Diferencia entre revisiones de «Eternidad»

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== Eternidad como no-tiempo ==
== Eternidad como no-tiempo ==
El [[Padre de la Iglesia]] cristiana [[San Agustín|Agustín de Hipona]] escribió que el [[tiempo]] existe sólo dentro del [[universo]] creado, de manera que [[Dios]] existirá fuera del tiempo, ya que para Dios no existe [[pasado]] ni [[futuro]], sino únicamente un eterno [[Presente (tiempo)|presente]]. Vida eterna
El [[Padre de la Iglesia]] cristiana [[San Agustín|Agustín de Hipona]] escribió que el [[tiempo]] existe sólo dentro del [[universo]] creado, de manera que [[Dios]] existirá fuera del tiempo, ya que para Dios no existe [[pasado]] ni [[futuro]], sino únicamente un eterno [[Presente (tiempo)|presente]].


No es necesario creer en Dios para sostener este concepto de eternidad: un matemático ateo puede mantener el [[dogma]] filosófico de que los números y las relaciones entre los mismos existen con independencia del tiempo, y en tal sentido puede decirse que son eternos.
No es necesario creer en Dios para sostener este concepto de eternidad: un matemático ateo puede mantener el [[dogma]] filosófico de que los números y las relaciones entre los mismos existen con independencia del tiempo, y en tal sentido puede decirse que son eternos.

Revisión del 20:08 19 oct 2009

Uróboros, la "serpiente alquímica".

El concepto de eternidad (del latín aeternitas), relacionado con el de inmortalidad, se refiere popularmente, unas veces a una duración infinita y sin límites, y otras designa una existencia sin tiempo o fuera del tiempo.

Existen diversas argumentaciones del tema de la eternidad, a través de las cuales quienes las sustentan, empezando por el filósofo griego Aristóteles, tratan de demostrar que la materia, el movimiento y el tiempo deben haber existido y existirán eternamente.

Eternidad como no-tiempo

El Padre de la Iglesia cristiana Agustín de Hipona escribió que el tiempo existe sólo dentro del universo creado, de manera que Dios existirá fuera del tiempo, ya que para Dios no existe pasado ni futuro, sino únicamente un eterno presente.

No es necesario creer en Dios para sostener este concepto de eternidad: un matemático ateo puede mantener el dogma filosófico de que los números y las relaciones entre los mismos existen con independencia del tiempo, y en tal sentido puede decirse que son eternos.

De otro lado, los testimonios de personas que han sufrido experiencias cercanas a la muerte hablan en ocasiones de la eternidad como de una existencia atemporal.

Otra faceta de la eternidad es su invariabilidad en determinados aspectos. Suponiendo que nos hallamos en un estado de la eternidad, una persona no podría romper un lápiz en dos, o caminar de un lugar a otro, ya que dichas acciones tienen un antes y un después: un momento en el que el lápiz está entero y otro en que ya no lo está. Estos cambios corresponden al tiempo, a lo temporal, siendo así que la eternidad es atemporal, por lo que básicamente nada puede ocurrir en la eternidad en el sentido en que la entendemos. Para que estas acciones tengan lugar, debe haber un tiempo que corresponda a una acción continuada: un tiempo en el cual pasado, presente y futuro son combinados para conformar una acción constante. Uno "no" rompe el lápiz, pero también lo rompió, lo rompe y lo romperá, todo en el mismo instante.

Todas estas inflexiones verbales se usan en la Biblia.

Eternidad y Dios

Los teístas afirman que Dios es eternamente existente. La comprensión exacta de este supuesto depende otra vez del tipo de definición de eternidad que usemos. Por una parte, Dios podría existir “en” la eternidad, una existencia atemporal, donde las categorías de 'pasado', 'presente' y 'futuro' no son aplicables. Por otra, Dios podría existir “por” o “a través” de la eternidad, o “siempre”, habiendo existido ya en un tiempo infinito, por lo que se esperaría que continuase existiendo por tiempo ilimitado.

Pero para cualquier definición de eternidad que empleemos, es común observar que seres humanos finitos no pueden comprender la eternidad completamente, ya que se trata, o bien de aprehender una cantidad infinita del tiempo que comprendemos, o bien de entender un concepto de infinito propio de un espacio o tiempo que no comprendemos.

Para la definición de infinito, hay ejemplos que pueden ejemplificarlo, al menos un infinito potencial, o una serie de sucesos que comienza y no termina. Una sucesión de hechos que comienza y no termina no es potencialmente eterna, según esa definición. Una sucesión de momentos que ha comenzado y no ha terminado no puede ser eterna, puesto que, incluso si fuera a prolongarse por el resto del tiempo (en el infinito), seguirá existiendo una especie de vacío temporal “antes” del momento inicial de la sucesión. Nada habría originado dicha sucesión de momentos. Si, por definición, la eternidad no tiene principio, esa sucesión no admitiría el estatus de eternidad o de potencialmente eterna. (Por este motivo, además, se entiende que el universo del Big Bang no es eterno.)

Cabe relacionar la noción de vida eterna con el concepto de Dios creador, un ser totalmente independiente de "todo lo demás", lo cual existe sólo porque él lo creó. (Puede compararse esto con el panenteísmo, que no panteísmo.) Si esta premisa es verdadera, se sigue que Dios es independiente tanto del espacio como del tiempo, ya que éstas son meras propiedades del universo. De modo que, de acuerdo con esta noción, Dios existe antes de que el tiempo comenzara, existe durante todos los momentos del tiempo, y continuaría existiendo si de algún modo el universo o el tiempo dejaran de existir.

Acerca de la vida eterna, la Revelación bíblica indica que, de entre todas las criaturas, es el hombre el único capaz de aprehender el concepto de eternidad. En el Eclesiastés (Ec 3:11), se lee:

Él ha hecho todo hermoso en su tiempo. Él ha puesto la eternidad en el corazón de los hombres.

En contraste con vida eterna, tenemos la existencia sin fin, con la que fueron bendecidos los animales en el principio de los tiempos, debido a su incapacidad para comprender el concepto de eternidad o de tiempo; el ser humano renunció a la vida eterna al cometer el Pecado Original y ser arrojado del Paraíso.

Es creencia común entre los teístas que, pese a que la humanidad comprende el concepto de eternidad, sólo se obtiene la vida eterna una vez que se vuelve a Dios.

Eternidad y ciencia

Para el físico Isaac Newton, el tiempo es absoluto, verdadero y matemático, y fluye con independencia de todo otro fenómeno. Newton relaciona la eternidad con Dios:

Él es eterno e infinito, omnipotente y omnisciente; esto es, su duración se extiende desde la eternidad a la eternidad y su presencia del infinito al infinito.

La moderna teoría de la relatividad aporta una descripción física del universo y del tiempo, en la cual éste es relativo al marco de referencia de la observación; asimismo, pasado y futuro podrían de alguna manera coexistir con el presente.

La teoría presentista describe el universo en relación con la llamada invariancia galileana, en la cual solamente existe la duración presente. Este concepto, el presentismo, se halla muy extendido en la actualidad. La postura contraria (no existen límites entre pasado, presente y futuro) viene representada por el llamado eternalismo.

La física moderna, de tendencia más bien eternalista, describe el comienzo físico del universo como una gran explosión, o Big Bang. La NASA ha sido capaz de verificar la época del origen del universo a partir de la reciente detección de la radiación de fondo emanada por el Big Bang. El tiempo, el espacio y la materia surgieron hace alrededor de 13 mil millones de años (otras fuentes lo sitúan entre 10.000 y 15.000 millones de años).

La ciencia determina que, desde su origen, el tiempo se ha movido en una única dirección, o flecha del tiempo. En este modelo, el pasado precede al presente, que a su vez precede al futuro.

Eternidad y simbolismo

La eternidad es simbolizada a menudo por la imagen de una serpiente que se come su propia cola, conocida como Ouroboros (o Uroboros), aunque el símbolo también puede tener otras significaciones.

También se usa el círculo como signo de eternidad. El concepto relacionado, el de infinito, se simboliza por el signo matemático .

Dentro de la mitología griega, las desgraciadas leyendas de Prometeo por un lado, y de Sísifo por otro, suponen sendas metáforas negativas de la eternidad.

También imagen negativa de la eternidad es la larga y truculenta descripción del infierno desarrollada por el novelista irlandés James Joyce, en su novela Retrato del artista adolescente (1916):

La última tortura, la que sirve de remate a todas las otras del infierno, es su eternidad. ¡Eternidad! ¡Oh, tremenda y espantosa palabra! ¿Qué mente humana podrá comprenderla? Y tened presente que se trata de una eternidad de sufrimiento.
Capítulo 3

Otras formas de eternidad

En religión

  • Para el budismo y doctrinas relacionadas, la eternidad aparece bajo la especie del samsara, el ciclo interminable de nacimiento, muerte y renacimiento en la naturaleza, constituyendo uno de los fundamentos de sus creencias.
  • Según se refleja en el Libro de los Muertos, para los antiguos egipcios la eternidad venía representada por los campos de Aaru, el paraíso donde reinaba el dios Osiris, que se situaba hacia el levante, por donde se eleva el Sol. Era descrito como un campo eternamente fértil, similar al delta del Nilo: una zona de caza y pesca ideal. Solamente a los espíritus cuyos actos pasados terrenales (conciencia y moralidad, representados por el corazón) pesaban igual que el Maat (la armonía cósmica, representada simbólicamente por una pluma), les era permitido comenzar el largo y peligroso viaje al Aaru, para disfrutar allí de sus placeres por toda la eternidad.
  • Dentro del zoroastrismo, en sus escrituras más tardías (Avesta), se contempla una creación doble gobernada por dos deidades distintas e independientes, al frente de sus respectivos ejércitos hostiles. El demonio (Ahriman) era igual a Dios (Ahura Mazda) en poderío y eternidad. Más modernamente (siglo IX dC), la doctrina zoroástrica de las postrimerías calcula la duración total del tiempo en 12.000 años, divididos en periodos de 3.000. Al finalizar dichos períodos se instaurará en el mundo un nuevo orden glorioso, resucitarán los muertos y serán separados los buenos de los réprobos (E. O. James: Historia de las religiones, 1956).
El alma de los elegidos va a un paraíso ideado sobre el modelo de la existencia terrenal, para gozar de sus deleites, que comprenden banquetes, música y el disfrute de hermosas mujeres, así como la contemplación del rostro de Dios de día y de noche (...) se le contrapone el infierno, con siete divisiones asignadas a los musulmanes infieles, judíos, cristianos, sabeos, magos, idólatras e hipócritas, respectivamente. El destino humano está prefijado y escrito en las tablas eternas de la fe.
Historia de las religiones (1956)

En filosofía

  • El filósofo presocrático Parménides de Elea entendía la eternidad, no como duración infinita, sino como negación del tiempo:
El ser nunca ha sido ni será, porque es ahora todo él, uno y continuo.
  • El filósofo griego Platón, en el comienzo de su diálogo Timeo, distingue el mundo físico del mundo eterno. El primero está sujeto al cambio y a la muerte, y es objeto de la opinión irracional, mientras que el mundo eterno nunca cambia y puede ser aprehendido por la razón.
la posesión total, simultánea y perfecta de una vida interminable.
  • Para el filósofo aristotélico andalusí Averroes, la creación es emanación de la divinidad, que es eterna; por lo tanto, la materia y el mundo son eternos.
  • El filósofo alemán Friedrich Nietzsche con su idea del eterno retorno de lo idéntico, y el italiano Giambattista Vico, con su teoría de los ciclos, defienden una visión circular e interminable de la existencia y de los hechos históricos, lo que supone nuevos vislumbres de eternidad.
El hombre puede vivir sin creer en la eternidad, pero es conveniente que uno crea en ella, por sí mismo y por su circunstancia.
Si por eternidad se entiende no una duración temporal infinita, sino la intemporalidad, entonces vive eternamente quien vive en el presente. Nuestra vida es tan infinita como ilimitado nuestro campo visual.
  • El filósofo alemán Martin Heidegger, en su conferencia El concepto del tiempo (1924), que en muchos aspectos prefigura su obra central de 1927, Ser y tiempo, vincula los conceptos de eternidad y tiempo:
Si el tiempo encuentra su sentido en la eternidad, entonces habrá que comprenderlo a partir de ésta. (...) Este modo de plantear la cuestión es correcto en el supuesto de que dispongamos del mencionado punto de partida (...) si Dios fuera la eternidad, entonces la manera de considerar el tiempo inicialmente propuesta habría de mantenerse en un estado de perplejidad mientras no se conozca a Dios. (...) El filósofo no cree. Cuando el filósofo plantea la cuestión del tiempo, entonces está dispuesto a comprender el tiempo a partir del tiempo, concretamente a partir del ἀεί (siempre), concepto que se presenta como eternidad, pero que en el fondo constituye un mero derivado de la esfera temporal.

En literatura

Ésta es la nostalgia: habitar en la onda
y no tener patria en el tiempo.
Y éstos son los deseos: quedos diálogos
de las horas cotidianas con la eternidad.
De Poemas tempranos (1899)
Extraño no seguir deseando los deseos. Extraño
ver todo aquello que nos concernía como flotando
suelto en el espacio. Y penosa la tarea de estar muerto,
penoso ese recobrarse plenamente, hasta llegar a sentir poco a poco
la huella de la eternidad (...)
Los ángeles -se dice- no saben a menudo si se mueven
entre los vivos o entre los muertos. La eterna corriente
arrastra consigo todas las edades, a través de los dos reinos,
y sobre ambos se extiende, acallándolos, el poderío de su voz.
De Elegías duinesas. I (1923)
  • El poeta anglo-estadounidense T. S. Eliot, principia su obra más importante, Cuatro cuartetos (1943), con una disquisición sobre la eternidad vinculada a la salvación:
Tiempo presente y tiempo pasado
se hallan quizá presentes en el tiempo futuro
y el tiempo futuro dentro del tiempo pasado.
Si todo tiempo es eternamente presente
todo tiempo es irredimible.
Burnt Norton
El movimiento, ocupación de sitios distintos en instantes distintos, es inconcebible sin tiempo; asimismo lo es la inmovilidad, ocupación de un mismo lugar en distintos puntos del tiempo. ¿Cómo pude no sentir que la eternidad, anhelada con amor por tantos poetas, es un artificio espléndido que nos libra, siquiera de manera fugaz, de la intolerable opresión de lo sucesivo?
  • A lo largo de todo el poema Viento entero del poeta mexicano Octavio Paz (dentro del libro Hacia el comienzo, 1968), encontramos el leitmotiv: "El presente es perpetuo", tal como evidencia la siguiente estrofa:
El presente es perpetuo
Llueve sobre mi infancia
sobre al jardín de la fiebre
flores de sílex árboles de humo
poema Viento entero

Referencias

  • Versión ampliada de en:wik [1]

Véase también


Enlaces externos