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Usuaria:Rayodeluna9/Taller

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Género y paz[editar]

Género[editar]

El Género puede entenderse como una categoria analítica, con amplia aceptación acadèmica y en materia de políticas públicas, que explica “la construcción social, discursiva, normativa e histórica de las diferencias sexuales y la división sexual del trabajo y el poder” (Villelas Ariño, 2010.) Adoptar la perspectiva de género implica reconocer que las diferencias entre hombres y mujeres son resultado de las relaciones de poder desiguales que se han establecido históricamente entre ambos (Villelas Ariño, 2010.)[1]

La Paz es referenciada mayoritariamente como un estado que se caracteriza por la ausencia de guerra o violencia. Desde la educación para la paz este concepto se ha definido como paz negativa. Por otro lado, la paz positiva, es un concepto más amplio y más ambicioso que recoge “el proceso de realización de la justicia en los diferentes niveles de relación humana. Es un concepto dinámico que nos trae aflorar, afrontar y resolver los conflictos de forma noviolenta y el fin de la cual es conseguir la armonía de la persona con ella misma, con la naturaleza y con las otras personas”[2]

La adopción de una perspectiva de género en relación a la construcción de paz, ha sido desde el año 2000 una solicitud que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a través de la Resolución 1325, les ha hecho a todos los actores que participan en la negociación y aplicación de acuerdos de paz RES/1325(2000): “Pide a todos los que participen en la negociación y aplicación de acuerdos de paz que adopten una perspectiva de género, en que se tengan en cuenta y se incluyan, entre otras cosas: a) Las necesidades especiales de las mujeres y las niñas durante la repatriación y el reasentamiento, así como para la rehabilitación, la reintegración y la reconstrucción después de los conflictos; b) Medidas para apoyar las iniciativas de paz de las mujeres locales y los procesos autóctonos de solución de conflictos y para hacer participar a las mujeres en todos los mecanismos de aplicación de los acuerdos de paz; c) Medidas que garanticen la protección y el respeto de los derechos humanos de las mujeres y las niñas, particularmente en lo relativo a la constitución, el sistema electoral, la policía y el sistema judicial”.[3]

La resolución exhorta a que se reconozcan las afectaciones diferenciales que los conflictos armados producen en la vida de las mujeres, sin desestimar su capacidad de agencia para la construcción de paz.  En ese sentido, la agenda de mujer, paz y seguridad instaurada por la R/1325 ha sido nutrida con la adopción de siete resoluciones más, que como señala UN WOMEN (2015:44): “exigen no solo la plena participación e inclusión de las mujeres en todos los niveles de adopción de decisiones, sino también la protección y promoción de los derechos de la mujer en la prevención de conflictos”. No obstante, el balance de la R/1325 a quince años de su implementación, señala la persistencia de la infrarrepresentación de las mujeres en los procesos de paz y transición.[4]

La relación entre los anteriores factores puede generar espacios más adecuados y un mejor ambiente para que las mujeres puedan participar y ejercer influencia en la incorporación de sus reivindicaciones en los textos de los acuerdos. Al respecto, UN WOMEN (2015:44) aporta evidencia indicando que de los 1168 acuerdos de paz firmados entre enero de 1990 y enero de 2014, solo un 18% hace alguna referencia a las mujeres o al género. Señala también que antes de la aprobación de la Resolución 1325, solo el 11% hacia alguna mención y después del 2000, este porcentaje aumentó al 27%. El balance de implementación de la R/1325 muestra una baja incorporación de la perspectiva de género en los acuerdos de paz en el mundo y la invisibilización de las mujeres como participantes que pueden influenciar los procesos de negociación política, su implementación y la sostenibilidad de lo pactado.[5][6]


Colombia: primer acuerdo de paz con perspectiva de género[editar]

Colombia ha padecido uno de los peores conflictos armados internos del planeta, con una guerra que ha dejado 262.197 victimas mortales entre 1958 y julio del 2018, según un informe del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), además de 80.514 desaparecidos, 37.094 víctimas de secuestro, 15.687 de violencia sexual y 17.804 menores de 18 años reclutados.[7]​ Especialmente de gran dureza ha sido la violencia ejercida contra las mujeres por parte de los diferentes grupos armados, especialmente los grupos paramilitares, con todo tipo de abusos, violaciones y feminicidio.

Es por ello que en las conversaciones de los acuerdos de paz de la Habana, mediadores y las diferentes partes en conflicto, vieron la necesidad imperativa de una perspectiva diferencial en género y paz, facilitando la participación de un movimiento social de mujeres en el proceso de negociación entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo - FARC-EP, desplegando un repertorio amplio de modalidades de inclusión que logró influir significativamente a distintos actores en todas las fases del proceso de paz en Colombia, siendo la primera vez en la historia que había un enfoque de género integral tan importante en un proceso de paz.[8]​ Tal y como afirmaron ambas partes en conflicto (gobierno de Colombia y FARC-EP) en el comunicado conjunto nº82 firmado en la Habana el 24 de julio del 2016 que dice textualmente: "La inclusión de un enfoque de género en un proceso de paz como éste no tiene antecedentes en el mundo y busca fundamentalmente crear condiciones para que mujeres, y personas con identidad sexual diversa puedan acceder en igualdad de condiciones a los beneficios de vivir en un país sin conflicto armado.”[9]

El acuerdo de paz firmado en Colombia el 24 de agosto de 2016 entre el expresidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo FARC-EP,[10]​ como primer acuerdo de paz en el mundo que incorporó el enfoque de género,  fue ampliamente criticado por sectores reaccionarios: iglesias cristianas, partidos políticos de extrema derecha como el “Centro Democrático”, y otros partidos de tendencia conservadora como el partido conservador en boca del procurador General de la Nación del entonces, Alejandro Ordóñez. Unas duras y demagógicas críticas a la mal llamada “ideología de género” por estos sectores ultras que provocaron finalmente la pérdida del plebiscito para ratificar los acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC-EP. Entre estas críticas algunas iglesias afirmaban con demagogia e impunidad que “nuestros hijos se van a volver maricas, se va a destrozar nuestras familias y hogares, porque con este acuerdo se ha hecho un rito satánico ” [11]​ por lo tanto no se puede votar a favor de este acuerdo de paz, con esta ideología de género en sus acuerdos. La pérdida del plebiscito llevó a modificar el acuerdo inicial[12]​, y se eliminó el término género del acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera en Colombia[13]​. Desgraciadamente el concepto de ideología de género[14]​ ha ocasionado confusión por los imaginarios sociales y culturales que se han construido a su alrededor, entre gran parte de la población que se rige por sesgos hetero-patriarcarles y hetero-normativos.


Participación de las mujeres[editar]

Durante las conversaciones de Paz de la Habana entre la guerrilla de las FARC-EP y el gobierno de Colombia, las mujeres por primera vez en el marco de un conflicto armado unen sus voces en clamor a la paz. Según una publicación de la oficina del Alto Comisionado para la Paz participaron 301 organizaciones de mujeres, 36 mujeres víctimas del conflicto armado de un grupo de 60, 10 líderezas de organizaciones, 10 expertas en violencias sexual y la subcomisión de genero conformadas por guerrilleras farianas[15]

En la delegación del Gobierno colombiano hubo participación de funcionarias estatales y profesionales con experiencia en organizaciones de sociedad civil, Por la parte gubernamental se sentaron: Nigeria Rentería, Alta Comisionada para la Equidad de Género, María Paulina Riveros quien trabajó directora de Derechos Humanos del Ministerio del Interior y  Maria Angela Holguín Ministra de Relaciones Exteriores.

En representación de las mujeres farianas fueron convocadas por su especialidad y posición de mando y antigüedad en la guerrilla en cabeza de Victoria Sandino. Con todos los desafíos que este proceso representó para las guerrilleras, manifestaron que percibieron buena parte de los escenarios de la mesa como “espacios muy masculinos”. Muchas de ellas, pese a su experticia, tuvieron múltiples dificultades para que las consideraran interlocutoras válidas en las discusiones de “temas duros”, como los de justicia y fin del conflicto. Además, la investigación señala que, durante la campaña del plebiscito, varias de las integrantes de la Subcomisión consideraron que la discusión por la supuesta “ideología de género” en los acuerdos era “un golpe a su trabajo” y le restaba reconocimiento a su labor[16]

El género en los Acuerdos10 Para discutir sobre el enfoque de género, se contó con la participación de 18 organizaciones de mujeres, 10 expertas nacionales en el tema y 10 mujeres excombatientes de otros procesos de paz. Las cuestiones de género se declinan en los cinco puntos sustantivos de la agenda. Así, en el punto dedicado al campo (acceso a la tierra, alimentación), se considera prioritarias las mujeres cabeza de familia. En temas de participación política, se habla de crear programas de participación y liderazgo de la mujer, promover organizaciones de mujeres, facilitar su cedulación, garantizar una representación equilibrada de hombres y mujeres en los acuerdos y en los movimientos sociales y políticos, y proteger a las lideresas. En el punto sobre la verificación de los acuerdos, se habla de incluir una proporción de 20% de mujeres. En el punto relativo a los cultivos de uso ilícito, se habla de atender las necesidades de la mujer rural y de abrir guarderías infantiles rurales. En cuanto a las políticas sobre consumo de drogas, se habla de atender las necesidades de las mujeres y población LGBT consumidora, y de atender los problemas específicos de las mujeres en las cárceles. Por último, el punto sobre la justicia habla de un enfoque de género en los tribunales especiales y comisiones de la verdad que se creen. Un punto relevante es la exclusión de la amnistía y el indulto para delitos sexuales. Olga L Gonzalez[17]


Referencias[editar]

  1. «Tercer informe de verificación de la implementación del Acuerdo Final de Paz en Colombia para los Verificadores Internacionales Felipe González y José Mujica». 
  2. «PAZ». 
  3. «Enfoque de Género en el acuerdo de paz entre el Gobierno Colombiano y las FARC-EP: transiciones necesarias para su implementación». 
  4. «Aprobada por el Consejo de Seguridad en su sesión 4213ª, celebrada el 31 de octubre de 2000». 
  5. «Cumplimiento del Estado colombiano con la RESOLUCIÓN 1325 DE 2000». 
  6. 6 Informe de Monitoreo a la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas - Colombia 2017. Alternativa Gráfica LTDA. Bogotá, octubre de 2017. 
  7. «Las cifras del conflicto colombiano: más de 260.000 muertos en 60 años». 
  8. «Enfoque de género en el Acuerdo de paz en Colombia: un importante paso.». 
  9. «La política de género marcará el proceso de paz de Colombia». 
  10. «Acuerdos de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC». 
  11. «Género’ es la palabra más inofensiva que tienen los acuerdos”: directora de Colombia Diversa». 
  12. «Nuevo texto elimina fantasmas de ideología de género y expropiación». 
  13. «Cambios, precisiones y ajustes para un nuevo Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera». 
  14. «La ideología de género, el peligro oculto de la falsa paz con las FARC». 
  15. «Una publicación de La Oficina del Alto Comisionado para la Paz». 
  16. «Así se ganaron las mujeres su papel en la historia de la paz». 
  17. «La otra subversión: la emergencia del “género” en el proceso de paz en Colombia».