Pedro Álvares Cabral

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Pedro Álvares Cabral
Información personal
Nombre de nacimiento Pedro Álvares de Gouveia Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 1467 o 1468
Belmonte, Beira Baixa, Portugal
Fallecimiento 1520 o 1526
Santarém, Portugal
Sepultura Igreja da Graça (Santarém) Ver y modificar los datos en Wikidata
Religión Iglesia católica Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Padres Fernão Cabral e Isabel de Gouveia de Queiroz
Cónyuge Isabel de Castro
Información profesional
Ocupación Navegante
Conocido por Líder de la 2da. expedición portuguesa a la India y por el descubrimiento de Brasil. En la imagen se aprecia a Pedro Álvares Cabral a la edad de 32 ó 33 años en una pintura que data del siglo XX. No hay registro de retratos de Cabral contemporáneos a su época.[1]
Distinciones
  • Caballero de la Orden Militar de Cristo (1497) Ver y modificar los datos en Wikidata
Firma

Pedro Álvares Cabral[nb 1]​ (Belmonte, 1467 ó 1468 — Santarém, c. 1520) fue un fidalgo, comandante militar, navegante y explorador portugués considerado como el descubridor de Brasil. Cabral realizó el primer descubrimiento significativo de la costa noreste de América del Sur, reivindicándola para Portugal. Aunque los detalles de la vida de Cabral son escasos, se sabe que procedía de una familia noble de la realeza secundaria y recibió una buena educación.

Fue elegido para llevar a cabo una expedición a la India en 1500, siguiendo la ruta recién inaugurada por Vasco de Gama, alrededor de África. El objetivo de dicha expedición era regresar a Portugal con especias valiosas y establecer relaciones comerciales en la India —evitando el monopolio en el comercio de especias, entonces en manos de comerciantes árabes, turcos e italianos. Su flota de trece navíos navegó a lo largo de la costa africana en el Océano Atlántico, tal vez intencionalmente, aterrizando en lo que inicialmente, se pensó, era una gran isla —pudiendo tratarse de la Terra de Vera Cruz que Pêro Vaz de Caminha hacía referencia. Como el nuevo territorio se encontraba dentro de la órbita portuguesa de acuerdo con el Tratado de Tordesillas, Cabral lo reivindicó en nombre de la corona portuguesa. Exploró el litoral y percibió que la gran masa de tierra era posiblemente un continente, enviando enseguida un navío para notificar al rey Manuel I sobre el descubrimiento de nuevas tierras. Cabral había desembarcado en América del Sur, y las tierras que había reivindicado para Portugal más tarde constituirían lo que hoy es Brasil. Posteriormente, la flota retomó su rumbo hacia el este, con el fin de continuar su viaje con dirección a la India.

Una tempestad en el Atlántico Sur provocó la pérdida de varios navíos y los seis restantes finalmente se encontraron en el Canal de Mozambique antes de proseguir a Kozhikode, en la India. Cabral inicialmente fue exitoso en las negociaciones de los derechos de la comercialización de especias, sin embargo, esto fue considerado por los árabes como una amenaza a su monopolio de negocios; lo que provocó un ataque de los musulmanes y los hindúes a los almacenes portugueses. Los portugueses sufrieron múltiples bajas y sus instalaciones fueron destruidas. Cabral se vengó del ataque saqueando y quemando la flota árabe para posteriormente bombardear la ciudad en represalia por la incapacidad de su gobernante en explicar lo ocurrido. La expedición zarpó de Kozhikode a Cochín, otra ciudad-estado de la India, donde Cabral hizo amistad con su gobernante y cargó sus navíos con especias codiciadas antes de partir de regreso a Europa. A pesar de la pérdida de vidas humanas y de los navíos, el viaje de Cabral fue considerado un éxito tras su regreso a Portugal. Los logros extraordinarios resultantes de la venta de las especias reforzaron las finanzas de la Corona Portuguesa y ayudaron a lanzar las bases de un Imperio Portugués, que se extendería desde las Américas hasta el Extremo Oriente.[nb 2]

Cabral fue más tarde sustituido cuando una nueva flota fue reunida para establecer una presencia más robusta en la India, posiblmente como resultado de una riña con Manuel I. Habiendo perdido la preferencia del rey, se retiró a la vida pública, contando con pocos registros de la parte final de su vida. Sus logros cayeron en el olvido por más de 300 años. Algunas décadas después de la independencia de Brasil de Portugal, en el siglo XIX, la reputación de Cabral comenzó a ser rehabilitada por el emperador Pedro II de Brasil. Desde entonces, los historiadores han discutido en cuanto al hecho de si Cabral fue el descubridor de Brasil y si dicho descubrimiento fue accidental o intencional. La primera cuestión se resolvió mediante la observación de que pocos encuentros superficiales hechos por los exploradores antes que él fueron notados y que ninguno contribuyó de sobremanera para el desarrollo y el futuro de la tierra que se convertiría en el Brasil, la única nación en las Américas, donde el idioma oficial es el portugués. En tanto a la segunda cuestión, no se ha formado ningún consenso definitivo y la hipótesis del descubrimiento intencional carece de pruebas sólidas. No obstante, a pesar de que su reputación se ha visto ensombrecida por la fama de otros exploradores de la época, Cabral se considera ahora una de las personalidades más importantes de la Era de los Descubrimientos.

Biografía

Primeros años

Poco es cierto respecto a la vida de Pedro Álvares Cabral, antes o después del viaje que llevó al descubrimiento de Brasil. Nació en 1467 ó 1468 —el año anterior es el considerado como más probable—,[8][9]​ en Belmonte, a unos 30 kilómetros de lo que hoy en día es Covilhã, ubicado en el centro de Portugal.[1][8][10][11]​ Era hijo de Fernão Álvares Cabral e Isabel Gouveia, siendo uno de los cinco niños y seis niñas de la familia.[8][10][12]​ Cabral fue bautizado como Pedro Álvares de Gouveia y sólo más tarde, supuestamente tras la muerte de su hermano en 1503,[10][13][14]​ comenzó a utilizar el apellido de su padre.[12][15]​ El escudo de armas de su familia fue elaborado con dos cabras de color púrpura en un campo de plata. El púrpura representa la fidelidad, y las cabras derivan del nombre de la familia.[8]​ Sin embargo, sólo su hermano mayor tuvo derecho a hacer uso de las armas de la familia.[16]

Criado como miembro de la nobleza portuguesa,[17][18]​ Cabral fue enviado a la corte del rey Alfonso V en 1479, cuando apenas contaba con 12 años. Se educó en humanidades y fue entrenado para la lucha y toma de armas.[10]​ Tenía cerca de 17 años de edad cuando el 30 de junio de 1484 fue nombrado «joven fidalgo» (un título de menor importancia que se concedía a los jóvenes nobles) por el rey Juan II.[10]​ Los registros de sus acciones antes de 1500 son extremadamente escasos, sin embargo se tiene constancia de que Cabral pudo haber realizado exploraciones por el norte de África, tal y como lo habían hecho sus antepasados y como era comúnmente hecho por otros jóvenes nobles de su época.[12][19]​ El rey Manuel I, que había ascendido al trono dos años antes, le concedió un subsidio anual con valor de 30 mil reales el 12 de abril de 1497.[20][21]​ Esa misma época, recibió el título de fidalgo por parte del Consejo del Rey y fue nombrado caballero de la Orden de Cristo.[21]​ No existe imagen alguna o descripción física detallada de Cabral contemporánea a su época. Se sabe que era fuerte[22]​ y que igualaba a su padre en altura (1.90 metros).[23][24][25]​ El carácter de Cabral ha sido descrito como culto, cortés,[25]​ prudente,[26]​ generoso, tolerante con los enemigos,[27]​ humilde,[22]​ al igual que vanidoso[25]​ y muy preocupado en relación al respeto que su posición y nobleza exigían.[28]

Descubrimiento de Brasil

Capitán mayor

La carraca de Cabral, en el Livro das Armadas (Biblioteca de la Academia das Ciências de Lisboa).

El 15 de febrero de 1500, Cabral fue nombrado capitán-mayor de una expedición a la India.[27][29][30]​ Era costumbre de aquella época que la Corona Portuguesa nombrase nobles para comandar expediciones navales y militares, independientemente de su experiencia o competencia profesional.[31]​ Tal es el caso de los capitanes de los navíos comandados por Cabral —puesto que la mayoría era noble como él.[32]​ Esta práctica era arriesgada ya que la autoridad podría caer en manos de personas altamente incompetentes e incapaces como podría caer en manos de gente con talento como Afonso de Albuquerque o João de Castro.[33]

Pocos detalles respecto a los criterios utilizados por el gobierno portugués para escoger a Cabral como jefe de la expedición en la India han sobrevivido hasta la actualidad. En el decreto real en que se nombra capitán-mayor, las razones dadas son «méritos y servicios». No se conocen más datos sobre estas califaciones.[34]​ De acuerdo con el historiador William Greenlee, el rey Manuel I «sin duda lo conocía bien en la corte». Esto, junto al «papel de la familia Cabral, la lealtad incuestionable de estos a la Corona, la apariencia personal de Cabral y la capacidad que había demostrado en la corte y en el consejo fueron factores importantes».[35]​ Otro aspecto a favor que pudo haber influenciado fueron sus hermanos, quienes formaban parte del Consejo del Rey.[35]​ Dado el nivel de intriga política presente en la corte, Cabral pudo haber tenido a una facción que favoreció su nominación.[35]​ El historiador Malyn Newitt recalca la idea de que se trató de algún tipo de maniobra oculta, afirmando que la elección de Cabral «fue un tentativa deliberada con tal de equilibrar los intereses de las facciones rivales de las familias nobles, pues al parecer él no poseía cualquier otra cualidad para la recomendación y ninguna experiencia en comandar grandes expediciones».[36]

Cabral se volvió jefe militar de la expedición, mientras que los navegantes más experimentados fueron desplegados en esta con tal de proporcionarle ayuda en asuntos navales.[37]​ Los más importantes fueron Bartolomeu Dias, Diogo Dias y Nicolau Coelho.[36][38][39]​ Tales navegadores comandarían, junto con los otros capitanes, 13 navíos[12][36][40]​ y 1500 hombres.[12][41][42][43]​ De este contingente, 700 eran soldados, mientras que los restantes eran plebes comunes que no habían tenido ningún entrenamiento o experiencia en combate con anterioridad.[44]

La flota tenía sus divisiones. La primera se encontraba compuesta por nueve naves y dos caravelas con rumbo hacia Calcuta, en la India, con el objetivo de establecer relaciones comerciales y una factoría. La segunda división, constituida por una nave y una caravela, zarpó desde el puerto de Sofala, en la actual Mozambique.[45]​ Como recompensa por liderar la flota, Cabral tenía derecho a 10 mil cruzados (antigua moneda portuguesa equivalente a aproximadamente 35 kg de oro) y a comprar 30 toneladas de pimienta, por su propia cuenta, para transportar de vuelta a Europa. La pimienta podría entonces ser revendida por la Corona Portuguesa, libre de impuestos.[46]​ Asimismo, se le autorizó el hecho de importar 10 cajas de cualquier otro tipo de especia, libre de impuestos.[46]​ Aunque el viaje era muy peligroso, Cabral tuvo la posibilidad de convertirse en un hombre muy rico siempre y cuando regresase con seguridad a Portugal junto al cargamento. Las especias eran muy raras en Europa, así como también intensamente solicitadas.[46]

Anteriormente, una flota había sido la primera en llegar a la India pasando por África. Esta pertenecía a una expedición dirigida por Vasco da Gama, la cual regresó a Portugal en 1499.[47]​ Durante décadas, Portugal buscaba una ruta alternativa hacia el Oriente, una que excluyera el mar Mediterráneo, que se encontraba bajo el control de las repúblicas marítimas italianas y el Imperio Otomano. El expansionismo de Portugal llevaría, primeramente a una ruta a la India y, más tarde, a la colonización en todo el mundo. El deseo de difundir el cristianismo católico en tierras paganas, fue otro factor que motivó la exploración. Había también una larga tradición de guerra contra los musulmanes, derivado de la lucha contra los moros durante la construcción de la nación portuguesa. La lucha se expandió primero en el norte de África y, finalmente, hasta el subcontinente indio. Una ambición que motivó aún más a los exploradores fue la búsqueda del mítico Preste Juan —un poderoso rey cristiano con el que se podría forjar una alianza contra el Islam. Por último, la corona portuguesa estaba tratando de obtener una participación en el lucrativo comercio de esclavos y el oro en el oeste de África y el comercio de especias procedente de la India.[48]

Partida y llegada a la nueva tierra

Desembarque de Cabral em Porto Seguro, óleo sobre tela de Oscar Pereira da Silva, 1904. Contenido en el Museu Histórico Nacional (Río de Janeiro).

La flota, bajo el comando de Cabral, quien ese entonces tenía entre 32 ó 33 años de edad, partió de Lisboa el 9 de marzo de 1500 al mediodía. El día anterior, la tripulación había recibido una despedida pública que incluyó misa y conmemoraciones con presencia del rey, de la corte y una acalorada multitud.[42][49][50][51][52][53]​ En la mañana del 14 de marzo, la flota pasó por Gran Canaria, la mayor de las Islas Canarias.[51][54]​ Posteriormente, tomó rumbo a Cabo Verde, una colonia portuguesa situada en la costa oeste de África, a la que se llegó el 22 de marzo.[51][55]​ Al día siguiente, una nave con 150 hombres, comandada por Vasco de Ataíde, desapareció sin dejar rastros.[49][51][55]​ La flota cruzó la Línea del Ecuador el 9 de abril y navegó rumbo al oeste apartándose lo más posible del continente africano, utilizando una técnica de navegación conocida como «volta do mar».[49][56]​ Los marineros vieron algas el 21 de abril, lo que les llevó a creer que se encontraban cerca de la costa. Resultó ser justo en la tarde del día siguiente, miércoles, 22 de abril de 1500, cuando la flota ancló cerca de lo que Cabral nombró el Monte Pascoal (en honor a la semana de Pascua). El monte localizado se haya en lo que hoy es la costa noreste de Brasil.[51][56][57][58]

Los portugueses detectaron la presencia de habitantes en la costa, y los capitanes de todos los navíos se reunieron a bordo del navío de Cabral el día 23 de abril.[59]​ Cabral mandó a Nicolau Coelho, capitán que había viajado con Vasco da Gama a la india, desembarcar y hacer contacto. Este pisó tierra e intercambió presentes con los indígenas.[60]​ Tras el regreso de Coelho, Cabral ordenó que la flota tomase rumbo hacia el norte, donde, a uno 65 km de distancia, anclarían el 24 de abril en un lugar que el capitán-mayor llamó Porto Seguro.[61]​ El lugar era un puerto natural, y Afonso Lopes (piloto del navío principal) trajo dos indios a bordo para hablar con Cabral.[62]

Primeira Missa no Brasil, óleo sobre tela hecho por Victor Meirelles. Actualmente se encuentra en el Museu Nacional de Belas Artes, Brasil.

Así como en el primer contacto, el encuentro fue amistoso y Cabral ofreció presentes a los nativos.[63]​ Los habitantes eran cazadores-colectores de la edad de piedra, a los cuales los europeos atribuirían la etiqueta genérica de «indios». Los hombres recolectaban alimento por medio de la caza y la pesca, en tanto las mujeres se dedicaban a la agricultura en pequeña escala. Se dividieron en numerosas tribus rivales. La tribu que Cabral encontró fue la tupiniquim.[64]​ Algunos de ellos eran nómadas y otros sedentarios —teniendo conocimiento del fuego, más no de los metales. Algunas pocas tribus practicaban el canibalismo.[65]​ El 26 de abril (domingo de Pascua), conforme cada vez más nativos curioso aparecían, Cabral ordenó a sus hombres la construcción de un altar en tierra, donde una misa católica fue celebrada por Henrique de Coimbra —teniéndose constancia de que fuera la primer misa hecha sobre lo que sería la actual Brasil.[66]​ Se ofreció vino a los indios, que no gustaron de la bebida. Los portugueses no sabían que se trataba de un pueblo que se jactaba del conocimiento de bebidas alcohólicas fermentadas, obteniéndolas de las raíces, tubérculos, cortezas, semillas y frutas.[67]

Durante los días siguientes se almacenó agua, alimentos, madera y otros suministros. Los portugueses también construyeron una enorme cruz de madera —que medía aproximadamente siete metros de altura. Cabral constató que la nueva tierra se encontraba al este de la línea de demarcación entre Portugal y España que había sido establecido en el Tratado de Tordesillas. El territorio estaba, por tanto, dentro del hemisferio atribuido a Portugal. Para solemnizar la reinvindicación de Portugal sobre aquellas tierras, se levantó otra cruz de madera y una segunda misa fue celebrada el 1 de mayo.[61][68]​ En honor a la cruz, Cabral nombró a las nuevas tierras descubiertas Ilha de Vera Cruz.[69]​ Al día siguiente, un navío de suministros bajo el mando de Gaspar de Lemos[70][71]​ o André Gonçalves[72]​ (existe un conflicto de parte de las fuentes respecto a quién era el capitán de la nave),[73]​ regresó a Portugal para informar al rey del descubrimiento, por medio de la carta escrita de Pero Vaz de Caminha.

El viaje a la India

Réplica de la carraca de Cabral , la Anunciação (Campinas, São Paulo, Brasil.

Tragedia al sur de África

La flota retomó su viaje el 2[74]​ ó 3[72]​ de mayo de 1500, navegando a lo largo de la costa este de América del Sur. Al hacerlo, Cabral se convenció de que había encontrado un continente entero, envés de una isla.[75]​ Para el 5 de mayo, la flota giró al este tomando dirección hacia África.[75]​ El 23[75]​ ó 24[71]​ de mayo, los navíos se toparon con una tempestad en la zona de alta presión del Atlántico Sur, trayendo consigo la pérdida de cuatro navíos. El lugar exacto del desastre es desconocido —las especulaciones varían desde el puerto de Cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur del continente africano[75]​ hasta un lugar «a la vista de la costa sur-americana».[76]​ Tres naves y una caravela comandadas por Bartolomeu Dias —el primer europeo en navegar las costas del Cabo de Buena Esperanza en 1488— naufragaron, perdiéndose 380 hombres.[77]

Los navíos restantes, perjudicados por el mal tiempo y con sus equipos dañados, se separaron. Uno de los navíos que se había separado, comandado por Diogo Dias, vagó sin dirección,[78]​ mientras que los otros seis lograron reagruparse. Se reunieron en formaciones de tres navíos cada uno, el grupo de Cabral navegó al este, pasando por el Cabo de Buena Esperanza. Determinada su posición y avistando tierra, tomaron dirección hacia el norte y desembarcaron en algún lugar del archipiélago de las Islas Primeras y Segundas, a lo largo de África oriental y al norte de Sofala.[78][79]​ La flota principal permaneció en el puerto de Sofala al menos diez días en tanto los barcos eran reparados.[78][80]​ La expedición, posteriormente, se dirigió hacia el norte, llegando a Kilwa Kisiwani el 26 de mayo, donde Cabral intentó negociar un tratado comercial con el rey local pero fracasó.[81]

La ciudad de Kilwa Kisiwani en 1590; hecha por Georg Braun y Frans Hogenberg.

De Kilwa Kisiwani partieron hacia Malindi, donde desembarcaron el 2 de agosto. Cabral se reunió con el rey local, con quien estableció relaciones de amistad e intercambió presentes. Asimismo, en Malindi fueron reclutados pilotos para la última etapa del viaje a India. Antes del destino final, desembarcaron en Angediva, una isla donde los navíos camino a Calcuta se abastecían. Allí, los barcos una vez atraídos a la playa, fueron calafateados y pintados. Asimismo, se realizaron los últimos preparativos para el encuentro con el gobernador de Calculta.[82][83][84]

Masacre en Calcuta

La flota partió de Angediva y llegó a Calcuta el 13 de septiembre.[74][82][84]​ Cabral obtuvo éxito en las negociaciones con el «Samorim» —título dado al gobernante de Calcuta— y obtuvo autorización para instalar una factoría y un almacén en la ciudad-estado.[83]​ Con la esperanza de mejorar aún más las relaciones, Cabral envió a sus hombres en varias misiones militares a pedido del Samorim.[85]​ Mientras tanto, el 16[86]​ ó 17[87]​ de diciembre, la factoría sufrió un ataque por cerca de 300[86]​ (de acuerdo con otros relatos, incluso militares)[83]​ árabes musulmanes e indígenas hindúes. A pesar de la defensa desesperada de los ballesteros, más de 50 portugueses fueron asesinados.[nb 3][85][86]​ Los defensores restantes se retiraron a los navíos, algunos llegaron nadando. Pensando que el ataque fue resultado de una incitación no autorizada de parte de comerciantes árabes celosos, Cabral esperó 24 horas para obtener una explicación del gobernante de Calcuta, sin embargo no se presentó ninguna disculpa.[85][87][88]

Los portugueses se presentaron indignados con el ataque a la factoría y con la muerte de sus compañeros y atacaron 10 navíos mercantes de los árabes anclados al puerto. Mataron a cerca de 600 tripulantes[85]​ y confiscaron el cargamento antes de incendiar los barcos.[87][88]​ Cabral también ordenó que sus navíos bombardeasen Calculta por un día entero en represalia a la violación del acuerdo.[87][88]​ La masacre fue atribuida, en parte, a la animosidad portuguesa en relación a los musulmanes, resultante de siglos de conflictos con los moros en la Península Ibérica y en el norte de África.[89]​ Además, los portugueses estaban determinados a dominar el comercio de las especias y no tenían la intención de permitir el florecimiento de la competencia. Los árabes tampoco tenían el interés en permitir que los portugueses quebrasen su monopolio sobre las especias. Los portugueses habían comenzado por insistir en que se les diese un trato preferencial en todos los aspectos del comercio. La carta de Manuel I entregada por Cabral al gobernante de Calculta —traducida por los intérpretes árabes— pedía la exclusión de los comerciantes árabes. Los comerciantes musulmanes, creyendo que estaban a punto de perder sus oportunidades de negocio y sus medios de subsistencia,[90]​ habían tentado en colocar al gobernante hindú en contra de los portugueses. En cada acción, los árabes y los portugueses eran muy desconfiados los unos de los otros.[91]

Para el historiador William Greenlee, los portugueses percibieron que «eran pocos en número y los que vienen a la India en las flotas futuras también eran siempre superadas en número, por lo que esta traición debería ser castigada de forma crucial y decisiva con el fin de que los portugueses fueran temidos y respetados en el futuro. Fue su artillería superior que les permitió lograr ese objetivo». Por lo tanto, los portugueses establecieron un precedente para el comportamiento de los exploradores europeos en Asia durante los siglos siguientes.[92]

Regreso a Europa

En la imagen —Memória das Armadas (1568)— se aprecian doce de los trece navíos que formaron parte de la flota de Cabral. En total, dos barcos regresaron vacíos, cinco regresaron con su carga completa y seis se perdieron.

Avisos en los relatos del viaje de Vasco da Gama a la India llevaron al rey Manuel I a informar a Cabral la existencia de otro puerto, ubicado al sur de Calcuta, donde también podrían establecerse relaciones comerciales. El lugar del que se hacía mención era Cochín, donde la flota desembarcó el 24 de diciembre.[93]​ Cochín era nominalmente un territorio vasallo de Calcuta, así como también era dominado por otras ciudades-estado de la India. El gobernante de Cochín estaba ansioso por lograr la independencia de la ciudad, y los portugueses estaban dispuesto a conseguir esa desunión de la India —tal y como los británicos harían 300 años después. La táctica acabaría por asegurar la hegemonía portuguesa sobre la región.[93]​ Cabral forjó una alianza con el gobernante de Cochín, y con líderes de otras ciudades-estado, siendo capaz de establecer una factoría. Por último, cargado de especias preciosas, la flota fue a Kannur, con el fin de negociar una vez más antes de partir en su viaje de regreso a Portugal el 16 de enero de 1501.[86][87][93]

La expedición tomó rumbo hacia la costa este de África. Uno de los navíos encayó en un banco de arena y comenzó a hundirse. Como no había espacio en los demás navíos, la carga fue abandonada dejando a Cabral con la decisión de que la nave fuese incendiada.[94][95][96]​ En seguida, la flota prosiguió en dirección a la Isla de Mozambique (al noreste de Sofala), al fin de proveer mantenimiento para que los navíos estuviesen en óptimas condiciones por el agitado pasaje en torno al Cabo de Buena Esperanza.[97]​ Una caravela fue enviada a Sofala —otro de los objetivos de la expedición. Una segunda caravela, considerado el navío más veloz de la flota y capitaneado por Nicolau Coelho, fue enviada al frente de las demás para dar aviso previo al rey sobre el éxito del viaje. Un tercer navío, comandado por Pedro de Ataíde, se separó de la flota después de partir de Mozambique.[97]

El 22 de mayo, la flota —reducida únicamente a dos navíos— pasó por el Cabo de Buena Esperanza.[98]​ Llegaron a Bezeguiche (actual ciudad de Dakar, localizada en la península de Cabo Verde), el 2 de junio. Allí, encontraron no sólo la carabela de Nicolau Coelho si no también la nave comandada por Diogo Dias —la cual se había perdido hace más de un año luego del desastre en el Atlántico Sur. El barco había transitado por varias aventuras[nb 4]​ y estaba en malas condiciones, donde sólo siete hombres enfermos y desnutridos se encontraban a bordo —uno de ellos estaba tan débil que murió de alegría al ver a sus compañeros de nuevo.[95]​ Otra flota portuguesa también fue encontrada anclada en Bezeguiche. Luego de que Manuel I fue informado del descubrimiento de Brasil, ordenó el envío de una flota menor para explorarlo. Uno de sus navegantes era Américo Vespucio (navegante italiano cuyo nombre se le designaría a América), quien informó a Cabral detalles sobre su exploración, y quien efectivamente confirmó que había desembarcado en un continente entero y no en una isla.[102]

La carabela de Nicolau Coelho partió primero de Bezeguiche y llegó a Portugal el 23 de junio de 1501.[103]​ El navío de Cabral quedó rezagado, a la espera del navío desaparecido de Pedro de Ataíde y de la carabela que había sido enviada para Sofala. Ambos navíos acabaron por aparecer y Cabral llegó a Portugal el 21 de julio de 1501, con los otros navíos llegando durante los días siguientes.[104]​ En total, dos barcos regresaron vacíos, cinco estaban completamente cargados y seis se perdieron. Sin embargo, las cargas transportadas por la flota generaron ganancias de hasta un 800% para la Corona Portuguesa.[105]​ Luego de que las especias fueron vendidas, los ingresos cubrieron los costos del equipo y de la flota de barcos que se perdieron, generando un beneficio únicamente superado por la suma total de estos costos.[106]​ «Sin desanimarse por las pérdidas precedentes que había sufrido, cuando llegó a la costa del este africano, Cabral siguió adelante con el acomedido que le había sido atribuido y fue capaz de inspirar a los oficiales y hombres sobrevivientes con un coraje idéntico», afirma el historiador James McClymont.[98]​ «Pocos viajes para Brasil e India fueron tan bien ejecutados como el de Cabral», afirmó el historiador Bailey Diffie,[58]​ con tal de que el viaje estableciera un camino entre la apertura inmediata «de un imperio marítimo portugués de África al Extremo Oriente», y más tarde un «imperio terrestre en Brasil».[74]

Años finales

Tumba de Pedro Álvares Cabral en Santarém, Portugal.

Tras el regreso de Cabral, Manuel I comenzó a planear otra flota para hacer el viaje a India y así también vengas las pérdidas portuguesas en Calculta. Cabral fue escogido para comandar esa «Flota de Venganza», como era denominada. Durante ocho meses, Cabral realizó los preparativos para el viaje,[107]​ sin embargo, por razones que aún permanecen inciertas, fue removido del mando.[108]​ Aparentemente, se había propuesto dar a otro navegante, Vicente Sodré, el comando independiente sobre una parte de la flota —a lo cual Cabral se había opuesto crecientemente.[108][109][110][111]​ No se sabe si fue despedido[110][110]​ o si pidió ser liberado del cargo,[109]​ de cualquier manera, cuando la flota partió en marzo de 1502, su comandante era Vasco da Gama, un sobrino materno de Vicente Sodré, y no de Cabral.[24][110][111]​ Se sabe, en tanto, que surgió una hostilidad entre las facciones que apoyaban a Vasco da Gama y Cabral. En algún momento, Cabral optó por dejar la corte permanentemente.[107]​ El rey se mostró muy disgustado con la riña, hasta el punto de que sólo mencionar el asunto en su presencia podría resultar en la prohibición de la corte, tal y como ocurrió con uno de los partidarios de Vasco da Gama.[112]

A pesar de la pérdida de los favores del rey,[108][111]​ Cabral consiguió un ventajoso casamiento en 1503[112][113]​ con Isabel de Castro, una noble mujer rica y descendiente del rey Fernando I.[112]​ Su madre era hermana de Afonso de Albuquerque, uno de los dos mayores líderes militares de Portugal durante la Era de los descubrimientos.[17][23][112]​ El matrimonio tuvo por lo menos cuatro hijos: dos varones (Fernão Álvares Cabral y António Cabral) y dos mujeres (Catarina de Castro y Guiomar de Castro).[114]​ También habían tenido otras dos hijas, llamadas Isabel y Leonor, de acuerdo con otras fuentes, que afirman que también Guiomar, Isabel y Leonor fueron admitidas en órdenes religiosas. El primogénito Fernão había sido el único de los dos hijos de Cabral quien tuvo herederos, puesto que António murió en 1521 sin contraer matrimonio.[115]​ Afonso de Albuquerque intentó interceder a favor de Cabral y, el 2 de diciembre de 1514, pidió al rey Manuel I perdonarle y, asimismo, permitirle regresar a la corte, fracasando en su acomedido.[17][112][116]

Sufriendo de fiebre constante y un temblor (posiblemente resultado de la malaria) desde su viaje,[24]​ Cabral se retiró a Santarém en 1509. Pasó sus últimos años en este lugar.[17][111]​ Solamente esbozos de informaciones están disponibles sobre sus actividades ejercidas durante aquel tiempo. Según una carta que data del 17 de diciembre de 1509, Cabral se envolvió en una disputa por una transacción de tierras en las que estaban envueltas parte de la propiedad que le pertenecía.[112][117]​ Otra carta del mismo año informa que el recibiría ciertos privilegios por parte de un servicio militar no divulgado.[20][112]​ En 1518, o incluso antes, fue elevado de fidalgo a caballero en el Consejo del Rey, teniendo como derecho a un subsidio mensual de 2,437 reales.[20][112][116]​ Esto se sumaba a la pensión anual concedida a él en 1497, que se le seguía pagando.[20]​ Cabral murió de causas no especificadas, probablemente en 1520,[24][105][115]​ y fue enterrado en el interior de la Capilla de São João Evangelista en la Igreja do Antigo Convento da Graça en Santarém.[116]

Legado

Rehabilitación póstuma

El primer asentamiento permanente portugués en tierra que se fundaría en Brasil fue São Vicente, establecido en 1532 por Martim Afonso de Sousa. Conforme los años pasaron, los portugueses fueron lentamente expandiendo las fronteras de su colonia hacia el oeste, conquistando las tierras tanto de los amerindios como de los españoles. El Brasil había asegurado gran parte de sus fronteras actuales alrededor de 1750, siendo considerado por Portugal como la parte más importante de su vasto imperio marítimo. El 7 de septiembre de 1822, el heredero de João VI, el príncipe Pedro, garantizo la independencia de Brasil de Portugal y se volvió su primer emperador.[118][119]

Los descubrimientos de Cabral, así como el mismo lugar donde fue enterrado, fueron olvidados por casi 300 años desde su expedición.[118][119]​ Esta situación comenzó a cambiar al inicio de la década de 1840, cuando el emperador Pedro II, sucesor e hijo de Pedro I, patrocinó búsquedas y publicaciones sobre la vida y la expedición de Cabral a través del Instituto Histórico y Geográfico Brasileño. Esto formaba parte del ambicioso plan del emperador para incentivar y reforzar un sentimiento de nacionalismo en la diversificada sociedad brasileña —dando a los ciudadanos una identidad e historia comunes como residentes del único país de lengua portuguesa en América.[120]​ El inicio del resurgimiento del interés en Cabral había resultado del descubrimiento de su tumba por el historiador brasileño Francisco Adolfo de Varnhagen (más tarde nombrado Vizconde de Porto Seguro) en 1839.[24][121]​ El estado completamente decadente en el que la tumba de Cabral fue encontrada provocó una crisis diplomática entre Brasil y Portugal –este último era entonces gobernado por la hermana mayor de Pedro II, María II.[122]

En 1871, el emperador brasileño —entonces en visita oficial en Europa— visitó la tumba de Cabral y propuso la exhumación para fines científicos, la cual fue realizada en 1882.[121]​ En una segunda exhumación, en 1896, fue autorizada la remoción de una urna que contenía tierra y fragmentos de huesos. A pesar de que sus restos mortales se localizaban en Portugal, la urna fue finalmente llevada a la Iglesia de Nuestra de Señora de Monte do Carmo en Río de Janeiro el 30 de diciembre de 1903.[121]​ Desde entonces, Cabral se volvió un héroe nacional de Brasil.[123]​ En Portugal, sin embargo, los autores afirman que su prestigio es sofocado por la fama de Vasco da Gama.[124][125]​ Para el historiador William Greenlee, el viaje de Cabral es importante «no sólo por su posición en la historia de la geografía, sino también por su influencia en la historia y la economía de la época». A pesar de ello el autor reconoce que pocos viajes «tuvieron mayor importancia para la posteridad», afirmando también que «pocos fueron menospreciados en su tiempo».[126]​ En tanto, el historiador McClymont afirmó que «la posición de Cabral en la historias de las conquistas y descubrimientos portugueses es impugnable a pesar de la supremacía de hombres mayores y más afortunados».[127]​ Según él, Cabral «será siempre recordado en la historia como el principal, sino el primero, descubridor de Brasil».[127]

Planisferio de Cantino (1502). El mapa se caracteriza por representar con gran precisión zonas del mundo hasta entonces poco exploradas por los navegantes europeos. La costa de Brasil, así como sus territorios actuales, aparece parcialmente trazada, confirmando la conjetura de Pedro Álvares Cabral, que dos años antes mencionó que Brasil no era sólo un territorio pequeño, sino quizás un continente que se extendía mucho más al sur. La información contenida en el mapa tenía entonces un gran valor, y tuvo un gran impacto en las relaciones comerciales de Italia con Portugal en la época; asimismo, la línea del Tratado de Tordesillas aparece demarcada.

Hipótesis del descubrimiento intencional

Una controversia que ocupa a los estudiosos desde hace más de un siglo es si el descubrimiento de Cabral fue accidental o intencional. En este último caso, significaría que los portugueses tenían por lo menos algún indicio de que existía una tierra al oeste. La cuestión fue encarecida por primera vez por el emperador Pedro II en 1854 durante una sesión del Instituto Histórico y Geográfico Brasileño cuando se indagó de las búsquedas que el descubrimiento pudo haber sido intencional.[128]

Durante la conferencia de 1854, la presunción generalizada era de que el descubrimiento había sido un accidente. Obras iniciales sobre el asunto defendían esta perspectiva, tales como História do Descobrimento e Conquista da Índia (publicado en 1541) de Fernão Lopes de Castanheda, Décadas da Ásia (1552) de João de Barros, Crônicas do Felicíssimo Rei D. Manuel (1558) de Damião de Góis, Lendas da Índia (1561) de Gaspar Correia,[129]História do Brasil (1627) de fray Vicente do Salvador e História da América Portuguesa (1730) de Sebastião da Rocha Pita.[130]

La primer obra que defendió la postura de que el descubrimiento había sido intencional fue publicado en 1854 por Joaquim Noberto de Sousa e Silva, después de que Pedro II iniciase el debate.[131]​ Desde entonces varios estudiosos apoyaron la idea, tales como Francisco Adolfo de Varnhagen,[122]Capistrano de Abreu,[122]Pedro Calmon,[132]Fábio Pestana Ramos[133]​ y Mário Barata.[134]​ Para el historiador Hélio Vianna, «a pesar de que hay señales de intencionalidad» del descubrimiento de Cabral, «basados principalmente en el conocimiento o en las sospechas anteriores de la existecia de tierras en las costas del Atlántico Sur», no existen pruebas irrefutables que lo comprueben.[135]​ Esta opinión también es compartida por el historiador Thomas Skidmore.[136]​ El debate sobre si el descubrimiento fue deliberado o no es considerado «irrelevante» por el historiador Charles R. Boxer.[65]​ Para el historiador Anthony Smith, las alegaciones del conflicto «probablemente nunca serán resueltas».[137]

Precursores

El Mapa de Juan de la Cosa, que data de 1500, menciona el viaje a la costa noreste de Brasil hecha por Vicente Yáñez Pinzón.

Cabral no habrá sido el primer europeo en pisar tierras brasileñas, por no mencionar otras partes de América del Sur. Monedas romanas fueron encontradas en la actual Venezuela, al noreste de Brasil, probablemente originarias de los navíos que fueron llevados por las tempestades en la Edad Antigua.[138]​ Los escandinavos llegaron a América del Norte y establecieron asentamientos, a pesar de que habían fracasado en algún momento antes de finales del siglo XV.[138]Cristóvão Colombo, en su tercer viaje al Nuevo Mundo, en 1498, recorrió parte de la actual Venezuela.[134]

En caso de Brasil, ya fue considerado probable que el navegador portugués Duarte Pacheco Pereira había hecho un viaje a la costa brasileña en 1498. Esta creencia fue descartada y actualmente se considera la posibilidad de que había viajado a América del Norte en lugar de esto.[22][139][140]​ Hay más evidencias concretas de que dos españoles, Vicente Yáñez Pinzón y Diego de Lepe, había recorrido la costa norte de Brasil entre enero y marzo de 1500. Pinzón realizó un expedición desde lo que era Fortaleza hasta la desembocadura del río Amazonas. En tanto, Lepe llegaría hasta el río Oiapoque en marzo. La razón por la cual Cabral es considerado el descubridor de Brasil, envés de los exploradores españoles, se debe al hecho de que los viajes de Pinzón y Lepe fueron breves y no tuvieron cualquier impacto duradero. Los historiadores Capistrano de Abreu,[141]​ Francisco Adolfo de Varnhagen,[142]​ Mário Barata[143]​ y Hélio Vianna[144]​ concuerdan en que las expediciones españoles no influenciarían en nada el desarrollo de lo que sería la única nación de lengua portuguesa en América —con historia, cultura y sociedad únicas, diferenciándose de las sociedades hispano— americanas que dominan el resto del continente.

Véase también

Fuentes

Notas

  1. Su nombre fue escrito durante su vida como «Pedro Álvares Cabral», «Pero Álvares Cabral», «Pedr'Álváres Cabral», «Pedrálvares Cabral», «Pedraluarez Cabral», entre otros. Dichas variaciones ortográficas siguen siendo utilizadas. Este artículo utiliza la grafía más común.[2][3][4][5][6]
  2. Los orígenes más remotos del Imperio portugués datan de la ascensión al trono de D. João I en 1385 y las posteriores guerras de conquista en África del Norte dirigidas por él y los envíos realizados por su hijo. La fundación del Imperio portugués, sin embargo, estaba muy relacionada con el descubrimiento de un territorio más importante que pasaría a convertirse en lo que hoy es Brasil y el establecimiento de las relaciones comerciales en la India.[7]
  3. Otras fuentes dan cifras que oscilan entre los 20 y 70 portugueses tanto muertos como heridos.[88]
  4. Al seguir una ruta diferente de sus compñaeros, Dias se volvió el primer europeo en visitar la isla de Madagascar. De hecho, entabló amistad con sus habitantes y regresó a través del litoral africano. Los intentos posteriores de Dias en encontrar la flota principal culminaron en su navegación por el Cabo Guardafui y po el Golfo de Adén, aguas hasta ese entonces inavegables por los navíos europeos. Víctima de las corrientes de aire, Dias pasó varios meses devastadores en dicha región, después de haber sido golpeados por las tormentas y atacados por piratas, finalmente desembarcó en la costa de Eritrea, en una búsqueda desesperada de alimentos y agua para su tripulación, que desafortunadamente encontró la muerte. Dias finalmente consiguió realizar el difícil viaje de regreso al sur, a través de la costa este de África, alrededor del Cuerno de Áfica y luego de rodear el noroeste del continente, donde encontró nuevamente la flota de Cabral, luego de un año de separación.[99][100][101]

Referencias

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