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Revisión del 19:53 7 nov 2009

Colombia, el Proyecto Nacional y la Franja Amarilla
de William Ospina
Idioma Español
País  Colombia
Fecha de publicación 1996
Formato Impreso
Páginas 78
Serie
Un álgebra embrujada
Colombia, el Proyecto Nacional y la Franja Amarilla
Las auroras de sangre

¿Dónde está la franja amarilla? (originalmente Colombia, el Proyecto Nacional y la Franja Amarilla) es un libro escrito a manera de ensayo por William Ospina en marzo de 1996. Su título surge de una metáfora con respecto a la bandera y los partidos políticos tradicionales. En este, intenta responder a una pregunta realizada a él por una amiga norteamericana:

No entiendo, con el país que ustedes tienen, con el talento de sus gentes, por qué se ve Colombia tan acorralada por la crisis social; por qué vive una situación de violencia creciente tan dramática, por qué hay allí tanta injusticia, tanta inequidad, tanta impunidad. ¿Cuál es la causa de todo eso?[1]

Con el argumento de que en efecto, Colombia es en el planeta el país con mayor índice de criminalidad, en el cual casi todos los ciudadanos están desamparados, gran parte de la población vive en extrema pobreza y existen alarmantes condiciones de burocracia, impunidad y corrupción,[2]​ Ospina comienza a redactar introduciéndose en la historia económica, social, política y edeucativa del país, comparándolo con otros, en particular Francia, al que llama el país de la Revolución, que es respetable porque tiene orgullo y porque tiene dignidad,[3]​ mientras en Colombia es visible la pasividad de sus habitantes, que se conforman con anunciar a los cuatro vientos los atropellos cometidos contra ellos, pero no hacen nada por solucionarlos.[3]

Si bien han habido, para Ospina, intentos de crear una identidad nacional, como la Expedición Botánica a cargo de Mutis y la Comisión Corográfica,[4]​ comienza a mencionar las traiciones cometidas contra ese sueño, incluyendo a los comerciantes interesados sólo en su propio beneficio,[5]​ a los dirigentes políticos (príncipes de aldea con vocación de virreyes)[6]​ al poder otorgado sin miramientos a las fuerzas militares,[6]​ el que Colombia haya preferido auspiciar los intereses de otros países y no los propios (como en el caso del canal de Panamá, que generó su independencia),[7]​ la apertura económica iniciada por Santander,[8]​ las guerras civiles que generaron la constitución de 1886,[8]​ mediante la cual el país se vio sumido en una administración clerical donde Iglesia y Estado se fundieron en una amalgama indiferenciada y nefasta,[9]​ originando La Violencia pese a los esfuerzos de Murillo Toro, Tomás Cipriano de Mosquera y José Hilario López.[8]

Se inicia la narración de los eventos ocurridos una vez se debilitó la hegemonía conservadora, comentando lo realizado por López Pumarejo[10]​ y Gaitán;[10]​ a este último le atribuye la generación de enemistad contra el bipartidismo aristocrático por parte del proletariado,[10]​ refiriéndose al país político y el país nacional, por lo que Gaitán contó con el apoyo del pueblo aún cuando la prensa lo calumniaba.[11]​ Ospina hace énfasis en la Marcha del Silencio, con cuya realización el bogotano se convertía en el principal líder político del país y el seguro futuro presidente,[12]​ así como en los logros sociales alcanzados como alcalde de Bogotá y luego como ministro de educación.[13]

Según el autor, cuando el éxito de Gaitán se hizo imparable, los partidos tradicionales iniciaron tres etapas antirrevolucionarias en contra del caudillo:[13][14]​ el asesinato, que generó el Bogotazo; La Violencia; y el Frente Nacional, con el que todo el país quedaba en manos de liberales y conservadores adinerados que aseguraban su sucesión en el poder y mantenían desamparados a los pobres, por lo que Ospina considera el 9 de abril de 1948 como la fecha más aciaga del siglo para Colombia,[14]​ pues en ella se confirmó dramáticamente la ruptura de la continuidad del orden social original;[14]​ siendo esta afirmación la que puede considerarse, en resumen, como la respuesta a la pregunta primordial.

La presencia de hombres armados forma parte natural del paisaje colombiano, como las colinas y los ríos.
Eric Hobsbawn sobre La Violencia.[15]

De acuerdo con el planteamiento del autor, la Violencia no fue un enfrentamiento a secas entre godos y cachiporros, como se ha conocido históricamente,[16]​ en cambio, lo fue entre godos y cachiporros pobres,[17]​ mientras los dirigentes de sus partidos –los ricos-, únicamente los financiaban para matarse entre sí.[17]​ Todo ello finalizó con el abrazo de Alberto Lleras y Laureano Gómez, con el que no hubo ningún ganador, pero sí un saldo de 300.000 campesinos muertos.[17]

Referencias

Notas

  1. OSPINA, pág 9.
  2. OSPINA, pág 10.
  3. a b OSPINA, pág 11.
  4. OSPINA, págs 19 y 20.
  5. OSPINA, pág 17.
  6. a b OSPINA, pág 18.
  7. OSPINA, pág 22.
  8. a b c OSPINA, pág 23.
  9. OSPINA, pág 24.
  10. a b c OSPINA, pág 25.
  11. OSPINA, pág 26.
  12. OSPINA, pág 27.
  13. a b OSPINA, pág 28.
  14. a b c OSPINA, pág 29.
  15. OSPINA, pág 34.
  16. OSPINA, pág 35.
  17. a b c OSPINA, pág 36.

Bibliografía

  • Ospina, William. ¿Dónde está la franja amarilla? Grupo Editorial Norma 2003, Bogotá ISBN 958-04-7438-9.

Enlaces externos