Diferencia entre revisiones de «Síndrome de fatiga crónica»

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El '''Síndrome de fatiga crónica''' (SFC) también llamado en el pasado '''encefalomielitis miálgica''', y para el que ahora se recomienda el nombre combinado [http://www.steungroep.nl/namechange.htm '''EM/SFC''' (Encefalopatía Miálgica/Síndrome de Fatiga Crónica)] es una enfermedad clasificada por la OMS con el número G 93.3.en el CIE-10. Es una enfermedad orgánica, multisistémica y crónica.
El '''Síndrome de fatiga crónica''' (SFC) también llamado en el pasado '''encefalomielitis miálgica''', y para el que ahora se recomienda el nombre combinado [http://www.steungroep.nl/namechange.htm '''EM/SFC''' (Encefalopatía Miálgica/Síndrome de Fatiga Crónica)] es una enfermedad clasificada por la OMS con el número G 93.3.en el CIE-10. Es una enfermedad orgánica, multisistémica y crónica.

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Puede afectar de manera progresiva el sistema inmunológico, el neurológico, el cardiovascular y el endocrino, y se caracteriza por causar una fatiga severa, perdida sustancial de concentración y memoria, desorientación espacial, sueño no reparador, intolerancia a la luz, al sonido y a los cambios de temperatura, intolerancia al estrés emocional y a la actividad física, dolor muscular y en las articulaciones, sensibilidades químicas múltiples y una sensación de estado gripal permanente, entre otras manifestaciones. Además se han observado alteraciones severas en la función de las células NK, en la presión arterial y en el equilibrio ortostático, una notable reducción del flujo de sangre al cerebro y una reducción en la capacidad del consumo de oxígeno de las células. Al mismo tiempo, la apariencia externa del enfermo no refleja la enfermedad: su apariencia suele ser normal.
Puede afectar de manera progresiva el sistema inmunológico, el neurológico, el cardiovascular y el endocrino, y se caracteriza por causar una fatiga severa, perdida sustancial de concentración y memoria, desorientación espacial, sueño no reparador, intolerancia a la luz, al sonido y a los cambios de temperatura, intolerancia al estrés emocional y a la actividad física, dolor muscular y en las articulaciones, sensibilidades químicas múltiples y una sensación de estado gripal permanente, entre otras manifestaciones. Además se han observado alteraciones severas en la función de las células NK, en la presión arterial y en el equilibrio ortostático, una notable reducción del flujo de sangre al cerebro y una reducción en la capacidad del consumo de oxígeno de las células. Al mismo tiempo, la apariencia externa del enfermo no refleja la enfermedad: su apariencia suele ser normal.



Revisión del 15:01 8 ene 2010

Síndrome de fatiga crónica
Especialidad neurología
reumatología
Sinónimos
Encefalopatía miálgica/SFC;
Síndrome de astenia crónica;
Síndrome de fatiga crónica y disfunción inmune;
Encefalomielitis miálgica.

El Síndrome de fatiga crónica (SFC) también llamado en el pasado encefalomielitis miálgica, y para el que ahora se recomienda el nombre combinado EM/SFC (Encefalopatía Miálgica/Síndrome de Fatiga Crónica) es una enfermedad clasificada por la OMS con el número G 93.3.en el CIE-10. Es una enfermedad orgánica, multisistémica y crónica.

Puede afectar de manera progresiva el sistema inmunológico, el neurológico, el cardiovascular y el endocrino, y se caracteriza por causar una fatiga severa, perdida sustancial de concentración y memoria, desorientación espacial, sueño no reparador, intolerancia a la luz, al sonido y a los cambios de temperatura, intolerancia al estrés emocional y a la actividad física, dolor muscular y en las articulaciones, sensibilidades químicas múltiples y una sensación de estado gripal permanente, entre otras manifestaciones. Además se han observado alteraciones severas en la función de las células NK, en la presión arterial y en el equilibrio ortostático, una notable reducción del flujo de sangre al cerebro y una reducción en la capacidad del consumo de oxígeno de las células. Al mismo tiempo, la apariencia externa del enfermo no refleja la enfermedad: su apariencia suele ser normal.

En la actualidad no existe un tratamiento médico eficaz.


Sintomatología

La sintomatología es muy variable en cuanto a su grado de severidad y presentación temporal, desde estados de anormal fatiga prolongada con diversos síntomas de aperiencia gripal a muy severa afectación crónica con multitud de síntomas que pueden llegar a afectar a todo el cuerpo y postrar en cama durante períodos muy largos e incluso a una completa incapacidad de realizar actividad alguna durante años. Muchos pacientes terminan por salir muy poco de su casa por la sensación de enfermedad y debilidad que sienten.

El síntoma más frecuente es la sensación de haber contraído "una gripe que nunca se cura". En ocasiones lo describen como sensación de estar envenenados, intoxicados. Otras como si tuvieran una infección crónica. Algunos síntomas van y vienen, suelen rotar a manera de ciclos, y pueden ser a cual más extraño y nunca oído salvo por otros pacientes o médicos especializados que los comparten o conocen.

En casos severos, toda esta sintomatología puede presentarse; agotamiento muy profundo, dolores generalizados, sensación de debilidad al menor esfuerzo físico, mental o emocional, insomnio, pesadillas, despertares con frío, sudoración, tiritonas o taquicardias, sueño no reparador, despertarse tan agotados y enfermos como se acostaron, intolerancia al frío y al calor, los cambios climáticos, humedad, sequedad, respuestas de hipersensibilidad generalizada a múltiples agentes como alimentos habituales antes tolerados, especialmente el alcohol, a olores fuertes, a perfumes, vapores químicos y tóxicos como gasolina, detergentes, suavizantes (Síndrome de intolerancia química múltiple), a las luces brillantes, a los ordenadores, televisores, a los campos electromagnéticos, a múltiples medicamentos, especialmente los que afectan el sistema nervioso central, migrañas, mareos y vértigos, sensación de mareo permanente, náuseas, diarreas, cólon irritable, inflamación de vejiga, pròstata, infecciones y molestias urinarias, genitales, infecciones respiratorias, de senos, rinitis crónicas, asma, frecuentes alteraciones hepáticas y problemas de digestión de las grasas y los hidratos de carbono, síntomas de enfermedad cardíaca, especialmente al esfuerzo o en respuesta al estrés, empeoramiento severo al hacer ejercicio, incapacidad de permanecer de pie, erguidos o caminar durante periódos cada vez más cortos con sensación de síncope, asfixia o taquicardia, normalmente fruto del fallo en el sistema nervioso autónomo que estos pacientes suelen presentar (Disautonomía), normalmente confirmado en pruebas de mesa basculante.

Los síntomas cognitivos, mentales y emocionales pueden ser muy variados también. Pueden presentar problemas importantes de pérdida de capacidad de concentración, atención, escucha, aprendizaje, habilidades matemáticas, pueden perder sus capacidades hasta presentar cifras en pruebas psicotécnicas y de coeficiente de inteligencia muy inferiores a las que tenían antes de enfermar. Emocionalmente pueden mostrarse muy diferentes, deprimidos, angustiados, incomprendidos, no creídos, con gran ansiedad y crisis de angustia. La mayoría suele sentir que se sienten deprimidos como consecuencia de la enfermedad y no al contrario. Su actitud suele ser de gran lucha y búsqueda de curación y no de hundimiento o apatía más propios de la enfermedad depresiva.

Inicio y evolución

Son muy frecuentes los inicios súbitos similares a un brote vírico o de gripe "que nunca se cura". Muchos pacientes pueden recordar el día y la hora en que su enfermedad llegó para nunca marcharse. También son frecuentes los inicios tras períodos de alto estrés emocional, laboral o vital, accidentes con traumatismos ó intoxicaciones. Otros sin embargo evolucionan muy lentamente, a lo largo de muchos años, en los que se les suele diagnosticar depresión, ansiedad, insomnio, astenia o estrés hasta que llegan al mismo punto que los que adquirieron la enfermedad súbitamente y comparten toda la sintomatología, características y peculiaridades sin distinción ninguna.

Hay casos en que los síntomas desaparecen durante algún tiempo, quizás algunos días o semanas, pero la enfermedad suele ser crónica y recurrente, aplastante en cuanto apenas libera al paciente ni le da un rato de descanso al día, muy fluctuante en los síntomas variados y alternantes y apenas un 5% de los enfermos se recupera completamente. Normalmente cuanto más tiempo transcurre sin mejoría peor es el pronóstico de recuperación. También la edad del paciente cuenta y tienen mejores pespectivas los pacientes más jóvenes. Normalmente los pacientes visitan múltiples especialistas, terapeutas alternativos, prueban todo tipo de medicamentos, terapias, modifican su dieta, viajan maltrechos a visitar otros médicos y terapeutas lejanos de los que les han hablado, gastan mucho dinero en todo ello, y suelen obtener poco rendimiento pues apenas logran mejorías significativas con algunas excepciones.

Diagnóstico

Los estándares para el diagnóstico del síndrome de fatiga crónica han sido definidos por el Centro para el Control de Enfermedades(CDC) y en los llamados "documentos de consenso de Canadá del año 2006", donde se define un protocolo en las pautas para la detección, diagnóstico y seguimiento del SFC. Este síndrome fue identificado en los países anglosajones a mediados de los años 80. La Organización Mundial de la Salud lo considera como una enfermedad neurológica grave y aparece en la lista americana de enfermedades infecciosas nuevas, recurrentes y resistentes a los medicamentos.

Dichos estándares incluyen:

  • Astenia (cansancio) intensa y fatigabilidad fácil, que no merma con el descanso nocturno, incluso sin haber realizado esfuerzo físico
  • Inicio generalmente repentino, a veces después de un cuadro similar a una gripe. También puede aparecer tras una mononucleosis infecciosa u otras enfermedades víricas
  • También cursa con desorientación, pérdidas de memoria a corto plazo, confusión e irritabilidad (afectación neuro-cognictiva)
  • Trastornos del sueño: sueño no reparador e hipersomnia.
  • Dolor muscular.
  • Faringitis mialgica (dolor de garganta).
  • Dolor con la palpación de ganglios linfáticos de cuello o axilas.
  • Fiebre leve(38,3º o menos).
  • Dolores de cabeza.
  • Fotofobia (hipersensibilidad a la luz).
  • Duración de al menos seis meses, pudiendo persistir años.

Causas

Aunque los múltiples estudios médicos decían que el síndrome de fatiga crónica no era infeccioso, recientemente se ha descubierto la posible intervención del virus XMRV como agente desencadenante y actualmente se debate esta posibilidad con grandes expectativas. Las múltiples pruebas de laboratorio que normalmente se hacen los enfermos hasta la fecha son de escasa utilidad, aunque se han detectado componentes tóxicos, como el mercurio, en algunos afectados, lo cual ha llevado a mucha confusión. La prevalencia y la intolerancia a gran variedad de sustancias químicas y medioambientales de muchos pacientes se denomina "Sensibilidad Química Múltiple (SQM)".

A lo largo de los años se han postulado múltiples causas como origen de la enfermedad. Hace veinte años se le llamó "la gripe del yuppie", pues se pensó que afectaba especialmente a jóvenes profesionales urbanos estresados que sufrían de agotamiento. Posteriormente se pensó que se trataba de una infección crónica del Virus de Epstein-Barr, causante de la llamada Mononucleosis infecciosa o enfermedad del beso. Más tarde se propuso un sobrecrecimiento intestinal infeccioso del hongo Candida Albicans (Candidiasis), fruto del estilo de vida estresante, la inadecuada alimentación rica en azúcares e hidratos de carbono de absorción rápida, el exceso de consumo de antibióticos y corticoides, etc.

Otras teorías señalan a los pesticidas o agentes químicos tóxicos ambientales y alimentarios excesivos en las sociedades industrializadas. Al mercurio, especialmente el contenido en los empastes de las amalgamas dentales y vacunas. A la radicación electromagnética ambiental, muy especialmente desde el desarrollo de la telefonía móvil, las antenas de repetición, las redes inalámbricas (teléfonos inalámbricos domésticos, wifis, bluetooth, ordenadores, etc). A los edulcorantes artificiales como el aspartamo o las infecciones dentales crónicas ocultas en las endodoncias y en los huesos maxilares.

Hasta la fecha la mayoría de la comunidad médica internacional considera que se trata de una enfermedad psicosomática de origen emocional, ansiedad, depresión, hipocondría, neurastenia y diversos trastornos psiquiátricos y de la personalidad son lo que suelen diagnosticar, especialmente al afectar a una mayoría de mujeres de mediana edad a las que atribuyen tradicionales problemas adaptativos, afectivos, nerviosos y sexuales. El hecho de que cada vez afecte a más varones, niños o jóvenes de todos los ámbitos sociales y geográficos no modifica la opinión de la comunidad médica escéptica, reacia incluso a escuchar o informarse acerca de la enfermedad, lo que es causa de graves y frecuentes enfrentamientos entre los enfermos y y los responsables de salud y de la administración que secundando la opinión médica niega el reconocimiento de la enfermedad y por ello los derechos legales de los enfermos. Es frecuente además que esta negación se traslade a los familiares y existan conflictos entre enfermos y parientes por esta razón. Se les acusa de fingir, exagerar o querer evadir el trabajo o la realidad de su enfermedad depresiva.

Prevalencia

Actualmente, se estima que más del 5% de la población mundial padece esta enfermedad y que la proporción es de nueve mujeres por cada hombre, aunque cada vez afecta más también a los varones.

Aunque no se considera una enfermedad grave o mortal, es probable que exista un número elevado de decesos debidos a ella, ya que las causas de la muerte de estos enfermos suelen estar ligadas a fallo cardíaco, cáncer o suicidio, por lo que es difícil reconocerlas en su origen. Suele estar muy ligada a otras enfermedades similares denominadas Disautonomía, Fibromialgia, Síndrome Químico Múltiple y Síndrome de la Guerra del Golfo, si bien se presentan tantos casos de padecimiento de dos o más de ellas a la vez que se las considera de hecho como variedades, sintomatologías prevalentes o subtipos de una posible misma enfermedad.

El 20 de junio de 2006, en Gran Bretaña, se declaró un deceso causado por esta enfermedad. La víctima fue una mujer de 32 años, Sophia Mirza, que durante 6 años padeció la enfermedad y luchó para que la reconocieran como una enfermedad física y no mental. Se declaró como causa de muerte un fallo renal causado por deshidratación; aunque también se observó inflamación en la médula espinal y cambios en su ganglio dorsal. Pese a ello, fue ingresada contra su voluntad en un hospital psiquiátrico y tratada con medicamentos psicotrópicos. Este suceso conmocionó a la comunidad anglosajona de enfermos y se desató una lucha por los derechos de los enfermos y el reconocimiento de la enfermedad por parte de los médicos y los gobiernos y administraciones de salud.[1]

Enlaces internos

Enlaces externos

Referencias

  1. Es oficial: la fatiga crónica se cobra su primera víctima Nota del diario Clarín del 20 de junio de 2006.