Ir al contenido

Pentáculo (talismán)

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Un pentáculo (del latín pentaculum) es una placa de metal grabada con símbolos mágicos que alguna gente cree que funciona como un amuleto contra enfermedades provocadas por malas influencias astrales.[1]

En la antigüedad era común que el principal símbolo grabado fuera la estrella de cinco puntas, y de ahí se deriva que el objeto fuera llamado pentalfa, pentáculo, pentagrama o estrella de cinco puntas. Al respecto, Thomas y Pavitt citan a Rennet, obispo de Peterborough, que decía sobre un pentáculo: "Cuando está delineado en el cuerpo de un hombre, señala los cinco lugares en donde el Salvador fue herido, y, por lo tanto, los demonios le temen a este.”[2]

Aunque su uso se remonta a las religiones paganas precristianas, durante la Edad Media el símbolo se siguió usando como representación de las Cinco Llagas de Cristo. Sin embargo, con la brujería, se ha asociado con el satanismo, sobre todo en su versión invertida.[cita requerida]

Etimología[editar]

La palabra se registró por primera vez en inglés en 1561, del uso francés anterior. La palabra francesa tenía el significado de "talismán". La palabra francesa proviene a su vez de la palabra latinizada 'pentaculum' (usando el sufijo diminutivo latino -culum), que a su vez proviene de la palabra italiana 'pentacolo'.

De acuerdo con el Diccionario de inglés de Oxford, un pentáculo[3]​ es un talismán u objeto mágico, por lo general en forma de disco y grabado con un pentagrama u otra figura, y se utiliza como un símbolo del elemento de la tierra. Es otro término (aunque tiene una connotación muchas veces antitéticas) que se le da al pentagrama invertido.

Según el Diccionario de la lengua española, editado por la Real Academia Española, "pentáculo" es "estrella de cinco puntas formada de un solo trazo."

Definiciones[editar]

El pentáculo es una de las figuras de la geometría sagrada y tiene en común con el octonario o estrella de ocho puntas el hecho de que puede ser perfectamente dibujado de un solo trazo sin necesidad de levantar la pluma (cálamo), el lapicero o cualquier otro instrumento semejante con que se le dibuje sobre una superficie plana adecuada a la escritura.

Los primeros documentos que representaron pentáculos fueron los grimorios del siglo XVI llamados Heptameron por el pseudo-Pietro d'Abano, y la Clave de Salomón. En el Heptaméron, sólo hay un pentáculo, mientras que en la Clave de Salomón, hay decenas de pentáculos diferentes. El pentáculo del Heptamerón es un hexagrama adornado con cruces y letras, mientras que los pentáculos de la Clave de Salomón tienen una variedad muy amplia de diseños, de los cuales sólo dos son pentagramáticos. Esto contrasta con las definiciones populares posteriores de pentáculos del siglo XX, que afirman que los pentáculos son inherentemente pentagramáticos.

Gerald Gardner, conocido por algunos como el 'Padre de la Wicca', obtuvo su concepto de Oros en gran parte de la baraja de tarot Rider-Waite-Smith de 1909, en la que los Oros son discos cubiertos con un pentagrama. En el libro de Gardner de 1949 High Magic's Aid y en el libro de 1954 Witchcraft Today, Gardner definió un pentáculo como una "estrella de cinco puntas", con la intención de referirse a un pentagrama. En su libro de 1959 The Meaning of Witchcraft, Gardner definió un pentáculo como sinónimo de "pentagrama".[4]

Existe una definición particular de "pentáculo" entre muchos wiccanos de los últimos días: es decir, un "pentáculo" se refiere a un "pentagrama" circunscrito por un círculo.[5]

Galería[editar]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Hartmann, F. Blavatsky, Helena P. Glosario Teosófico.
  2. Thomas, William y Pavitt, Kate. The Book of Talismans, Amulets and Zodiacal Gems. [1922]. (Pg. 113).
  3. Pentacle Archivado el 28 de diciembre de 2013 en Wayback Machine.. Oxford Online English Dictionary. 2013.
  4. Gardner, Gerald Brosseau. «El Significado de La Brujeria». Consultado el 18 de junio de 2024. 
  5. Guiley, Rosemary (1989). The Encyclopedia of Witches and Witchcraft. New York: Facts on File. pp. 122–124. ISBN 0-8160-2268-2. (requiere registro).