Diferencia entre revisiones de «Globicephala melas»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Nudecline (discusión · contribs.)
Revertidos los cambios de 195.124.18.133 a la última edición de Luckas-bot usando monobook-suite
Línea 51: Línea 51:


Respecto al consumo humano de carne de calderón, se han sugerido algunos potenciales riesgos para la salud, debido la presencia de algunos metales tóxicos para el hombre tales como el [[Mercurio (elemento)|mercurio]] y el [[cadmio]], [[carcinógeno]]s como [[Policloruro de Bifenilo|policlorobifenilos]] (PCB) y otros [[organoclorado]]s, así como también restos de [[DDT]] y [[dieldrín]]. Aunque los niveles hallados de la mayoría de estas toxinas se mantuvieron dentro del rango normal, no fue el caso del PCB y otros organoclorados que alcanzarón niveles tóxicos relacionados directamente con la edad en los machos. Cabe mencionar que esta relación es inversa en las hembras maduras, probablemente debido al traspaso de las toxinas de la madre a las crías durante el embarazo<ref>Niveles de mercurio y cadmio también fueron detectados en el hígado de los fetos de los calderones, demostrando la transferencia placentaria de estos elementos</ref> y la lactancia, como ocurre en los delfines nariz de botella.
Respecto al consumo humano de carne de calderón, se han sugerido algunos potenciales riesgos para la salud, debido la presencia de algunos metales tóxicos para el hombre tales como el [[Mercurio (elemento)|mercurio]] y el [[cadmio]], [[carcinógeno]]s como [[Policloruro de Bifenilo|policlorobifenilos]] (PCB) y otros [[organoclorado]]s, así como también restos de [[DDT]] y [[dieldrín]]. Aunque los niveles hallados de la mayoría de estas toxinas se mantuvieron dentro del rango normal, no fue el caso del PCB y otros organoclorados que alcanzarón niveles tóxicos relacionados directamente con la edad en los machos. Cabe mencionar que esta relación es inversa en las hembras maduras, probablemente debido al traspaso de las toxinas de la madre a las crías durante el embarazo<ref>Niveles de mercurio y cadmio también fueron detectados en el hígado de los fetos de los calderones, demostrando la transferencia placentaria de estos elementos</ref> y la lactancia, como ocurre en los delfines nariz de botella.

== Véase también ==
* [[Calderón gris]]


== Bibliografía ==
== Bibliografía ==

Revisión del 16:14 23 jun 2010

 
Calderón común
Archivo:Illustrazione globicefalo.JPG

Comparación de tamaño con un humano
Estado de conservación
DD[1]
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Cetacea
Familia: Delphinidae
Género: Globicephala
Especie: G. melas
Traill, 1809
Distribución
Calderones en el Estrecho de Gibraltar.
Un calderón común en las islas Feroe.

El calderón común o ballena piloto de aleta larga (Globicephala melas) es una especie de cetáceo odontoceto de la familia Delphinidae, aunque su comportamiento se acerca más a la de las grandes ballenas.

Como la orca (Orcinus orca), el calderón común es un pariente más cercano de los delfines que de las ballenas. Es de color negro o gris oscuro, tiene una raya diagonal gris o blanca detrás de cada ojo, y una cabeza (melón) larga y redonda. De esta última toma su nombre en castellano, puesto que su cabeza se asimila a un caldero.

Descripción

Posee un cuerpo robusto, un orificio nasal, una aleta dorsal orientada hacia atrás y ubicada cerca del frente, y largas aletas negras. Los adultos machos tiene una longitud de entre 4 m y 7,6 m y las hembras entre 3 m y 5,6 m, y alcanzan un peso aproximado de 2.000 kg. Las crías miden entre 1,8 y 2 metros y pesan unos 75 kg al nacer. Su hocico es corto, y presenta un melón bastante desarrollado. Los adultos son gris oscura a negros, mientras que los juveniles son de un gris claro. Su dieta se basa en calamares y peces.

Sonidos producidos por calderones comunes

Comportamiento

Son animales muy sociales, viven en familia y viajan en grupos de hasta cien, organizados en torno a un líder. Son muy activos y con gran frecuencia pueden ser vistos en la superficie. Los especímenes más jóvenes puede ser vistos saltando, pero esta cualidad es rara en los adultos. El calderón común suele respirar varias veces antes de realizar una inmersión de varios minutos. Las inmersiones de cacería, cuando buscan calamares o peces, pueden durar más de 10 minutos. Son capaces de sumergirse a profundidades de 600 metros, pero la mayoría de las veces no superan los 30-60 metros.

Amenazas por acción humana

El hombre en el hábitat del calderón

Calderón herido por la hélice de un barco.

Al igual que ocurre con otros delfínidos, los calderones están expuestas a numerosas amenazas debido a la presencia del hombre en sus hábitats. Entre las principales fuentes de riesgo por el simple contacto con el hombre son las lesiones que pueden sufrir por barcos y otros tipos de embarcaciones al chocar con sus hélices.

Otro de los peligros a los que se enfrenta un Calderón es el de quedar varado. Cuando esto ocurre, a menudo se debe a haberse desorientado y separado del grupo. Son animales gregarios, con una gran cohesión social, y una vez aislados del grupo son muy vulnerables. En general, todos los cetáceos cuando se hallan lejos de su área normal de distribución sufren las condiciones ecológicas desfavorables y su inadaptación, provocando su muerte por varamiento antes o después.[2]​ Respecto al varamiento, se ha sugerido que una de las fuentes de desorientación que afectan a los Calderones y que puede conllevar a su varamiento es la contaminación auditiva en las profundidades. Aunque aún no se ha concluido que efectos concretos pueda tener esta variable en el comportamiento de estos animales, un estudio en los calderones comunes del Mediterráneo encontró variaciones significativas en las vocalizaciones producidas por estos animales en presencia de las emisiones de sonar militar, las cuales dominaban el entorno acústico.

Explotación

Actualmente, esta especie está protegida a través del Convenio de Bonn en su anexo IV, lo cual ha detenido en gran medida su explotación. Sin embargo, la caza de la especie fue extendida y de larga data. Algunos paises europeos donde el Calderón fue cazado son Noruega, Groenlandia, Islandia y Escocia. En el Atlántico Oeste, la explotación del Calderón se concentró en la Isla de Terranova entre 1947 y 1964, donde se estima una cima de extracción cercana al rango de los 3,000 a 10,000 ejemplares, en 1956. Debido a la ostensible reducción de la población, en 1970 cesó la caza de esta especie. También en el Cabo Cod, desde mediados de 1700 hasta 1920, se desarrolló una importante industria pesquera basada en la caza del Calderón.

Solo de manera tradicional, la explotación del calderón continúa en las Islas Feroe, famosas a nivel mundial por la gran industria pesquera centrada en la captura anual de esta especie (se estima a lo menos 2500 ejemplares, lo que por si solo constituye el 0,3 % de la población mundial estimada de la especie). Más allá del real impacto de esta cacería sobre la población total del Calderón, el archipiélago feroés ha estado en el centro de la polémica ecologista por los medios de captura, considerados por muchos como "brutales" ( se utilizan, entre otros elementos, ganchos y garrotes), imagen reforzada por el impactante espectáculo del mar enrojecido en varios kilómetros con la sangre de estos animales. A la polémica se suma el hecho de que esta caza "tradicional" es posible debido al comportamiento del calderón, el cual se acerca voluntariamente a los humanos.

Respecto al consumo humano de carne de calderón, se han sugerido algunos potenciales riesgos para la salud, debido la presencia de algunos metales tóxicos para el hombre tales como el mercurio y el cadmio, carcinógenos como policlorobifenilos (PCB) y otros organoclorados, así como también restos de DDT y dieldrín. Aunque los niveles hallados de la mayoría de estas toxinas se mantuvieron dentro del rango normal, no fue el caso del PCB y otros organoclorados que alcanzarón niveles tóxicos relacionados directamente con la edad en los machos. Cabe mencionar que esta relación es inversa en las hembras maduras, probablemente debido al traspaso de las toxinas de la madre a las crías durante el embarazo[3]​ y la lactancia, como ocurre en los delfines nariz de botella.

Bibliografía

  1. Taylor, B.L., Baird, R., Barlow, J., Dawson, S.M., Ford, J., Mead, J.G., Notarbartolo di Sciara, G., Wade, P. & Pitman, R.L. 2008. Globicephala melas. In: IUCN 2009. IUCN Red List of Threatened Species. Version 2009.1. <www.iucnredlist.org>. Downloaded on 29 July 2009.
  2. Duguy& Robineau. Guía de los mamíferos marinos de Europa. Ed. Omega. 1987 Barcelona
  3. Niveles de mercurio y cadmio también fueron detectados en el hígado de los fetos de los calderones, demostrando la transferencia placentaria de estos elementos

Páginas externas