En abril de 2011 se inauguró la última remodelación de la plaza, diseñada por el arquitecto Salvador Pérez Arroyo.[1] La solería está compuesta por bloques de granito con incrustaciones de piezas de bronce. El conjunto presenta referencias a la catedral, utiliza el número áureo y una de las torres de la catedral actúa como reloj de sol.[2] Igualmente existen unas fuentes rasantes en el pavimento que recuerdan un antiguo manantial natural que afloraba en esta plaza. En la zona existente ante los palacios municipal y episcopal se han plantado algunos ejemplares de moreras estériles para que sus frutos no manchen el pavimento.
Durante las últimas obras se descubrieron restos de la antigua muralla de la ciudad que discurría junto a esta plaza por la calle Carrera de Jesús.[3]