Diferencia entre revisiones de «Síndrome de fatiga crónica»

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== Controversia ==
== Controversia ==


La mayoría de la comunidad médica internacional considera que se trata de una enfermedad [[psicosomática]] de origen emocional; [[ansiedad]], [[depresión]], [[hipocondría]], [[neurastenia]], etc, especialmente al afectar a una mayoría de mujeres de mediana edad a las que atribuyen tradicionales problemas nerviosos, emocionales y psicosomáticos, y este hecho es causa de enfrentamiento entre los enfermos y y los responsables de salud y de la Administración, quien en base a la opinión médica niega el reconocimiento de la enfermedad y por ello los derechos de los enfermos. Por otra parte, es frecuente además que esta negación se traslade a los familiares y existan conflictos entre enfermos y parientes por esta razón. Se les acusa a menudo de fingir, exagerar o querer evadir el trabajo o la realidad de su enfermedad depresiva.
Pese a que en los últimos años los cientifícos van demostrando que la EM/SFC es real y que no es una enfermedad de origen psicógeno, sigue habiendo profesionales que la deniegan, pues creen que es la respuesta física de un trauma psicológico no resuelto y, por tanto, a los ojos del público la enfermedad se ve como psiquiátrica, cuando no es así.
Muchas de las personas con EM llevaban una vida muy activa y dinámica antes del brote desencadenante y muchos no presentanban una depresión anterior. Ésta en todo caso aparece debido a la incomprensón de la enfermedad, como también la ansiedad o la angustia. Lo que si es frecuente, en algunos enfermos, es tener un periodo muy estresante antes de brote inicial, aquí una posible razón a la explicación de que el sistema nervioso central está en primera línea de juego en la SFC.
Una persona que padece EM/SFC se le diagnostica siempre, depués de haber descartado las patologías mentales siguientes:
- Episodio depresivo mayor. - Estrés post-traumático. - Neurastenia. - Trastornos de somatización, somatomorfos e hipocondría. - Trastornos adaptativos:ansioso-depresivo-conductual. (Este transtorno puede aparecer al conocer el diagnostico, pero NO será nunca la causa de la fatiga extrema que padece un enfermo de EM/SFC).
Para algunos psiquiatras, el SFC es un nuevo nombre para la neurastenia: si los enfermos no presentan un trauma psicológico como posible orígen no se les debería diagnosticar esta patalogía, pero pese a ello, algunos neurólogos si lo diganostican cuando el enfermo no presenta síntomas neurocognitivos, flaco favor, pues con esto dan al SFC el matíz psiquiátrico que no tiene.En el DSM-IV, la neurastenia se clasifica como trastorno somatomorfo indiferenciado cuando los síntomas persisten durante más de 6 meses. En todo caso, quizás la neurastenia debería ser una enfermedad del Sistema Nervioso en el CIE y no una neurosis. Otra vía indica que la neurastenia es la llamada disautonomía.
Hay trastornos mentales neuróticos, es decir, relacionados con el Sistema Nervioso, pero lo que hay que diferenciar claramente es que el SFC és una enfermedad neurólógica y no neurótica, por tanto, no psiquiátrica. Si realmente lo fuera, el enfermo se curaría con psicoterapia y con psicofármacos y como en la realidad, esta curación NO se da, se demuestra el orígen orgánico del SFC.
Pese a demostrarse la efidencia de que el SFC es una enfermedad neurológica, se intenta que el enfermo mejore con una terapia cognitivo-conductual, lo que representa algo incoherente, ya que si no es una enfermedad psiquiátrica, por què una terapia psicológica? Siempre a un enfermo crónico le puede venir bien un seguimiento psicológico, pero entonces por qué no se marca también esta terapia para los enfermos de SIDA, esclerosis múltiple, de cáncer...? Ir a terapia para cualquier enfermo no psiquiátrico debería ser opcional y no obligatorio y con la supuesta recomemdación (obligación) de hacer una TCC a los enfermos de SFC, lo único que se está haciendo es perpetuar aún más la idea de que la enfermedad debe "tratarse" con una terapia, lo que se justifica con su supuesta realidad mental. Los enfermos de SFC están luchando para que está incoherencia se acabe.
Por tanto, un buen psiquiatra especializado en SFC, puede saber si el enfermo confunde enfermedades o se la inventa. Aunque y con todo ello, hasta la fecha, hay todavía una minoría de la comunidad médica internacional que considera que se trata de una enfermedad psicosomática de origen emocional, ansiedad, depresión, hipocondría, neurastenia u otros trastornos psiquiátricos son lo que suelen diagnosticar, especialmente al afectar a una mayoría de mujeres de mediana edad a las que atribuyen tradicionales problemas adaptativos, afectivos, nerviosos y sexuales. Pero está teoría se viene a bajo con el hecho de que cada vez más afecta a más varones, niños o jóvenes de todos los ámbitos sociales y geográficos, aunque no consigue modificar la opinión de la comunidad médica escéptica, reacia incluso a escuchar o informarse acerca de la enfermedad, lo que es causa de graves y frecuentes enfrentamientos entre los enfermos y y los responsables de salud y de la administración que secundando la opinión médica niega el reconocimiento de la enfermedad y por ello los derechos legales de los enfermos. Por otra parte, es frecuente además que esta negación se traslade a los familiares y existan conflictos entre enfermos y parientes por esta razón. Se les acusa de fingir, exagerar o querer evadir el trabajo o la realidad de su enfermedad depresiva. Este es otro de los temas preocupantes en la actualidad: los enfermos de EN/SFC no exageran ni inventan nada, su enfermedad es incapacitante, pero algunos desaprensivos fingen y mienten para evitar trabajar y obtener pensiones. Esto daña y mucho a los auténticos enfermos que ya se han organizados para reivindicar una dura realidad ante el gobierno, ya que al final, pagan justos por pecadores.


== Enlaces internos ==
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Revisión del 20:24 8 mar 2010

Síndrome de fatiga crónica
Especialidad neurología
reumatología
Sinónimos
Encefalopatía miálgica/SFC;
Síndrome de astenia crónica;
Síndrome de fatiga crónica y disfunción inmune;
Encefalomielitis miálgica.

El Síndrome de fatiga crónica (SFC) también llamado en el pasado encefalomielitis miálgica, y para el que ahora se recomienda el nombre combinado EM/SFC (Encefalopatía Miálgica/Síndrome de Fatiga Crónica) es una enfermedad clasificada por la OMS con el número G 93.3.en el CIE-10, dentro de enfermedades del cerebro, neurológica.

Puede afectar de manera progresiva al sistema inmunológico, el neurológico, el cardiovascular y el endocrino, y se caracteriza por causar una fatiga severa, perdida sustancial de concentración y memoria, desorientación espacial, sueño no reparador, intolerancia a la luz, al sonido y a los cambios de temperatura, intolerancia al estrés emocional y a la actividad física, dolor muscular y en las articulaciones, sensibilidades químicas múltiples y una sensación de estado gripal permanente, entre otras manifestaciones. En la actualidad no existe un tratamiento médico eficaz.


Sintomatología

La sintomatología es muy variable en cuanto a su grado de severidad y presentación temporal, desde estados de anormal fatiga prolongada con diversos síntomas de aperiencia gripal a muy severa enfermedad crónica con multitud de síntomas que pueden llegar a afectar a todo el cuerpo y postrar en cama durante períodos muy largos e incluso a una completa incapacidad de realizar actividad alguna durante años. Muchos pacientes terminan por salir muy poco de su casa por el alto grado de enfermedad y debilidad que sienten.

El síntoma más frecuente es la sensación de haber contraído "una gripe que nunca se cura". En ocasiones lo describen como sensación de estar envenenados, intoxicados. Otras como si tuvieran una infección crónica. Algunos síntomas van y vienen, suelen rotar a manera de ciclos, y pueden ser a cual más extraño y nunca oído salvo por otros pacientes o médicos especializados que los comparten o conocen.

En casos severos, toda esta sintomatología puede presentarse; agotamiento muy profundo, dolores generalizados, sensación de debilidad al menor esfuerzo físico, mental o emocional, insomnio, pesadillas, despertares con frío, sudoración, tiritonas o taquicardias, sueño no reparador, despertarse tan agotados y enfermos como se acostaron, intolerancia al frío y al calor, los cambios climáticos, humedad, sequedad, respuestas de hipersensibilidad generalizada a múltiples agentes como alimentos habituales antes tolerados, especialmente el alcohol, a olores fuertes, a perfumes, vapores químicos y tóxicos como gasolina, detergentes, suavizantes (Síndrome de intolerancia química múltiple), a las luces brillantes, a los ordenadores, televisores, a los campos electromagnéticos, a múltiples medicamentos, especialmente los que afectan el sistema nervioso central, migrañas, mareos y vértigos, sensación de mareo permanente, náuseas, diarreas, cólon irritable, inflamación de vejiga, pròstata, infecciones y molestias urinarias, genitales, infecciones respiratorias, de senos, rinitis crónicas, asma, frecuentes alteraciones hepáticas y problemas de digestión de las grasas y los hidratos de carbono, síntomas de enfermedad cardíaca, especialmente al esfuerzo o en respuesta al estrés, empeoramiento severo al hacer ejercicio, incapacidad de permanecer de pie, erguidos o caminar durante periódos cada vez más cortos con sensación de síncope, asfixia o taquicardia, normalmente fruto del fallo en el sistema nervioso autónomo que estos pacientes suelen presentar (Disautonomía), normalmente confirmado en pruebas de mesa basculante.

Los síntomas cognitivos, mentales y emocionales pueden ser muy variados también. Pueden presentar problemas importantes de pérdida de capacidad de concentración, atención, escucha, aprendizaje, habilidades matemáticas, pueden perder sus capacidades hasta presentar cifras en pruebas psicotécnicas y de coeficiente de inteligencia muy inferiores a las que tenían antes de enfermar. Emocionalmente pueden mostrarse muy diferentes, deprimidos, angustiados, incomprendidos, no creídos, con gran ansiedad y crisis de angustia. La mayoría suele sentir que se sienten deprimidos como consecuencia de la enfermedad y no al contrario.

Inicio y evolución

Son muy frecuentes los inicios súbitos similares a un brote vírico o de gripe "que nunca se cura". Muchos pacientes pueden recordar el día y la hora en que su enfermedad llegó para nunca marcharse. También son frecuentes los inicios tras períodos de alto estrés emocional, laboral o vital, accidentes con traumatismos ó intoxicaciones. Otros sin embargo evolucionan muy lentamente, a lo largo de muchos años, en los que se les suele diagnosticar depresión, ansiedad, insomnio, astenia o estrés hasta que llegan al mismo punto que los que adquirieron la enfermedad súbitamente y comparten toda la sintomatología, características y peculiaridades sin distinción ninguna.

Hay casos en que los síntomas desaparecen durante algún tiempo, quizás algunos días o semanas, pero la enfermedad suele ser crónica y recurrente, muy fluctuante en los síntomas variados y alternantes y apenas un 5% de los enfermos se recupera completamente. Normalmente cuanto más tiempo transcurre sin mejoría peor es el pronóstico de recuperación. También la edad del paciente es un factor importante y tienen mejores pespectivas de recuperación los pacientes más jóvenes. Normalmente los pacientes visitan múltiples especialistas, terapeutas alternativos, prueban todo tipo de medicamentos, remedios, suplementos, hierbas, vitaminas, modifican su dieta, viajan maltrechos a visitar otros médicos y terapeutas lejanos de los que les han hablado, gastan mucho dinero en todo ello, y suelen obtener poco rendimiento pues apenas logran mejorías significativas con algunas excepciones.

Diagnóstico

Los estándares para el diagnóstico del síndrome de fatiga crónica han sido definidos por el Centro para el Control de Enfermedades(CDC) en 1994 y en los llamados "documentos de consenso de Canadá del año 2003", donde se define un protocolo en las pautas para la detección, diagnóstico y seguimiento del SFC. Este síndrome fue identificado en los países anglosajones a mediados de los años 80. La Organización Mundial de la Salud lo considera como una enfermedad neurológica grave y aparece en la lista americana de enfermedades infecciosas nuevas, recurrentes y resistentes a los medicamentos.

Dichos estándares incluyen entre los dos protocolos:

  • Astenia (cansancio) intensa y fatigabilidad fácil, que no merma con el descanso nocturno, incluso sin haber realizado esfuerzo físico
  • Inicio generalmente repentino, a veces después de un cuadro similar a una gripe. También puede aparecer tras una mononucleosis infecciosa u otras enfermedades víricas
  • También cursa con desorientación, pérdidas de memoria a corto plazo, confusión e irritabilidad (afectación neuro-cognictiva)
  • Trastornos del sueño: sueño no reparador e hipersomnia.
  • Dolor muscular.
  • Faringitis mialgica (dolor de garganta).
  • Dolor con la palpación de ganglios linfáticos de cuello o axilas.
  • Fiebre leve(38,3º o menos).
  • Dolores de cabeza.
  • Fotofobia (hipersensibilidad a la luz).
  • Duración de al menos seis meses, pudiendo persistir años.

Causas

Se desconocen las causas de la enfermedad. A lo largo de los años se han realizado innumerables estudios sin llegarse a descubrir ni la causa ni la cura. En Octubre de 2009 un estudio americano comunicaba la posibilidad de que un retrovirus denominado XMRV fuera el agente desencadenante, concitando el interés y atención de la comunidad científica internacional y la expectación sin precedentes de la comunidad de enfermos. Dos estudios ingleses y otro holandés posteriores comunicaban que el XMRV no había sido hallado en sus grupos de estudio, descartándolo completamente. Los descubridores del virus en Estados Unidos, el Instituto Whittemore-Peterson, publicaron una respuesta donde se acusaba a los investigadores ingleses de no haber realizado las pruebas de laboratorio de manera correcta según el protocolo con el que ellos lo habían detectado. En estos momentos se siguen realizando estudios en diversos países liderados y coordinados por el Instituto Whittemore-Peterson. Nunca hasta el anuncio del XMRV había existido una aceptación e interés igual entre la comunidad científica mundial, y muchos enfermos aguardan con impaciencia y esperanza nuevos resultados de las investigaciones.

A lo largo de los años se han postulado múltiples causas como origen de la enfermedad. Hace veinte años se le llamó "la gripe del yuppie", pues se pensó que afectaba especialmente a jóvenes profesionales urbanos que sufrían de agotamiento por estrés. Posteriormente se pensó que se trataba de una infección crónica del Virus de Epstein-Barr, causante de la llamada Mononucleosis infecciosa o enfermedad del beso. Más tarde se propuso un sobrecrecimiento intestinal infeccioso del hongo Candida Albicans (Candidiasis), fruto del estilo de vida estresante, la inadecuada alimentación rica en azúcares e hidratos de carbono de absorción rápida, el exceso de consumo de antibióticos y corticoides, etc.

Otras teorías señalan a los pesticidas o agentes químicos tóxicos ambientales y alimentarios excesivos en las sociedades industrializadas. Al mercurio, especialmente el contenido en los empastes de las amalgamas dentales y vacunas. A la radiación electromagnética ambiental, muy especialmente desde el desarrollo de la telefonía móvil, las antenas de repetición, las redes inalámbricas (teléfonos inalámbricos domésticos, wi-fi, bluetooth, ordenadores, etc). A los edulcorantes artificiales como el aspartamo o las infecciones dentales crónicas ocultas en las endodoncias y en los huesos maxilares.

Prevalencia

Actualmente, se estima que la enfermedad afecta a alrededor de un 0,5% de la población mundial y que la proporción por género es de nueve mujeres por cada hombre. Aunque no se considera una enfermedad grave o mortal, es probable que exista un número elevado de decesos debidos a ella, ya que las causas de la muerte de estos enfermos suelen estar ligadas a fallo cardíaco, cáncer o suicidio, por lo que es difícil reconocerlas en su origen. Suele estar muy ligada a otras enfermedades similares denominadas Disautonomía, Fibromialgia, Síndrome Químico Múltiple y Síndrome de la Guerra del Golfo, si bien se presentan tantos casos de padecimiento de dos o más de ellas a la vez que se las considera de hecho como variedades, sintomatologías prevalentes o subtipos de una posible misma enfermedad.

El 20 de junio de 2006, en Gran Bretaña, se declaró un deceso causado por esta enfermedad. La víctima fue una mujer de 32 años, Sophia Mirza, que durante 6 años padeció la enfermedad y luchó para que la reconocieran como una enfermedad física y no mental. Se declaró como causa de muerte un fallo renal causado por deshidratación; aunque también se observó inflamación en la médula espinal y cambios en su ganglio dorsal. Pese a ello, fue ingresada contra su voluntad en un hospital psiquiátrico y tratada con medicamentos psicotrópicos. Este suceso conmocionó a la comunidad anglosajona de enfermos y se desató una lucha por los derechos de los enfermos y el reconocimiento de la enfermedad por parte de los médicos y los gobiernos y administraciones de salud.[1]

Controversia

La mayoría de la comunidad médica internacional considera que se trata de una enfermedad psicosomática de origen emocional; ansiedad, depresión, hipocondría, neurastenia, etc, especialmente al afectar a una mayoría de mujeres de mediana edad a las que atribuyen tradicionales problemas nerviosos, emocionales y psicosomáticos, y este hecho es causa de enfrentamiento entre los enfermos y y los responsables de salud y de la Administración, quien en base a la opinión médica niega el reconocimiento de la enfermedad y por ello los derechos de los enfermos. Por otra parte, es frecuente además que esta negación se traslade a los familiares y existan conflictos entre enfermos y parientes por esta razón. Se les acusa a menudo de fingir, exagerar o querer evadir el trabajo o la realidad de su enfermedad depresiva.

Enlaces internos

Enlaces externos


Referencias

  1. Es oficial: la fatiga crónica se cobra su primera víctima Nota del diario Clarín del 20 de junio de 2006.