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== En la cultura popular ==
== En la cultura popular ==
haora ya no se reeligen los presidentes


== Véase también ==
== Véase también ==

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Revolución mexicana

Fotografía de insurrectos y sus esposas.
Fecha 1910 - 1917
Lugar México
Beligerantes
Revolución maderista:

*Maderistas
*Orozquistas
*Villistas
*Zapatistas

Revolución constitucionalista:

*Tropas federales al mando de Victoriano Huerta
*Orozquistas


*Tropas federales al mando de Porfirio Díaz






*Villistas
*Zapatistas
*Ejército Constitucionalista de Venustiano Carranza
Porfiriato Revolución mexicana México posrevolucionario

La Revolución mexicana fue la segunda revolución social y política del siglo XX, que inició en 1910 y terminó oficialmente en 1917 con la promulgación de la Constitución de 1917, si bien hubo conflictos internos y rebeliones armadas hasta la década de los treinta. El movimiento armado inició como una rebelión en contra de la dictadura de Porfirio Dí­az, quien se mantuvo en el poder por 30 años.

Historia

Antecedentes

Porfirio Díaz.

Porfirio Díaz, militar y político mexicano que había combatido durante la Intervención Francesa, había asumido la presidencia desde 1876[1]​ y para el final de su séptimo mandato, en 1910, había mantenido una dictadura de 34 años.[2]​ Durante los últimos años de su gobierno Díaz gozó de poca credibilidad y sus opositores se iban incrementando.[3]

Sociales

Huelga de Cananea, 1 de julio de 1906.

Durante el gobierno de Díaz existían numerosos latifundios, y el 80% de la población mexicana dependía del salario rural. Además, las tiendas de raya eran una práctica común en éstos lugares, en los que se otorgaban los salarios de los trabajadores en mercancía. Mediante este sistema, se lograba que los trabajadores alcanzaran tal cantidad de crédito, que quedaban endeudados de por vida.[4]​ En el campo además actuaba el llamado"Cuerpo de Rurales", un cuerpo policíaco encargado de "resguardar la paz" en el campo, generalmente a través de métodos brutales. Otra práctica de este grupo era la leva, o reclutamiento obligatorio.[5]

En las ciudades, a partir de 1906 comenzaron a surgir una gran cantidad de movimientos obreros. Son representativas en este rubro las huelgas de Cananea y Río Blanco.[6]​ La respuesta del gobierno ante estos movimientos fue la de reprimirlos por medio de la fuerza militar.[6]

Diversos intelectuales luchaban por defender los derechos de la clase obrera, tal como el caso de Lázaro Gutiérrez de Lara, Sarabia y Ricardo Flores Magón, quien había alentado los movimientos obreros en Cananea y Río Blanco.[7]​ Uno de los medios de comunicación de ésta línea era el periódico Regeneración[6]​ (surgido en 1900).[8]​ Este movimiento intelectual se radicalizó finalmente, haciendo un llamado a las armas en el año de 1908.[8]

En términos generales la repartición de la riqueza en México era desigual. En 1910 menos del 1% de las familias en México poseían o controlaban cerca del 85% de las tierras cultivables.[9]

Económicos

A principios del siglo XX se comenzó con la explotación petrolera en México, aunque las concesiones se dieron a compañías extranjeras como Standard Oil y la Royal Dutch Shell.[10]​ Este proceso finalmente llevó al país a una transformación industrial. Inversionistas extranjeros, protegidos por el gobierno, invirtieron en industrias y explotación de materias primas, se impulsó la minería y fue modernizada la industria textil, lo que además impulsó el sistema ferroviario.[10]​ Para 1910, ya existían 24.000 kilómetros de líneas ferroviarias.[11]

Sin embargo, en 1907 se desató una fuerte crisis internacional en Estados Unidos y Europa, lo que llevó a una disminución de las exportaciones, se encarecieron las importaciones y se suspendieron créditos a industriales. La situación desató un fuerte desempleo, además de que disminuyeron los ingresos del resto.[12]

Una sequía que tuvo lugar en 1908 y 1909 afectó la producción agrícola,[13]​ se tuvo que importar maíz[13]​ por un valor de 27 millones de pesos.[10]​ Esta situación afectó a gran parte de la población, ya que el maíz era parte de la dieta del 85% de la población.[14]

Políticos

James Creelman, de la Pearsons Magazine, realizó una entrevista al presidente Díaz en 1908 donde éste último aseguraba que dejaría la presidencia al finalizar su término.

En 1908 la situación política del país comenzó a agitarse, al darse a conocer una entrevista que realizó James Creelman, de la Pearsons Magazine, al entonces presidente de México[5]​ el 18 de febrero de ese año.[15]

En dicha entrevista, Díaz aseguraba:

He esperado con paciencia el día en que el pueblo mexicano estuviera preparado para seleccionar y cambiar su gobierno en cada elección sin el peligro de revoluciones armadas y sin estorbar el progreso del país. Creo que ese día ha llegado.[15]

A partir de ese momento se comenzaron a formar diversos clubes antirreleccionistas en todo el país. El el Estado de Coahuila además surgió el libro La sucesión presidencial en 1910, donde su autor, un hacendado de nombre Francisco I. Madero, hace un análisis de la situación política mexicana y además critica el gobierno de Díaz, aunque de manera moderada.

A raíz de la entrevista de Creelman al presidente Díaz y de la aparición del libro de Madero, surgieron varios partidos políticos, algunos a favor del actual gobierno y otros completamente en contra.[16]​ Entre ellos se encontraban el Partido Democrático (en el que habían participado entre otros Benito Juárez Maza y Manuel Calero)[16]​ y los Reyistas (partidarios del General Bernardo Reyes), quienes fundaron el Club de Soberanía Popular,[17]​ aunque posteriormente el general fue eliminado de la planilla.

A final de cuentas, Díaz decidió postularse nuevamente para presidente junto con Ramón Corral para vicepresidente[18]​ y en 1909 se reorganizó el Club Reeleccionista, por parte de los miembros de la aristocracia, con la finalidad de promover su campaña.[18]​ Como contrapropuesta surgió el Centro Antirreleccionista, con Francisco I. Madero como figura central.[19]

Francisco I. Madero
Francisco I. Madero, político coahuilense y figura clave en la revolución mexicana.

Nacido en Parras, Coahuila, el 30 de octubre de 1873, hijo hacendado y nieto de antiguo gobernador de Coahuila, estudió en Francia (Versalles y París) por 5 años, tomando cursos de economía y comercio.[20]

Después de las declaraciones de Díaz en la entrevista de Creelman publicó un libro en el que hace un análisis de la situación política y al mismo tiempo critica el gobierno de Díaz. Posteriormente realizó tres giras para promover clubes antirreeleccionistas estatales con miras a celebrar una convención anual en abril de 1910, en la que se constituiría el Partido Nacional Antirreeleccionista y se designarían los candidatos para las próximas elecciones.[21]​ Madero fue aprehendido por órdenes del juez de Distrito de San Luis Potosí mientras se encontraba en Monterrey,[22]​ acusado de incitar a la rebelión,[23]​ por lo que fue trasladado y confinado en la prisión del Estado. 45 días después fue puesto en libertad bajo fianza pero sin la posibilidad de salir del Estado. Es durante este periodo que se realizaron las elecciones presidenciales.[22]

Plan de San Luis

Las elecciones se realizaron el 26 de junio de ese año, resultando electos Díaz y Corral.[22]

En el mes de septiembre se llevaron a cabo numerosas celebraciones con motivo del centenario de la independencia. Para tal ocasión asistieron embajadores y ministros plenipotenciarios de diversos países que mantenían relaciones internacionales con el país: de España acudió el representante personal de Alfonso XIII, rey de España, el Marqués Camilo de Polavieja, quien llevó el uniforme de José María Morelos y Pavón para entregárselo al gobierno mexicano; por los Estados Unidos asistió el embajador especial Curtiss Guild, Carl Buenz embajador especial de Alemania, Chan Tin Fang, embajador de China, el Mayor general Enrique Loynaz de Cuba, y Paul Lafebre de Francia entre otros.[24]

El 6 de octubre Madero escapó de San Luis Potosí con destino a San Antonio (Texas), donde se reunió con sus familiares y partidarios. Allí redactó un documento conocido como Plan de San Luis, aunque el documento apareció fechado el 5 de octubre en San Luis Potosí.[22]​ El plan convocaba a la lucha armada,[23]​ declaraba nulas las elecciones para presidente, vicepresidente, magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y diputados y senadores; se reconocía como presidente provisional y "Jefe de la Revolución" a Madero, y se insistía en reivindicaciones de carácter social para indígenas y obreros.[25]​ El Plan de San Luis señaló el 20 de noviembre como la fecha en que todos los mexicanos debían levantarse en armas contra el gobierno. Junto con este documento, Madero escribió un manifiesto dirigido al Ejército Federal, en el que se le exhortaba a unirse al movimiento revolucionario.[26]

"Conciudadanos:- No vaciléis pues un momento: tomad las armas, arrojad del poder a los usurpadores, recobrad vuestros derechos de hombre libres y recordad que nuestros antepasados nos legaron una herencia de gloria que no podemos mancillar. Sed como ellos fueron: invencibles en la guerra, magnánimos en la victoria".- SUFRAGIO EFECTIVO, NO REELECCIÓN.
San Luis Potosí, octubre 5 de 1910.- Francisco I. Madero[27]

Aquiles Serdán, político mexicano que había huido hacia Estados Unidos después de las elecciones, recibió el encargo por parte de Madero de organizar la revolución en Puebla, de donde era originario. El 18 de noviembre un grupo de policías acudió a su domicilio, donde guardaban las ramas. Aquiles y sus hermanos se resistieron, fueron rodeados por 400 soldados y 100 policías y al final fue muerto en el sótano.[28]

El día 19 Madero salió de Texas[27]​ y el 20 cruzó el río Bravo para volver a territorio mexicano, donde lo esperaban algunos ex militares y algunos pocos voluntarios civiles. Después de algunas escaramuzas de poca importancia, Madero regresó a los Estados Unidos para reorganizar el movimiento,[29]​ aunque no se dirigió hacia San Antonio, ya que se había dictado una orden de aprehensión en su contra allí. En su lugar, se trasladó a Nueva Orleans.[30]

A pesar de que la muerte de Serdán parecía un fracaso en el intento revolucionario, la lucha armada tuvo respuesta en el occidente de Chihuahua, no por parte de los antirreleccionistas, sino de la gente del pueblo y zonas rurales. Posteriormente se extendió a los estados vecinos de Sonora, Durango y Coahuila.[31]

Revolución Maderista

El 20 de noviembre, fecha proclamada para comenzar la Revolución mexicana, tuvieron lugar 13 levantamientos: ocho en Chihuahua, una en Durango, una en San Luis Potosí y tres en Veracruz.[30]

El primer encuentro entre revolucionarios y tropas federales tuvo lugar el 21 de noviembre en Ciudad Guerrero, Chihuahua, donde tropas de Pascual Orozco, seguidor de Abraham González,[32]​ se enfrentó contra el tercer regimiento caballería, al mando del capitán Salvador Ormachea.[33]​ Orozco finalmente se apoderó de la ciudad el 30 de noviembre y partió hacia Pedernales (Chihuahua), donde derrotó a las tropas federales.[34]​ Para finales de ese mes, la lucha se había extendido a siete estados de la república.[30]

El 15 de diciembre de 1910, Francisco Villa fue desalojado de San Andrés por tropas federales, al mando del teniente coronel Agustín Martínez. Posteriormente se enfrentó contra el general Navarro y decide retirarse a Parral (Chihuahua).[34]

Díaz tomó el control el ejército federal desde la capital y ordenó al general Navarro retomar Ciudad Guerrero con ayuda del 20° batallón de infantería.[34]​ Los revolucionarios y federales se enfrentaron en el cañón Mal Paso, donde los seguidores maderistas tuvieron que retirarse después de seis horas de combate. Un par de días después, tras cuatro horas y media de combate, logran vencer los revolucionarios.[35]​ Díaz ordenó que se reforzaran las tropas de Navarro, quien entró a Ciudad Guerrero el 6 de enero sin combatir, pues la ciudad había sido abandonada.[35]

En Zacatecas Luis Moya se levantó en armas, venciendo posteriormente a las tropas federales en Aguaje (Durango). Poco después tomó la plaza de San Juan de Guadalupe, en ese mismo estado. Salvador Alvarado y Juan Cabral tomaron las armas en el estado de Sonora, tomando los poblados de Cuquiarachi, Frontera y Bacoachi. Severiano Talamantes por su parte hizo lo mismo en Sahuaripa. Praxedis Guerrero se sublevó en Janos, en el estado de Chihuahua, pero fue muerto por las tropas federales.[35]

Madero regresa al país

Madero decidió regresar a México y entró por Zaragoza, al sureste de Ciudad Juárez, el 14 de febrero de 1911 acompañado de algunos seguidores, colaboradores, y su hermano Gustavo, para asumir el liderazgo del movimiento armado, mejorando su organización y permitiéndoles poder atacar poblaciones de mayor tamaño.[36]​ Madero, al frente de unos 800 irregulares, decidió atacar Casas Grandes, Chihuahua, el 6 de marzo. Madero y su tropa resultaron derrotados por el 18° batallón de infantería, al mando del coronel Agustín Valdéz. Incluso, el mismo Madero resultó herido en un brazo.[37]​ Paralelamente, surgieron más movimientos en el país, como en los estados de Guerrero y Morelos,[36]​ extendiéndose el conflicto a prácticamente todo el territorio mexicano.[30]

Madero se retiró para reorganizar sus fuerzas y recibió el apoyo de Pascual Orozco y Francisco Villa, quienes operaban en Chihuahua. Con poco más de 1.500 soldados, Madero quiso atacar la capital del estado pero posteriormente decidió atacar Ciudad Juárez, ciudad fronteriza con los Estados Unidos.[38]

Ante la situación, Porfirio Díaz tomó varias medidas desesperadas como suspender las garantías individuales. Además, ante la noticia de que los Estados Unidos estaban reuniendo su ejército en la frontera, intentó negociar un acuerdo de paz.[39]

Pláticas entre maderistas y el gobierno

Francisco I. Madero y líderes revolucionarios. 24 de abril de 1911.

Francisco Madero padre y Gustavo, hermano de Francisco, se reunieron con José Ives Limantour, Ministro de Hacienda y Crédito Público, en Nueva York. Durante el encuentro le entregaron una propuesta de la Junta Revolucionara donde se pedía al gobierno la adopción de la no reelección, la renuncia el vicepresidente Corral, la democratización del gobierno y que se garantizara la libertad política.[40]

A su regreso a la capital Limantour convenció a Díaz de hacer cambios en su gabinete, por lo que todos, a excepción de dos, fueron reemplazados. Además, Díaz envió al Congreso una iniciativa de ley para prohibir la reelección. Dichos cambios resultaron insuficientes para Madero, quien siguió insistiendo en la renuncia de Días y Corral.[40]

Las negociaciones entre maderistas y el gobierno continuaron, buscando llegar a un arreglo en el que Díaz siguiera en el poder. Representantes del porfirismo ofrecieron incluso la renuncia de Corral, la facultad a los maderistas de nombrar cuatro ministros del gabinete y catorce gobernadores. Madero dispuesto a aceptar pero sus colaboradores se opusieron, por lo que al final se rompieron las negociaciones.[40]

Desde el 11 de abril Madero y sus tropas habían establecido un cuartel general cerca de Ciudad Juárez, en los márgenes del río Bravo y se pactó un armisticio.[41]

El 7 de mayo el presidente Díaz declaró el el diario La Nación el siguiente manifiesto:

Mexicanos:

La rebelión iniciada en Chihuahua en noviembre del año próximo pasado y que paulatinamente ha ido extendiéndose, hizo que el gobierno que presido acudiese, como era de su estricto deber, a combatir en el orden militar el movimiento armado[...]

Algunos ciudadanos patriotas y de buena voluntad ofreciéronse espontáneamente a servir de mediadores con los jefes rebeldes; y aunque el gobierno creyó no deber iniciar negociación alguna, porque habría sido desconocer los títulos legítimos de su autoridad, dio oídos a las palabras de paz, manifestando que escucharía las proposiciones que se le presentaran.

El resultado de esa iniciativa privada fue[...] que se concertara una suspensión de hostilidades entre el General Comandante de las fuerzas federales en Ciudad Juárez y los jefes alzados en armas que operan en aquella región, para que durante la tregua conociera el gobierno las condiciones o bases a que había de sujetarse el restablecimiento del orden[...]

La buena voluntad del gobierno y su deseo manifiesto de hacer concesiones amplias y de dar garantías eficaces de la oportuna ejecución de sus propósitos, fueron interpretados, sin duda, por los jefes rebeldes como debilidad o poca fe en la justicia[...] ello es que las negociaciones fracasaron por la exorbitancia de la demanda previa [...]

Por último, hacer depender la presidencia de la República[...] de la voluntad o del deseo de un grupo más o menos numeroso de hombres armados, no es, por cierto, restablecer la paz[...]

El Presidente de la República[...] se retirará, sí, del poder, cuando su conciencia le diga que al retirarse, no entrega el país a la anarquía y lo hará en la forma decorosa[...]

El fracaso de las negociaciones de paz tal vez traerá consigo la renovación y la recrudescencia en la actividad revolucionaria.
Manifiesto de Porfirio Díaz en La Nación, 7 de mayo de 1911.[42]

Como resultado, el día siguiente se reanudaron las hostilidades, desde las trincheras de un bando hacia otro.[41]

Toma de Ciudad Juárez

Fotografía de los vencedores de la Toma de Ciudad Juárez.

Ciudad Juárez estaba defendida por el general Juan Navarro -al mando de las tropas- y el Coronel de infantería Manuel Tamborrell -a cargo de la guarnición-. Los revolucionarios, bajo las órdenes de Orozco y Villa y desobedeciendo las órdenes de Madero, atacaron la guarnición de ciudad Juárez el 8 y 9 de mayo, y pasaron sus trincheras. Madero intentó infructuosamente detener los ataques pero fue incapaz de hacerlo.[41]​ Más rebeldes se fueron uniendo al ataque paulatinamente, por lo que finalmente Madero dio la orden de atacar al resto de las tropas.

Las tropas revolucionarias finalmente tomaron la plaza el día 10, y el general Navarro decidió rendir sus tropas. Madero entonces, de acuerdo al Plan de San Luis, fue nombrado presidente provisional y constituyó su consejo de Estado, en el que incluía entre otros a Venustiano Carranza, Gustavo su hermano y José María Pino Suárez, entre otros.[43]

El 17 de mayo se firmó un armisticio de cinco días aplicable a toda la República mexicana. Al término de éste, se firmó un tratado de paz en dicha ciudad,[38]​ lo que dio fin a la revolución maderista.[41]

Tratados de Ciudad Juárez
Copia de cantos populares de la época en favor del maderismo. Se muestra la letra de una canción relatando la Toma de Ciudad Juárez.

El día 21 de ese mes[38]​ se firmó en esa misma ciudad un documento conocido como Tratados de Ciudad Juárez.[44]​ El documento decía lo siguiente:

Dicho documento decía lo siguiente:

En Ciudad Juárez, a los 21 días del mes de mayo de 1911, reunidos en el edificio de la Aduana Fronteriza los señores: licenciado Francisco S. Carvajal, representante del gobierno del señor general don Porfirio Díaz; doctor Francisco Vázquez Gómez, Francisco Madero padre y licenciado José María Pino Suárez, como representantes los tres últimos de la Revolución, para tratar de hacer cesar las hostilidades en todo el territorio nacional, y considerando:
  1. Que el señor general Porfirio Díaz ha manifestado su resolución de renunciar a la presidencia de la República antes de que termine el mes en curso.
  2. [...]que el señor Ramón Corral renunciará igualmente a la vicepresidencia[...]
  3. Que [...] el señor Francisco León de la Barra [...] se encargará interinamente del Poder Ejecutivo de la nación y convocará a elecciones [...]
  4. Que el nuevo gobierno [...] acordará lo conducente a las indemnizaciones por los perjuicios causados directamente por la Revolución [...]
Único: Desde hoy cesarán en todo el territorio de la República las hostilidades que han existido entre las fuerzas del general Díaz y las de la Revolución, debiendo éstas estar licenciadas a media[...] se vayan dando los pasos necesarios para restablecer y garantizar la paz y el orden público.
Tratados de Ciudad Juárez, 21 de mayo de 1911.[44]
Renuncia de Díaz

Porfirio Díaz se presentó frente a la Cámara de Diputados el 25 de ese mes, donde presentó su renuncia ante el pleno.[45]​ En dicho documento Díaz aseguraba:

A los CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados.

Presente.
El Pueblo mexicano, ese pueblo que tan generosamente me ha colmado de honores, que me proclamó su caudillo durante la guerra de Intervención[...] se ha insurreccionado en bandas milenarias armadas, manifestando que mi presencia en el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo, es causa de su insurrección.
No conozco hecho alguno imputable a mí que motivara ese fenómeno social; pero permitiendo, sin conceder, que pueda ser culpable inconsciente, esa posibilidad hace de mi persona la menos apropósito para raciocinar y decir sobre mi propia culpabilidad.

En tal concepto[...] (v)engo ante la Suprema Representación de la Nación a dimitir sin reserva el encargo de Presidente Constitucional de la República[...]

El 31 de mayo, Díaz abordó en el puerto de Veracruz el barco de vapor Ipiranga con rumbo a Europa, donde permaneció en el exilio hasta el 2 de julio de 1915, fecha en que falleció.[3]

Interinato de León de la Barra

Francisco León de la Barra asumió la presidencia interina tras la renuncia de Porfirio Díaz.

La renuncia tanto del presidente como del vicepresidente dejó en el gobierno al entonces Secretario de Relaciones Exteriores, Francisco León de la Barra, como interino, quien tomó posesión el mismo 25 de mayo y se mantuvo en el poder alrededor de seis meses.[47]

De la Barra formó un gabinete plural en el que se incluyeron porfiristas, maderistas e independientes,[48]​ aunque esto ocasionó una grave crisis política, aunada además a la actitud que tomó Madero frente a los grupos revolucionarios, lo cual causó severas brechas. Además, el presidente interino y él mantuvieron un constante antagonismo.[47]

Conflicto con el Zapatismo

Auspiciado en los Tratados de Ciudad Juárez, León de la Barra intentó acelerar el proceso de licenciamiento de las tropas revolucionarias. El mayor opositor fue Emiliano Zapata, quien pedía que primero se cumpliera lo prometido por Madero en el Plan de San Luis en el rubro de restitución de tierras.[47]​ Ante la situación, Madero se encontró en medio de la postura del presidente interino y los hacendados del estado de Morelos y las tropas revolucionarias, las cuales pedían que se cumpliera lo prometido.[49]

Intentando conciliar, Madero se reunió con Zapata en Cuautla el 18 de agosto de 1911,[50]​ donde le prometió que resolvería el problema agrario a cambio de que las tropas zapatistas fueran licenciadas. Además le pidió que confiara en las negociaciones con el gobierno. De la Barra pareció estar de acuerdo con las peticiones de Zapata pero en lugar de continuar las pláticas ordenó al general Victoriano Huerta, quien se encontraba en el mismo estado de Morelos, reprimiera por la fuerza el movimiento zapatista. Madero tuvo que salir huyendo de vuelta a la Ciudad de México mientras que Zapata y algunos pocos de sus hombres huyeron hacia las sierras de Puebla y Guerrero. En un manifiesto proclamado poco después dirigido al pueblo de Morelos, Zapata acusaba a los "traidores científicos" de querer retomar el poder, aunque exculpaba totalmente a Madero. Además, proclamaba la existencia del Ejército Libertador del Sur.[49]

Divisionismo dentro del movimiento

Durante el interinato, Bernardo Reyes regresó al país, asegurando que tenía interés de unirse a la "revolución legalizada". En una reunión sostenida por Reyes, de la Barra y Madero, éste último le ofreció a Reyes el ministerio de Guerra, aunque, ante el descontento de los revolucionarios, el ofrecimiento se rompió.[51]

Otro conflicto se suscitó con los hermanos Vázquez Gómez. Emilio Vázquez Gómez fungía como ministro de Gobernación y abogaba por no licenciar las tropas revolucionarias, por lo que su relación con de la Barra no era cordial. El presidente le pidió a Madero que solicitara su renuncia,[51]​ la cual se hizo efectiva el 1 de agosto. Tres semanas después se promulgó el Plan de Texcoco, firmado por Andrés Molina Enríquez, el cual desconocía el gobierno del presidente de la Barra y llamaba a continuar la lucha armada. Como Consecuencia, Molina fue conducido a prisión.[52]

El 31 de octubre de 1911 además se proclamó el Plan de Tacubaya, firmado por Paulino Martínez, periodista de oposición y quien posteriormente se convirtió en ideologo del zapatismo. En dicho documento se aseguraba que el "Jefe de la Revolución" había traicionado sus propios principios asentados en el Plan de San Luis y lo acusaba de rodearse de miembros del antiguo régimen.[53]

Elecciones presidenciales

En medio de dichos conflictos se comenzó a preparar la elección próxima. Madero formó el Partido Constitucional Progresista, basado en el Antirreeleccionista y el Plan de San Luis, y el cual presentaba como fórmula a Madero en la presidencia y José María Pino Suárez para la vicepresidencia. El Partido Nacional Católico, fundado el 3 de mayo de 1911,[54]​ presentó también a Madero para la presidencia y de la Barra a la vicepresidencia.[55]​ El partido reyista por su parte proponía a Bernardo Reyes para la presidencia y el Partido Liberal Puro, que proponía a Emilio Vázquez Gómez.[56]

La elecciones se realizaron en el mes de octubre, resultando ganadores Francisco I. Madero a la presidencia (con el 99% de los votos)[56]​ y José María Pino Suárez a la vicepresidencia, dando inicio su mandato el 6 de noviembre.[57]

Madero llega a la presidencia

Durante este periodo de transición se modificó la constitución mexicana en sus artículos 78 y 109 el 27 de noviembre de 1911 prohibiendo la reelección del presidente y vicepresidente, aunque éste último podía postularse en el período inmediato.[58]​ Además, en diciembre de 1911 se formuló la ley electoral, misma que fue reformada el mayo de 1912. La instauración de dicha ley tenía como finalidad ampliar la libertad electoral, limitar la intervención estatal en las elecciones, y expandir el universo de electores, buscando una mayor igualdad electoral.[59]

Plan de Ayala

Dos días después de la toma de posesión de Madero, el presidente envió un representante a Morelos pidiendo que Zapata licenciara sus tropas. Zapata puso como condiciones que el gobernador del Estado, Ambrosio Figueroa fuera removido del cargo, retiro de las tropas federales, indulto y salvoconducto para los integrantes de su ejército y el establecimiento de una ley agraria que mejorara la calidad de vida en el campo. Madero rechazó las condiciones y envió al ejército a Villa de Ayala, donde establecieron un cerco y abrieron fuego con la intención de terminar con el movimiento. Zapata y sus hombres lograron huir al estado de Puebla, y el 28 de noviembre dieron a conocer el Plan de Ayala, documento redactado por Otilio Montaño y firmado por elementos del Ejército Libertador del Sur.[60]​ En dicho documento se acusó a Madero de haber impuesto al vicepresidente y los gobernadores de los estados en contra de la voluntad popular, se le acusaba de dictador y "en contubernio escandaloso con el partido científico, hacendados feudales y caciques opresores enemigos de la revolución". Además se reconocía como "Jefe de la Revolución" a Pascual Orozco y, en caso de que éste no aceptara, quedaría como jefe Emiliano Zapata.[61]

Al enterarse del Plan de Ayala Madero redobló los esfuerzos por terminar con el movimiento sin conseguirlo, lo que al mismo tiempo lo llevó a una mayor enemistad con los hacendados.[62]

Levantamiento de Pascual Orozco

Desde el momento en que Pascual Orozco desobedeció las órdenes de Madero y se dirigió a atacar Ciudad Juárez se rompieron las relaciones entre estos dos personajes.La situación se agravó cuando no fue elegido para formar parte del gabinete del gobierno provisional formado tras la firma de los Tratados de Ciudad Juárez y cuando durante las elecciones a gobernador de Chihuahua, Orozco perdió frente al candidato que Madero apoyaba, Abraham González.[63]

En marzo de 1912 Orozco desconoció el gobierno de Madero y llamaba a levantarse en armas contra él por medio del conocido Plan de la Empacadora.[63]​ Su movimiento logró convocar a las clases populares, media y alta,[64]​ además de que cobró fuerza después de derrotar a Villa.[65]Victoriano Huerta fue encomendado por el gobierno maderista para sofocar la rebelión,[64]​ y después de vencer el orozquismo se convirtió en héroe nacional, ganándose además la confianza del presidente.[65]

Movimientos contrarrevolucionarios

Rebeliones de Bernardo Reyes y Félix Diaz

Bernardo Reyes había intentando competir en las elecciones para presidente en 1911 pero ante las amenazas de los maderistas decidió salir del país, a San Antonio, Texas, desde donde lanzó el Plan de La Soledad[66]​ en noviembre de 1911 que buscaba desconocer el gobierno de Madero. Regresó a México el 5 de diciembre pero se encontró con que sus seguidores habían desertado, por lo que terminó entregándose ante las autoridades federales. Fue encarcelado en la prisión de Santiago Tlatelolco[65]​ y posteriormente juzgado por un tribunal de guerra acusado de sedición. Dicho tribunal lo encontró culpable, por lo que lo destinó a una corte marcial.[66]

En el Estado de Veracruz, Félix Díaz, sobrino de Porfirio,[67]​ se levantó en armas el 16 de octubre de 1912 seguido de algunos militares de la zona. Sin embargo, el movimiento no tuvo la repercusión esperada y a los pocos días fue derrotado por tropas federales. El 23 de octubre fue capturado y remitido a la ciudad de México, donde fue encarcelado.[68]​ Fue sometido a una corte de guerra, que lo sentenció a muerte,[67]​ aunque, bajo presiones de miembros de la Suprema Corte (porfiristas)[68]​ la pena se le conmutó por prisión perpetua.[67]

Entromisión del embajador Henry Lane Wilson
El embajador estadounidense en México, Henry Lane Wilson, se involucró en la política nacional.

Durante el gobierno de Francisco I. Madero el embajador estadounidense en el país fue Henry Lane Wilson quien, enemistado con Madero, intervino en la política nacional para derrocarlo. Wilson tuvo varias fricciones con el gobierno mexicano porque éste no había favorecido los intereses comerciales de inversionistas estadounidenses, sino al contrario, Madero proclamó una serie de medidas nacionalistas que los afectaban. Por ejemplo, una nueva legislación ferrocarrilera ocasionó que aquellos trabajadores estadounidenses que no supieran español fueran reemplazados por trabajadores mexicanos. Además, una nueva legislación respecto a la explotación petrolera en el país obligaba a pagar impuestos a los extranjeros.[68]

Wilson se encargó entonces de acrecentar las fricciones entre ambos países enviando a su gobierno informes alarmistas sobre la situación del país, por lo que el gobierno de Estados Unidos exigió que se salvaguardara la integridad de sus ciudadanos radicados en México y que se garantizaran las inversiones realizadas.[68]

La Decena Trágica

Soldados sublevados durante la Decena Trágica.

Desde mediados de 1912 se había estado gestando una conspiración, entre los que se encontraban Rodolfo Reyes, hijo de Bernardo, y los generales Manuel Mondragón, representante de Félix Díaz,[69]​ y Gregorio Ruiz.[70]

El día 9 de febrero comenzó entonces un golpe de Estado que se desarrolló en diez días, por lo que es conocido tal acontecimiento como "Decena Trágica".[70]​ Durante ese día alumnos de la Escuela de Aspirantes de Tlalpan y una tropa del cuartel de Tacubaya se rebelaron. Marcharon entonces en dos columnas, una hacia Tlatelolco y otra hacia Lecumberri con la finalidad de liberar tanto al general Bernardo Reyes como a Félix Díaz.[69]

Después de ser liberado Reyes se dirigió hacia el Zócalo de la Ciudad de México, donde buscaba que la guarnición del Palacio Nacional lo secundara. Sin embargo, el general Lauro Villar, jefe de la plaza, ordenó el fuego, muriendo Reyes en el lugar. Félix Díaz por su parte se dirigió a la plaza de la "Ciudadela", lugar donde estableció su cuartel.[69]​ Mientras tanto Madero salió de la entonces residencia oficial presidencial, el Castillo de Chapultepec y se dirigió a Palacio Nacional, donde relevó al general Villar, que había resultado herido durante el combate con Reyes, y encargó a Victoriano Huerta que sofocara la rebelión mientras él salía a entrevistarse con Felipe Ángeles en Cuernavaca.[70]

Madero regresó confiado a la capital acompañado del general Ángeles y Rubio Navarrete, que se había trasladado desde Querétaro. Huerta se encargó de retrasar y entorpecer los ataques, por lo que Gustavo Madero lo mandó aprehender.[69]​ Ante las acusaciones de Gustavo, Huerta reafirmó su lealtad a Francisco I. Madero, quien ordenó su liberación y le recriminó a su hermano por impulsivo,[70]​ esto el día 17 de febrero. Al día siguiente Huerta y Félix Díaz firmaron el Pacto de la Ciudadela, conocido también como Pacto de la Embajada debido a que éste fue firmado en la embajada estadounidense y en presencia de Henry Lane Wilson. El pacto de ambos establecía el compromiso de Huerta de apresar al presidente, disolver el Ejecutivo y tomar la presidencia de la República de manera provisional, llegadas las elecciones Félix Díaz sería nombrado presidente.[69]​ Poco antes de la reunión Gustavo A. Madero fue detenido en un restaurante de la Ciudad de México y trasladado a la Ciudadela,[69]​ donde fue torturado[69]​ y posteriormente asesinado.[71]

El general Aureliano Blanquet se encargó de apresar el Palacio Nacional al presidente Madero y al vicepresidente Pino Suárez, y la madrugada del 19 de febrero, en sesión extraordinaria de la Cámara de Diputados se aceptó la renuncia de ambos.[71]​ Fue designado entonces como presidente el Secretario de Gobernación, Pedro Lascuráin, cuya única acción de gobierno fue nombrar a Victoriano Huerta Secretario de Gobernación y tan sólo 45 minutos después renunció,[69]​ convirtiéndose Huerta en el presidente de México.[71]

Madero y Pino Suárez permanecieron presos en Palacio Nacional hasta la noche del 22 de febrero,[72]​ cuando fueron trasladados a la Penitenciaria del Distrito Federal.[69]​ Al llegar al lugar, ambos fueron asesinados.[72]

Gobierno Huertista

General Victoriano Huerta.

Victoriano Huerta, al llegar al poder, se volvió un dictador que anuló la democracia y la libertad por medio de la fuerza militar.[73]​ Huerta recibió el apoyo de los grandes hacendados, altos mandos militares y del clero y de casi todos los gobernadores,[74]​ a excepción de José María Maytorena, gobernador de Sonora, y de Venustiano Carranza, gobernador de Coahuila.[75]​ La gestión huertista se propuso entonces dos metas: lograr la pacificación del país y lograr el reconocimiento internacional de su gobierno, especialmente por parte de los Estados Unidos.[76]

Intentó conseguir el apoyo de orozquistas y zapatistas, concediendo amnistías generales y enviando representantes. Pascual Orozco puso algunas condiciones que le fueron otorgadas, como empleo de guardias rurales para sus soldados, pago de sueldos a costa del erario y pensiones a viudas y huérfanos, por lo que el 27 de febrero de 1913 Orozco hizo oficial su apoyo al gobierno. Zapata por su parte rechazó tajantemente cualquier oferta, por lo que el movimiento morelense continuó ahora contra el gobierno de Huerta.[76]

La Cámara de Diputados se opuso al gobierno huertista e incluso la facción maderista fue sumamente crítica con sus acciones. Belisario Domínguez, diputado chiapaneco, escribió un discurso en el que condenaba la violencia desatada y acusó a Victoriano Huerta de asesino. Después de ser prohibida su lectura en el Congreso por parte de la Cámara de Senadores, lo difundió por escrito. Poco tiempo después fue asesinado y cuando los miembros de la Cámara exigieron que se investigara su muerte y se garantizara la vida de los miembros del Poder Legislativo, Huerta decidió disolver la Cámara y mandó arrestar a varios de sus miembros. Cuando la Cámara de Senadores tuvo conocimiento de estos hechos sus miembros acordaron disolver su propia Cámara, por lo que Huerta asumió facultades extraordinarias.[77]

Relación con los Estados Unidos

Pocos días después de la decena trágica, Woodrow Wilson asumió la presidencia de los Estados Unidos.[78]​ Wilson, que no simpatizaba con Huerta,[79]​ envió a agentes para que le informaran la situación que prevalecía en el país. John Lind llegó a México después de la renuncia de Henry Lane Wilson, presentó a Huerta en agosto de 1913 cuatro propuestas del gobierno estadounidense:[78]

  • Cese al fuego inmediato y armisticio definitivo.
  • Elecciones libres inmediatas con la participación de todas las facciones.
  • Que el general Huerta no participara en dichos comicios.
  • Acuerdo de todos los partidos de acatar el resultado y cooperar en el nuevo gobierno.

Las propuestas fueron rechazadas por medio del Secretario de Relaciones exteriores, Federico Gamboa, por lo que el presidente Wilson declaró a los Estados Unidos neutral en el conflicto, por lo tanto ninguna de las dos facciones podría comprar armamento del país fronterizo.[79]

Revolución Constitucionalista

Plan de Guadalupe

Un día después del ascenso de Huerta al poder, Venustiano Carranza, gobernador de Coahuila, se dirigió al Congreso local informando su desaprobación a la designación de Huerta como presidente nacional y asegurando que se rehusaba a someterse a su gobierno.[80]​ El día 26 de marzo de 1913, reunidos en la Hacienda de Guadalupe, en Saltillo, Coahuila, Carranza y otras personalidades entre las que destacan Lucio Blanco y Jacinto B. Treviño proclamaron el Plan de Guadalupe, que desconocía a los tres poderes de la federación[81]​ y comunicaba que se tomarían las armas para restablecer el orden constitucional.[82]​ Se nombraba además a Carranza jefe del nombrado "Ejército Constitucionalista" y se le daba facultad de ocupar interinamente la presidencia de México para convocar a elecciones.[81]​ Rápidamente los generales Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, ambos en Sonora, le brindaron su apoyo a Carranza.[83]

Conforme fue esparciéndose el movimiento se le hicieron adhesiones al plan original, principalmente por parte de políticos coahuilenses y antihuertistas de Sonora y Chihuahua.[81]

En el mes de mayo la División del Noroeste, al mando de Álvaro Obregón, tomó los poblados de Santa Rosa y Santa María, con lo que prácticamente se aseguró el control de Sonora, por lo que avanzó por la costa del Pacífico, hasta llegar al centro de Jalisco. En Chihuahua y parte de la Comarca Lagunera operó la División del Norte de Francisco Villa. La División del Noreste, comandada por Pablo González y la División del Centro, al mando de Pánfilo Natera completaron las tropas constitucionalistas que se enfrentaron al régimen huertista durante la segunda mitad de 1913.

En el sur, Zapata también luchó contra el gobierno federal, desconociendo al gobierno el 4 de marzo,[82]​ aunque lo hizo como un movimiento independiente al llamado "constitucionalista".[84]

Toma de Zacatecas

Intervención norteamericana

Archivo:Ocupación estadounidense de Veracruz.png
Desembarco estadounidense en Veracruz.

El 9 de abril, seis barcos estadounidenses estaban anclados cerca del puerto de Tampico, y cuando uno de ellos se acercó al puerto, su personal fue aprehendido por soldados federales. Aunque los estadounidenses fueron liberados al poco tiempo, un contraalmirante estadounidense exigió un castigo ejemplar para quienes habían realizado las detenciones y además se izara la bandera de los Estados Unidos y se saludara con 21 cañonazos. Huerta trató de llegar a un arreglo pero no se pudo solucionar nada debido a que el presidente Wilson había preparado ya la ocupación del puerto de Veracruz para evitar que Huerta recibiera un embarque de municiones procedentes de Alemania. La infantería estadounidense tomó la aduana de Veracruz el 21 de abril de 1914 y posteriormente todo el puerto.[85]

Huerta rompió entonces las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos y envió a la mayor parte de su ejército al estado. Argentina, Brasil y Chile se ofrecieron a actuar como mediadores en el conflicto durante las conferencias en Niagara Falls, Canadá, el 20 de mayo de ese mismo año. El 24 de junio se firmó finalmente un acuerdo que establecía que los Estados Unidos reconocerían cualquier gobierno provisional que resultara del conflicto armado, compensarían a los ciudadanos estadounidenses que se vieran afectados por la revolución y que su gobierno no exigiría indemnización alguna por el incidente de Tampico.[85]

Triunfo revolucionario

Tropas Federales a la espera de Francisco Villa en la Ciudad de Torreón.

El 14 de julio de 1914 Huerta huyó de la capital y al día siguiente, 15 de julio, se presentó ante el Congreso su renuncia.[86]​ Se trasladó a La Habana, Cuba, y de ahí a Estados Unidos, donde fue detenido y enviado a la prisión de El Paso, Texas, donde murió en 1916.[87]

Francisco Carvajal, entonces Ministro de Relaciones Exteriores, quedó al frente del gobierno con la tarea de entregar la capital a las fuerzas revolucionarias y negociar la rendición de las fuerzas federales. Carbajal solicitó la mediación de los Estados Unidos, a lo que Carranza se rehusó. Después de pláticas entre el gobierno y carrancistas, el 14 de agosto de ese mismo año se firmaron los Tratados de Teoloyucan, en donde se presentaba formalmente la rendición incondicional del ejército federal.[86]

El Constitucionalismo

El 15 de agosto de 1915, las primeras fuerzas revolucionarias ocuparon la Capital, y Obregón quedó como autoridad principal. Este, entre otras cosas, dispuso la ocupación de varios templos y la aprehensión de los sacerdotes del Arzobispado de México para exigirles medio millón de pesos, que no entregaron porque no los había: a resultas de ello, decretó la expulsión de los sacerdotes extranjeros, a los mexicanos los amagó de muerte, y a algunos los envió a Veracruz, quedando libres al final, logrando así oposición con viejos miembros del Partido Católico que presidía Rafael Ceniceros y Villareal. En general, la acción en el área carrancista fue, en muchos sitios antirreligiosa. En Durango, Obregón tomó para así el anillo pastoral del Obispo, cuando este no pudo darle el dinero que se pedía, y se le obligo a barrer las calles. En muchos lugares muchos sacerdotes fueron expulsados o reducidos a prisión, pena de muerte a ellos en San Luis Potosí, cierre de Colegios Católicos, muerte por confesión, quema de confesionarios, esta acción persecutoria, no fue impulsada por Venustiano Carranza, sino por las ideas de Alvaro Obregón, que finalmente serían seguidas por Plutarco Elías Calles, que en ese tiempo ya era General y que originarían la Guerra Cristera. En cambio, en el campo zapatista, no existieron estas persecuciones.

Desaparecido el régimen Huertista, quedaron triunfantes los elementos revolucionarios, pero no hubo entre ellos paz ni armonía pues entre Venustiano Carranza y Emiliano Zapata no hubo entendimiento, como tampoco lo hubo con Francisco Villa, puesto que Carranza le pedía a Zapata que lo reconociera como presidente y cesara la lucha, Zapata aceptaba siempre y cuando Carranza aceptara el Plan de Ayala, y Villa se encontraba en la misma situación pues estaba dispuesto a reconocer su autoridad siempre y cuando se acepte como objetivo principal del nuevo gobierno la repartición de tierras, pero nada se resuelve puesto que Carranza creía que los hacendados tenían derechos por las leyes y que a estos no era posible quitarles sus propiedades a quienes no tenían derecho, a pesar de no hacer nada ante los robos que los carrancistas hacían para hacerse hacendados revolucionarios. Venustiano Carranza entonces decide enviar a Alvaro Obregón a convencer a Francisco Villa, pero tratando Obregón de atacar a las tropas Villistas por un lado y lograr una alianza por el otro, es descubierto por Villa y este manda fusilarlo, pero Serrano y Raúl Madero evitan que Obregón sea fusilado aceptando las condiciones de Villa y firman un acuerdo, logrando escapar a Chihuahua y a medio camino Villa recibe un telegrama de Venustiano Carranza en donde éste rechaza el acuerdo, Villa persigue a Obregón pero ya no lo alcanza y rompe definitivamente con Carranza.

Francisco Villa y sus Dorados

En esta situación algunos revolucionarios convocaron a una convención, en octubre de 1914, para hallar una fórmula que conciliara los distintos intereses y evitara una ruptura peligrosa entre los triunfadores. Sus primeras secciones tuvieron lugar en la Capital y las posteriores y más importantes, pues englobaron a los 4 combatientes, fueron las que tuvieron lugar en Aguascalientes por lo que se conoce como Convención de Aguascalientes. En la convención se decide invitar a los Zapatistas, con voz pero sin voto, ahí se encuentran por fin zapatistas y villistas que descubrieron ahí sus similitudes. Los primeros 15 días transcurrieron con discursos en donde se exponían los diversos puntos de vista hasta que llegan los Zapatistas a la convención, se estudian los diversos postulados y se aprueba el Plan de Ayala. Pero los convencionistas no sólo obtuvieron el visto bueno de todos los demás pues la unión Villa-Zapata logra mayoría, sino que además convencen a algunos obregoncistas y carrancistas con lo que la división se ahondó al nombrarse por ellos Presidente a Eulalio Gutiérrez Ortiz, un Villista, quién tomó el cargo el 3 de noviembre de 1914 y lo abandonó el 28 de mayo de 1915, en franca oposición a Carranza. Las tropas convencionistas obligaron a Venustiano Carranza a salir de la Capital y tomar el rumbo de Veracruz, en donde logró establecerse y aún disponer de tiempo para expedir unas leyes de particular importancia, como fueron, entre otras, la Ley de Relaciones Familiares, la Reforma del Municipio; la Ley de 6 de enero de 1915, que promovía la reforma agraria; algunas de protección a los obreros y otras. Gutiérrez dejó la Presidencia en pugna con Villa pues le negó toda ayuda a Emiliano Zapata y se pasó al bando obregoncista. Entre tanto, se hizo cargo de ella el General Roque González Garza del 18 de enero de 1915 al 10 de junio del mismo año, quién tuvo el apoyo de villistas y de zapatistas, pero se vio envuelto en multitud de problemas políticos, militares y de abastecimiento de alimento a la Ciudad de México, que sufrió una temporada de hambre por la carencia de bastimentos. Fue sucedido por el licenciado Francisco Lagos Cházaro del 10 de junio de 1915 a enero de 1916, y quién tuvo una autoridad más aparente que real, pues Zapata y Villa, aunque decían reconocerlo, de hecho actuaban por su propia cuenta. Las diferencias entre Villa y los carrancistas se agravaron cada vez más. La lucha tomó caracteres muy vivos cuando Carranza envió a la guerra contra Francisco Villa a Álvaro Obregón, y dentro de ella destacaron los combates en la región de Celaya (Batalla de Celaya) y León, en donde los villistas fueron deshechos por Alvaro Obregón que implementó nuevas técnicas inventadas en Europa, la “Guerra de Trincheras”. Vencidos los hombres de Villa y capturados muchos de ellos, 200 oficiales villistas fueron asesinados con ametralladoras por los carrancistas además de las derrotas en Aguascalientes, Durango y Naco, Sonora que obligaron a Villa a refugiarse en Chihuahua.

Defensa Revolucionaria

Reducido a Jefe de grupos poco numerosos, en Chihuahua, Villa se reorganizó y siguió dando guerra en ese estado como guerra de guerrillas. En octubre de 1915, los Estados Unidos reconocieron como único gobierno al de Venustiano Carranza, pese a que, de acuerdo con las leyes mexicanas el legítimo era el de la Convención de Aguascalientes. Indignado por el reconocimiento, Villa, con 400 hombres atacó la población de Columbus, Nuevo México (Batalla de Columbus) tomándola por unas horas y dio muerte a americanos en Santa Isabel, Chihuahua. Las tropelías villistas dieron lugar a que Woodrow Wilson con el permiso de Venustiano Carranza enviase al suelo Mexicano a una Expedición Punitiva comandada por el General John J. Pershing al mando de 12 regimientos, caballería y fuerzas aéreas, en ese momento fueron socorridas por el Coronel Maximiano Márquez Orozco, dándoles asilo y comida en la Hacienda de Babícora, misión que resultó infructuosa porque nunca dio con Francisco Villa, Tropas carrancistas y estadounidenses buscaron al guerrillero por todas partes pero nunca lo encontraron y en las dos batallas que enfrentaron contra los villistas durante los seis meses de búsqueda fueron derrotados en el Parral por villistas y en el Carrizal por tropas carrancistas que no dejaron pasar a las tropas estadounidenses al lugar por mandato. Las Tropas Villistas al mando de Francisco Villa en ese tiempo recuperaron mucha parte de su ejército y volvieron a tomar Chihuahua exitosamente, aunque sólo por momentos.

Presidencia de Carranza y Constitución de 1917

Venustiano Carranza.

Por ese entonces se convocó a un Congreso Constituyente en la Ciudad de Querétaro, al que concurrieron diputados de todo el país, aunque hay quienes afirman que fueron deliberadamente excluidos los adversarios ideológicos del carrancismo. Los integrantes de este Congreso Constituyente se aplicaron a elaborar la nueva Constitución Federal, que en cierto modo siguió muchos principios de la anterior, la de 1857, aunque en no pocos artículos se introdujeron reformas, o se establecieron principios completamente nuevos, sobre todo en lo referente a la reforma agraria, que impulsó la desaparición del régimen feudal pre-existente y la consecuente distribución de la tierra. Del mismo modo se plasmaron cambios radicales en lo que ve a la protección de la clase obrera. Los aspectos educativo y de la laicisidad del estado mexicano, también fueron introducidos en el texto constitucional. El Proyecto original de la Constitución estuvo redactado por los diputados José Natividad Macías, Félix F. Palavicini, Luis Manuel Rojas, Alfonso Cravioto, Manuel Andrade y Juan N. Frías, pero en el curso del debate, el contenido fue modificado hasta alcanzar su forma final, que fue promulgada el 5 de febrero de 1917.

Entre sus normas fundamentales, pueden mencionarse las siguientes:

  • El Artículo 1º estableció el otorgamiento de “garantías” o derechos individuales a toda clase de personas.
  • El Artículo 2 prohibió la esclavitud.
  • El Artículo 3 estableció la educación laica para escuelas oficiales y particulares.
  • El Artículo 4 consagró la libertad de trabajo.
  • El Artículo 5 prohibió los votos religiosos y el establecimiento de órdenes religiosas.
  • El Artículo 7 prescribió la libertad de imprenta.
  • El Artículo 24 estableció la libertad de creencias, pero prohibió todo acto de culto externo fuera de los templos o de las casas particulares.
  • El Artículo 27 estableció el antiguo principio español del dominio de la nación sobre subsuelo. Consagró el reparto de la tierra; y perpetuó la nacionalización de los bienes eclesiásticos y prohibir la existencia de colegios eclesiásticos, conventos, obispados y demás.
  • El Artículo 39 consagró el principio de la soberanía nacional.
  • El Artículo 40 señalo que el régimen del gobierno era el de una república representativa, democrática y federal.
  • El Artículo 49 dividió el ejercicio del Supremo Poder de la Federación en tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
  • El Artículo 50 indicó que el Poder Legislativo se formaría por un Congreso con dos Cámaras, una cámara alta y otra baja, es decir, una de senadores y otra de diputados.
  • El Artículo 80 consagró como depositario del Poder Ejecutivo al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
  • El Artículo 94 puso las bases del poder Judicial de la Federación.
  • El Artículo 107 consagró el “Juicio de Amparo”.
  • El Artículo 115 puso las bases del municipio libre.
  • El Artículo 123 es la base del Derecho Social mexicano; estableció un régimen de protección a la clase trabajadora.

Plan de Agua Prieta y muerte de Carranza

Consecuencias

Legado

Monumento a la Revolución en la Ciudad de México.

En la cultura popular

Véase también

Referencias

Notas

  1. Cumberland, 1991:11.
  2. Aunque Manuel González fue presidente entre 1880 y 1884, algunos escritores e historiadores coinciden en que Díaz dictaba en la política nacional. Cumberland, 1991:11.
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Enlaces externos