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== Investigación y métodos ==
== Investigación y métodos ==


La investigación de los fenómenos paranormales, y aún más su interpretación, es difícil de encajar en el ámbito de las pautas metodológicas y las teorías científicas establecidas. Debe tenerse en cuenta que sólo cabe calificar como "paranormales" precisamente aquellos hechos para los que no se haya podido encontrar explicación causal empleando la metodología de la ciencia positiva, la cual es, por tanto, de obligatoria aplicación previa en el proceso -multidisciplinar- de determinación de todo supuesto fenómeno paranormal. Esto ha conducido a que, desde un enfoque epistemológico, se haya señalado que, si han de ser los hechos observados los que orienten la elaboración del método, y no al contrario, es decir, no que los hechos se adapten a un método preestablecido que podría, como consecuencia de su aplicación, desfigurar los rasgos definitorios que se buscan, los datos que nos ocupan están reclamando una adecuada metodología específica. Al margen de la discusión sobre lo paranormal, cabe decir que la historia de las ciencias, secular y abierta, ha venido siendo la de la mutua referencia entre lo observado, como dato a definir con precisión, y la elaboración del orden de pautas de investigación a seguir, en el proceso metódico de lograr dicha definición. En este mismo sentido, la discusión contemporánea muestra que, según unos, el estudio de los fenómenos paranormales pretende injustificadamente iniciar su propia historia como ciencia, porque carece de auténtico ámbito propio de objetos a definir, mientras que según otros, esa historia, aunque erizada de dificultades, está ya plenamente iniciada.
La investigación de los fenómenos paranormales, y aún más su interpretación, es difícil de encajar en el ámbito de las pautas metodológicas y las teorías científicas establecidas. Debe tenerse en cuenta que sólo cabe calificar como "paranormales" precisamente aquellos hechos para los que no se haya podido encontrar explicación causal empleando la metodología de la ciencia positiva, la cual es, por tanto, de obligatoria aplicación previa en el proceso -multidisciplinar- de determinación de todo supuesto fenómeno paranormal. Esto ha conducido a que, desde un enfoque epistemológico, se haya señalado que, si han de ser los hechos observados los que orienten la elaboración del método, y no al contrario, es decir, no que los hechos se adapten a un método preestablecido (que podría, como consecuencia de su aplicación, desfigurar los rasgos definitorios que se buscan), los datos que nos ocupan están reclamando una adecuada metodología específica. Al margen de la discusión sobre lo paranormal, cabe decir que la historia de las ciencias, secular y abierta, ha venido siendo la de la mutua referencia entre lo observado, como dato a definir con precisión, y la elaboración del orden de pautas de investigación a seguir en el proceso metódico de lograr dicha definición. En este mismo sentido, la discusión contemporánea muestra que, según unos, el estudio de los fenómenos paranormales pretende injustificadamente iniciar su propia historia como ciencia, porque carece de un ámbito propio de objetos a definir, mientras que según otros, esa historia, aunque erizada de dificultades, está ya plenamente iniciada, estimando que los hechos están comprobados y por tanto su negación no responde al genuino espíritu científico, sino a la posición conocida como cientificismo.


Se tiene noticia desde tiempos remotos, como es sabido, de los fenómenos, presuntamente paranormales, que terminaron por llamar la atención de algunos científicos y constituyen el objeto material a investigar por el parapsicólogo. Son en muchos casos sucesos espontáneos, testimoniados desde experiencias vividas en condiciones no sometidas a control y, por tanto, difíciles de objetivar y explicar, incluso si se aceptan como reales. La superación de esta dificultad y el interés por las posibles consecuencias científicas de lo que se descubriese respecto a ellos, condujo a la investigación contemporánea sobre esos fenómenos y, ya en nuestros días, a estudios bajo control experimental periódicamente realizados por representantes de diferentes disciplinas, en varias universidades. "Investigación psíquica" y "Metapsíquica", término éste último debido al premio Nobel de Fisiología francés Charles Richet, fueron los primeros nombres dados a la disciplina que se ocupa del estudio de los fenómenos paranormales; a partir de 1889 se impuso para la misma el nombre "Parapsicología", propuesto por Max Dessoir, filósofo alemán de la Universidad de Berlín.
Se tiene noticia desde tiempos remotos, como es sabido, de los fenómenos, presuntamente paranormales, que terminaron por llamar la atención de algunos científicos y constituyen el objeto material a investigar por el parapsicólogo. Son en muchos casos sucesos espontáneos, testimoniados desde experiencias vividas en condiciones no sometidas a control y, por tanto, difíciles de objetivar y explicar, incluso si se aceptan como reales. La superación de esta dificultad y el interés por las posibles consecuencias científicas de lo que se descubriese respecto a ellos, condujo a la investigación contemporánea de esos fenómenos y, ya en nuestros días, a estudios bajo control experimental periódicamente realizados por representantes de diferentes disciplinas, en varias universidades. "Investigación psíquica" y "Metapsíquica", término éste último debido al premio Nobel de Fisiología francés Charles Richet, fueron los primeros nombres dados a la disciplina que se ocupa del estudio de los fenómenos paranormales; a partir de la I Conferencia Internacional sobre Parapsicología, celebrada en [[Utrecht]] (Holanda) en 1953, se impuso este último término, "Parapsicología", acuñado en 1889 por Max Dessoir, filósofo alemán de la Universidad de Berlín. Los científicos reunidos en la citada Conferencia convinieron en el interés de la investigación de los fenómenos paranormales hasta el punto de que, como consecuencia, en aquel mismo año se creó el Instituto de Parapsicología de la Universidad de Utrecht, dirigido por Willem C. Tenhaeff (1893-1981). Poco después, en 1954, la Universidad de Friburgo de Brisgovia (Alemania) acogería el Instituto para las áreas fronterizas de la Psicología y la Psicohigiene, fundado y dirigido por el médico, humanista y parapsicólogo Hans Bender. Por su parte, tras las experiencias de telepatía llevadas a cabo por Bechterev y mejoradas por L. Vassiliev, hasta el punto de interesar al gobierno de la URSS, éste último científico fundó en 1960 y dirigió en [[Leningrado]] hasta su muerte, en 1966, el Instituto de Bioinformación, que su sucesor, P. Gulyaev, convirtió en el Laboratorio de Cibernética Biológica de la Universidad de Leningrado<ref>AIZPURUA, J.: ''Historia de la Parapsicología'', Edicomunicación, Barcelona, 1989, p. 258</ref>.


La [[Parapsicología]] tiene, en efecto, sus raíces en investigaciones realizadas desde la segunda mitad del siglo XIX por ilustres científicos ([[Charles Richet]], [[Oliver Lodge]], [[William Crookes]], Alfred R. Wallace, William Barrett, William James, entre otros). Aunque entre ellos se dieron ya ciertos antecedentes, la parapsicología llamada "cuantitativa" y "empírica" comenzó su andadura a raíz de utilizarse un método experimental en la [[Universidad de Duke]] (Carolina del Norte, USA) a finales de la década de 1920 y en la década de 1930, bajo los auspicios del psicólogo [[William McDougall]], quien reclamó a un antiguo asistente suyo en Harvard: el catedrático de fisiología vegetal [[J. B. Rhine]] (1895 - 1980).<ref>INARDI, M.: ''Historia de la Parapsicología''. Trad. A. Osses. Ed. Ariel, Guayaquil (Ecuador), 1976, p. 134</ref> Éste, en labor conjunta con su esposa, la Dra. Louise Ella Rhine, también botánica y naturalista, utilizó las "[[cartas Zener]]" (una serie de tarjetas con cinco dibujos) y dados especiales, para experimentos orientados a constatar las manifestaciones de [[percepción extrasensorial]] y de psicocinesis, así como a encontrar correlaciones estadísticas en ellos.<ref>THOULESS, R. H.: ''La investigación parapsicológica. De la especulación a la experimentación''. Trad. G. Peña. Ed. El manual moderno, México, 1977 </ref>
La [[Parapsicología]] tenía sus raíces en las investigaciones realizadas desde la segunda mitad del siglo XIX por científicos ilustres ([[Charles Richet]], [[Oliver Lodge]], [[William Crookes]], [[Alfred Russell Wallace]], William Barrett, [[William James]], entre otros). Aunque ya entre ellos se dieron antecedentes, la parapsicología llamada "cuantitativa" y "empírica" comenzó su andadura a raíz de utilizarse un método experimental en la [[Universidad de Duke]] (Carolina del Norte, USA) a finales de la década de 1920 y en la década de 1930, bajo los auspicios del psicólogo [[William McDougall]], quien reclamó a un antiguo asistente suyo en Harvard: el catedrático de fisiología vegetal [[J. B. Rhine]] (1895 - 1980).<ref>INARDI, M.: ''Historia de la Parapsicología''. Trad. A. Osses. Ed. Ariel, Guayaquil (Ecuador), 1976, p. 134</ref> Éste, en labor conjunta con su esposa, la Dra. Louise Ella Rhine, también botánica y naturalista, utilizó las "[[cartas Zener]]" (una serie de tarjetas con cinco dibujos) y dados especiales, para experimentos orientados a constatar las manifestaciones de [[percepción extrasensorial]] y de psicocinesis, así como a encontrar correlaciones estadísticas en ellos.<ref>THOULESS, R. H.: ''La investigación parapsicológica. De la especulación a la experimentación''. Trad. G. Peña. Ed. El manual moderno, México, 1977 </ref>


En 1957, en EE.&nbsp;UU. fue fundada la [[Parapsychological Association]] para el estudio ordenado y sistemático de los fenómenos de este tipo. En 1969 fue admitida en la prestigiosa [[Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia]].<ref>INARDI, M.: ''Ob. cit''., p. 141</ref> Esa afiliación, junto con una apertura mayor hacia los "fenómenos psíquicos" en la década de 1970, dio lugar a un aumento de la investigación parapsicológica. Durante este tiempo, otras organizaciones con el mismo fin también se fundaron, entre ellas la Academia de Parapsicología y Medicina (1970), el Instituto de Paraciencia (1971), la Academia de Religión e investigación psíquica, el Instituto de Ciencias Noéticas (1973), y la Asociación Internacional de Investigación Kirlian (1975). Cada uno de estos grupos realizaron experimentos sobre temas paranormales en diversos grados. Diversos trabajos Parapsicológicos se realizaron también en el Instituto de Investigación de [[Stanford]] durante este tiempo.
En 1957, en EE.&nbsp;UU. fue fundada la [[Parapsychological Association]] para el estudio ordenado y sistemático de los fenómenos de este tipo. En 1969 fue admitida en la prestigiosa [[Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia]].<ref>INARDI, M.: ''Ob. cit''., p. 141</ref> Esa afiliación, junto con una apertura mayor hacia los "fenómenos psíquicos" en la década de 1970, dio lugar a un aumento de la investigación parapsicológica. Durante este tiempo, otras organizaciones con el mismo fin también se fundaron, entre ellas la Academia de Parapsicología y Medicina (1970), el Instituto de Paraciencia (1971), la Academia de Religión e investigación psíquica, el Instituto de Ciencias Noéticas (1973), y la Asociación Internacional de Investigación Kirlian (1975). Cada uno de estos grupos realizaron experimentos sobre temas paranormales en diversos grados. Diversos trabajos Parapsicológicos se realizaron también en el Instituto de Investigación de [[Stanford]] durante este tiempo.

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Paranormal o Fenómenos paranormales ("al margen" o "al lado de" lo normal) , es el nombre o adjetivo que se utiliza para referirse a ciertos fenómenos que, presentándose como efectos psíquicos, físicos y biológicos, no son explicables, sin embargo, según sus estudiosos, desde las leyes naturales establecidas por las ciencias que se ocupan de esos tres campos.

Descripción

Una definición frecuentemente utilizada en la literatura científica es la de James E. Alcock (1981):[1]
Un fenómeno paranormal es aquel que:

  • No ha sido explicado en términos de la ciencia actual;
  • Únicamente se puede explicar mediante una amplia revisión de los principios de base de la ciencia;
  • No es compatible con la norma de las percepciones, de las creencias y de las expectativas referentes a la realidad.

Fenómenos paranormales

1) Fenómenos paranormales llamados "de efectos psíquicos", caracterizados por la "obtención de información sobre el mundo exterior al margen de los canales sensoriales comunes".[2]​ Son ejemplos:

PES: "percepción extra-sensorial", dentro de la cual estarían incluidas: la telepatía (comunicación o transmisión de contenidos de mente a mente, pero también entre hombre y animal), la precognición (conocimiento de sucesos futuros libres), la retrocognición (conocimiento de sucesos pasados ignorados por el sujeto) y la simulcognición (conocimiento de hechos que tienen lugar en distinto espacio, en la misma unidad de tiempo); la radiestesia y telerradiestesia, la psicometría y las llamadas "mancias", en los cuales la utilización de muy diversos medios materiales excitarían presuntas facultades de PES en sujetos "dotados" o "paragnostas" (quiromancia, cristalomancia, cartomancia, rabdomancia, astrología...).

2) Los fenómenos paranormales llamados "de efectos físicos", en los que -siempre según sus estudiosos- se producen "efectos objetivamente detectables en el mundo exterior al margen del marco de las influencias energéticas conocidas (...): efectos mecánicos tales como el movimiento de objetos a distancia, sin el concurso de ninguna fuerza física detectable (telecinesis y psicocinesis), efectos antigravitacionales (levitación), cambios en el estado de la masa (materialización), transformaciones de energía (cambios de temperatura, producción de sonidos diversos y efectos electromagnéticos que se originan sin ninguna causa física conocida), y la influencia que ejerce aparentemente la concentración mental sobre reacciones químicas y sobre procesos biológicos".[3]​ La literatura recoge como ejemplos de fenomenología para-física, entre otros, además de los citados: las fantasmogénesis y espectrogénesis; las formaciones ectoplásmicas, con posible inclusión en ellas de los fenómenos de transfiguración; los aportes: apariciones y desapariciones de objetos que parecen surgir "atravesando" materia sin afectarla; los "raps" (golpes); la clariaudiencia: audición directa de sonidos para los que no se detecta causa u origen físico; la hoy llamada "transcomunicación instrumental", que incluiría la psicofonía o parafonía y la psicoimagen o paraimagen; la ideoplastia o teleplastia: aparición de figuras y signos en medios físicos; el doblamiento de metales; la combustión espontánea; las experiencias extra-corpóreas; la psicofotografía (plasmación fotográfica voluntaria de contenidos mentales); los "extras" (aparición en placa de elementos no presentes al realizarse la fotografía), etc. Asimismo, dentro de los efectos para-biológicos se encuentran: varias formas de diagnóstico y terapia paranormales con presuntos resultados de curación, destacando, por ejemplo, las atribuidas a los llamados "psicocirujanos" filipinos; la transfixión; la dermografía y, dentro de ésta, la estigmatización, etc.

La opinión popular suele añadir:

entre otros, si bien no son incluidos como hechos paranormales en las clasificaciones elaboradas por los estudiosos de los mismos. Esoterismo, ocultismo, teosofismo, espiritismo, brujería, vudú, satanismo, etc. son contextos doctrinales en los que parece haberse registrado una variada fenomenología paranormal, la cual, por otra parte, está presente también en todas las grandes religiones (así, por ejemplo, la que aparece relatada en varios libros de la Biblia o en textos dentro del budismo o del lamaísmo, etc.) y místicas. Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que interesa a la Parapsicología y pretende la verificación y definición precisa de los posibles fenómenos paranormales objetivos, aislándolos e independizándolos por completo, en tanto que hechos, del contexto teórico interpretativo en que, cuando es el caso, surgen o se producen.

Difusión actual

A finales del siglo XX, la creencia en lo paranormal se ha difundido considerablemente, con miles de libros dedicados al tema, revistas, un sinfín de películas y de series de televisión como The X-Files, Supernatural, la serie Fringe o la Dimensión Desconocida y programas de TV tales como Cuarto Milenio , tambien se puede incluir programas de radiodifusion como ``(La Rosa de los Vientos)``, entre muchos otros.

Según un estudio de Gallup[4]​ en 2005 en EE. UU., 73% de los encuestados creían en al menos uno de diez fenómenos paranormales incluidos en la encuesta.

Los fenómenos eran los siguientes (número de respuestas positivas entre paréntesis):

Investigación y métodos

La investigación de los fenómenos paranormales, y aún más su interpretación, es difícil de encajar en el ámbito de las pautas metodológicas y las teorías científicas establecidas. Debe tenerse en cuenta que sólo cabe calificar como "paranormales" precisamente aquellos hechos para los que no se haya podido encontrar explicación causal empleando la metodología de la ciencia positiva, la cual es, por tanto, de obligatoria aplicación previa en el proceso -multidisciplinar- de determinación de todo supuesto fenómeno paranormal. Esto ha conducido a que, desde un enfoque epistemológico, se haya señalado que, si han de ser los hechos observados los que orienten la elaboración del método, y no al contrario, es decir, no que los hechos se adapten a un método preestablecido (que podría, como consecuencia de su aplicación, desfigurar los rasgos definitorios que se buscan), los datos que nos ocupan están reclamando una adecuada metodología específica. Al margen de la discusión sobre lo paranormal, cabe decir que la historia de las ciencias, secular y abierta, ha venido siendo la de la mutua referencia entre lo observado, como dato a definir con precisión, y la elaboración del orden de pautas de investigación a seguir en el proceso metódico de lograr dicha definición. En este mismo sentido, la discusión contemporánea muestra que, según unos, el estudio de los fenómenos paranormales pretende injustificadamente iniciar su propia historia como ciencia, porque carece de un ámbito propio de objetos a definir, mientras que según otros, esa historia, aunque erizada de dificultades, está ya plenamente iniciada, estimando que los hechos están comprobados y por tanto su negación no responde al genuino espíritu científico, sino a la posición conocida como cientificismo.

Se tiene noticia desde tiempos remotos, como es sabido, de los fenómenos, presuntamente paranormales, que terminaron por llamar la atención de algunos científicos y constituyen el objeto material a investigar por el parapsicólogo. Son en muchos casos sucesos espontáneos, testimoniados desde experiencias vividas en condiciones no sometidas a control y, por tanto, difíciles de objetivar y explicar, incluso si se aceptan como reales. La superación de esta dificultad y el interés por las posibles consecuencias científicas de lo que se descubriese respecto a ellos, condujo a la investigación contemporánea de esos fenómenos y, ya en nuestros días, a estudios bajo control experimental periódicamente realizados por representantes de diferentes disciplinas, en varias universidades. "Investigación psíquica" y "Metapsíquica", término éste último debido al premio Nobel de Fisiología francés Charles Richet, fueron los primeros nombres dados a la disciplina que se ocupa del estudio de los fenómenos paranormales; a partir de la I Conferencia Internacional sobre Parapsicología, celebrada en Utrecht (Holanda) en 1953, se impuso este último término, "Parapsicología", acuñado en 1889 por Max Dessoir, filósofo alemán de la Universidad de Berlín. Los científicos reunidos en la citada Conferencia convinieron en el interés de la investigación de los fenómenos paranormales hasta el punto de que, como consecuencia, en aquel mismo año se creó el Instituto de Parapsicología de la Universidad de Utrecht, dirigido por Willem C. Tenhaeff (1893-1981). Poco después, en 1954, la Universidad de Friburgo de Brisgovia (Alemania) acogería el Instituto para las áreas fronterizas de la Psicología y la Psicohigiene, fundado y dirigido por el médico, humanista y parapsicólogo Hans Bender. Por su parte, tras las experiencias de telepatía llevadas a cabo por Bechterev y mejoradas por L. Vassiliev, hasta el punto de interesar al gobierno de la URSS, éste último científico fundó en 1960 y dirigió en Leningrado hasta su muerte, en 1966, el Instituto de Bioinformación, que su sucesor, P. Gulyaev, convirtió en el Laboratorio de Cibernética Biológica de la Universidad de Leningrado[5]​.

La Parapsicología tenía sus raíces en las investigaciones realizadas desde la segunda mitad del siglo XIX por científicos ilustres (Charles Richet, Oliver Lodge, William Crookes, Alfred Russell Wallace, William Barrett, William James, entre otros). Aunque ya entre ellos se dieron antecedentes, la parapsicología llamada "cuantitativa" y "empírica" comenzó su andadura a raíz de utilizarse un método experimental en la Universidad de Duke (Carolina del Norte, USA) a finales de la década de 1920 y en la década de 1930, bajo los auspicios del psicólogo William McDougall, quien reclamó a un antiguo asistente suyo en Harvard: el catedrático de fisiología vegetal J. B. Rhine (1895 - 1980).[6]​ Éste, en labor conjunta con su esposa, la Dra. Louise Ella Rhine, también botánica y naturalista, utilizó las "cartas Zener" (una serie de tarjetas con cinco dibujos) y dados especiales, para experimentos orientados a constatar las manifestaciones de percepción extrasensorial y de psicocinesis, así como a encontrar correlaciones estadísticas en ellos.[7]

En 1957, en EE. UU. fue fundada la Parapsychological Association para el estudio ordenado y sistemático de los fenómenos de este tipo. En 1969 fue admitida en la prestigiosa Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.[8]​ Esa afiliación, junto con una apertura mayor hacia los "fenómenos psíquicos" en la década de 1970, dio lugar a un aumento de la investigación parapsicológica. Durante este tiempo, otras organizaciones con el mismo fin también se fundaron, entre ellas la Academia de Parapsicología y Medicina (1970), el Instituto de Paraciencia (1971), la Academia de Religión e investigación psíquica, el Instituto de Ciencias Noéticas (1973), y la Asociación Internacional de Investigación Kirlian (1975). Cada uno de estos grupos realizaron experimentos sobre temas paranormales en diversos grados. Diversos trabajos Parapsicológicos se realizaron también en el Instituto de Investigación de Stanford durante este tiempo.

La psicología mayoritariamente no se adhiere a los postulados de la parapsicología. En 1978 el catedrático de psiquiatría checo Stanislav Grof, radicado en EE. UU., funda la "Asociación Transpersonal Internacional" impulsando el estudio y la investigación de los estados modificados de la conciencia. Su aporte a la Parapsicología ha sido básicamente el concebir la conciencia humana, no sólo como un mero producto de nuestro cerebro, sino como algo que puede existir de un modo transmaterial, y que trascendería por tanto los límites del tiempo y del espacio. Los fenómenos paranormales, mediúmnicos y místicos tendrían por tanto cabida para estudio en este nuevo modelo de la psique humana que ha desafiado los postulados establecidos por la ciencia convencional.

Diversos estudiosos de los fenómenos paranormales han intentado desarrollar metodologías de estudio más o menos formales. Entre dichas metodologías se pueden distinguir las siguientes.

Enfoque de la recolección de evidencia anecdótica

Muchos estudiosos del fenómeno se dedican a catalogar evidencias anecdóticas, recuentos de presuntos testigos que afirman haber presenciado un fenómeno paranormal. Es uno de los métodos más comunes, ejemplificado por el trabajo de Charles Fort (1874-1932), que recopiló unas 40.000 notas de fenómenos inexplicados, sobre las que escribió siete libros, de los cuales perduran cuatro: The Book of the Damned (1919), New Lands (1923), Lo! (1931) y Wild Talents (1932).

Los escépticos señalan que dicha metodología adolece de falta de falsabilidad (la imposibilidad de diseñar un experimento que pruebe la falsedad de la afirmación), y de sesgo cognitivo (la tendencia subjetiva del observador o del testigo a creer con mayor facilidad ciertas afirmaciones acordes con su visión del mundo) y otras falacias que invalidan dicho enfoque.

Enfoque de participante-observador

Este enfoque consiste en que el observador se sumerge en el fenómeno estudiado, presuntamente experimentándolo y entendiéndolo mejor. Típicamente requiere que el observador tenga un conocimiento de primera mano del fenómeno visitando el sitio donde presuntamente ha ocurrido. Por ejemplo, un observador puede llevar a cabo una sesión espirista en una casa embrujada. Los proponentes de este enfoque señalan que tiene raíces filosóficas en la fenomenología.

La crítica científica del método es similar a la de la evidencia anecdótica, añadiéndose que la subjetividad del observador se ve incrementada al participar directamente. Se menciona también la falta de sistematización en la recolección de datos y las posibles desviaciones introducidas por el observador (compárese con la metodología del doble ciego).

Enfoque experimental

Varias universidades del mundo e investigadores independientes estudian la parapsicología usando métodos experimentales (no necesariamente el uso del método científico, o su realización al 100%), para intentar probar los fenómenos;. Uno de los pioneros en este campo fue J. B. Rhine (1895 – 1980).[9]

La Sociedad Parapsicológica de EE. UU., fundada en 1957, fue admitida en 1969 en la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia. Esto coincidió con un renovado interés en experimentos parapsicológicos en los años setenta, que llevaron incluso a instituciones como el Stanford Research Institute a efectuar experimentos en parapsicología, incluyendo uno con el famoso Uri Geller. En la URSS y en los países de su ámbito de influencia, hubo también mucho interés en el estudio de la parapsicología en esos años, que vieron la fundación de múltiples cátedras y sociedades estatales especializadas, que intentaron, en diversos grados, seguir un programa experimental. Entre ellas estuvieron la Academia de Parapsicología y Medicina (1970), el Instituto de Paraciencia (1971), la Academia de Religión e Investigación Psíquica, el Instituto para las Ciencias Noéticas (1973), y la Asociación Internacional de Investigación Kirlian (1975). En España existe la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas (SEIP).

Los resultados experimentales proveniente de estos esfuerzos hasta ahora no han sido universalmente aceptados y en pocas ocasiones se han aceptado sus resultados para su publicación en revistas científicas con peer review (revisión por pares), el método normal de difusión y aceptación de teorías científicas bien fundamentadas.

Para contrarrestar la creciente influencia de la parapsicología, también en los años setenta se crearon una serie de organizaciones escépticas, principalmente el Comité para la Investigación Científica de Afirmaciones Paranormales (1976), ahora llamada Committee for Skeptical Inquiry (Comité para la Investigación Escéptica), junto con su revista, el Skeptical Inquirer. En España la organización equivalente es la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, llamada por razones históricas ARP-SAPC, y el Círculo Escéptico.

La opinión científica

La mayoría de los científicos se muestran reacios a admitir o niegan la existencia de fenómenos paranormales: según ellos, estos presuntos fenómenos no son observables de una forma sistemática y repetible, con lo que es imposible aplicarles el método científico. Las críticas principales han sido consignadas en el apartado de metodología: sesgo del observador, ausencia de repetibilidad y falsibilidad, recolección de datos poco sistemática, evidencia anecdótica, diversas falacias lógicas, subjetivismo. A esto se añade el famoso principio popularizado por el astrónomo Carl Sagan, en el sentido de que "afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria". Es decir, una afirmación que se sale de lo común, como por definición es cualquier afirmación sobre un fenómeno paranormal, no puede ser creída a menos que la evidencia en favor de dicha afirmación sea abrumadora.

En el mismo sentido, los escépticos acusan con frecuencia a los estudiosos de lo paranormal de adolecer de una excesiva credulidad, tomando como verdaderas todas las afirmaciones paranormales sin someterlas a la menor crítica, o directamente de ser charlatanes, de intentar engañar al público con un propósito espurio, típicamente económico.

En todo caso, según los escépticos, sí cabe una posibilidad de considerar los presuntos fenómenos parapsicológicos en el campo de la ciencia: dentro de la psicología individual y social, no tanto como fenómenos reales sino como estudios sobre la percepción y el desarrollo de creencias.

Temas paranormales

Véase: Anexo:ramas de la parapsicología

Personajes famosos relacionados con el tema paranormal

Escritores famosos

La mayoría de estos nombres han sido extraídos de la Enciclopedia del ilusionista escéptico James Randi:

Autores hispanohablantes:

Paranormalistas famosos

Algunas personas que han afirmado tener poderes extrasensoriales. Se omiten fundadores de sectas, gurúes, brujas, etcétera. La fuente es la enciclopedia de James Randi (reproducido con permiso).

Escépticos y críticos famosos

Véase también

Referencias

  1. Definición de J. E. Alcock (1981): Parapsychology - Science or Magic? A psychological perspective. Nueva York: Pergamon Press, 1981.
  2. RÝZL, M.: Parapsicología. Trad. A. Gª Fluixá. Ed. Paneuropea de ediciones y publicaciones. Barcelona, 1974, p. 16
  3. RÝZL, M., ibid.
  4. «Gallup poll shows that Americans’ belief in the paranormal persists», Skeptical Inquirer, consultado el 28 de octubre de 2006.
  5. AIZPURUA, J.: Historia de la Parapsicología, Edicomunicación, Barcelona, 1989, p. 258
  6. INARDI, M.: Historia de la Parapsicología. Trad. A. Osses. Ed. Ariel, Guayaquil (Ecuador), 1976, p. 134
  7. THOULESS, R. H.: La investigación parapsicológica. De la especulación a la experimentación. Trad. G. Peña. Ed. El manual moderno, México, 1977
  8. INARDI, M.: Ob. cit., p. 141
  9. Encyclopedia of Occultism & Parapsychology edited by J. Gordon Melton Gale Research, ISBN 0-8103-5487-X

Enlaces externos

A favor:

En contra: