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*- Monjes de la abadía de Fitero.
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El Miserere es uno de los cuentos englobados dentro de las leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, publicado el 17 de abril de 1862 en "El contemporáneo". Ha sido objeto de varias adaptaciones, como la historieta realizada en 1971 por Carlos Giménez.

Argumento

Se desarrolla en la época medieval, durante la noche de Jueves Santo, en la célebre abadía navarra de Fitero, en las ruinas del monasterio.[1]​ Además se cree que esta leyenda está inspirada en el monasterio de yerga Autol. Sus personajes son: -Bécquer, es quien introduce la historia.

- Principales:

  • - Romero.es un koini
  • - Monjes de la abadía de Fitero.

- Secundarios:

  • - Los pastores.
  • - El lego.

Estructura

Se presentan dos leyendas.

Presentación del relato a través del autor (de Bécquer).

- Tres partes relatadas por el anciano:

  • - Primer capítulo: introducción.
  • - Segundo capítulo: nudo.
  • - Tercer capítulo: desenlace.

Conclusión (el autor reaparece de nuevo).

Relación con otras obras literarias

Esta leyenda la podemos relacionar con La rosa de la pasión, porque ambas son de carácter religioso y también porque tienen relación con la muerte. Asimismo tiene relación con la leyenda La cueva de la mora, ya que cerca de este monasterio cisterciense hay unos balnearios renombrados, como el propio autor dejó escrito en esta leyenda.

Otra obra literaria con la que tiene relaciones es con el antiguo mito de Anfión, pues tiene su semejanza en que los dos utilizan el poder de la música en relación con las piedras.

Miserere es el nombre que se da al salmo 50 de David en la Biblia por empezar con dicha palabra en la versión latina. El Miserere de Allegri se canta a cappella. Está escrito para dos coros, uno de cuatro voces y otro de cinco. El primer coro canta una versión simple del tema original y el otro, a cierta distancia, canta un comentario más elaborado. Esta obra constituye uno de los mejores ejemplos del estilo polifónico del Renacimiento, llamado en el siglo XVII stile antico o prima prattica, y denota las influencias combinadas de la escuela romana (Palestrina) y veneciana (Andrea y Giovanni Gabrielli, el coro doble).

Desde la fecha de su composición, el Miserere se canta en la Capilla Sixtina en la mañana del Miércoles y del Viernes Santo.

A continuación se adjunta la letra traducida del Miserere que se cantaba antiguamente en las iglesias durante las misas de Semana Santa.

LETRA DE: "EL MISERERE"

Misericordia, Dios mío;

tu gran clemencia me valga.

Lágrimas vierten mis ojos,

confusión tengo en el alma.

Por tu gran misericordia,

de mí ten piedad, Dios mío.

Borra mis iniquidades

porque estoy arrepentido.

Las manchas negras del alma

y aquel pecado que hice

lava, lávalo de nuevo,

que tanto, tanto me aflige.

Ahora yo reconozco

que mi pecado fue grande,

y su continuo recuerdo

me tiene triste y cobarde.

Contra ti sólo pequé.

En tu presencia he pecado.

Con el perdón que me otorgues

se callarán los malvados.

Atiende, que soy muy débil

y en pecado concebido.

El mal lo traigo heredado;

soy un pobre desvalido.

Yo me acuerdo de aquel tiempo

en que inocente vivía,

y conocí los arcanos

de tu gran sabiduría.

Hoy necesito que laves

con el hisopo mi alma.

Blanca quede como nieve

al influjo de tu gracia.

Háblame dulces palabras,

que despidan mis tristezas,

que me absuelvan y me alienten,

que restituyan mis fuerzas.

Aparta tu faz divina,

no mires a mis pecados.

Sírvelos fuera del alma,

que me tienen contristado.

Un corazón puro y casto

crea dentro de mi pecho,

y en los unos de mi alma,

viva el espíritu recto.

Mírame con buenos ojos,

no me arrojes de tu lado;

No me prives de tu gracia

ni de tus dones sagrados.

Devuélveme la alegría,

y tu amistad siempre amable,

y fortaleza de príncipe

para servirte constante.

Por el escándalo dado,

y que tanto se ha perdido,

enseñaré tus verdades,

combatiré a los impíos.

Líbrame, Dios, de las penas

que mis pecados merecen,

y mi lengua a tu justicia

celebrará para siempre.

Ábreme, Señor, mis labios

porque mi lengua te alabe,

y te adore y te venere

como a Dios y como padre.

Mi dolor, mi contrición,

será a ti más aceptable,

que todos los holocaustos

y confusiones legales.

Sacrificio a Dios muy grato

en mi alma atribulada,

y un corazón ya contrito

nunca su amor la rechaza.

Mírame aún con agrado,

y a tu pueblo con clemencia;

afianza tus murallas

y firme tu reino venga.

Haré entonces sacrificio

con toda suerte de gracia,

de amor, de paz y consuelo,

de justicia y alabanzas.

Adaptaciones a otros medios

En el número 8 de la revista Trinca, correspondiente a febrero de 1971, se publicó una adaptación a historieta por Carlos Giménez. En esta edición, el director de la revista, Isidoro Carvajal, sustituyó la frase "¿Me habrán engañado?", que ya aparecía en el texto becqueriano original, por "¡Dios mío!".[2]​Ese mismo año, Antonio Lara calificaba esta historieta como "una de las mejores obras de la especialidad, no sólo en España, sino en todo el mundo".[3]​destacando la perfecta ligazón de música, textos, grafías e imágenes en un ritmo visual que se adecúa perfectamente al material literario entre la realidad y la pesadilla que constituye su punto de partida. Este teórico no deja, sin embargo, de criticar la definición formularia de los rostros, y ciertos excesos formales en alguna viñeta.

Enlaces externos

Referencias

  1. Texto del Miserere
  2. Giménez, Carlos, en el prólogo a su álbum recopilatorio Sabor a Menta, Ediciones Glénat España, S. L., 2005, p. 6.
  3. Lara, Antonio, en "El miserere de Carlos Giménez" para Estudios de información, n.º 19/20, 1971,