Diferencia entre revisiones de «Conquista del Desierto»

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Roca, al mando de un ejército pequeño pero decidido y sacrificado, sometió a la Patagonia venciendo la poderosa resistencia del aborigen que rechazaba el avance civilizador.
Roca, al mando de un ejército pequeño pero decidido y sacrificado, sometió a la Patagonia venciendo la poderosa resistencia del aborigen que rechazaba el avance civilizador.


Se estima que la campaña fue causa directa de la muerte de alrededor de mil indígenas. Precisando, según el informe del jefe militar Julio Roca al parlamento, se mataron 1.323. Roca, muy poco después presidente, acotó ante el Congreso de la Nación, que también se habían tomado como prisioneros a 10.539 mujeres y niños y 2.320 guerreros.
Se estima que la campaña fue causa directa de la muerte de solo mil indígenas. Según el informe del jefe militar Julio Roca, al parlamento, se mataron 1.323. Roca, muy poco después presidente, acotó ante el Congreso de la Nación, que también se habían tomado como prisioneros a 10.539 mujeres y niños y 2.320 guerreros


Por otra parte esta campaña se realizó en razon de factores geopolíticos que presionaban a una acción decidida y determinante, ya que la Nación Argentina necesitaba garantizarse este territorio que era reclamado como propio también, por Chile. Millones de hectáreas se sumaron así a la República Argentina, garantizandole con su producción el enriquecimiento constante del que gozaría el pais del plata durante los proximos 50 años, y que permitiría que en 1904, al final de la segunda presidencia del General Roca, La Argentina estuviera considerada como una de las 5 naciones mas poderosas de la Tierra.
Por otra parte esta campaña se realizó en razon de factores geopolíticos que presionaban a una acción decidida y determinante, ya que la Nación Argentina necesitaba garantizarse este territorio que era reclamado como propio también, por Chile. Millones de hectáreas se sumaron así a la República Argentina, garantizandole con su producción el enriquecimiento constante del que gozaría el pais del plata durante los proximos 50 años, y que permitiría que en 1904, al final de la segunda presidencia del General Roca, La Argentina estuviera considerada como una de las 5 naciones mas poderosas de la Tierra.

Sin duda fue una hazaña de proporciones que supuso que La Argentina superara aún a los EE.UU en esta materia, ya que este estado todavía era incapaz de controlar la totalidad de su territorio, toda vez que se hallaba enfrascado en una guerra contra las tribus indígenas, la que recién culminaria en 1886. Es decir, 7 años después de que La Argentina lograra ese objetivo.


== Véase también ==
== Véase también ==

Revisión del 05:59 19 nov 2009

La Conquista del Desierto, cuadro de Juan Manuel Blanes.

La Conquista del Desierto o Campaña del Desierto fue una campaña militar llevada a cabo por el gobierno de la República Argentina contra los pueblos mapuche, tehuelche y ranquel, con el objetivo de obtener el dominio territorial de la Pampa y la Patagonia oriental, hasta entonces bajo control indígena, y que ellos denominan Puel Mapu.

En un sentido histórico más amplio, el término incluye también a las Campañas previas a la Conquista del Desierto, es decir, al conjunto de campañas militares llevadas a cabo por los colonizadores españoles y los gobiernos nacionales y provinciales argentinos que les sucedieron, en contra de esos mismos pueblos, antes de la gran campaña de 1879.

Pueblos indígenas involucrados en la campaña

Los pueblos indígenas que se vieron involucrados en la campaña, incluyendo a los aliados del gobierno, fueron los siguientes:

  • Ranqueles, surgidos de la mapuchización de un sector de los tehuelches septentrionales, dominaban el sur de las provincias de Mendoza, Córdoba y San Luis y el norte de la de La Pampa.
  • Salineros, gobernados desde las Salinas Grandes por la dinastía mapuche de los Curá, dominaban el sudeste de La Pampa y el oeste de Buenos Aires.
  • Tribu de Pincén, mapuches, en el noroeste de Buenos Aires.
  • Tribu de Coliqueo, eran el resto de los boroganos que se salvaron de la masacre de Masallé, se ubicaban en Los Toldos.
  • Tribus de Catriel y de Cachul, tehuelches septentrionales mapuchización que vivían en la zona de Azul y de Tapalqué.
  • Manzaneros, tehuelches septentrionales mapuchización ubicados en Río Negro, Neuquén y Chubut.[1]

Justificacion de las campañas

Por ejemplo, sostiene el historiador Jorge Charata:

"La conquista del desierto era una necesidad histórica. Las tentativas de una acción civilizadora pacífica, en la que habían sacrificado sus vidas jesuitas y franciscanos en los siglos anteriores, habían fracasado porque no tenían en cuenta que los indios no sometidos aun estaban en otro estadio de la organización social. Se encontraban en una etapa pre-agraria,.... al nivel de cazadores-recolectores (incluyendo el robo de ganado como una novísima forma de caza) ....Contra esa naturaleza social de las tribus se estrellaron todos los esfuerzos por inculcarles formas más elevadas, que sólo podían ser producto de una larga evolución que la nación no podía esperar sin el peligro cierto de empobrecerse económicamente, perder la Patagonia a manos de Chile o ver surgir asomados a su frontera nuevos Estados bárbaros sometidos a la tutela imperialista. Esto último ya lo había intentado el francés Aurelio Antonio Tounens, alias "Orllie-Antoine I", rey de Araucaria y Patagonia, en 1860/70".

La campaña de Roca

Territorio de la Argentina antes de la primera presidencia de Julio Argentino Roca (1880-1886).


En 1870 los contínuos ataques producidos por las tribus indígenas desde el oeste dificultaban el progreso de la región hasta que, el entonces Ministro de Guerra y Marina,General Julio Argentino Roca logro, mediante la llamada guerra del desierto, terminar con la hordalía de sangre a la que la indiada sometía a los poblados de la frontera interior, e incorporar a la región, de una vez por todas, al gran desarrollo agroexportador que se daba rápidamente sobre todo en la region oriental de la Provincia de Buenos Aires y el sur de la Provincia de Santa Fé.

En efecto, después de que Adolfo Alsina muriera en 1877, el general Julio Argentino Roca fue nombrado nuevo Ministro de Guerra y prosiguió su trabajo. En aquellos años, la labor civilizadora urgía a la acción a fin de liberar las tierras tan necesarias para el desarrollo del país, de aquellos que viviendo en un estadio primitivo impedian su aprovechamiento, sembrando la muerte y la destrucción ante los constantes y pacificos intentos que se hacían de incorporarlos a la sociedad moderna.

Así, Roca al ver que todos los intentos de incorporación pacífica de los pueblos bárbaros resultaban infructuosos, y ante los peligros que suponia mantener esas regiones sin ocupación efectiva, elaboró un plan militar inusitado para la época que suponia un gran esfuerzo logístico y una extraordinaria coordinacion de las fuerzas militares que intervendrian en él.

Para llevar a cabo este plan, el 4 de octubre de 1878 fue sancionada la ley N° 947, que destinaba 1.600.000 pesos para el cumplimiento de la ley de 1867 que ordenaba llevar la frontera hasta los ríos Negro, Neuquén y Agrio.

Mientras tanto, los jefes de sectores de fronteras realizaron diversas operaciones durante el año 1878 y comienzos de 1879, para preparar la ofensiva.

A finales de 1878, empezó la primera ola para liberar la zona entre la zanja de Alsina y el río Negro a través de maniobras coordinadas sobre las posiciones de los indígenas. El coronel Nicolás Levalle y luego el teniente coronel Freire atacaron a Manuel Namuncurá provocándole más de 200 muertos, mientras que el coronel Lorenzo Vintter tomaba prisionero a Juan José Catriel con más de 500 guerreros y Pincén fue capturado cerca de Laguna Malal. Estos caciques fueron confinados en la isla Martín García. Luego el ranquel Epumer fue capturado en Leuvucó por el capitán Ambrosio. Otras acciones fueron dirigidas por el mayor Camilo García, el teniente coronel Teodoro García, el coronel Rudecindo Roca, el coronel Nelson, el mayor Germán Sosa, el coronel Eduardo Racedo, el teniente coronel Rufino Ortega y el teniente coronel Benito Herrero.

Por ley del 11 de octubre de 1878 se creó la Gobernación de la Patagonia al mando del coronel Álvaro Barros y con jurisdicción en todos los territorios fuera de las provincias hasta el cabo de Hornos.

Con 6.000 soldados en cinco divisiones (entre ellos 820 indígenas aliados), en abril de 1879 comenzó la segunda ola alcanzando la isla de Choele Choel en dos meses, la cual fue entregada pacíficamente por los indígenas locales. Desde otros puntos, las compañías del sur hicieron su camino hacia el río Negro y el río Neuquén, el tributario septentrional del río Negro. Juntos, ambos ríos marcaban la frontera natural desde los Andes hasta el Atlántico.

Muchos establecimientos fueron construidos en la cuenca de estos dos ríos, así como también en el río Colorado.

  • La primera división al mando del general Roca con 1.900 soldados y 105 indígenas. Partió de Carhué el 29 de abril de 1879 y el 24 de mayo entraron en la isla de Choele-Choel, en junio Roca regresó a Buenos Aires, quedando al mando el coronel Conrado Villegas.
  • La segunda división al mando del coronel Nicolas Levalle partió de Carhué con 325 soldados y 125 indígenas del cacique Tripailao. Avanzó hacia Traru-Lauquen en La Pampa y enfrentó a Namuncurá.
  • La tercera división al mando de Eduardo Racedo partió de Villa Mercedes hacia Potahue con 1.350 soldados, entre ellos indígenas ranqueles de los caciques Cuyapán y Simón. Persiguió al cacique Baigorrita. No se logró su captura, pero sí la de 500 de sus indígenas.
  • La cuarta división al mando de Napoleón Uriburu partió desde San Rafael el 21 de abril rumbo a la confluencia de los ríos Limay y Neuquén. Mató en Chos Malal al cacique ranquel Peyeumán. En río Agrio capturaron al cacique Painé con 60 de sus guerreros y luego lograron matar al cacique Baigorrita. Su accionar obtuvo un saldo de 1.000 indígenas muertos y 700 prisioneros.
  • La quinta división al mando del teniente coronel Hilario Lagos partió de Trenque Lauquen y en Curu-Pichi-Cajuel, el teniente coronel Godoy mató al capitanejo Lemumier y su hijo. Esta columna capturó a 629 prisioneros.[2]

De acuerdo con la Memoria del Departamento de Guerra y Marina de 1879, se tomaron prisioneros 5 caciques principales y uno fue muerto (Baigorrita), 1.271 indígenas de lanza prisioneros, 1.313 indios de lanza muertos, 10.513 indios de chusma prisioneros y 1.049 indios reducidos. Evidentemente, el "genocidio" al que se refieren algunos revisionistas, estuvo lejos de ser tal.

Campaña del general Villegas en Neuquén y Río Negro

Roca siguió a Nicolás Avellaneda como presidente. Creyó que era imperativo ocupar el territorio al sur del río Negro lo más pronto posible, dadas las pretenciones chilenas sobre el mismo, y ordenó la campaña de 1881 bajo el mando del coronel Conrado Villegas quien con 1.700 soldados distribuídos en tres brigadas comenzaron la campaña a principios de dicho año de 1881.

  • La primera brigada al mando del teniente coronel Rufino Ortega enfrentó a Tacumán, hijo del cacique Sayhueque. Alcanzó el lago Nahuel Huapi el 3 de abril, con un saldo de 23 indígenas muertos.
  • La segunda brigada al mando del coronel Lorenzo Vintter tomó prisionero cerca del río Collon-Curá al cacique Molfinquéo con 48 indígenas prisioneros y 17 muertos.
  • La tercera brigada al mando del coronel Liborio Bernal capturó 140 indígenas y mató a 45.

En un año, Villegas (ascendido a general) conquistó el territorio de la actual provincia del Neuquén, alcanzando el río Limay.

Campaña de los Andes del general Villegas

A fines de 1882 el general Villegas con cerca de 1.400 hombres inició una nueva campaña con tres brigadas, lográndose incorporar la actual provincia del Neuquén:

  • La primera brigada al mando del teniente coronel Rufino Ortega obtuvo la rendición de Millamán con casi 100 indígenas. El teniente coronel Ruibal derrotó al cacique Queupo y el cacique Cayul fue capturado con unos 80 guerreros. El mayor José Daza derrotó a Alvarito Rumay capturando a los capitanejos Cayupán y Nahuelpán. Esta brigada mató a 120 indígenas y tomó 500 prisioneros.
  • La segunda brigada al mando del teniente coronel Godoy persiguió a Namuncurá, Reuque-Curá (cayó prisionero) y Ñancuche quien huyó hacia Chile. Esta brigada mató a 100 indígenas y tomó 700 prisioneros.
  • La tercera brigada al mando del teniente coronel Nicolás Palacios atacó a los caciques Sayhueque e Inacayal matando a 145 indígenas y tomando 500 prisioneros.

Las campañas finales

Se continuó presionando a la resistencia de los aborígenes más al sur logrando la rendición de Manuel Namuncurá con 330 de sus guerreros.

El teniente coronel Lino Oris de Roa con 100 soldados llegó hasta el bajo Río Chubut y el mayor Miguel Vidal atacó a Sayhueque e Inacayal para luchar la última batalla, el 18 de octubre de 1884 en la que Inacayal y Foyel fueron derrotados por el teniente Insay, la mayoría de los 3.120 indígenas se rindieron, mientras que Sayhueque lo hizo el 1 de enero de 1885 en la actual provincia del Chubut al nuevo gobernador de la Patagonia, el general Lorenzo Wintter. Inacayal y Foyel junto con sus familiares fueron llevados por Francisco Pascasio Moreno en 1886 a vivir al Museo de Ciencias Naturales de La Plata, en retribución a la hospitalidad que ellos le habían dado. Algunos grupos menores continuaron huyendo en Chubut hasta 1888.

Consecuencias

El Informe Oficial de la Comisión Científica[3]​ que acompañó al Ejército Argentino es considerablemente específico respecto de los resultados de la guerra:

El año 1879 tendrá en los anales de la República Argentina una importancia mucho más considerable que la que le han atribuído los contemporáneos. Ha visto realizarse un acontecimiento cuyas consecuencias sobre la historia nacional obligan más la gratitud de las generaciones venideras que la de la presente, y cuyo alcance, desconocido hoy, por transitorias cuestiones de personas y de partido, necesita, para revelarse en toda su magnitud, la imparcial perspectiva del porvenir. Ese acontecimiento es la supresión de los indios ladrones que ocupaban el Sur de nuestro territorio y asolaban sus distritos fronterizos: es la campaña llevada a cabo con acierto y energía, que ha dado por resultado la ocupación de la línea del Río Negro y del Neuquén.
Se trataba de conquistar un área de 15.000 leguas cuadradas ocupadas cuando menos por unas 15.000 almas, pues pasa de 14.000 el número de muertos y prisioneros que ha reportado la campaña. Se trataba de conquistarlas en el sentido más lato de la expresión. No era cuestión de recorrerlas y de dominar con gran aparato, pero transitoriamente, como lo había hecho la expedición del Gral. Pacheco al Neuquén, el espacio que pisaban los cascos de los caballos del ejército y el círculo donde alcanzaban las balas de sus fusiles. Era necesario conquistar real y eficazmente esas 15.000 leguas, limpiarlas de indios de un modo tan absoluto, tan incuestionable, que la más asustadiza de las asustadizas cosas del mundo, el capital destinado a vivificar las empresas de ganadería y agricultura, tuviera él mismo que tributar homenaje a la evidencia, que no experimentase recelo en lanzarse sobre las huellas del ejército expedicionario y sellar la toma de posesión por el hombre civilizado de tan dilatadas comarcas.
Y eran tan eficaces los nuevos principios de guerra fronteriza que habían dictado estas medidas, que hemos asistido a un espectáculo inesperado. Esas maniobras preliminares, que no eran sino la preparación de la campaña, fueron en el acto decisivas. Quebraron el poder de los indígenas de un modo tan completo, que la expedición al Río Negro se encontró casi hecha antes de ser principiada. No hubo una sola de esas columnas de exploración que no volviese con una tribu entera prisionera, y cuando llegó el momento señalado para el golpe final, no existían en toda la pampa central sino grupos de fugitivos sin cohesión y sin jefes.
Es evidente que en una gran parte de las llanuras recién abiertas al trabajo humano, la naturaleza no lo ha hecho todo, y que el arte y la ciencia deben intervenir en su cultivo, como han tenido parte en su conquista. Pero se debe considerar, por una parte, que los esfuerzos que habría que hacer para transformar estos campos en valiosos elementos de riqueza y de progreso, no están fuera de proporción con las aspiraciones de una raza joven y emprendedora; por otra parte, que la superioridad intelectual, la actividad y la ilustración, que ensanchan los horizontes del porvenir y hacen brotar nuevas fuentes de producción para la humanidad, son los mejores títulos para el dominio de las tierras nuevas. Precisamente al amparo de estos principios, se han quitado éstas a la raza estéril que las ocupaba.

Las palabras con las que concluye el informe demuestran la angustia que población indígena de la región habia generado en la sociedad durante mas de 50 años.

Roca, al mando de un ejército pequeño pero decidido y sacrificado, sometió a la Patagonia venciendo la poderosa resistencia del aborigen que rechazaba el avance civilizador.

Se estima que la campaña fue causa directa de la muerte de solo mil indígenas. Según el informe del jefe militar Julio Roca, al parlamento, se mataron 1.323. Roca, muy poco después presidente, acotó ante el Congreso de la Nación, que también se habían tomado como prisioneros a 10.539 mujeres y niños y 2.320 guerreros

Por otra parte esta campaña se realizó en razon de factores geopolíticos que presionaban a una acción decidida y determinante, ya que la Nación Argentina necesitaba garantizarse este territorio que era reclamado como propio también, por Chile. Millones de hectáreas se sumaron así a la República Argentina, garantizandole con su producción el enriquecimiento constante del que gozaría el pais del plata durante los proximos 50 años, y que permitiría que en 1904, al final de la segunda presidencia del General Roca, La Argentina estuviera considerada como una de las 5 naciones mas poderosas de la Tierra.

Véase también

Fuentes

Referencias

  1. Los tehuelches: y otros cazadores australes. Pág. 82-83. Escrito por Irma Bernal, Mario Sánchez Proaño. Publicado por Editorial Galerna, 2001. ISBN 950-556-422-8, 9789505564224
  2. «Created with DiDa». Consultado el 2009. 
  3. Párrafos del Informe Oficial de la Comisión Científica agregada al estado mayor general de la Expedición al Río Negro (Patagonia) realizada en los meses de abril, mayo y junio de 1879, bajo las órdenes del general Julio A. Roca (Buenos Aires, 1881)

Enlaces externos