Stupinigi
![](http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/91/Torino_posizione.png/250px-Torino_posizione.png)
![](http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/18/Stupinigi_centrale_hal_boven_%28detail%29.jpg)
Stupinigi, con alrededor de 200 habitantes, es actualmente una frazione del municipio de Nichelino, en la provincia de Turín (Piamonte, al noroeste de Italia). Limita con los municipios de Candiolo y Orbassano en las afueras al suroeste de la ciudad de Turín, alrededor de 10 km del centro de la ciudad. Antes de 1869 formaba parte del municipio de Vinovo.
Historia y lugares de interés[editar]
Stupinigi es conocido por el pabellón de caza del siglo XVIII, una de las históricas Residencias de la casa real de Saboya, por el medieval Castelvecchio di Stupinigi, y por el parque asociado y reserva natural, el Parco Naturale di Stupinigi.
Históricamente, Stupinigi se centra en el Castelvecchio: un castillo medieval que perteneció a los Saboya-Acaya, una rama de la Casa de Saboya quienes hasta 1416 eran Signori de Piamonte -un territorio mucho menor que la actual región de ese nombre- y brevemente príncipes de Acaya. En 1439 el castillo fue adquirido por el marqués Orlando Pallavicino (il Magnifico); en 1563 pasó al Duque de Saboya, Manuel Filiberto, cuando la capital del ducado fue transferido desde Chambéry a Turín. Posteriormente, Manuel Filiberto otorgó Stupinigi a la Orden de los Santos Mauricio y Lázaro.
El Pabellón de caza de Stupinigi, erigido a gran escala, fue diseñado por el arquitecto Felipe Juvara para Víctor Amadeo II, gran maestre de la orden. Las obras comenzaron en 1729 y dos años más tarde estaba preparado para albergar la primera partida de caza. En 1832 la propiedad del palacete pasó a la familia real, en 1919 devino propiedad estatal y en 1925 se devolvió a la orden, que lo conserva hasta hoy en día.
El parte, hoy Parco Naturale di Stupinigi, que cubre una extensión de bosques y tierra agrícola en Stupinigi Candiolo y Orbassano, fue declarada reserva natural en 1991. No ha habido caza aquí desde el siglo XIX, pero proporciona un refugio a plantas raras y vida salvaje.