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El papa Juan VIII murió el 15 de diciembre de [[882]], en circunstancias extrañas. Los [[anales de Fulda]] afirman que fue envenenado y, después, como tardaba en morir, golpeado con un martillo.
El papa Juan VIII murió el 15 de diciembre de [[882]], en circunstancias extrañas. Los [[anales de Fulda]] afirman que fue envenenado y, después, como tardaba en morir, golpeado con un martillo.


==== La leyenda de la papisa ====
La figura del papa Juan VIII suele asociarse a la de la [[papisa Juana]], personaje considerado [[leyenda|legendario]]. Parece ser que sus opositores, ante su actitud conciliadora con la Iglesia Oriental, comenzaron a tacharlo de afeminado y a llamarlo ''Papisa Juana''. Esta joven llamada Juana, con una gran sed de conocimientos, frecuentaba un convento de benedictinos, quienes estaban autorizados para impartir las enseñanzas y donde ella pudo perfeccionar su educación.
Pero, como a toda joven apasionada, le llegó el amor, se enamoró de uno de sus maestros, quien quedó prendado de su intelecto y su hermosura. Para no perder contacto con su amado decidió cambiar su apariencia, adoptando la vestimenta de un monje, siendo conocida con el nombre de “Juan, el inglés”.
Al estar dedicada al estudio en forma total, su conocimiento era realmente excepcional; era versada sobre metafísica, ciencia, los Tratados Árabes de la época, etc.

Al morir su amado, se refugió mucho más en el estudio, lo que hizo que fuese objeto de consultas, fruto de su conocimiento y sabiduría.
Pero al poco tiempo, partió a Roma y allí en el centro de la Cristiandad, por su capacidad fue elegida Papa. Sucedió a León IV tomando el nombre de Juan VIII; se estima que éste reinado espiritual duró entre los años 855 al 858.

Manejó su cargo con una capacidad extraordinaria; pero el destino vendría a enfrentarla con su sexo; fue tocada nuevamente por la vara mágica del amor, sientiéndose atraída por un joven clérigo. Juana intentó resistirse a ese encanto, pero perdió la batalla ante el atractivo joven, abandonándose a la pasión, quedando al poco tiempo embarazada.
Disimuló su estado el mayor tiempo posible, pero en una procesión, que no pudo evitar, se descompuso y dio a luz a un niño, ante el estupor generalizado.
Inmediatamente fue detenida en una celda del castillo de Saint Angelo. Nunca se supo del niño; seguramente fue muerto. En tanto su amado, no soportando lo ocurrido, se suicidó, tirándose desde una muralla.
Ella falleció unas semanas más tarde. Existen varias versiones de cómo murió; se piensa que fue sepultada viva en una pared o degollada, aunque a ciencia cierta se desconoce como ocurrió.

Esta es la leyenda de la mujer que llegó a manejar el mundo espiritual de Occidente detrás de un disfraz.


== Referencias ==
== Referencias ==

Revisión del 00:11 4 feb 2010

Juan VIII
Archivo:GiovanniVIII.jpg
diciembre de 872-15 de diciembre de 882
Predecesor Adriano II
Sucesor Marino I
Información personal
Nombre Desconocido
Nacimiento ¿?, Roma (Italia)
Fallecimiento 16 de diciembre de 882jul.
Roma (Italia)

Juan VIII (Roma, ca. 820 - 15 de diciembre de 882). Papa nº 107 de la Iglesia católica de 872 a 882.

Era archidiácono de Roma y fue elegido para el papado pocos días después de la muerte de Adriano, en diciembre de 872. Aunque ya tenía más de cincuenta años en el momento de su nombramiento, fue un pontífice enérgico, a la manera de Nicolás I. Su elección encontró la oposición de Formoso, que también sería papa.

En 875 coronó al Emperador Carlos el Calvo, al cual después recurrió varias veces pidiéndole auxilio contra los sarracenos, que con sus correrías llegaban hasta las puertas de Roma. Habiendo Carlomán, hijo del Emperador, estorbado las operaciones de su padre en Italia, el Papa se retiró en diligencia a Roma, y viéndose destituido de fuerzas para rechazar a los infieles, hubo de capitular, haciéndose su tributario en 25.000 marcos de plata anuales. Juan, quejoso de los estragos que hacia en Italia y en Roma el Duque de Spoleto, hizo un viaje a Francia, y en Arlés coronó a Luis el Balbuciente.

Llamado el rector de Europa, supo evitar un cisma con la iglesia de Oriente: cuando Focio, patriarca de Constantinopla, volvió a aceptar el dogma católico, en 877, Juan VIII se conformó con recibir de él una declaración de arrepentimiento y Focio siguió siendo patriarca. En 879 Juan, a solicitud del Emperador de Constantinopla Basilio, reconoció a Focio como Patriarca legítimo, después de haberse reinstaurado en la silla patriarcal, declarando a este usurpador obispo, co-hermano y colega.

Juan VIII aceptó también la llamada cláusula filioque sobre la controvertida redacción del Credo y restableció la autorización dada por Adriano II para celebrar la liturgia en lengua eslava. También proporcionó a los misioneros Cirilo y Metodio un certificado de ortodoxia.

En el ámbito occidental, se defendió de la aristocracia romana consagrando al emperador Carlos el Calvo el 25 de diciembre de 875. Sin embargo, a la muerte de Luis el Germánico, Carlos se encontró en dificultades. Llamado por el papa, que estaba amenazado en Italia, Carlos murió en 877 cuando pasaba los Alpes.

En la primavera de 878, sintiéndose en peligro, Juan VIII huyó de Italia y fue acogido en Arlés por Bosón V de Provenza y el obispo Rostang, antes de asistir al Concilio de Troyes, donde propuso como rey de Italia a Luis II de Francia, que lo rechazó, y después al propio Bosón, que fracasó en su intento.

Algunos años después, en 881, siguiendo la misma táctica, Juan VIII hizo coronar emperador a Carlos III el Gordo. Sin embargo, esta política volvió a fracasar: Carlos se vio obligado a abdicar en 888.

Juan VIII fue un Papa muy ocupado en los negocios temporales de Italia y del Imperio Francés, y muy pródigo en lanzar excomuniones.

El papa Juan VIII murió el 15 de diciembre de 882, en circunstancias extrañas. Los anales de Fulda afirman que fue envenenado y, después, como tardaba en morir, golpeado con un martillo.

La leyenda de la papisa

La figura del papa Juan VIII suele asociarse a la de la papisa Juana, personaje considerado legendario. Parece ser que sus opositores, ante su actitud conciliadora con la Iglesia Oriental, comenzaron a tacharlo de afeminado y a llamarlo Papisa Juana. Esta joven llamada Juana, con una gran sed de conocimientos, frecuentaba un convento de benedictinos, quienes estaban autorizados para impartir las enseñanzas y donde ella pudo perfeccionar su educación. Pero, como a toda joven apasionada, le llegó el amor, se enamoró de uno de sus maestros, quien quedó prendado de su intelecto y su hermosura. Para no perder contacto con su amado decidió cambiar su apariencia, adoptando la vestimenta de un monje, siendo conocida con el nombre de “Juan, el inglés”. Al estar dedicada al estudio en forma total, su conocimiento era realmente excepcional; era versada sobre metafísica, ciencia, los Tratados Árabes de la época, etc.

Al morir su amado, se refugió mucho más en el estudio, lo que hizo que fuese objeto de consultas, fruto de su conocimiento y sabiduría. Pero al poco tiempo, partió a Roma y allí en el centro de la Cristiandad, por su capacidad fue elegida Papa. Sucedió a León IV tomando el nombre de Juan VIII; se estima que éste reinado espiritual duró entre los años 855 al 858.

Manejó su cargo con una capacidad extraordinaria; pero el destino vendría a enfrentarla con su sexo; fue tocada nuevamente por la vara mágica del amor, sientiéndose atraída por un joven clérigo. Juana intentó resistirse a ese encanto, pero perdió la batalla ante el atractivo joven, abandonándose a la pasión, quedando al poco tiempo embarazada. Disimuló su estado el mayor tiempo posible, pero en una procesión, que no pudo evitar, se descompuso y dio a luz a un niño, ante el estupor generalizado. Inmediatamente fue detenida en una celda del castillo de Saint Angelo. Nunca se supo del niño; seguramente fue muerto. En tanto su amado, no soportando lo ocurrido, se suicidó, tirándose desde una muralla. Ella falleció unas semanas más tarde. Existen varias versiones de cómo murió; se piensa que fue sepultada viva en una pared o degollada, aunque a ciencia cierta se desconoce como ocurrió.

Esta es la leyenda de la mujer que llegó a manejar el mundo espiritual de Occidente detrás de un disfraz.

Referencias

  • de Capmany y de Montpalau, Antonio (1792) Compendio cronológico-histórico de los soberanos de Europa..., Ed. Blas Roman. p. 18. [1]