Escarificación (incisión)

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Escarificación en el rostro de una persona por medio de cortes (cutting).

La escarificación es la acción de producirse escaras en la piel. Las escaras son cicatrices infringidas por cortes superficiales o profundos en la dermis. Estas heridas originan costras o granulaciones que, por lo general, son de color oscuro como consecuencia de la muerte de tejido.[1]

Diversas culturas han utilizado esta técnica. En algunas como la africana, las mujeres consideran las escaras como un elemento decorativo y en los hombres como un símbolo de fortaleza.[2]​ También se emplea en algunas culturas americanas, como la maya, huasteca o chichimeca.[3]​ Esta técnica de automutilación también se practica en la cultura occidental con fines decorativos, como una forma de tatuaje.[4]

La escarificación proviene de la palabra inglesa scar,[5]​ que significa cicatriz y está considerada una modificación corporal.[6]​ También es conocida como «la marca de sacrificio» y es ilegal en varios países, entre ellos, el Reino Unido.[7]​ Se realiza por medio de diferentes técnicas, como el branding (quemaduras) o el cutting (cortes), entre otras. El proceso es extremadamente doloroso y la persona puede sufrir infecciones, hemorragias y limitaciones de la movilidad.[8][9][10]

Antecedentes

Un manuscrito ilustrado del siglo XV que detalla a una mujer vestida con ropa contemporánea realizando incisiones con un objeto puntiagudo en el cuerpo de un hombre.

Históricamente, la escarificación se practicaba en gran medida por pueblos y grupos indígenas de América, África y Oceanía para recordar a los antepasados, como una tradición o por cuestiones simbólicas.[11]

No se sabe con exactitud el origen de la escarificación, pero existen registros, manuscritos ilustrados y esculturas del siglo XV y XVI donde se muestran personas ejerciendo esta actividad e imágenes en piedra, madera y metales como el cobre con notables diseños.[12]​ Los maoríes fueron uno de los principales grupos étnicos que empleaban esta técnica en sus rostros. Como resultado, la piel quedaba literalmente esculpida con grandes diseños y protuberancias que eran sinónimo de belleza y valentía para las mujeres. También servía para identificar a los miembros de la comunidad.[13]​ Las primeras incisiones realizadas se rellenaban con pequeñas cantidades de ceniza, dando como resultado una cicatriz oscura.[14]​ Otras tribus oceánicas como la Sepik de Nueva Guinea se cortaban la piel en honor al cocodrilo, por tratarse de un animal sagrado.[15]​ Por lo general, los ancianos y las personas adultas que lideraban a sus tribus tenían la terea de realizar la escarificación.[16][17][18]

Desde el campo de la antropología, el estudio del cuerpo ha sido objeto de debates e investigaciones.[19]​ En 1909, el etnógrafo Arnold van Gennep describió las transformaciones corporales, incluyendo el tatuaje, la escarificación y la pintura, como auténticos ritos.[20]​ En 1963, el francés Claude Lévi-Strauss dijo que el cuerpo humano es como un lienzo en espera de una impronta cultural.[21]​ En 1980, el doctor y profesor emérito de la Universidad de Chicago, Terence S. Turner, utilizó por primera vez el término «social skin», para referirse al estilo de vida del pueblo indígena Kayapó, su cultura y la importancia de la decoración del cuerpo.[22]

Simbolismo y cultura

En términos generales, la escarificación es una práctica cultural que se ha generalizado en muchas civilizaciones.[23]​ En varias comunidades y etnias de Australia la escarificación generalmente empieza en la adolescencia. Si un individuo se niega corre el riesgo de ser apartado de algunas actividades tradicionales, tales como ceremonias, ritos, cultos y danzas.[14]​ En otras, los cortes son sinónimo de éxitos y triunfos, ya que representa la muerte de cada uno de sus enemigos. Según Victoria Pitts, socióloga de la Universidad de Nueva York, la escarificación se ha extendido popularmente, en parte, como elemento diferenciador ante el resto de la sociedad.[14]​ Según Pitts, la «identidad se expresa a menudo a través de la apariencia», en contraste con la sociedad consumista que se interesa más en la belleza y la moda.[14]​ Vince Hemingson, escritor y cineasta que ha estudiado la modificación corporal también afirma que la escarificación y otras alteraciones del cuerpo como la lengua bífida, suponen un cambio significativo dentro de la sociedad.[14]

Existen varias hipótesis sobre la ecología de la conducta de la escarificación. La primera apunta a razones simbólicas ejemplificadas en los ritos.[23]​ Antiguamente, mayoría de las tribus africanas utilizaban esta técnica para clasificar a sus miembros, como un acto religioso, o para demostrar fuerza, madurez y disciplina.[23]​ Una segunda hipótesis apunta a las conductas sexuales. Grupos étnicos como los saras y los nubas han practicado la escarificación como una expresión sexual,[24]​ es decir, porque «mejora la apariencia física» y representa la fertilidad.[23]​ Una tercera se enfoca en las razones sociales y humanas, como un «medio de libertad» que sirve para «escapar de las presiones sociales y culturales». También se considera un medio de autoexpresión y una forma de interactuar con los demás.[23]​ Otras personas entendidas en el tema como artistas, tatuadores y escritores versados en modificaciones corporales la consideran una clase de arte.[4]

También se cree que estas incisiones sirven como un tipo de protección mágica para ahuyentar o expulsar a espíritus malignos o como medio para «conectar espiritualmente» con entidades superiores.[23]

Métodos

Quemado de una pieza de metal por medio de un soplete. Este método se conoce con el nombre de strike branding.

La escarificación no es una práctica confiable y precisa. Hay variables como el tipo de piel, la profundidad del corte, el tratamiento de la herida, la salud y la edad biológica.[25]​ Las cicatrices tienden a extenderse a medida que sanan. Por tanto, aunque generalmente el diseño es simple, los detalles pueden sufrir variaciones durante el proceso de cicatrización. El valor promedio de este procedimiento es de 200 $ aproximadamente, aunque puede exceder los 500 $.[26]

Existen varias técnicas que se emplean en la escarificación como el branding o cutting, entre muchas otras. Independientemente del método a emplear, los cortes no pueden exceder los 3 milímetros de profundidad ya que podría comprometer los vasos sanguíneos, tendones, nervios y otras partes sensibles.[27][28]

Branding (quemaduras en la piel)

El branding es una técnica muy común en la escarificación, en ella se utilizan herramientas tales como sopletes, soldadores eléctricos, unidades de electrocirugía, piezas de metal o alambres, entre otras.[29]​ De ella derivan varios métodos como el cautery branding (cauterización), que consiste en calentar la punta de un alambre para realizar las quemaduras en la piel,[29]​ es un tipo de cauterización térmica. El laser branding es un método que fue popularizado por el artista estadounidense Steve Haworth, pionero en este tipo de técnica;[30]​ el término técnico es cirugía eléctrica o electrocirugía. Este procedimiento se ejecuta por medio de una unidad de electrocirugía que produce un láser, este a su vez corta y cauteriza la piel, «es como una impresora de imágenes que trabaja directamente sobre la piel».[4]​ Esta es una forma más precisa de escarificación, porque es posible regular en gran medida la profundidad y la naturaleza de los daños que se realizan en la piel. Con las técnicas tradicionales el calor se transfiere a los tejidos, mientras que el laser branding vaporiza la piel de manera tan precisa y rápida que minimiza los daños causados en los tejidos. Esto hace que el dolor disminuya considerablemente y se reduzca el tiempo de curación.[4]

Otros métodos, como el strike branding, se ejecutan después de calentar una placa de metal a altas temperaturas. Posteriormente se presiona sobre la superficie de la piel hasta derretirla literalmente. Históricamente se utilizaba para reclamar la propiedad de esclavos o para castigar a los criminales,[31]​ aunque también como una forma de arte corporal.[32]​ Esta técnica no es tan precisa como las demás y el tiempo de curación es más extenso. Algunos profesionales y expertos en tatuajes consideran el strike branding una técnica más rudimentaria, en comparación a las demás.[4]​ Una última y poco empleada es el cold branding, muy similar al strike branding, salvo que la pieza de metal se somete a un frío extremo (por ejemplo, con nitrógeno líquido) en lugar de calor. También se utiliza en la ganadería.[4]

Cutting (cortes en la piel)

El corte de la piel para fines cosméticos no debe confundirse con la autolesión, que también se conoce con el eufemismo de «corte». Puede haber casos de automutilación y escarificación por razones no cosméticas. En el cutting los trazados se cortan con cuchillas quirúrgicas, aunque también se pueden emplear navajas y otros objetos afilados.[33]​ Entre las técnicas utilizadas se encuentra el skin removal o skinning (eliminación), que consiste en realizar cortes lineales en la piel por medio de un bisturí.[4]​ Además, los contornos de la superficie de la piel son removidos cuidadosamente con la ayuda de otras herramientas. A menudo, las cicatrices formadas presentan una textura inconsistente, aunque esto depende en gran medida de la experiencia del artista y del cuidado de la herida. Otro método es el ink rubbing, que se realiza por medio de una cuchilla quirúrgica. A medida que se raspa la piel se añaden pequeñas cantidades de tinta, muy similar a un tatuaje.[4]​ La mayoría de las personas que se someten a este procedimiento consideran que el diseño final (dibujo) es poco estético y llamativo.[4]

El packing es un método poco común en occidente, pero se ha utilizado tradicionalmente en África. Básicamente consiste en la realización de cortes sobre la piel que, posteriormente, se rellenan con arcilla, ceniza, tinta u otro tipo de sustancia para dar coloración a la herida.[25]​ Por medio del packing se obtienen cortes más profundos, aunque se considera arriesgado por el potencial riesgo de infección. El hatching es otro procedimiento utilizado por los artistas, que permite obtener grandes trazados y mejor definición en diseños pequeños, aunque representa mayor dificultad y tiempo en dibujos de gran tamaño.[4]

Abrasión

Las cicatrices pueden formarse por fricción o raspadura.[4]​ Esto se puede lograr con una máquina para hacer tatuajes, o cualquier objeto que pueda remover la piel por medio de fricción, como la lima o el papel de lija.[34][35]​ Otra técnica es la escarificación química, en la que se utilizan productos corrosivos, como diversos tipos de ácidos, que sirven para remover la piel e inducir a la formación de cicatrices con efectos similares a otros métodos, aunque este procedimiento se encuentra en desuso.[34][36]

Riesgos y precauciones

La escarificación puede llegar a producir daños y traumas a la piel, por lo que no se considera una práctica segura.[4]​ Además, se necesita que el estudio o el lugar donde se realizan este tipo de modificaciones cumpla con las condiciones de higiene y seguridad.[28]​ El uso de guantes, máscaras quirúrgicas y otros elementos durante la intervención es indispensable para evitar posibles infecciones como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la hepatitis B y C, la septicemia, etc.[23][7][37]​ También es importante utilizar antisépticos, jabones medicinales, pomadas e incluso analgésicos o antibióticos,[8]​ mantener una buena higiene en general y esterilizar todas las herramientas de trabajo.[28]

El profesional que trabaja en este tipo de modificaciones debe poseer un conocimiento detallado de la anatomía de la piel humana, con el fin de evitar un corte demasiado profundo o lesiones serias que comprometan la salud de la persona.[38]​ La escarificación no es tan popular como el tatuaje o pirsin, «por lo que son pocos los profesionales y escasos los que deciden experimentarlo», incluso hay gente que la considera un tabú.[39]

Como resultado final, la piel sufre de inflamación e irritación. Durante el proceso la persona sufre hemorragias en las que pueden llegar a perder hasta 300 centímetros cúbicos de sangre.[40]​ En casos más severos, el paciente puede sufrir «limitaciones de la movilidad», queloides y granulaciones que pueden ser tratadas con cirugías, terapias y otros tratamientos.[9]

Véase también

Referencias

  1. Iglesias, Sonia (11 de julio de 2014). «La escarificación en el México Antiguo». komoni. Consultado el 10 de octubre de 2015. 
  2. «Retratos del África occidental, donde las cicatrices son un símbolo de belleza y los jóvenes se cortan para librarse del mal». DEBE VERSE. Consultado el 10 de octubre de 2015. 
  3. Balarezo, Gabriela. «Escarificaciones, el lado (áun más) extremo de los tatuajes». El Comercio. Consultado el 10 de octubre de 2015. 
  4. a b c d e f g h i j k l Marrero Lemes, Macu. «Escarificaciones - Técnicas de modificación corporal extremas». About.com. Consultado el 25 de junio de 2015. 
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  6. (Martí y Cabrero, 2008, p. 92)
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  8. a b Gaitán, Claudio. «Cicatrices estéticas, la nueva moda». Comunica en línea. Consultado el 27 de junio de 2015. 
  9. a b «Reacciones cutáneas adversas por tatuajes y piercings». Revista médica Actas Dermo-Sifiliográficas. Consultado el 27 de junio de 2015. 
  10. Duarte, Jaime. «Tatuajes, piercings y escarificaciones dañan la salud del cuerpo y del espíritu» (en inglés). Centro de Investigaciones sobre la Nueva Era (CISNE). Consultado el 12 de octubre de 2015. 
  11. Adjovi, Laelia (17 de junio de 2014). «¿Por qué algunos africanos se cortan y hacen cicatrices en la cara?». BBC. Consultado el 4 de octubre de 2015. 
  12. Kaufman, Jason Edward (13 de marzo de 2011). «The sculpture of Ife changes ideas about African art» (en inglés). The Washington Post. Consultado el 25 de septiembre de 2015. 
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Bibliografía

Enlaces externos