Diferencia entre revisiones de «Ehécatl»

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Su aliento inicia el movimiento del Sol, anuncia y hace a un lado a la lluvia. Trae vida a lo que está inerte. Se enamoró de una muchacha humana llamada [[Mayáhuel]], y le dio a la humanidad la habilidad de amar para que ella pudiera corresponderle su pasión. Su amor fue simbolizado con un hermoso árbol, el cual crece en el lugar en el que llegó Ehécatl a la tierra.
Su aliento inicia el movimiento del Sol, anuncia y hace a un lado a la lluvia. Trae vida a lo que está inerte. Se enamoró de una muchacha humana llamada [[Mayáhuel]], y le dio a la humanidad la habilidad de amar para que ella pudiera corresponderle su pasión. Su amor fue simbolizado con un hermoso árbol, el cual crece en el lugar en el que llegó Ehécatl a la tierra.

Y tuvieron sexo toda su vida
Según el mito azteca, luego de la creación del quinto sol, éste estaba fijo en un punto del cielo, al igual que la luna, hasta que Ehécatl soplo sobre ellos y los puso en movimiento.
Según el mito azteca, luego de la creación del quinto sol, éste estaba fijo en un punto del cielo, al igual que la luna, hasta que Ehécatl soplo sobre ellos y los puso en movimiento.



Revisión del 23:15 7 nov 2009

Imagen de Quetzalcoatl-Ehécatl en el Códice Borgia

En náhuatl, ehēcatl significa simplemente viento. En la mitología azteca y para otras culturas de Mesoamérica, Ehécatl era el dios del viento. Usualmente se le interepreta como una de las manifestaciones de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, tomando el nombre de Ehécatl-Quetzalcoatl, apareciendo en el aliento de los seres vivos y en las brisas que traen las nubes con lluvia para los sembradíos.[1]​ Es uno de los dioses principales de la creación y héroe cultural en las mitologías de creación del mundo.

Su aliento inicia el movimiento del Sol, anuncia y hace a un lado a la lluvia. Trae vida a lo que está inerte. Se enamoró de una muchacha humana llamada Mayáhuel, y le dio a la humanidad la habilidad de amar para que ella pudiera corresponderle su pasión. Su amor fue simbolizado con un hermoso árbol, el cual crece en el lugar en el que llegó Ehécatl a la tierra.

Según el mito azteca, luego de la creación del quinto sol, éste estaba fijo en un punto del cielo, al igual que la luna, hasta que Ehécatl soplo sobre ellos y los puso en movimiento.

Usualmente era representado con una máscara bucal roja en forma de pico. Con ella limpiaba el camino para Tláloc, dios de la lluvia, y los Tlaloque, dioses menores de la lluvia. En ocasiones se le representaba con dos máscaras. Tiene un caracol en el pecho, pues el viento es usado para tocar el caracol, y asemeja el sonido del viento.

Monumento a Ehécatl en la estación Pino Suárez

Sus templos normalmente tenían forma circular, para tener menor resistencia al viento y ayudar a su circulación. A veces se le asociaba con los cuatro puntos cardinales, pues el viento viene y va en todas direcciones.


Referencias

  1. Taube, Karl A. (1993). Aztec and Maya Myths (en english). University of Texas Press. p. 31. ISBN 9780292781306.