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Embalse de Melonares

Embalse de los Melonares
Ubicación geográfica
Río Viar
Cuenca Río Guadalquivir
Coordenadas 37°44′48″N 5°52′52″O / 37.746627777778, -5.8811388888889
Ubicación administrativa
País EspañaBandera de España España
Comunidad Andalucía Andalucía
Provincia Sevilla Sevilla
Datos generales
Estado Explotación
Propietario Estado español (Gobierno Central)
Operador CHG
Proyectista Inypsa
Uso Abastecimiento y consumo urbano exclusivamente
Obras 2002-2007
Actividad 2009-
Presa
Tipo Arco gravedad, hormigón
Altura 50,25 m
Ancho de coronación 8 m
Long. de coronación 535,30 m
Cota de coronación 87,25 m
Cota de cimentación 37 m
Cota de cauce 42 m
Volumen de excavación 156.700
Volumen de presa 114.000
Población cercana Castilblanco y Villanueva
Cuerpo de agua
Superficie 1467 ha
Aportación anual 215,00
Capacidad total 251,00
Capacidad útil 180,40
Aliviadero principal
Tipo Labio fijo
Perfil Creager
Nº de vanos 6
Umbral de aliviadero 82,00 msnm
Obra de restitución Trampolín dentado
Caudal de diseño 1.304
Desagüe de fondo
Nº de conductos 2 (1,00 x 1,50 m)
Válvulas 2 de compuerta por conducto
Cota embocadura 55,00 msnm
Caudal de diseño 64
Mapa de localización
Embalse de los Melonares ubicada en Provincia de Sevilla
Embalse de los Melonares
Embalse de los Melonares
Ubicación en la provincia de Sevilla

El Proyecto de construcción del embalse de Los Melonares empieza en 1972, si bien no es hasta 1989 cuando se redacta el proyecto dirigido por el ingeniero de la Confederación Hidrológica del Guadalquivir (CHG), Juan Saura Martínez.[1]​ En su concepción, la construcción tenía como objetivo aumentar el abastecimiento de agua potable al Área metropolitana de Sevilla, especialmente por el impacto de la sequía de 1992-1995. En 2001 se aprueba definitivamente el proyecto después de en 1997 se resolviera como favorable la Declaración del Impacto Ambiental.[2]​ Las obras para la construcción de la presa se llevaron a cabo desde 2003 hasta 2007, año en que se iniciarían las obras de la red de tuberías necesarias para unir el embalse a la red de suministro de EMASESA, las cuales fueron concluidas en julio de 2018..[3]​ Las obras para la construcción de la presa fueron llevadas a cabo por las constructoras Ferrovial y Sando.

La capacidad del embalse es de 180,4 hectómetros cúbicos (hm³), la superficie inundada es de 14,67 kilómetros cuadrados (km²) (1467 ha) es un tipo de embalse de arco-gravedad[4]

Críticas al proyecto

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Al calor de la crisis financiera de 2008 empiezan a surgir críticas al modelo de desarrollo económico y social del estado español, especialmente de los megaproyectos que proliferaron durante la época de bonanza económica. Autores como José Manuel Naredo, Federico Aguilera Klink o desde el Observatorio Metropolitano de Madrid han criticado las políticas extractivistas que han llevado tanto al despilfarro y la infrautilización de los recursos públicos como al deterioro ecológico de las zonas donde se han llevado a cabo este tipo de proyectos que generalmente abarcan construcciónes inmobiliarias así como infraestructuras hidráulicas y de transporte.

En el caso de Andalucía, la construcción del embalse de los Melonares ha recibido varias críticas. Una de ellas apunta a lo inncesario del proyecto, puesto que las proyecciones de demanda hasta el año 2012 que se hicieron por diversas instituciones entre 1995 y 1998 fueron excesivas, algo que se confirmaría en años posteriores al analizar los datos de la demanda real.[5]​ De hecho, desde el pico de demanda de 1991, ha ido descendiendo a lo largo de los años. En el año 2015, los niveles de demanda se situaron al nivel de 1975 a pesar de que la población aumentara en 600.000 personas en esos 40 años.[6]​ De acuerdo a estos datos, la construcción del embalse de Melonares no habría sido necesaria. Incluso si la documentación utilizada por la Confederación Hidrológica del Guadalquivir de las estimaciones del volumen regulado anualmente por los embalses del río Rivera de Huelva que abastecen Sevilla indicaban una reducción de los recursos regulados. Desde sectores críticos con el proyecto se aduce que podría deberse a revaluaciones a la baja de los promotores para poder continuar con el proyecto.[7]​ Otras alternativa como el intercambio de caudales con el Consorcio del Huesna, la incorporación de recursos del acuífero Mioceno de Base de la margen derecha del Guadalquivir o la adquisición o intercambio de agua procedente de los regantes del Viar tampoco se tuvieron en cuenta a la hora de considerar la planificación.[8]

Desde el punto de vista económico, el presupuesto se elevó de 72.862.733 euros (de los que la Comisión Europea financiaría el 85% mediante los Fondos de Cohesión) a 128.479.338,01 €. Además, el empleo tanto de los fondos europeos como los provenientes del estado español se emplearon en detrimento de otros posibles proyectos ambientales.[9]​ Los 80 millones de euros que en principio rondaba el presupuesto para las conducciones de agua hacia el área metropolitana serían finalmente derivados también de subvenciones de la Comisión Europea.[10]

Otra de las críticas recibidas se debía al gran impacto ecológico que supondría para el parque natural de la Sierra Norte de Sevilla. Para su construcción, se tuvo que "inundar el último gran valle de un río no regulado de Sierra Morena sin que ello suponga, en apariencia, merma o deterioro alguno del patrimonio natural andaluz"[11]​ Para mitigar el impacto del embalse se aplicaron Medias de Compensación Ecológica, por valor de 28 millones de euros, para la creación de una zona de 1.500 hectáreas en las que puedan habitar conejos y perdices que sirvan de presa a las aves y linces del lugar. Además se destinaron otros 13 millones de euros en concepto de "restitución socioeconómica" a los municipios afectados.[2]

En resumen, se emplearon cerca de 200 millones de euros empleados en la construcción de un embalse innecesario, como señala la evaluación hecha en 2010 por el Tribunal de Cuentas Europeo:

“Las previsiones de las futuras necesidades de agua no tuvieron en cuenta las tendencias decrecientes de las demandas de agua ni todos los recursos ya existentes; además se centraron esfuerzos en explotar nuevas fuentes sin tener en cuenta soluciones alternativas, como la reducción de pérdidas de agua y la utilización de otros recursos cercanos; la evaluación de la Comisión y de las autoridades de gestión de los Estados miembros supuso un valor añadido limitado.”[12]

Véase también

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Referencias

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  1. Del Moral, L.; Riesco, P.; Sancho, F.; Marqués, R. "El embalse de los Melonares, ejemplo de obra superflua: datos para un debate pendiente". P. 52.
  2. a b Ibid.
  3. «El agua de Melonares llega a Sevilla y otros 41 municipios». 21 de agosto de 2018. 
  4. Características del embalse de Melonares habitat,aq.upm.es [25-10-2008]
  5. Del Moral, L.; Riesco, P.; Sancho, F.; Marqués, R. "El embalse de los Melonares, ejemplo de obra superflua: datos para un debate pendiente". P. 58-59.
  6. Ibid., 60.
  7. Ibid., 66.
  8. Ibid., 68-69.
  9. Ibid., 70.
  10. Ibid., 71-73.
  11. Ibid., 74.
  12. Ibid., 76.

Bibliografía

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  • Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (2015), Embalse de los Melonares: la garantía del agua.
  • Del Moral, L.; Riesco, P.; Sancho, F.; Marqués, R. "El embalse de los Melonares, ejemplo de obra superflua: datos para un debate pendiente". En Los megaproyectos en Andalucía. Relaciones de poder y apropiación de riqueza. Delgado, M y Del Moral, L. (Coord.). Sevilla: Aconcagua libros, 2016.

Enlaces externos

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