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Usuaria:Silva Selva/Taller/Esther Hernández Olmedo

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Esther Hernández Olmedo (lugar de nacimiento, 1890-lugar de fallecimiento, 1957) es (o fue) un/una (profesión) (nacionalidad).

Biografía[editar]

Para ella fue también, como para todas las mujeres, muy complicado incorporarse a la Escuela Nacional de Bellas Artes, no sólo por las dificultades que podía implicar su ingreso, sino por lo que significaba para las familias que sus hijas asistieran a los cursos de desnudo. En un interesante documento se mencionan las palabras que esta joven utilizó para convencer a su padre: “…padre yo amo el arte, amo la naturaleza, el color de las flores, los bosques, las montañas…”.24 Su padre accedió a su deseo y Esther pudo asistir como alumna regular en 1907, con la condición de que su hermano José la recogiera a la salida de clases.

Ingresó oficialmente a la Escuela Nacional de Bellas Artes en 1907; sin embargo, "existe un dibujo con fecha de 1905 de un prisma piramidal que muestra que Esther asistió a un curso como alumna de manera extraoficial" donde aprendió un estilo dibujístico francés, conocido como Pillet, "que en 1903 había causado mucho revuelo en la Academia".[1]​ Se habían suprimido nueve galerías de escultura para aprovechar los espacios y adaptarlos con un mobiliario especial, con la finalidad de impartir los cursos, que consistía en restiradores para dibujar, bancos, lámparas personales y objetos de pequeño formato, los cuales eran los modelos que utilizaban los alumnos; además, se había entrenado a un grupo de profesores para la enseñanza teórico-práctica de este sistema dividido en preparatorio y superior.

, en la cual, según los registros de sus calificaciones, se sabe que tomó los siguientes cursos:

  • Dibujo de ornato elemental con la calificación: “Mención por unanimidad y primer premio” (1907)
  • En 1º de Historia del Arte obtuvo “Un perfectamente bien y dos muy bien” (1907)
  • En Dibujo de Perspectiva, “Tres votos de muy bien” (1907)
  • Yeso superior, en el que sacó “Mención” (1908)
  • Historia del arte obtuvo “Tres perfectamente bien” (1908)
  • Anatomía artística con “Tres votos de perfectamente bien” (1909)
  • Yeso superior, “Mención por mayoría” (1909)
  • Flora ornamental, “Mención por mayoría” (1909)
  • En Claroscuro, “Mención por mayoría” (1909)

De 1910 no se tienen registros, probablemente por el estallido de la Revolución mexicana y en 1911 solo se tiene registro de un curso, "Colorido", en donde tuvo una “Segunda Mención”. Retomó clases en 1912, aunque se tienen registros más esporádicos (uno o dos talleres por año). A continuación las clases y las calificaciones de esa segunda ronda:

  • 2º de Colorido y tuvo una “Primera Mención”
  • Traje, “Segunda Mención”
  • Composición, “Dos perfectamente bien” y “Uno de muy bien” (1913)
  • Artes decorativas de escultura y sacó “Perfectamente bien por unanimidad” (1914)
  • Italiano con “Tres votos de perfectamente bien” (1915)

Se obtuvo esta información de Esther Luz Guzmán de Trascierra, la hija de la artista Esther Hernández Olmedo. Leonor Cortina, Las discípulas de Germán Gedovius (México: Museo de San Carlos, INBA, 1990), 9. 25

Calificaciones de Esther Hernández Olmedo emitidas por el secretario de la Escuela de Bellas Artes, 23 de marzo de 1916, en Eduardo Báez Macías, Guía del Archivo de la Antigua Academia de San Carlos 1915-1919, (México: UNAM, IIE, 2003), 108.

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Las calificaciones fueron emitidas en marzo de 1916, lo cual permite considerar que la alumna Esther se mantuvo activa por nueve años, a partir de 1907, algunos años con más actividad que otros, pero con cierta periodicidad, con excepción del año de 1910 en el que no se inscribió en ninguna clase. Las calificaciones eran emitidas por tres profesores que en el caso de Esther fueron excepcionales, ganó un primer premio, obtuvo ocho menciones, seis de perfectamente bien y varios de muy bien. Después de 1916, Esther no vuelve a aparecer en la documentación escolar, posiblemente dio por terminada su preparación y dejó de asistir a la Escuela. Ciertamente, ella fue una alumna distinguida que destacó en las clases en las que participó; desafortunadamente no se menciona a los profesores de dichos cursos, pero se puede saber quiénes fueron algunos de ellos. Precisamente existe una relación de alumnos y trabajos presentados para concurso en la clase de Artes Decorativas del Departamento de Escultura y firma José Tovar en octubre de 1914. Las concursantes fueron Esther Hernández Olmedo, Margarita Navarro, Ángela Ochoa, Matilde Poulat, Juan de Dios Arellano, Herminia Salas y Matilde Orellana.26 A dicha clase asistieron siete alumnas; seguramente fue establecida sólo para mujeres, como era común en ese tiempo. Leonor Cortina comenta al respecto que “las señoritas de clase acomodada toman clases de pintura con maestros extranjeros y las más audaces ingresan a la Academia… se entregan con seriedad al oficio, pero aun así anteponen sus responsabilidades de familia a la pintura y se mantienen al margen de los movimientos artísticos...”27, además menciona a Esther Hernández Olmedo entre las alumnas de Germán Gedovius y compañera de Saturnino Herrán. Aunque no se menciona el año, es factible que haya sido en el curso de Colorido que impartía Gedovius, y que ella tomó en 1911. Seguramente Esther ya conocía a Gedovius antes de asistir a su curso, pues aparece en una fotografía que el profesor se tomó con su grupo en 1910, en el que se encuentra rodeado de sus alumnos en el patio de la Academia y Esther fue identificada por su familia en el grupo de mujeres


26 Eduardo Báez Macías, Guía del Archivo de la Antigua Academia de San Carlos 1910-1914, (México: UNAM, IIE, 2003), 226. 27 Leonor Cortina, “Las místicas, las dóciles, las rebeldes”, en La mujer mexicana en el arte, (México: BANCRESER, 1987), 146.


que posan con él. Tal parece que la relación de Esther con su profesor fue muy especial y tuvieron una gran amistad, la cual en el profesor se convirtió en enamoramiento.28 En 1914 se organizó una exposición sobre la obra de Gedovius y sus alumnos en la Academia. Esther participó con varias obras, entre ellas varios retratos de sus hermanas, Alicia y Celia, rostros de ancianos: La china poblana, La dama del mantón, La Tehuana y una obra de gran formato denominada La tradición. Entre su producción también se menciona su incursión al paisaje y su predilección por este género, representó varios lugares, tales como: el Lago de Pátzcuaro, Tehuacán, las Grutas de Cacahuamilpa, La noche de luna en Huichapan. Cabe incluir aquí la idea que se tenía en esa época sobre impartir cursos a las mujeres, en 1916, Alfonso Cravioto comentó sobre el desconsolador panorama que los artistas mexicanos enfrentaban: Un tránsito inicial en la Escuela de Bellas Artes… una pensión en Europa… y luego el fatídico regreso a la República; y por solo porvenir, la condenación perenne al profesorado de la academia y a la enseñanza de señoritas bien educadas… gustadoras de entretener sus ocios manchando terciopelos y rasos o decorando chanclas y cojines.29 La actitud despectiva hacia las actividades femeninas fue una constante durante mucho tiempo, aun por personajes destacados como don Manuel Toussaint, director interino de la Academia, en esa fecha Escuela Nacional de Bellas Artes. A la muerte de Gedovius, Toussaint publicó un comentario en 1937, en el que de igual manera que Cravioto mencionaba que “… de gran artista en su tiempo, de figura que llenaba nuestras esperanzas con grandes obras, de vuelo irrefrenable y de cualidades óptimas, se encajonó en el oscuro destino de enseñar pintura a señoritas acomodadas; esa pintura abominable que sólo produce cojines de raso, alfileteros, cuadros de comedor…”.30 Ciertamente no sólo había un prejuicio frente a la obra de estas damas, sino también una actitud devaluatoria. 28 Leonor Cortina, Las discípulas…,11. 29 Fausto Ramírez, German Gedovius, Catálogo de Exposición en el MUNAL, (México: INBA, SEP, 1984), 50. 30 Fausto Ramírez, German Gedovius, Catálogo…, 58.


CONJUNTO DE DIBUJOS DE ESTHER HERNÁNDEZ OLMEDO En el acervo de la Academia se localizaron diecisiete dibujos de Esther que fueron realizados en diferentes años: tres dibujos de objetos, uno de 1905 y dos de 1907; tres dibujos de paisajes de 1907; y catorce dibujos de la figura humana de 1908. De los primeros, uno pertenece posiblemente a un curso de Yeso Elemental, que comprendía los estudios preparatorios del sistema Pillet, el cual se había implementado recientemente y los otros dos a Dibujo de Ornato Elemental. Los segundos son del año 1907, seguramente pertenecen al curso de Dibujo en Perspectiva, en el cual se elegía un dibujo cada mes para que sirviera como modelo a los demás alumnos. Los del tercer grupo, que son los más numerosos, son del curso de Yeso Superior. 35 Leonor Cortina. “Las místicas, las dóciles, las rebeldes”, en La mujer mexicana…, 146

En 1907, Esther estaba inscrita en el curso de Dibujo de Ornato Elemental y es factible que estos dos dibujos de objetos sean ejercicios de este curso: uno de un jarrón de forma ovoidal con base y boca circular, y otro que forma parte de una estructura arquitectónica con arcadas, que parece ser la sección superior de una torrecilla (Fig. 1). Ésta era una manera de entrenar a los alumnos en la copia de objetos usuales en “bulto”, tales como jarrones, molduras y mesas que pertenecían al uso cotidiano.

Otros tres dibujos que provienen de la materia de Dibujo de Perspectiva, son tres paisajes que abordan la perspectiva en un río, en una construcción y en una marina. El primero es el dibujo de un río ligeramente encañonado, tomado desde la rivera del lado derecho, que se pierde en un punto de fuga, está flanqueado por un bosque cerrado y árboles aislados del otro; se trata de un dibujo al carbón, fue copiado de una estampa, según se advierte en la leyenda junto a la firma (Fig. 2).

El segundo es una construcción de varios niveles en un terreno accidentado en el campo. El ejercicio de perspectiva de una edificación en un terreno a desnivel con un fondo arbolado, de aspecto caótico, también es una copia de estampa, realizada al grafito y carbón. El tercero es un excelente dibujo de una marina con un acantilado, el mar agitado y con una enorme roca en primer plano donde chocan las olas con fuerza. Seguramente es copia de estampa, aunque no tiene la especificación como en los otros (Fig. 3).

El resto de los diez dibujos, que Esther llevó a cabo en el año 1908, fue en el curso de Yeso Superior, en el que se practicaba la copia de piezas escultóricas en uno de los talleres más espléndidos y mejor equipados, con el mobiliario colocado en medio círculo y surtido de un conjunto importante de ejemplares de pequeño formato al centro: la Cabeza del David de Miguel Ángel, el Dorífero y la Venus Inclinada; varios relieves en el muro; y una repisa con las cabezas de emperadores, filósofos y dioses grecorromanos. Todos los dibujos muestran no sólo el año de 1908, sino también los meses, por lo que se puede ver la secuencia del aprendizaje, en el que se avanza paulatinamente en la complejidad de los mismos. En el primero del 24 de marzo, copia un fragmento de la cabeza de un niño; destaca el perfil del niño de mejillas mofletudas del fondo gris, con una sombra más oscura en la base (Fig. 4).

El segundo, del 18 de mayo, es un ejercicio muy similar, la copia de un rostro de un niño de frente, iluminado también frontalmente desde arriba, con un fondo gris. El tercero, del 2 de junio, es una cabeza de un joven sonriente, colocado en tres cuartos de perfil con la luz del lado izquierdo, con las sombras proyectadas en el rostro y atrás de la pieza en el muro. El cuarto es un ejercicio de copia de un busto de Pietro Mellini, un rico mercader florentino, realizado en 1474 por el escultor italiano Benedetto da Maiano. En este dibujo del 26 de julio se representa el busto en tres cuartos de perfil, con el rostro de un hombre maduro, surcado de arrugas. La ejecución representa un mayor reto, no sólo por la cara del anciano, sino por la textura de la tela de su vestimenta (Fig. 5).

En el mismo mes de julio, el 10 y el 24, Esther copió dos esculturas que se distinguen por su aspecto de deterioro, uno es el Torso de Hércules, centrado de frente, con un fondo gris que rodea la figura y la proyección de fuertes contrastes de sombras en un lado (Fig. 6).

La otra es la escultura Diana, iluminada por el flanco izquierdo con un fondo gris y con la sombra también con un tono muy oscuro. En este periodo, las piezas clásicas han perdido su valor y su significado para la comunidad académica, se relacionan con la idea de anquilosamiento en la enseñanza y dejan de ser respetadas. Algunas de las esculturas a las que se recurrió constantemente para copiarlas fueron las figuras los Monjes llorones de la Tumba de Felipe el Atrevido, que por ser de pequeño formato podían trasladarse fácilmente a los talleres, además no mostraban el rostro y los dobleces de los paños de los hábitos, eran un buen ejercicio para las alumnas. Existe un dibujo del 14 de agosto en el que se observa la postura de perfil del monje que sostiene un libro en las manos, en el que de acuerdo a la posición de la alumna se proyecta la sombra de la figura con una mancha que destaca del fondo (Fig. 7).

El dibujo (Fig. 8) del 4 de septiembre de la figura completa de una Venus, cubierta por un paño con numerosos pliegues desde la cintura para abajo, vista de frente e iluminada de igual manera, constituía uno de los ejercicios más importantes para las alumnas. Era la única manera de acercarse a la figura femenina, ya que, aunque la copia del natural ya podía llevarse a cabo, las mujeres como Esther pidieron que se les permitiera no hacerlo. Consiste en un excelente dibujo con fuertes contrastes característicos de la primera década del siglo xx.

El 1 de diciembre de 1907, Esther realizó el dibujo de un anciano en postura sedente, la figura de Voltaire de Jean Antoine Houdon (Fig. 9), que la Academia poseía en pequeño formato. Los trazos de las luces y sombras destacan la vestimenta de un fondo plano.

Otro dibujo (Fig.10) ejecutado el 15 de diciembre implica un reto por la complejidad de la escultura Perseo con la cabeza de Medusa, o el Perseo de Benvenuto Cellini. En ella, Perseo lleva en su mano derecha una espada y en la izquierda la cabeza de Gorgona, tomada por la cabellera, que derrama sangre de su cuello; está parado sobre el cuerpo contorsionado de la Medusa, lleva un casco alado y las sandalias también aladas. La fuente de luz al frente de la pieza permite apreciar el talento y habilidad de Esther para representar el cuerpo del joven que se destaca del fondo oscuro burdamente realizado. Existe un dibujo más sin fecha, que no fue terminado, el cual representa a la figura del joven Antíno; su cuerpo luce borroso y el fondo también muestra rayones realizados muy de prisa. Posiblemente este es el último que ejecutó en esa clase, ya que registra el año de 1908, pero sin el dato del día y mes que llevan el resto de los dibujos.

La producción de las mujeres en la Academia no ha sido estudiada con profundidad, este acercamiento a una de las alumnas activas en la primera década del siglo xx permite visualizar la trayectoria de su paso en la institución. La presencia de Esther Hernández Olmedo fue puntual y asidua en los cursos durante la primera década del siglo xx, y se distinguió por su talento. Resulta algo inusual la concentración de diecisiete dibujos de una sola persona en las colecciones. Si bien, además de la exposición de 1920, se desconoce su participación en el ámbito académico y artístico. Seguramente, al contraer matrimonio siguió la ruta de las mujeres que se dedicaban a cumplir con sus labores domésticas en sus hogares y sólo en el seno de sus familias continuaban con su arte. La única manera de conocer a estas mujeres que permanecen en el anonimato es a través de una búsqueda en los archivos familiares que conservan sus obras. Es preciso indagar en exposiciones subsecuentes, fuera del medio académico, o en colecciones particulares para localizar sus trabajos, generalmente la mayor parte de la producción de estas artistas se conserva en el entorno familiar, lejos del alcance del escenario cultural y artístico mexicano.

Estilo artístico[editar]

(características de su estilo, evolución, influencias)

Obra[editar]

(descripción de sus principales temáticas, con las obras más relevantes, o listado de sus obras)

Premios y reconocimientos[editar]

(en caso de que los tuviera)

Véase también[editar]

  • (artículos de Wikipedia relacionados con el tema)

Referencias[editar]

  1. Fuentes Rojas, Elizabeth (2019). «Afluencia de la mujer en el ámbito académico: dibujos de Esther Hernández Olmedo». La mujer en el arte: su obra y su imagen. UNAM. pp. 17-43. ISBN 978-607-30-2271-2. Consultado el 28 de diciembre de 2023. 

Bibliografía[editar]

  • título. 
  • título. 

Enlaces externos[editar]

  • (sitios web externos con información de interés complementaria y que no se hayan usado como referencia)