Diferencia entre revisiones de «Cuélebre»

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| título = La Nueva España - Diario Independiente de Asturias - Asturias - ¿Quién fue Shakespeare?
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Se dice que a principios de los años 60 fué avistado el Cuélebre por última vez en la localidad de Felechosa en el concejo de Aller. Un ganadero de la Zona, Avelino Alonso, juró que habría visto unos ojos brillantes de un animal volador que lo perseguía al bajar del Puerto Baxiu. En los los días siguiente aparecerían otros testigos, entre ellos la Sra. Rosaura Fernández,*Rosaura LaPuente, que creían haber tropezado con su cola al bajar del monte o que habían sentido su aliento entre la maleza. En aquel tiempo no existía alumbrado público y las sombras cambiantes de la noche empezaron a provocar una auténtica histeria colectiva en la localidad que obligó incluso a la guardia civil a dar una batida por la zona para tranquilizar los ánimos, especialmente en los alrededores de la cueva del Otero. No puedo encontrarse animal mitológico alguno. Al final la población tranquilizada celebraría un espicha en el Parador de Felechosa. Las malas lenguas culparían al empresario dueño del establecimiento, Luciano Tejón Muñiz, de haber favorecido tal leyenda para atraer el turismo al ser el único beneficiario del desconcierto local.
Se dice que a principios de los años 60 fué avistado el Cuélebre por última vez en la localidad de Felechosa en el concejo de Aller. Un ganadero de la Zona, Avelino Alonso, juró que habría visto unos ojos brillantes de un animal volador que lo perseguía al bajar del Puerto Baxiu. En los los días siguiente aparecerían otros testigos que creían haber tropezado con su cola al bajar del monte o que habían sentido su aliento entre la maleza. En aquel tiempo no existía alumbrado público y las sombras cambiantes de la noche empezaron a provocar una auténtica histeria colectiva en la localidad que obligó incluso a la guardia civil a dar una batida por la zona para tranquilizar los ánimos, especialmente en los alrededores de la cueva del Otero. No puedo encontrarse animal mitológico alguno. Al final la población tranquilizada celebraría un espicha en el Parador de Felechosa. Las malas lenguas culparían al empresario dueño del establecimiento, Luciano Tejón Muñiz, de haber favorecido tal leyenda para atraer el turismo al ser el único beneficiario del desconcierto local.


== Véase también ==
== Véase también ==

Revisión del 12:10 31 dic 2009

El Cuélebre o Cúlebre son los nombres dados a una criatura legendaria, perteneciente a la mitología asturiana y mitología de Cantabria; la cual es descrita como un ser con forma de dragón, similar a una serpiente alada.

Descripción

En Asturias y en Cantabria se cuenta que una de sus principales funciones es la de vigilar tesoros. En la mitología astur son frecuentes las referencias a estos tesoros ocultos (ayalgues en asturiano), que por lo común consisten en piezas de oro de gran valor. Para su búsqueda (la gueta l'ayalga) hay unas guías llamadas lliendas que describen los lugares en los que se encuentran.

El Cuélebre suele ser molesto para los hombres que viven cerca de su escondite, que puede ser un bosque, una cueva o una fuente, ya que emite silbidos terribles y tiene por costumbre alimentarse de seres humanos, tanto vivos como muertos. Para evitar que esto suceda se le suele entregar alimentos como boroña.

El punto débil del Cuélebre es la garganta, ya que el resto del cuerpo está cubierto por unas duras escamas que lo vuelven prácticamente invulnerable. Al hacerse viejos, se van al fondo del mar a cuidar sus tesoros y descansar.

Leyendas

El cuélebre; la serpiente con alas de murciélago, escama impenetrable y cola enorme, que se agazapa en el bosque, en la fuente, en la espelunca, y llena los espacios de su silbo y devora ganados y personas... La que custodia las xanas y protege los tesoros; la que sólo se rinde a la fatiga en la noche de San Juan, cuando los paladines de ventura quiebran los encantamientos y encuentran de una vez, y en grado sumo, la fortuna, el amor, y la belleza.

El cuélebre envejece con los siglos, y entonces las escamas se le crecen, y los ríos le rechazan, y se niega la tierra a soportarlo. No le queda otro remedio que sepultarse en su mar, que se nombra 'mar tapada' porque se desparrama bajo el suelo. En el fondo de este mar hay un vivero inmenso de diamantes.... Y los hombres, se cogen los diamantes con un trozo de carne y una cuerda; los diamantes se pegan a la carne cuando toca en el abismo y suben cuando ella sube, si consigue salvarse de los cuélebres.
(Constantino Cabal, RIDEA, p.325, año ¿?, recogido en Covadonga Enciclopedia de la Asturias Popular, Depósito legal AS:330-94, Editado por "La Voz de Asturias" S.A.)

Hay muchas historias en las que se narra como los campesinos logran vencerlo mediante engaños y así se ven libres de tener que alimentarlo, como por ejemplo la que cuenta que unos monjes, cansados de tener que darle de comer para evitar que se llevara los cadáveres del convento decidieron darle un pan con alfileres que le causó la muerte.

Ramón Sordo Sotres[1]​ recoge una leyenda de Valle Baju donde los nuberos entran en las torcas para extraerles sangre a los cuélebres. Otra historia similar de Cabrales habla de unos misteriosos personajes llamados gurmantes que entraron en una torca a capturar un cuélebre, avisando a la gente que recogiera el ganado, pues iban a provocar una tormenta de granizo. Finalmente consiguen atrapar al cuélebre atándolo con los cordones de los zapatos. Estos mismos personajes, llamados también grumantes, aparecen en un relato recogido por Álvarez Peña[2]​ en Piloña. Se los describe como unos paisanos vestidos de negro que llevaban unos libros de conjuros con los que podían conjurar tormentas. La semejanza entre los relatos, y las carácterísticas que se le dan a estos personajes, los relacionan con los nuberus de la versión de Valle Baju.

El Cuélebre en la Toponimia Asturiana[3]

La figura del Cuélebre esta repartida por toda la geografía asturiana, casi siempre relaccionado con cuevas y fuentes; en Mestas de Con (Cangas de Onís) existen tres cuevas muy próximas conocidas como Cueves del Cuélebre; tamién cerca de Cuerres (Cangas de Onís) existe'l Pozu del Cuélebre[3]​. No son pocos los lugares que llevan el nombre como complemento de fuente, o de ramada; así, en Sobrefoz, existe la Ramada del Cuélebre, pues se dice que (por el aspecto del lugar) por allí bajó el Cuélebre dejando las huellas propias de un ramu que se arrastra para transportar algo -como narria-[3]​. Más cuevas con el nombre, o que se diga que en ellas vive el Cuélebre se encuentran en Saliencia (Somiedo), Oviedo, o Brañaseca (Cudillero)[3]

Más nombres de lugar: prau del Cuélebre en Xienal (Quirós), y braña de Valdecuélebre (Somiedo), cerca de Barrio (Teverga) existe Cuevafrás[3]​:

Cuélebre de Cuevafrás
baxa al ríu y beberás.

Última supuesta aparición del cuélebre[4]

Se dice que a principios de los años 60 fué avistado el Cuélebre por última vez en la localidad de Felechosa en el concejo de Aller. Un ganadero de la Zona, Avelino Alonso, juró que habría visto unos ojos brillantes de un animal volador que lo perseguía al bajar del Puerto Baxiu. En los los días siguiente aparecerían otros testigos que creían haber tropezado con su cola al bajar del monte o que habían sentido su aliento entre la maleza. En aquel tiempo no existía alumbrado público y las sombras cambiantes de la noche empezaron a provocar una auténtica histeria colectiva en la localidad que obligó incluso a la guardia civil a dar una batida por la zona para tranquilizar los ánimos, especialmente en los alrededores de la cueva del Otero. No puedo encontrarse animal mitológico alguno. Al final la población tranquilizada celebraría un espicha en el Parador de Felechosa. Las malas lenguas culparían al empresario dueño del establecimiento, Luciano Tejón Muñiz, de haber favorecido tal leyenda para atraer el turismo al ser el único beneficiario del desconcierto local.

Véase también

Referencias y notas

  1. Sordo Sotres, Ramón: Mitos de la naturaleza en Asturias y Cantabria. Colección El Jogueru. 1994.
  2. Álvarez Peña, Alberto: Asturias mágica. Ed. Conceyu Bable. 1992.
  3. a b c d e Supersticiones y creencias de Asturias. Ayalga Ediciones, 1976. Luciano Castañón. ISBN 84-400-9864-2
  4. «La Nueva España - Diario Independiente de Asturias - Asturias - ¿Quién fue Shakespeare?».