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La ciudad de Aquisgrán fue el mayor ejemplo del esplendor que se alcanzó durante el reinado de Carlomagno. Fue la nueva Roma del resurgido Imperio de Occidente, el centro neurálgico del reino franco desde su construcción hasta la muerte del emperador. La '''capilla palatina''' no se limitó a ser una parte en todo este complejo. No sólo era el lugar donde la familia imperial y la corte pudieran asistir a los oficios, sino que era el lugar donde el emperador Carlomagno hacía justicia. Era, en suma, el símbolo de la unión de Dios y del monarca, que difundía su justicia y su palabra en su nombre.

==Contexto histórico==
[[Archivo:Frankish_Empire_481_to_814-es.svg|thumb|cuadro|Mapa del Imperio Carolingio]]
{{AP|Imperio carolingio}}''

===Antecesores de Carlomagno===

Sería difícil entender la formación del Imperio Carolingio sin al menos mencionar a las dos personalidades que, antes de la llegada del emperador, impulsaron la dinastía carolingia desde su posición original dentro de la nobleza merovingia hasta la cumbre de la jerarquía nobiliaria: Carlos Martel y su hijo, Pipino.

Abuelo de Carlomagno, Carlos Martel (23 de Agosto de 686- 22 de Octubre de 741), regentó el cargo de Mayordomo de palacio (major domus) del reino de Austrasia desde el 715 hasta su muerte, logrando una gran popularidad al derrotar a todos los enemigos exteriores, en particular a los árabes (732).
La monarquía merovingia estaba en decadencia, y si bien Carlos Martel fue respetuoso con la legalidad y mantuvo la ficción de un monarca, su sucesor, Pipino el Breve, derrocó al último rey merovingio, Childerico III, ocho años después de su nombramiento como Mayordomo de palacio (751), bajo la excusa de que ya que eran ellos los que ostentaban el verdadero poder, habían de ser reyes. Este golpe de Estado contó con el apoyo del papado, quien necesitaba un aliado para luchar contra la amenaza lombarda. Durante su reinado, Pipino se dedicó a devolver el orden a su reino: se aseguró el apoyo de la nobleza mediante los juramentos de vasallaje, recuperó los territorios de la Septimania y Aquitania e inició una reforma monetaria en la que se adoptaba el denario franco y el cobro del diezmo.

===Carlomagno===
{{AP|Carlomagno}}''

Carlomagno nació en la ciudad de Herstal, en la actual Bélgica, siendo el primogénito de Pipino el Breve y de Bertranda de Laon. Tras la muerte de su padre en el año 768, el reino franco fue dividido entre los dos herederos del rey, Carlomagno y su hermano menor, Carlomán. El joven rey tomó para sí las regiones de Neustria, el oeste de Aquitania y el norte de Austrasia; es decir, las regiones más exteriores del reino. El primer acontecimiento importante producido durante el reinado conjunto fue el levantamiento de los aquitanos y gascones, en 769, en el territorio dividido entre ambos reyes. Años atrás, Pipino había sofocado la revuelta del Duque de Aquitania, Gaifier. Ahora, un hombre llamado Hunaldo guió a los aquitanos hacia el norte, hasta Angulema. Carlomagno se dispuso para la guerra y lideró un ejército hacia Burdeos. Hunold se vio obligado a huir a la corte del Duque de Gascuña. Éste acabó entregando a Hunold a cambio de la paz y éste fue desterrado a un monasterio. Finalmente, los francos sometieron Aquitania por completo.

En el año 772, el papa Adriano I solicitó la ayuda del rey franco para luchar contra los lombardos. La reacción del monarca fue la invasión del reino lombardo en el 773 y la toma de la capital lombarda, Pavía, en el año 774. Tras la conquista, Carlomagno se proclamó rey de los lombardos y recibió el título de patricio por parte de Roma. Sin embargo, no logró conquistas los ducados de Spoleto y Benevento y las posesiones bizantinas de Apulia y Calabria.

En el 779, Carlomagno cruzó los Pirineos en respuesta a la petición de ayuda de los gobernantes musulmanes de Zaragoza, Gerona, Barcelona y Huesca, quienes habían enviado representantes a la Dieta de Paderborn (777) debido a que sus señores habían sido arrinconados en la Península Ibérica por Abderramán I. Sin embargo, el jefe zaragozano rompió su alianza en el último momento y se negó a abrirle las puertas de la ciudad. Carlomagno se vio obligado a retirarse y, a su paso por Roncesvalles, la retaguardia de su ejército fue sorprendida por los vascones y prácticamente arrasada. Este hecho inspiró uno de los cantares de gesta más famosos y repetidos a lo largo de toda la Edad Media: La Chanson de Roland.
En el interior de Europa, el monarca franco inició una tradición de conquista muy recurrente durante la Edad Media: la cristianización por la fuerza. Combatió ferozmente contra sajones y frisones durante treinta años. En el 788, los devaneos políticos del duque de Baviera, Tasilón, católico y supuesto aliado de los francos, obligaron al monarca a iniciar la conquista del territorio. Finalmente, en 794 Tasilón fue obligado a renunciar a sus derechos y a los de su familia sobre Baviera, que fue subdividida en condados por los francos.

En el año 788, los ávaros, una horda asiática pagana que se había establecido en la actual Hungría invadieron Friuli y Baviera. Carlos estuvo ocupado con otras cuestiones hasta 790, pero en ese año marchó a lo largo del Danubio hasta su territorio, asolándolo hasta Raab. Luego, un ejército lombardo al mando de su hijo Pipino se adentró en el valle del Drava y devastó Panonia. Los siguientes dos años, Carlomagno estuvo atareado tanto con los eslavos como con los sajones. Sin embargo, Pipino y el duque Eric de Friuli prosiguieron sus ataques a las fortalezas circulares de los ávaros. El gran Anillo de los Ávaros, su fortaleza de mayor importancia, fue tomada en dos ocasiones. El botín reunido se envió a Carlomagno, quien se encontraba en su capital, Aquisgrán, y la redistribuyó entre sus seguidores y gobernantes extranjeros.

Establecido de este modo el dominio franco sobre muchos otros pueblos, Carlomagno había construido de hecho un Imperio. Únicamente le restaba adoptar el título. En noviembre del año 800, a petición del papa León III, partió a Roma. El día de Navidad del 800, durante la misa, cuando Carlomagno se arrodilló para orar ante el altar, el Papa lo coronó Imperator Romanorum (Emperador de los romanos) en la Basílica de San Pedro.

El gran monarca franco viviría catorce años más. En enero del año 814 enfermó de pleuritis, muriendo el 28 de ese mismo mes, a avanzadísima edad (para la época) de setenta y dos años.

===La dinastía carolingia y la Iglesia Católica===

Para empezar con este tema es necesario retroceder hasta varios siglos antes del nacimiento de Carlomagno, concretamente al bautismo de Clodoveo en el año 496.

Tras la caída del Imperio Romano de Occidente, la antigua provincia gala se encuentra dividida en varios territorios, controlados por diversos poderes:Los visigodos, situados al sur y con capital en Tolosa, los Burgundios, al oeste, en el valle del Ródano,los Francos al norte y diversos cabecillas locales o regionales, lo único que quedaba de la dominación romana, en el centro.

Durante toda su vida, Clodoveo intentó conservar y agrandar su reino para sus hijos, según la tradición germánica. Para obtenerlo, no duda en eliminar todos los obstáculos que se le presentan: Eliminó los decadentes restos de la dominación romana del centro del territorio y, en resumen a una primera etapa de su reinado, conquistó la mitad norte de la Francia moderna. En cuanto a su relación con el papado, se conoce que hubo contactos entre el monarca franco y el obispo de Reims, futuro San Remigio. Bajo su consejo, Clodoveo contrajo matrimonio con una princesa cristiana, Clotilde, quien se encargó de atraer a su esposo al bando católico.

Si bien al principio Clodoveo mostró recelos hacia el cristianismo, tras la batalla de Tolbiac acaba por convencerse. Según se cuenta, el soberano oró a Cristo. Si su ejército vencía, se bautizaría. Cuando Clodoveo estaba punto de ser capturado por el ejército enemigo, el jefe es alcanzado por una flecha, lo que hizo que su ejército huyera por el pánico. En la Navidad del año 496, cumpliendo con su promesa, Clodoveo se bautiza en la catedral de San Remi, en Reims.

[[Archivo:Chlodwigs_taufe.jpg|thumb|cuadro|izquierda|Bautismo de Clodoveo]]

Los francos se transformaban así en el primer pueblo bárbaro convertido al catolicismo, y las consecuencias de este hecho fueron inmediatas: Clodoveo es visto por la Iglesia como un nuevo Constantino y sus campañas militares adquieren el tinte de cruzadas contra arrianos y paganos. La conversión de Clodoveo unirá al papado y a Francia durante toda la Edad Media.

Volviendo a la época carolingia, en concreto a la época de Pipino el Breve. En el apartado anterior se ha comentado muy brevemente cómo su golpe de Estado estuvo apoyado desde el primer momento por el papado. En el año 749, envió una embajada al papa Zacarías y le preguntó si “estaba bien que fuese rey de Francia quien ahora no ejercía el poder real”. Obviamente, tal cuestión venía a significar la búsqueda de apoyo por parte del papado.

El papa respondió: “Es preferible proclamar rey a quien detenta el poder de hecho antes de que al que lo tiene sólo de nombre”. Así, el pontífice ordenó la unción del nuevo monarca, que fue oficiada por San Bonifacio. Se cerraba entonces una alianza solemne: atrás quedaban los merovingios, descendientes de un dios del mar. De ahora en adelante gobernarían los ungidos por el Señor, reyes por la gracia divina.

Durante el reinado de Carlomagno, la Iglesia vio su oportunidad de restablecer el Imperio Romano de Occidente. Las victorias militares y las conquistas se convirtieron en el ejemplo que los pontífices necesitaban para demostrar a Bizancio (rival, tanto en poderío religiosos como político) que la Iglesia romana renacía.


Todo culminó con la coronación de Carlomagno en la Navidad del año 800 como Imperator Romanorum (título reservado a los emperadores bizantinos). El Imperio se había restablecido, por fin. Carlomagno fue conocido a partir de entonces como el líder imperial de la Cristiandad latina.

==El complejo palatino de Aquisgrán==
[[Archivo:Palais charlemagne.svg|thumb|cuadro|Reconstrucción del palacio de Aquisgrán]]
{{AP|Palacio de Aquisgrán}}''

La construcción de la ciudad de Aquisgrán comenzó en el año 793 ó 794. Era la capital que tanto ansiaba Carlomagno, una urbe digna de su Imperio. Se situó en una antigua zona de aguas termales, ya importante durante la época romana.

Al establecer la capital en Aquisgrán, Carlomagno puso fin con el carácter itinerante de la corte, construyendo una ciudad palatina a semejanza de la de Constantinopla. El soberano quiso recoger la tradición artística de la antigüedad clásica e insertarla en el arte cristiano. De esta manera, el plano de la ciudad palatina queda inscrito en un rectángulo, con una planificación en retícula con dos grandes calles, como en los antiguos campamentos romanos. Además, se reutilizaron mosaicos y mármoles romanos para la construcción de la ciudad.

Se conserva gran parte del palacio, lo que unido a las excavaciones del siglo XIX, nos permite conocerlo en su totalidad. Su planta la constituía un rectángulo de 180 metros de largo, bordeado al norte por el aula palatina y al sur por la capilla palatina. Estas construcciones estaban comunicadas por una galería porticada que recorría toda la ciudad en su eje norte-sur. Este pórtico estaba presidido por una puerta triunfal que recuerda a los arcos de triunfo romanos. Esto indica que los edificios que correspondían al ámbito privado del emperador se encontrarían al este, al oeste los edificios palatinos dedicados a la administración del imperio (donde se encontraba, aunque no se sabe donde, la escuela palatina) y, al sur, los edificios de culto religiosos dispuestos en forma de cruz latina.

Al norte, como ya se ha indicado, estaba el aula palatina. Tenía una planta rectangular de 47,42 metros de largo y 20,76 de ancho. Terminaba en una exedra que sería el lugar donde se encontraba el trono, por lo que era un aula regia donde el emperador hacía una serie de actos en la corte. También tenía dos exedras en los muros laterales, con un valor meramente ornamental. Esta aula palatina se ampliaba por el oeste con un ábside.

Al sur de la ciudad se ubicaba la capilla palatina. Tenía un gran atrio porticado en dirección oeste al que se accedía a través del pórtico. Era un atrio monumental, con capacidad para 7000 personas, y era donde el emperador celebraba justicia. Este hecho se traduce como el símbolo de que Carlomagno hace justicia en el nombre de Dios.
Con este fin de administrar justicia, se construye un pórtico avanzado que representaba dos pisos, comunicando el piso bajo del pórtico con el de la capilla, en tanto que el piso alto del pórtico se comunicaba con la tribuna del deambulatorio. En este piso alto del pórtico, mirando hacia el atrio, había un trono donde se sentaba el emperador, y se comunicaba con el deambulatorio de la capilla que disponía de otro trono donde, ya mirando al este, se sentaba el emperador para asistir a los oficios litúrgicos. El acceso a la tribuna del pórtico se hacía mediante unas escaleras de caracol que había a ambos lados. Esto significa que el emperador accedía por el exterior, probablemente desde unos pasillos que llevarían a su palacio.
En la capilla también encontramos dos capillas laterales que aparecían en los lados norte y sur, que han desaparecido y cuya función se desconoce, pero se especula que pudieron ser utilizadas para guarecer reliquias.

==Historia de la capilla==
[[Archivo:Construction d Aix-la-Chapelle.jpg|thumb|cuadro|Miniatura que representa la construcción de la caplla]]

Conocemos bastantes detalles acerca de su construcción, y además, lo conservado en la actualidad nos permite tener una imagen directa de gran parte del conjunto, aunque ha sufrido muchas remodelaciones. En el siglo XIV, el presbiterio primitivo fue sustituido por una esbelta cabecera gótico, al mismo tiempo que se adjuntaba una torre a los pies, también de estilo gótico. Para compensar el exceso de volumen de estos añadidos sobre el conjunto se decidió sobrealzar el cuerpo central con un casquete con tímpanos triangulares. Ya en el siglo XIX se suprimió la decoración barroca interna, procediendo a una ornamentación historicista de falsos mármoles y mosaicos. Actualmente, una cuidadosa restauración nos permite hacernos una idea del estado original.
Una inscripción, hoy desaparecida, nos recuerda el nombre de su constructor y la procedencia de los artistas que contribuyeron a su edificación: “Eudes de Metz y obreros traídos a Aquisgrán de todas las regiones de este la do del mar”. Ha sido interpretado como que estos obreros eran del Mediterráneo, único lugar donde la edificación en piedra había pervivido durante la época de las invasiones.

Sobre la cronología de las obras, sabemos que debieron comenzar hacia el 790, y que siete años después se estaba culminando la cubierta del octógono central. Por un letrero monumental, sabemos que fue consagrada por el papa León III en la Epifanía del año 805. El templo fue dedicado a Santa María, y debió servir, no sólo como oratorio del monarca y su corte, sino como sagrado contenedor de las reliquias que el emperador atesoraba, entre ellas un famoso fragmento de la capa de San Martín. Precisamente la denominación capella capita, capa pequeña, terminó por designar a las personas que la custodiaban, capellanes, y el espacio que la albergaba, la capilla.


==Descripcción y características técnicas==
[[Archivo:Aachen Dehio 1887.jpg|thumb|cuadro|Vista en corte y planta de la capilla]]
Un gran atrio rectangular y rodeado de pórticos se abría sobre la fachada principal. Ésta se concebía como un gran arco triunfal que cobijaba las grandes puertas de bronce, recurriendo una vez más a los símbolos imperiales clásicos.

La capilla adoptaba una planta centralizada, emulando las iglesias bizantinas, compuesta en su espacio interno, por un octógono de 16,54 metros de diámetro, y está rodeado por un deambulatorio que dobla las dimensiones de la planta y cuyo cierre externo estaba configurado por un hexadecágono.

[[Archivo:Aachener_dom_oktagon.jpg|thumb|cuadro|izquierda|Vista del interior]]

Por encima de este deambulatorio corría una tribuna que rodeaba el espacio central. En ella, sobre el pórtico de entrada, se encontraba el trono imperial. En el deambulatorio, el piso inferior estaba formado por ocho lados mayores, todos cubiertos por bóvedas de arista, y por ocho lados menores cubiertos con bóveda de cañón que apoyan sobremuros de diafragma que dan a arcos muy bajos y los lados menores cubren con cuñas triangulares cubiertos también con bóvedas de cañón. La tribuna está desdoblada en dos registros, el registro inferior es lo que propiamente desemboca al deambulatorio, mientras que el superior nos lleva a una bóveda de cañón muy baja. Da una cierta sensación achaparrada, porque los arcos del piso inferior resultan demasiado bajos en comparación con los dos registros de la tribuna.


[[Archivo:Königsthron_Aachener_Dom.jpg|thumb|cuadro|Trono de Carlomagno]]


Al este se encuentra la cabecera de testero recto, y también divididos en dos pisos, seguramente para que emperador no tuviera que estar pendiente de lo que ocurría en el primer piso.

El cuerpo central emergía hacia lo alto, sobre el entorno del deambulatorio y las tribunas. En el centro, ocho pilares macizos reciben el arranque de las grandes arcadas rebajadas a media altura por columnas de mármol que sostienen un arquitrabe; las columnas de la hilera superior ascienden hasta la arcada.

El tercer nivel está calado de ventanas que derraman luz a raudales; el volumen se cierra por último con una gran cúpula que pudo ser gallonada.

La bóveda actual tiene ocho elementos, y sabemos cómo era el mosaico que cubría la antigua bóveda, que nos es conocido por un grabado de Ciampini, un croquis de Peiresc, y algunas breves descripciones: sobre una bóveda celeste con estrellas aparece un Cristo cosmócrator, sentado sobre el Mundo y apocalíptico, ya que se encuentra acompañado por los veinticuatro ancianos del Apocalipsis, pero acompañado por los cuatro signos del Tetramorfos. Debajo se situa un Crismón, haciendo referencia a que Dios es el principio y final de todo.

El edificio recibió interiormente una riquísima decoración musiva. Las formas actuales son fruto de las diferentes restauraciones. Se emplearon también columnas antiguas que Carlomagno hizo traer de Italia. Las balaustradas de la tribuna se fundieron en bronce por expreso deseo de Carlomagno.

La decoración exterior consistía en muros de mampostería con refuerzo de sillares en los vanos y se recubrían de un enfoscado de color rosáceo, que producía un volumen de gran efecto cromático.

Destaca la pintura mural, que narran tanto la historia franca como escenas bíblicas con una finalidad didáctica. Las figuras tienen una gran expresividad facial, heredera de la tradición italiana y bizantina. Los colores, ocres y marrones, han perdido el brillo original.

La escultura se presenta en tres tipos de materiales: piedra, estuco y metal. Las esculturas en piedra se encuentran en los capiteles, sarcófagos y algunos, representando motivos vegetales Por el contrario, en las esculturas de estuco y metal se aprecia una mayor libertad artística, e incluso aparecen figuras humanas.

Abundan los mosaicos y los marfiles. Estos primeros siguen la técnica romano-cristiana. Pertenecen a una escuela artística desconocida. Los marfiles componen pequeños relieves, que conforman casi un centenar de placas talladas, fueron importadas de Italia y Constantinopla y fabricadas en talleres del norte de Francia. Estos marfiles se usaban como tapas de libros, relicarios y pequeñas cajas. En cuanto a la temática, se reutilizan los modelos antiguos, representando escenas mitológicas junto a temas bíblicos. Este detalle trae consigo la anécdota de que al emperador se le recriminaba a menudo por la abundancia de esas imágenes, que por poco no fueron prohibidas durante el mandato de Ludovico Pío y sus sucesores.

===Influencias y repercusión===

Las influencias más claras de la capilla palatina se encuentran en el mundo clásico y Bizancio. Carlomagno deseaba unificar en su nueva capital los artes clásico y cristiano, de ahí la presencia de los mármoles, los arcos triunfales y los temas paganos junto a los meramente cristianos. Tampoco se puede negar la presencia bizantina, sobre todo en las pinturas, que se había convertido en un referente cultural para los pueblos de Occidente.

Es difícil saber con certeza si otros palacios carolingios imitaron al de Aquisgrán, puesto que muchos de ellos han sido destruidos en múltiples circunstancias históricas. Sin embargo, la capilla palatina de Aquisgrán fue imitada por otros edificios del mismo tipo: el oratorio octogonal de Germigny-des-Prés, la iglesia de Ottmarsheim en Alsacia en cuanto a la planta centrada. Encontramos también influencias de la capilla palatina en Compiègne, o en varios otros edificios religiosos en Alemania, como por ejemplo la iglesia de la Trinidad de Essen.

==Bibliografía==

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GARCÍA DE CORTÁZAR Y RUIZ DE AGUIRRE, José Ángel; “Historia general de la Edad Media”; Editorial Mayfe, Madrid.

HUBERT, Jean, PORCHER, Jean, VOLVACH, Wolfgang F.; “El Imperio Carolingio”, Editorial Aguilar, 1968, Madrid.

HUYGHE, René; “El Arte y el Hombre”, Vol. II; Libraire Larousse, 1958.

LINETTI, Mía; “Arte de la Edad Media”; Editorial Teide, 1968, Barcelona.

PIJOÁN, José; “Summa Artis: Historia General del Arte”, Vol. VIII; Editorial Espasa Calpe, 1966, Madrid.

PIRENNE, Henri; “Mahoma y Carlomagno”; Alianza Editorial, 1979, Madrid.

SUREDA, Joan, BARRAL I ALLET, Xavier; “Historia Universal del Arte”, Vol. III; Editorial Planeta, 1987. Barcelona.

Revisión del 12:08 23 jun 2010