Diferencia entre revisiones de «Terremotos de Santa Marta»

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El [[29 de julio]], día de la festividad de [[Marta de Betania]], ocurrió un fuerte sismo en la localidad a eso de las tres de la tarde.<ref name=his>[http://www.deguate.com/cgi-bin/infocentros/historia/print.pl?article=16 El Terremoto de Santa Marta]. De Guate.com.</ref>Una hora después fue seguido de un violento terremoto, que duró alrededor de un minuto<ref name=ruinas>[http://74.125.47.132/search?q=cache:TbofJHw4tocJ:desastres.usac.edu.gt/documentos/pdf/spa/doc15003/doc15003-q.pdf+terremoto+de+santa+marta+en+guatemala&cd=28&hl=es&ct=clnk&gl=sv Las ruinas sísmicas de la ciudad de Guatemala]</ref>en medio de una tenaz lluvia que azotaba el lugar. La sacudida ocasionó el destrozo de las edificaciones religiosas, gubernamentales y privadas, así como rompió acueductos y provocó la escasez de alimentos, pues los nativos, que abastecían a la población, habían huido a los montes. Los daños abarcaron hasta el actual territorio de [[El Salvador]], ya que las iglesias de [[Caluco]], [[Tacuba (El Salvador)|Tacuba]] e [[Izalco]] resultaron destruídas.<ref>[http://www.bvs.edu.sv/desastres/internas/historia_terremotos_el_salvador.htm El Salvador: cronología de una tierra danzarina].</ref>De acuerdo a los testimonios, el terremoto fue tan fuerte que «el agua saltaba de las fuentes y las campanas tañían solas en las torres antes de desplomarse pesadamente al suelo».<ref name=centro>[http://dca.gob.gt:85/archivo/050104/cultural.htm Nace la nueva ciudad de Guatemala]. Diario de Centroamérica.</ref>
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Justo en los días dos y cuatro de agpopo fueron celebradas «Juntas Generales» presididas por el Gobernador [[Martín de Mayorga]] y adonde se hicieron presentes las autoridades locales, entre ellas el Arzobispo [[Pedro Cortés y Larraz]], miembros del Ayuntamiento y representantes de las órdenes religiosas que allí residían. En la reunión se decidió informar al Rey [[Carlos III de España|Carlos III]] y al [[Consejo de Indias]] sobre los destrozos y el eventual traslado al vecino valle de la Ermita, sitio que no estaba cercano a volcanes, circunstancia a la que se atribuía los temblores.<ref name=his/>Aunque la mayoría se inclinaba por la mudanza, hubo quienes se mostraban en contra debido al elevado costo del transporte. Importante fue el informe del maestro mayor de obras Bernardo Ramírez quien declaró que los edificios eran inhabitables y que una demolición de las ruinas sería oneroso.<ref name=his/>Similar opinión fue compartida por el [[Orden Franciscana|franciscano]] Fray Francisco Gutiérrez.
Justo en los días dos y cuatro de agosto, fueron celebradas «Juntas Generales» presididas por el Gobernador [[Martín de Mayorga]] y adonde se hicieron presentes las autoridades locales, entre ellas el Arzobispo [[Pedro Cortés y Larraz]], miembros del Ayuntamiento y representantes de las órdenes religiosas que allí residían. En la reunión se decidió informar al Rey [[Carlos III de España|Carlos III]] y al [[Consejo de Indias]] sobre los destrozos y el eventual traslado al vecino valle de la Ermita, sitio que no estaba cercano a volcanes, circunstancia a la que se atribuía los temblores.<ref name=his/>Aunque la mayoría se inclinaba por la mudanza, hubo quienes se mostraban en contra debido al elevado costo del transporte. Importante fue el informe del maestro mayor de obras Bernardo Ramírez quien declaró que los edificios eran inhabitables y que una demolición de las ruinas sería oneroso.<ref name=his/>Similar opinión fue compartida por el [[Orden Franciscana|franciscano]] Fray Francisco Gutiérrez.


El bando que optaba por quedarse en la urbe hfyrtyera conocido como los «terronistas», y estaba conformado por el Arzobispo y el clero en general, [[criollo]]s adinerados y miembros del Ayuntamiento, puesto que se verían obligados a abandonar sus posesiones, rentas o [[capellanía]]s; a ellos se sumaban los artesanos que desampararían sus talleres. Por el otro lado se encontraban los «traslacionistas», que era conformado el mismo Mayorga, funcionarios recién llegados de [[España]] y los pobladores de quienes los terronistas dependían debido a los gravámenes a que eran sujetos, pues se verían liberados de sus deudas. De hecho, la polémica enfrentó a la Iglesia católica y el Estado, a tal punto que el Arzobispo amenazó con excomunión a los traslacionistas y estos rebatieron que los terronistas actuaban contra la voluntad del rey.<ref name=centro/> La mayoría de la población, aunque no ignoraba el debate, no podía expresar su punto de vista ante la virtual imposibilidad de declarar su opinión.<ref name=his/>
El bando que optaba por quedarse en la urbe era conocido como los «terronistas», y estaba conformado por el Arzobispo y el clero en general, [[criollo]]s adinerados y miembros del Ayuntamiento, puesto que se verían obligados a abandonar sus posesiones, rentas o [[capellanía]]s; a ellos se sumaban los artesanos que desampararían sus talleres. Por el otro lado se encontraban los «traslacionistas», que era conformado el mismo Mayorga, funcionarios recién llegados de [[España]] y los pobladores de quienes los terronistas dependían debido a los gravámenes a que eran sujetos, pues se verían liberados de sus deudas. De hecho, la polémica enfrentó a la Iglesia católica y el Estado, a tal punto que el Arzobispo amenazó con excomunión a los traslacionistas y estos rebatieron que los terronistas actuaban contra la voluntad del rey.<ref name=centro/> La mayoría de la población, aunque no ignoraba el debate, no podía expresar su punto de vista ante la virtual imposibilidad de declarar su opinión.<ref name=his/>


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Revisión del 13:22 20 ago 2010

Terremoto de Guatemala de 1773
7,5 Mi[1]​ en potencia de Magnitud de Momento (MW)
Parámetros
Fecha y hora 29 de julio de 1773, ~15:00 h.
Coordenadas del epicentro 14°36′N 90°42′O / 14.6, -90.7
Consecuencias
Zonas afectadas Antigua Guatemala
Víctimas 500 - 600 fallecidos[1]​
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Las ruinas ocasionadas por el terremoto son atractivos turísticos en Antigua Guatemala, como estas de la Iglesia y convento de la Merced.

Se denominan como terremotos de Santa Marta a una serie de fuertes sismos que destruyeron la ciudad de Santiago de los Caballeros, actual Antigua Guatemala, en el año de 1773.

Acontecimientos

El 29 de julio, día de la festividad de Marta de Betania, ocurrió un fuerte sismo en la localidad a eso de las tres de la tarde.[2]​Una hora después fue seguido de un violento terremoto, que duró alrededor de un minuto[3]​en medio de una tenaz lluvia que azotaba el lugar. La sacudida ocasionó el destrozo de las edificaciones religiosas, gubernamentales y privadas, así como rompió acueductos y provocó la escasez de alimentos, pues los nativos, que abastecían a la población, habían huido a los montes. Los daños abarcaron hasta el actual territorio de El Salvador, ya que las iglesias de Caluco, Tacuba e Izalco resultaron destruídas.[4]​De acuerdo a los testimonios, el terremoto fue tan fuerte que «el agua saltaba de las fuentes y las campanas tañían solas en las torres antes de desplomarse pesadamente al suelo».[5]​

Justo en los días dos y cuatro de agosto, fueron celebradas «Juntas Generales» presididas por el Gobernador Martín de Mayorga y adonde se hicieron presentes las autoridades locales, entre ellas el Arzobispo Pedro Cortés y Larraz, miembros del Ayuntamiento y representantes de las órdenes religiosas que allí residían. En la reunión se decidió informar al Rey Carlos III y al Consejo de Indias sobre los destrozos y el eventual traslado al vecino valle de la Ermita, sitio que no estaba cercano a volcanes, circunstancia a la que se atribuía los temblores.[2]​Aunque la mayoría se inclinaba por la mudanza, hubo quienes se mostraban en contra debido al elevado costo del transporte. Importante fue el informe del maestro mayor de obras Bernardo Ramírez quien declaró que los edificios eran inhabitables y que una demolición de las ruinas sería oneroso.[2]​Similar opinión fue compartida por el franciscano Fray Francisco Gutiérrez.

El bando que optaba por quedarse en la urbe era conocido como los «terronistas», y estaba conformado por el Arzobispo y el clero en general, criollos adinerados y miembros del Ayuntamiento, puesto que se verían obligados a abandonar sus posesiones, rentas o capellanías; a ellos se sumaban los artesanos que desampararían sus talleres. Por el otro lado se encontraban los «traslacionistas», que era conformado el mismo Mayorga, funcionarios recién llegados de España y los pobladores de quienes los terronistas dependían debido a los gravámenes a que eran sujetos, pues se verían liberados de sus deudas. De hecho, la polémica enfrentó a la Iglesia católica y el Estado, a tal punto que el Arzobispo amenazó con excomunión a los traslacionistas y estos rebatieron que los terronistas actuaban contra la voluntad del rey.[5]​ La mayoría de la población, aunque no ignoraba el debate, no podía expresar su punto de vista ante la virtual imposibilidad de declarar su opinión.[2]​

El 13 de diciembre dos fuertes sismos sobrevinieron en la zona,[6]​ desatando un nuevo enjambre sísmico, lo que reforzó la posición de quienes preferían la mudanza. En enero de 1774 el Concejo de Indias se pronunció sobre el traslado interino hacia La Ermita. Bajo la administración de Matías de Gálvez, entre 1779 y 1783, se dio por resuelto el desalojo. Gálvez estipuló la demolición total de los edificios en pie, órdenes que no fueron cumplidas del todo.[2]​

Referencias

  1. ↑ a b Rose, William Ingersol, Natural Hazards in El Salvador, pp.394 Geological Society of America. Retrieved March 3, 2010
  2. ↑ a b c d e El Terremoto de Santa Marta. De Guate.com.
  3. ↑ Las ruinas sísmicas de la ciudad de Guatemala
  4. ↑ El Salvador: cronología de una tierra danzarina.
  5. ↑ a b Nace la nueva ciudad de Guatemala. Diario de Centroamérica.
  6. ↑ Moncada Maya, J. Omar (5 de mayo de 2003). «En torno a la destrucción de la Ciudad de Guatemala, 1773. Una carta del Ingeniero Militar Antonio Marín». Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales (Universidad de Barcelona) VIII (444). ISSN 1138-9796.  Parámetro desconocido |fechaaceso= ignorado (se sugiere |fechaacceso=) (ayuda)
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