dejar el gran simulacro como ofrenda propiciatoria a los dioses; esta última resolución debía prevalecer, porque era fatal que la ciudad se arruinase cuando tuviera dentro aquel enorme caballo de madera donde estaban los más valientes argivos, que causaron a los teucros el estrago y la muerte.


Cantó cómo los aqueos, saliendo del caballo y dejando la hueca emboscada, asolaron la ciudad; cantó asimismo cómo, dispersos unos por un lado y otros por otro, iban devastando la excelsa urbe, mientras que Odiseo, cual si fuese Ares, tomaba el camino de la casa de Deífobo, juntamente con el deiforme Menelao. Y refirió cómo aquél había osado sostener un terrible combate, del cual alcanzó Victoria por el favor de la magnánima Atenea.
Odisea, Libro VIII

Hombres escondidos dentro del caballo

Las fuentes clásicas dan numerosas versiones acerca del número e identidad de los guerreros que se escondieron dentro del caballo. Apolodoro los cifra en 50, pero luego añade que el autor de la Pequeña Ilíada, poema perdido, afirmaba que eran 3000 (aunque podría ser un error de los códices). Según Tzetzes fueron 23; Quinto de Esmirna da 30 nombres y añade que eran aún más y otros autores mencionan otros nombres. La recopilación de los integrantes nombrados por los diversos autores abarca los siguientes guerreros:

Interpretaciones del origen del mito

Se ha sugerido que el Caballo de Troya podría ser una referencia a Poseidón, rey de las profundidades marinas y terrestres en la mitología griega, que contaba con el caballo como uno de sus símbolos. Durante la guerra de Troya, uno de los frecuentes terremotos que se producen en la región (atribuidos, por venir de las profundidades de la tierra, a Poseidón) pudo haber dañado parte del perímetro amurallado de la ciudad, facilitando así su toma por los griegos.

Ya los mismos clásicos dudaban de esta artimaña. Pausanias decía que podría haber sido un arma de asedio parecida a un caballo que derribó la muralla. Otros decían que Antenor habría hecho entrar a los griegos en Troya por un postigo que tenía pintado un caballo. Otros autores creían que los griegos, después de incendiar el campamento, se habrían ocultado detrás del monte Hipio (‘del caballo’).

Robert Graves dice en su libro Los mitos griegos que Atenea habría inspirado a Prilis, hijo de Hermes, la idea del caballo, y que luego Odiseo la había reclamado como suya. Pero esa es sólo una de las versiones del mito según Apolodoro e Higino.

La guerra de Troya en el Cine

En las películas que cuenta la historia de la guerra de Troya, inevitablemente aparece el legendario caballo de madera a continuación una relación de las películas que han narrado esta milenaria historia:

Véase también

Bibliografía

  • Los mitos griegos, de Robert Graves.
  • La guerra de Troya, de Robert Graves.
  • Berbabé, Alberto (1979). Fragmentos de épica griega arcaica. Madrid: Gredos. 
  • Ruiz de Elvira, Antonio (1982). Mitología clásica. Madrid: Gredos. 

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