La vida de Jesús de Nazaret según los relatos del Nuevo Testamento, y generalmente desde una perspectiva cristiana, ha sido un tema frecuente en el cine casi desde su misma aparición. De hecho, Jesús de Nazaret, según se constará más adelante, es el personaje más interpretado en producciones cinematográficas.
Ya en 1898 la vida de Jesús fue llevada a la pantalla por Georges Hatot y Louis Lumière, en un filme titulado Vida y Pasión de Jesucristo (La vie et la passion de Jésus-Christ).[1] Ese mismo año, Richard G. Hollaman, propietario de un museo de figuras de cera, produjo otra vida de Cristo dirigida por Henry C. Vincent en el tejado del Grand Central Palace de Nueva York. La película, titulada The Passion Play of Oberammergau y acompañada en su estreno de un gran coro musical, fue un extraordinario éxito.
No se quedaría a la zaga la casa Pathé, que en 1902 rodaría bajo las órdenes de Ferdinand Zecca y Lucien Nonguet una versión compuesta por dieciocho escenas o cuadros y que entre ese año y 1904 sería ampliada con diez escenas más. A pesar de que estas películas primigenias sobre la vida y pasión de Jesús de Nazaret estaban compuestas por estáticas imágenes habituales en las artes plásticas, supusieron un considerable avance en el establecimiento del largo metraje cinematográfico. Estrenada en 1905, la versión de Pathé reproducía óleos muy conocidos de la historia de la pintura y se coloreó fotograma a fotograma para obtener una gran sensación de realidad. Esta versión tuvo un éxito permanente, y, aún en 1925 se seguía exhibiendo.
Una versión producida el Reino Unido por la Warwick Company en treinta escenas y otra francesa de Alice Guy y Victorin Jasset, de 1906, titulada La vie du Christ, se sumarían al abundante plantel de pasiones filmadas. Esta última estaba inspirada en las acuarelas que James Tissot pintó en un viaje a Palestina.
Pero para que los cuadros piadosos se convirtieran en narración fílmica hubo que esperar hasta la primera adaptación de la novela Ben-Hur, rodada en 1907, que contenía una intriga protagonizada por personajes secundarios pero que vivían los hechos contemporáneos a Jesús. Esta producción de Sidney Olcott, se inspiraba en un espectacular montaje teatral que se representó en Broadway, Nueva York, en 1899 y en el que caballos reales trotaban sobre una cinta continua. Si bien la versión de Olcott, que acababa de fichar por la Kalem Company, no pudo llegar a la aparatosidad del montaje teatral, sí dio a la historia un aspecto muy cinematográfica, con rodajes en exteriores, que eran la especialidad de esta productora. La carrera de cuadrigas, fue, desde esta primera versión, la secuencia central de esta película, y se convirtió en el centro de atención de la versión de Ben-Hur de 1925, dirigida por Fred Niblo y producida por la recién creada Metro-Goldwyn-Mayer.
Son numerosas las versiones de la vida de Jesús rodadas durante la época del cine mudo, entre ellas uno de los segmentos que forman la célebre Intolerancia, de David Wark Griffith. La versión más conocida de la vida de Jesús en el cine mudo fue la superproducción de Cecil B. DeMilleRey de reyes (1927), estrenada poco antes de la aparición del sonoro. En la última secuencia de la película, que narra la resurrección de Cristo, se utiliza la entonces muy novedosa técnica del Technicolor.
En 1977, el italiano Franco Zeffirelli dirigió Jesús de Nazaret, una ambiciosa producción para cine y televisión sobre la vida de Jesús, y es quizás la más vista y una de las más recurrentes en Semana Santa. En esta versión, Jesús es encarnado por el actor británico Robert Powell.
En contraste con las anteriores producciones estadounidenses, tenemos otros enfoques de la vida de Cristo.
En los años cincuenta destacan dos muy diferentes películas que aunque abordan planteamientos distintos en la caracterización del personaje central, ambas remiten a la figura de un Jesús de una época contemporánea. Estas son Ordet (1955) de Dreyer, y Nazarín (1958) de Luis Buñuel.
En 1988, Martin Scorsese estrenó La última tentación de Cristo. Película polémica debido a la secuencia en la que Jesús se imagina a sí mismo casándose con María Magdalena en lugar de morir en la cruz (con una breve escena en que ambos, marido y mujer, hacen el amor). La tesis central de la película, tomada de la novela en la que se basa, es que Jesús, a pesar de estar libre de pecado, como hombre estuvo sujeto a todas las tentaciones que atormentan a cualquier persona: miedo, duda, depresión, pereza e incluso deseo sexual, a pesar de lo cual decide finalmente evitar las tentaciones que le plantea el diablo (entre las que se encuentra la de tener una vida normal, con esposa e hijos) y prosigue su misión hasta el fin. Su estreno supuso una enorme polémica por su rechazo por parte de todas las confesiones cristianas.
En 2004 Mel Gibson dirigió y produjo La Pasión de Cristo, protagonizada por James Caviezel. La comunidad judía expresó su inconformidad alegando que la película era antisemita, pero es ampliamente aceptada por la comunidad católica.
El personaje de Jesús ha sido tratado en el cine desde muy variados ángulos. No faltan, por ejemplo, aproximaciones paródicas a la figura del iniciador del cristianismo, como La vida de Brian (Terry Jones, 1979), musicales, como la célebre Jesucristo Superstar (Norman Jewison, 1973), e incluso filmes de animación, como The Miracle Maker (Derek W. Hayes y Stanislav Sokolov, 2000).
El cine mexicano también ha representado a Jesús de Nazareth varias veces. Por primera vez en 1942, cuando el director español José Díaz Morales filmó Jesús de Nazareth, película protagonizada por José Cibrián, actor argentino. En 1945 Miguel Contreras Torres rodó las cintas María Magdalena, la pecadora de Magdala y Reina de Reinas, la Virgen María, ambas protagonizadas por el español Luis Alcoriza. Para 1952, el director Miguel Morayta realizó la cinta que es considerada la más representativa del cine bíblico mexicano, El Mártir del calvario, protagonizada por el también español Enrique Rambal. Hacia 1965, Julio Bracho dirigió El Proceso de Cristo, llevando a Enrique Rocha en el papel de Jesús. El director Miguel Zacarías, filmó en 1969, Jesús el Niño Dios, Leyendas de la Niñez de Nuestro Señor Jesucristo, Jesús, María y José, leyendas de la infancia de Nuestro Señor Jesucristo y, para completar la trilogía, en 1970 fue rodada Jesús Nuestro Señor, con Claudio Brook como Jesucristo, y Rita Macedo como la Virgen María.
Es común ver este tipo de películas durante la Semana Santa en México en las cadenas televisivas.
La vida de Jesús de Nazaret a lo largo de tres siglos, ha sido filmada muchas veces, desde cortos y largometrajes, pasando por documentales, musicales , miniseries de televisión y hasta parodias:
Rey de Reyes, sobre música de películas que tratan directa o indirectamente de Jesús: edición del 25 de marzo del 2016 de Música y significado, programa de Radio Clásica de análisis musical,.