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Apoyo conductual positivo

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El Apoyo conductual positivo (ACP) es un enfoque destinado a reducir las conductas desafiantes y a aumentar la calidad de vida de las personas.

Este enfoque es aplicable a cualquier tipo de persona que presente conductas desafiantes. Hay poblaciones con las que se ha trabajado de forma especial: niñas y niños, personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y grandes necesidades de apoyo (como las personas con trastorno del espectro autista) o con personas con trastornos de salud mental.

También beneficia a las personas que les rodean.[1][2][3][4]

Bases

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Este enfoque tiene como bases la conducta y el contexto.

Conducta

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El apoyo conductual positivo analiza la conducta para comprenderla, teniendo en cuenta que todo lo que las personas hacen tiene un propósito. A esto se le denomina "análisis funcional". Este análisis promueve la observación de la conducta de la persona: cómo se maneja en su entorno y cómo consigue lo que necesita.

Los apoyos a esa persona estarán orientados a mostrar comportamientos y conductas alternativos para conseguir lo que desea. Un complemento esencial es el apoyo activo.

Contexto

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El apoyo conductual positivo señala que el contexto influye en todo lo que hacemos. El contexto puede influir en la aparición, la reducción o la eliminación de las conductas desafiantes. El enfoque trata de comprender ese contexto y modificarlo de manera que genere un ambiente positivo.

Reducción de prácticas restrictivas

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El apoyo conductual positivo promueve valores y evita el castigo y las prácticas restrictivas. Históricamente, las intervenciones conductuales se han centrado en respuestas que supriman o controlen la conducta en lugar de enseñar habilidades alternativas para lograr el mismo objetivo.[5][6]

No se trata por tanto de un modelo de intervención durante la crisis, sino un enfoque proactivo para su prevención. Parte de la comprensión de la persona al identificar sus fortalezas y sus necesidades. Con esa información, se diseña un tipo de apoyo personalizado ajustado a las necesidades y que potencie las fortalezas.[7]

Véase también

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Referencias

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  1. «Apoyo Conductual Positivo». Equipo SIDI. Consultado el 9 de noviembre de 2020. 
  2. «El apoyo conductual positivo una forma nueva de afrontar viejos problemas». Instituto Superior de Estudios Sociales y Sociosanitarios. Consultado el 9 de noviembre de 2020. 
  3. Iris Carabal (15 de septiembre de 2019). «Abordaje de las conductas problemáticas en el TEA a través del enfoque del Apoyo conductual positivo». Avanzando con emociones. Consultado el 9 de noviembre de 2020. 
  4. Centro de Documentación y Estudios SIIS Dokumentazio eta Ikerketa Zentroa. Fundación Eguía-Careaga Fundazioa (2011). «Buenas prácticas en la atención a personas con discapacidad. Vivir mejor. Apoyo conductual positivo». Diputación Foral de Álava. Consultado el 9 de noviembre de 2020. 
  5. «200 personas asisten a una Jornada de Plena inclusión sobre Apoyo Conductual Positivo y reducción de prácticas restrictivas». Plena inclusión. 27 de febrero de 2020. Consultado el 9 de noviembre de 2020. 
  6. «¿Cuáles son los fundamentos básicos y las características del Apoyo Conductual Positivo?». Instituto Foral de Bienestar Social. Consultado el 9 de noviembre de 2020. 
  7. «Intervención basada en el Apoyo Conductual Positivo». Red CENIT. 9 de junio de 2020. Consultado el 9 de noviembre de 2020. 

Enlaces externos

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  • Apoyo Conductual Positivo. Algunas herramientas para afrontar conductas difíciles. Mª José Goñi, Natxo Martínez y Abel Zardoya. Cuadernos de Buenas Prácticas. Madrid: FEAPS 2007.