Diferencia entre revisiones de «Agorafobia»

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Cuando una persona agorafobica es expuesta al estímulo, presenta una ligera ansiedad predispuesta, que al no poder mantaner un control de relajación, enfoca su atención en las sensaciones fisiológicas que su cuerpo presenta, como:
Cuando una persona agorafobica es expuesta al estímulo, presenta una ligera ansiedad predispuesta, que al no poder mantaner un control de relajación, enfoca su atención en las sensaciones fisiológicas que su cuerpo presenta, como:
''"Taquicardia, Ráfagas de calor/frío, Temblores, Pérdida de sensibilidad, Ahogo o falta de aire, Hiperventilación, Mareo, Vértigo, Sensación de irrealidad, Dolor u opresión en pecho, Calor, Sudor, Sofoco, Fatiga o cansancio, Náuseas, Dificultad para tragar, Sensaciones en el estómago (como mariposas en la panza), Visión borrosa o sensación de ver luces (fantasmitas), Pinchazos, Calambres, Entumecimiento, Tensión, Piernas débiles, Palidez, Sensación de orinar o evacuar, entre otros."''.
''"Taquicardia, Ráfagas de calor/frío, Temblores, Pérdida de sensibilidad, Ahogo o falta de aire, Hiperventilación, Mareo, Vértigo, Sensación de irrealidad, Dolor u opresión en pecho, Calor, Sudor, Sofoco, Fatiga o cansancio, Náuseas, Dificultad para tragar, Sensaciones en el estómago (como mariposas en la panza), Visión borrosa o sensación de ver luces, Pinchazos, Calambres, Entumecimiento, Tensión, Piernas débiles, Palidez, Sensación de orinar o evacuar, entre otros."''.


En pocos segundos, las sensaciones llegan a un nivel tan alto, que la persona se siente indefensa y susceptible, apareciendo automaticamente inminentes ideas de peligro y de la forma de cómo ponerse a salvo, volviendo un caos su estabilidad emocional, por que se siente fuera de control, asegurando que su vida corre peligro y culminara en algo catastrofico (morir posiblemente); por lo que obligan a huir del lugar en busca de ayuda de la manera posible e inmediata para salir de tal situación, ya sea para disminuir o cortar las emociones que presenta.
En pocos segundos, las sensaciones llegan a un nivel tan alto, que la persona se siente indefensa y susceptible, apareciendo automaticamente inminentes ideas de peligro y de la forma de cómo ponerse a salvo, volviendo un caos su estabilidad emocional, por que se siente fuera de control, asegurando que su vida corre peligro y culminara en algo catastrofico (morir posiblemente); por lo que obligan a huir del lugar en busca de ayuda de la manera posible e inmediata para salir de tal situación, ya sea para disminuir o cortar las emociones que presenta.

Revisión del 02:37 25 abr 2010

Trastornos de ansiedad
Crisis de angustia
Trastorno obsesivo-compulsivo
Agorafobia
Trastorno de angustia sin agorafobia
Trastorno de angustia con agorafobia
Agorafobia sin historia de trastorno de angustia
Fobia específica
Fobia social
Trastorno por estrés postraumático
Trastorno por estrés agudo
Trastorno de ansiedad generalizada
Trastorno de ansiedad debido a enfermedad médica
Trastorno de ansiedad inducido por sustancias
Trastorno de ansiedad no especificado
DSM IV
Agorafobia
Especialidad psiquiatría
psicología clínica

La agorafobia es un trastorno de ansiedad que consiste en el miedo a los lugares donde no se puede recibir ayuda, por temor a sufrir una crisis de pánico.[1]

La agorafobia es miedo al miedo. Los agorafóbicos temen las situaciones que puedan generarles sensaciones de ansiedad, miedo a la propia activación fisiológica y a los pensamientos sobre las consecuencias de experimentarlas, como la idea de morir.[2]

Entre los miedos que experimenta el agorafóbico están el miedo a vivir una crisis, a desmayarse, a sufrir un infarto, a perder el control, a hacer el ridículo, etc.

El trastorno se genera por alguna experiencia negativa por parte de la persona, quien al evitar las situaciones parecidas está desarrollando un mecanismo de aprendizaje que hace permanecer el problema. El tratamiento cognitivo-conductual de la agorafobia es el más exitoso entre los utilizados y se basa en someter al paciente a una exposición gradual a las situaciones que típicamente le provocan la ansiedad.

De acuerdo con la etimología de la palabra, la agorafobia está especialmente relacionada con el temor intenso a los espacios abiertos o públicos en los que pueden presentarse aglomeraciones. La palabra procede de los términos griegos "ágora", "plaza", y "phobos", "miedo".

La agorafobia suele incluir o desarrollar en la persona afectada otras fobias más específicas, tales como: a estar o quedarse solo/a (anuptafobia), a los lugares cerrados (claustrofobia), a las alturas (acrofobia), al agua (hidrofobia), estar rodeado de gente (fobia social), a las enfermedades (hipocondría), al día o a la noche (nictofobia), al tiempo/clima (cronofobia) e incluso al sexo (erotofobia).

El agorafóbico tiende a evitar situaciones potencialmente ansiógenas como: salir de casa, usar transportes públicos, ir de compras, comer en restaurantes, entrar al cine, hacer deporte, viajar, estar en lugares públicos, áreas amplias, etc; lo que generalmente presenta un grave problema en su vida, ya que casi nunca deja su hogar; y al hacerlo, generalmente presenta una gran cantidad de ansiedad causada por el pánico.

Este trastorno tiene un mayor porcentaje de pacientes mujeres que hombres.

Al igual que otras fobias, el tratamiento más habitual es de tipo conductual, o cognitivo-conductual.

¿Qué siente un agorafóbico?

La gran mayoría de las personas agorafóbicas experimentan una serie de emociones y malestares fisiológicos (síntomas) a causa de la respuesta de ansiedad, por ser sometidas o expuestas al estímulo desencadenador de su pánico.

Una persona agorafobica puede desencadenar un ataque de pánico aún cuando no se encuentre en la situacion temida, simplemente se presenta por factores internos de su propio organismo que da señal de peligro.

Cuando una persona agorafobica es expuesta al estímulo, presenta una ligera ansiedad predispuesta, que al no poder mantaner un control de relajación, enfoca su atención en las sensaciones fisiológicas que su cuerpo presenta, como: "Taquicardia, Ráfagas de calor/frío, Temblores, Pérdida de sensibilidad, Ahogo o falta de aire, Hiperventilación, Mareo, Vértigo, Sensación de irrealidad, Dolor u opresión en pecho, Calor, Sudor, Sofoco, Fatiga o cansancio, Náuseas, Dificultad para tragar, Sensaciones en el estómago (como mariposas en la panza), Visión borrosa o sensación de ver luces, Pinchazos, Calambres, Entumecimiento, Tensión, Piernas débiles, Palidez, Sensación de orinar o evacuar, entre otros.".

En pocos segundos, las sensaciones llegan a un nivel tan alto, que la persona se siente indefensa y susceptible, apareciendo automaticamente inminentes ideas de peligro y de la forma de cómo ponerse a salvo, volviendo un caos su estabilidad emocional, por que se siente fuera de control, asegurando que su vida corre peligro y culminara en algo catastrofico (morir posiblemente); por lo que obligan a huir del lugar en busca de ayuda de la manera posible e inmediata para salir de tal situación, ya sea para disminuir o cortar las emociones que presenta.

Es importante resaltar que los pensamientos aparecen automáticamente y como venidos de la nada, aun cuando la persona se esfuerce en no tenerlos, lo que aumenta la respuesta fisiológica. Dependiendo de la sensación más aguda que se experimente, es el pensamiento que su sistema nervioso autónomo (cerebro) dará. Casi siempre aparece el miedo a:

-Tener un ataque al corazón: Aunque es el miedo más común, es la sensación más corriente provocado por el pánico. Quienes sienten esto, sienten latir su corazón con un golpeteo muy fuete y rápido (taquicardia). Algunas veces sienten que el brazo se adormece o una opresión en el tórax que les difuculta respirar o hablar; y su cerebro le hace creer que van a morir de un infarto.

Para que suceda un accidente cardíaco se necesitan características muy específicas, como: lesiones graves en el corazón o arterias cincundantes, exceso de ácidos grasos en la sangre, sobrepeso, vida sedentaria, consumo excesivo de alcohol, tabaco u otras drogas, antecedentes genéticos, edad avanzada, o ser varón. Debe quedar claro que el estrés por sí solo no causa accidentes cardíacos, aunque se esté en el peor de los ataques de pánico y reuniendo algunas de las características antes mencionadas. Aun así la posibilidad es muy baja.

Lo que sucede en realidad es que aparece una subida brusca en la tasa cardíaca para enviar más sangre oxigenada a los tejidos y músculos del cuerpo, ya que nuestro organismo se prepara para correr o luchar. Por lo tanto, más que provocar un accidente cardíaco lo que hace las subidas bruscas en la tasa cardíaca es fortalecer el corazón. Así, la próxima vez que se note esta sensación se debe pensar que se ha iniciado el entrenamiento de nuestro corazón.

-Ahogarse o asfixiarse: La única forma de que una persona muera asfixiada es que no llegue oxígeno a los pulmones, y lo que sucede en un ataque de pánico es completamente opuesto a la asfixia; el nivel de oxígeno es superior a lo normal. En este caso se está en un estado antagonista a la asfixia.

Como parte de la respuesta de ansiedad, nuestro organismo acelera el ritmo respiratorio, haciendo la respiración más profunda y rápida. La explicación ya se conoce: se necesita más oxígeno en la sangre para luchar o correr. Sin embargo, si no se realiza una de estas actividades caemos en un estado de "hiperventilación".

En nuestro organismo hay más oxígeno del que se necesita, y paradójicamente uno de los efectos que esto produce es la sensación de asfixia o falta de aire. En este caso se deben emplear las técnicas de relajación y respiración. Un método que se suele usar para esta sensacion es respirar lo más despacio y profundo posible sobre una bolsa de papel o un equivalente, para nivelar el oxígeno del cuerpo, lo que a su vez relajara el cuerpo y posiblemente elimine todos los sintomas del pánico.

-Desmayarse: Este miedo es muy habitual para quienes notan sensaciones de mareo, vértigo, debilidad y/o piernas flojas. Su temor es el de un inminente desvanecimiento o pérdida de la conciencia en pleno ataque de pánico.

Fisiológicamente, los desmayos son producidos por una bajada brusca de la presión arterial. Si de pronto se desacelera el ritmo cardíaco, la sangre no llega con suficiente fuerza a nuestro cerebro; entonces se produce un desmayo. Sin embargo, cuando se está en un ataque de pánico, ocurre todo lo contrario: el corazón late con mayor fuerza y aumenta la presión, con lo cual es muy difícil desmayarse en ese estado.

Algunas personas que tienen este miedo, quizás hayan pasado por algún desmayo real. Si tu caso es uno de estos, es interesante que compares cómo un desmayo es un alejamiento progresivo de la realidad, como caer en un sueño profundo, mientras que en el pánico es todo lo contrario; tu cuerpo se encuentra "ultra-acelerado" y lo que nunca ocurrirá es desmayarte. Si la adrenalina vaga libremente por tus venas.

-Perder el control o volverse loco: Esta creencia aparece como resultado de notar anomalías en la visión, como "ver lucecitas", sensación de irrealidad, o pensamientos acelerados de querer escapar.

Cuando se está en pleno ataque de pánico, el organismo se prepara para correr o luchar; así activa todo nuestro cuerpo para una mejor reacción ante el peligro y sobrevivir. En este caso aumenta el campo visual dilatando nuestras pupilas para un mejor alcance visual de nuestro enemigo. Como esto no sucede, la luz ambiental es demasiada para nuestras pupilas dilatadas, dando a su vez la peculiaridad de ver esas "lucecitas" vagas.

Por otro lado, cuando se cree que se va a perder la razón pensado cosas como "algo me va a dar", "tengo que salir", "¿y si corro?", "pediré ayuda ya", "voy a tener...", etc. A partir de ese momento la persona piensa que se está volviendo loca, que será un enfermo mental, o quizás un esquizofrénico.

Otras personas creen que harán conducatas extravagantes, ridículas o violentas que pongan en peligro la integridad física de otras personas o de sí mismos, como: salir corriendo sin destino, gritar, tirarse al suelo, patalear, golpear, agredir o suicidarse. Esta sensación aparece por la percepción de descontrol que se tiene al estar en pleno ataque de pánico.

Lo peor que puede pasar en esta situación es que la persona escape a un lugar seguro, "poniéndose a salvo", y esto es algo que la persona suele hacer voluntaria y conscientemente. En el próximo ataque de pánico, no te preocupes, tus músculos harán lo que solo tú decidas hacer.

-Miedo al miedo: Cuando se han sufrido otros ataques de pánico, la persona desarrolla otro miedo: el miedo a sufrir otro ataque.

El verdadero miedo es que el ataque de pánico siga, siga y no pare; otras personas temen que el próximo ataque no tenga fin. En este caso, es un buen momento para emplear la terapia cognitiva-conductual; el pánico es fruto de malas experiencias y de aprendizajes inadecuados.

El sistema nervioso autónomo (cerebro) está diseñado para trabajar a alta intensidad pero en cortos periodos de tiempo. Cuando el sistema simpático se activa, también lo hace el parasimpático, que lo controla y lo frena. Un ataque de pánico, aún sin técnicas de control, solo durará unos minutos.

Así que cuando creas que nunca superarás el problema o que te quedarás estancado en el clímax del pánico, recuerda que es muy poco probable que esto suceda.

¿Cómo funciona el pánico en una persona agorafóbica?

Lo primero a resaltar es que la ansiedad, pero sobre todo el pánico, solo aparece en ciertas condiciones, provocada por situaciones y estímulos ambientales o corporales muy específicos. Estas son las principales situaciones que existen en una persona agorafóbica:

1- Ataque de pánico en una situación agorafóbica. Este ataque surge de una manera previsible provocado por el estímulo externo, ya que la persona ha tenido ataques en la misma situación y cree que hay muchas posibilidades de sufrirlo nuevamente, lo cual hace que aumente su temor, y al final termina teniendo el ataque.

La persona tiende a generar una ansiedad anticipadora (sugestión) antes de enfrentar el estímulo, por lo que le causa un temor extremo cuando se encuentra en dicha situación. Es por eso que buscan la compañia de personas de confianza para enfrentar dicha situación.

2- Ataque de pánico previsible en una situación segura. Aquí la persona predice que va a tener un ataque en base a estar muy activado emocionalmente, ya sea por alegría, estrés, tristeza, enfado o preocupación, por lo que evita tener niveles altos de emoción. Tal es el caso que puede surgir el temor al sexo, por lo que evita tener un nivel de excitación emocional elevada.

3- Ataque de pánico imprevisible en una situación segura. En este caso, el pánico sucede cuando la persona se encuentra en un sitio catalogado por ella misma como “seguro” o de “antipánico” y su estímulo es de caracter interno. Su cuerpo toma ciertas funciones fisiológicas o cambios corporales vitales, como: los cambios digestivos, la fatiga de un esfuerzo, sintomas de un resfrio, dolores vagos por cansancio, hipnogógica, etc. que hacen que se malinterpreten con pensamientos catastróficos (autovigilancia), produciendo una gran cantidad de ansiedad que al final termina con el ataque.

4- Ataque de pánico por anticipación. Aquí la persona asegura que sufrirá un ataque al ser expuesta al estímulo disparador de ansiedad, lo cual hace que sufra un ataque aún sin antes haber sido expuesta al estímulo.

Terapia Cognitiva-Conductual

El tratamiento no es más que un enfrentamiento cara a cara con el problema y consta de 3 pasos básicamente. Aquí se reeduca al paciente con teoría y conocimientos sobre el tema central, se hacen exposiciones interoceptivas (in vitro) y exposiciones reales (in vivo). En pocas palabras, hacer esta terapia cognitiva es como jugar a ser científico, se observa la realidad, se recopilan datos de lo que se conoce, se analiza, se crea una hipótesis, se experimenta y por último se obtiene una ley.

Esto quiere decir que la terapia consta de un análisis completo estudiando el origen de la ansiedad, cómo surge, para qué sirve, cuáles son sus componentes, cómo se manifiesta y en qué nos beneficia. Comprendiendo cómo la ansiedad funciona y cómo ahora está afectando su vida, el paciente deduce por qué razón su cuerpo reacciona de esa manera, y del por qué la mente le protege del supuesto peligro.

Con bases fijas de cómo surge la ansiedad, sobre todo el pánico; comienza la exposición interoceptiva (in vitro), esto es provocándose voluntariamente situaciones que le generen ansiedad pero sobre todo el pánico.

El objetivo de la exposición “in vitro”, es que el paciente experimenta estímulos que desatan su ansiedad o pánico en situaciones donde "supuestamente esta a salvo"; y logra comprender que sus pensamientos automáticos son falsos, que no vendrá una catástrofe como creía desde un principio, que no sucederá alguna tragedia y que podrá enfrentar una situación real que implique reto o un comportamiento distinto. También aquí se enseña al paciente eliminar tensión de su cuerpo, con ligeros ejercicios de respiración y relajación (comúnmente).

Cuando el paciente está convencido de que puede al sentirse apto y seguro de sí mismo para enfrentar la realidad, comienza la exposición “in vivo”, es decir, se enfrenta cara a cara a su temor, afrontando sus pensamientos y sus sensaciones en la situación temida, y comprobando aún más que no vendrá la catástrofe que su mente había creado.

Es importante que permanezca en tal situación tanto tiempo como el paciente lo necesite y lo soporte, para que poco a poco desaparezca el malestar y compruebe que las sensaciones son totalmente innocuas e innecesarias; y si se insiste mas, llegará un momento en que la situación no generara ningún tipo de ansiedad, y la terapia habrá funcionado.

Los primeros ensayos, pero sobre todo las exposiciones "in vivo" serán largas y duras. No se debe obligar al paciente a hacerlo por la fuerza o bajo amenaza. Si se desea ayudar, es mejor estimularlo con ideas positivas, haciéndole ver cuáles serán sus logros y beneficios obtenidos cuando finalice su exposición "in vivo". Por eso es importante que el paciente lo haga voluntariamente; de esta manera sentirá mayor satisfacción, alivio, desahogo y confianza, pero sobre todo capaz de hacerlo por sí mismo al sentirse una persona sana.

Notas

  1. Un ataque de pánico o crisis de ansiedad consiste en un cuadro clínico caracterizado por el aumento de la frecuencia y presión sanguínea, la respiración agitada, sudor, sensación de ahogo, mareo, temblores y despersonalización.
  2. José Pedro Espada Sánchez, "La agorafobia", pág. 14.

Fuente bibliográfica

  • Espada Sánchez, José Pedro, "La agorafobia", Mente y Cerebro, 37, 2009, págs. 12-20.

Véase también

Enlaces externos