Diferencia entre revisiones de «Thomas Paine»

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Satanás asigna a cada uno de sus ángeles el papel que ha de desempeñar. Les ordena a todos que sean astutos y arteros. Instruye a algunos para que representen el papel de los apóstoles y hablen en nombre de ellos, mientras que otros deben desempeñar la parte de incrédulos y hombres impíos que murieron maldiciendo a Dios, pero ahora parecen ser muy religiosos. No se establece diferencia entre los apóstoles más santos y el incrédulo más vil. A ambos se les hace enseñar la misma cosa. A Satanás no le importa a quién hace hablar, con vil que logre su objeto. El estuvo tan estrechamente relacionado con Paine en esta tierra, y le ayudó de tal manera en su obra, que le resulta fácil saber qué palabras empleaba Paine y reproducir la letra del que le sirvió tan fielmente y logró con tanto éxito sus propósitos. Satanás dictó muchos de sus escritos, y le es fácil dictar sentimientos por medio de sus ángeles ahora y hacer aparecer como que provienen de Tomás Paine, quien, mientras vivía, era un siervo devoto del maligno. Esta es la obra maestra de Satanás. Toda esta enseñanza, que se da como proveniente de los apóstoles, de los santos de hombres impíos que murieron, procede directamente de su majestad satánica.
Satanás asigna a cada uno de sus ángeles el papel que ha de desempeñar. Les ordena a todos que sean astutos y arteros. Instruye a algunos para que representen el papel de los apóstoles y hablen en nombre de ellos, mientras que otros deben desempeñar la parte de incrédulos y hombres impíos que murieron maldiciendo a Dios, pero ahora parecen ser muy religiosos. No se establece diferencia entre los apóstoles más santos y el incrédulo más vil. A ambos se les hace enseñar la misma cosa. A Satanás no le importa a quién hace hablar, con vil que logre su objeto. El estuvo tan estrechamente relacionado con Paine en esta tierra, y le ayudó de tal manera en su obra, que le resulta fácil saber qué palabras empleaba Paine y reproducir la letra del que le sirvió tan fielmente y logró con tanto éxito sus propósitos. Satanás dictó muchos de sus escritos, y le es fácil dictar sentimientos por medio de sus ángeles ahora y hacer aparecer como que provienen de Tomás Paine, quien, mientras vivía, era un siervo devoto del maligno. Esta es la obra maestra de Satanás. Toda esta enseñanza, que se da como proveniente de los apóstoles, de los santos de hombres impíos que murieron, procede directamente de su majestad satánica.


El hecho de que Satanás asevere que uno a quien él amaba tanto, y que odiaba tan cabalmente a Dios, está ahora con los santos apóstoles y los ángeles gloriosos, debe bastar para quitar todo velo que cubra las inteligencias y descubrir ante ellas las obras sombrías y misteriosas de Satanás. El dice virtualmente al mundo y a los incrédulos: "No importa cuán impíos seáis, no importa que creáis o no creáis en Dios o en la Biblia, vivid como queráis, el cielo es vuestra patria." Porque todos saben que si Tomás Paine está en el cielo, y muy ensalzado, ellos mismos no podrán menos de llegar allí. Este error es tan patente que todos pueden verlo si quieren. Satanás está haciendo ahora, mediante personas como Tomás Paine, lo que ha estado tratando de hacer desde, su caída. Está, por medio de su poder y sus prodigios mentirosos, destruyendo el fundamento de la esperanza cristiana, y apagando el sol que ha de alumbrarlos en el camino angosto que lleva al cielo. Está haciendo creer al mundo que la Biblia no es inspirada, ni mejor que un libro de cuentos, mientras ofrece algo que la ha de reemplazar, a saber, las manifestaciones espirituales. ¡Que loca! ¿No?
El hecho de que Satanás asevere que uno a quien él amaba tanto, y que odiaba tan cabalmente a Dios, está ahora con los santos apóstoles y los ángeles gloriosos, debe bastar para quitar todo velo que cubra las inteligencias y descubrir ante ellas las obras sombrías y misteriosas de Satanás. El dice virtualmente al mundo y a los incrédulos: "No importa cuán impíos seáis, no importa que creáis o no creáis en Dios o en la Biblia, vivid como queráis, el cielo es vuestra patria." Porque todos saben que si Tomás Paine está en el cielo, y muy ensalzado, ellos mismos no podrán menos de llegar allí. Este error es tan patente que todos pueden verlo si quieren. Satanás está haciendo ahora, mediante personas como Tomás Paine, lo que ha estado tratando de hacer desde, su caída. Está, por medio de su poder y sus prodigios mentirosos, destruyendo el fundamento de la esperanza cristiana, y apagando el sol que ha de alumbrarlos en el camino angosto que lleva al cielo. Está haciendo creer al mundo que la Biblia no es inspirada, ni mejor que un libro de cuentos, mientras ofrece algo que la ha de reemplazar, a saber, las manifestaciones espirituales.


== Referencias ==
== Referencias ==

Revisión del 00:36 21 mar 2010

Plantilla:Ficha de filósofo Thomas Paine (Thetford, 29 de enero de 1737 - Nueva York, 8 de julio de 1809) fue un político y publicista estadounidense de origen inglés. Promotor del liberalismo y de la democracia.

De origen humilde, hijo de un cuáquero y de una anglicana, recibió una educación que se limitaba a saber leer, escribir y las cuatro operaciones básicas. Se formó de manera autodidacta y llegó a ser un muy importante revolucionario norteamericano, con ideas en conflicto con su tiempo que batallaban contra el sexismo, la esclavitud, el racismo y la monarquía, a la que se opuso proponiendo en su lugar la república. Como otros ilustrados, también abominó de la superstición, la religión organizada (Iglesias) y el clero.

Siempre en lucha con todo tipo de apuros económicos, trabajó como oficial de impuestos persiguiendo a contrabandistas de licores y tabaco y consiguió ilustrarse comprando libros. Su suerte cambió al conocer a Benjamín Franklin, quien lo animó a buscar fortuna en América dándole cartas de presentación. Llegó a Filadelfia en 1774 y allí dirigió la Pennsylvania Magazine or American Museum.

Al generalizarse el descontento de las Colonias, Paine fomentó las ideas racionales llamadas por él del "sentido común", criticando los excesivos impuestos decretados por el gobierno de Su Majestad, como injustos y económicamente erróneos, favorecedores del contrabando y la corrupción. La prohibición de comerciar con otras naciones, causante de la pérdida de fortunas materiales, y la falta de representantes continentales en el Parlamento Británico. Sostuvo que la solución a todos esos problemas era la independencia, postura que divulgó en el más famoso de los folletos impresos, Common sense, El sentido común 1776, que alcanzó la tirada de medio millón de ejemplares.

Estatua de Thomas Paine en Norfolk, Inglaterra

La doctrina del "common sense" marca un hito en la historia, al no fundamentar las decisiones políticas en doctrinas basadas en la historia, la religión, la nación, el honor o en nociones apriorísticas, sino en criterios avalados por la la experiencia de los seres humanos y en la razón. Common sense allanó el camino a la Declaración de Independencia Estadounidense, ratificada el 4 de julio del mismo año.

Cuando las tropas de Washington estaban a punto de desunirse, publicó el panfleto La crisis americana, que levantó los ánimos insurgentes y que por orden de George Washington fue leído a todos sus soldados.

Tras acabar con éxito la guerra, volvió a sus apuros económicos, pues nunca consintió en pedir derechos de autor por sus panfletos. Viajó a Europa y para evitar que William Pitt declarara la guerra a Francia divulgó la idea entre los británicos de que las guerras sólo acarreaban más impuestos. En Francia se encontró con el escritor y teórico radical William Godwin y un grupo de amigos suyos, a quienes frecuentaba.

Luego se dedicó a refutar las ideas de Edmund Burke sobre la Revolución francesa en su obra maestra, Los derechos del hombre, impresa en dos partes, la primera en 1791 y por la cual fue expulsado del país. Refugiado en Francia, Paine fue encarcelado por Robespierre por declararse abiertamente contra el régimen del Terror.

En prisión empezó a escribir La edad de la razón 1794, un clásico del librepensamiento con caracter anticlerical, donde rechazaba la brutalidad y crueldad. Proclamaba contradicciones de la Biblia a imitación de Voltaire. Tres años más tarde publicó su panfleto Justicia agraria.

Su seguidor Bertrand Russell afirmó de él:

Para nuestros tatarabuelos era una especie de Satán terrenal, un infiel subversivo, rebelde contra su Dios y contra su rey. Se ganó la hostilidad de tres hombres a quienes no se suele relacionar: Pitt, Robespierre y Washington. De éstos, los dos primeros trataron de darle muerte, mientras el tercero se abstuvo cuidadosamente de tomar medidas para salvar su vida. Pitt y Washington lo odiaban porque era demócrata, Robespierre, porque se opuso a la ejecución del rey y al reinado del Terror. Su destino fue siempre ser honrado por la oposición y odiado por los gobiernos.[1]

Vision de Elena G. de White

En su libro Primeros Escritos, páginas 91 y 92, la escritora Norteamerica y precursora de la Iglesia Adventista del Séptimo, Elena G. de White declara haber recibido una revelación de Dios acerca de Tomas Paine y que textualmente dice así:

El que es padre de mentira, ciega y engaña al mundo enviando a sus ángeles para que hablen en nombre de los apóstoles, y los hace aparecer como contradiciendo lo que ellos mismos escribieron bajo el dictado del Espíritu Santo cuando estaban en la tierra. Estos ángeles mentirosos ponen en boca de los apóstoles una corrupción de sus propias enseñanzas y declaran que éstas son adulteradas. Al obrar así, Satanás se deleita en sumir en la incertidumbre, acerca de la Palabra de Dios, a los que profesan ser cristianos y a todo el mundo. El Libro Santo se atraviesa en su camino y estorba sus planes. Por lo tanto, induce a los hombres a dudar de su origen divino. Luego eleva en un pedestal al incrédulo Tomás Paine, como si hubiese entrado en el cielo cuando murió, y ahora se dedicará a enseñar al mundo, unido con los santos apóstoles a quienes odió en la tierra.

Satanás asigna a cada uno de sus ángeles el papel que ha de desempeñar. Les ordena a todos que sean astutos y arteros. Instruye a algunos para que representen el papel de los apóstoles y hablen en nombre de ellos, mientras que otros deben desempeñar la parte de incrédulos y hombres impíos que murieron maldiciendo a Dios, pero ahora parecen ser muy religiosos. No se establece diferencia entre los apóstoles más santos y el incrédulo más vil. A ambos se les hace enseñar la misma cosa. A Satanás no le importa a quién hace hablar, con vil que logre su objeto. El estuvo tan estrechamente relacionado con Paine en esta tierra, y le ayudó de tal manera en su obra, que le resulta fácil saber qué palabras empleaba Paine y reproducir la letra del que le sirvió tan fielmente y logró con tanto éxito sus propósitos. Satanás dictó muchos de sus escritos, y le es fácil dictar sentimientos por medio de sus ángeles ahora y hacer aparecer como que provienen de Tomás Paine, quien, mientras vivía, era un siervo devoto del maligno. Esta es la obra maestra de Satanás. Toda esta enseñanza, que se da como proveniente de los apóstoles, de los santos de hombres impíos que murieron, procede directamente de su majestad satánica.

El hecho de que Satanás asevere que uno a quien él amaba tanto, y que odiaba tan cabalmente a Dios, está ahora con los santos apóstoles y los ángeles gloriosos, debe bastar para quitar todo velo que cubra las inteligencias y descubrir ante ellas las obras sombrías y misteriosas de Satanás. El dice virtualmente al mundo y a los incrédulos: "No importa cuán impíos seáis, no importa que creáis o no creáis en Dios o en la Biblia, vivid como queráis, el cielo es vuestra patria." Porque todos saben que si Tomás Paine está en el cielo, y muy ensalzado, ellos mismos no podrán menos de llegar allí. Este error es tan patente que todos pueden verlo si quieren. Satanás está haciendo ahora, mediante personas como Tomás Paine, lo que ha estado tratando de hacer desde, su caída. Está, por medio de su poder y sus prodigios mentirosos, destruyendo el fundamento de la esperanza cristiana, y apagando el sol que ha de alumbrarlos en el camino angosto que lleva al cielo. Está haciendo creer al mundo que la Biblia no es inspirada, ni mejor que un libro de cuentos, mientras ofrece algo que la ha de reemplazar, a saber, las manifestaciones espirituales.

Referencias

  1. Russell, Bertrand: artículo "El destino de Thomas Paine" (1934) en Por qué no soy cristiano. Ed. Edhasa. Barcelona, 2007. ISBN 978-84-350-3475-3 p. 169

Véase también

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