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Usuario:Aldovelo95/Taller

De Wikipedia, la enciclopedia libre

La impresión en 3D era un técnica destinada a la fabricación de prototipos y juguetes,  sin embargo, ha desarrollado un crecimiento industrial para producir objetos de gran demanda a precios relativamente bajos.[1]

Esta tecnología, como tal no es nueva, el crecimiento que ha tenido los últimos 10 años es el más representativo. Tom Campbell (2013), de Virginia Tech, es uno de los expertos líderes en el mundo sobre el gran panorama de la impresión en 3D. Él indica que en Septiembre de 2012, las impresoras 3D de gama baja podían costar hasta varios miles de dólares. Para Noviembre de 2013, sólo 14 meses después, se venden por $499 dólares. Él también indica que Stratasys, una compañía reciente que surgió de la mezcla entre una empresa americana y una israelí, es la marca líder en este campo y vende máquinas que están en un rango de $2000 dólares.[2]

Las máquinas de Stratasys se elevan hasta un precio de 500 mil dólares, las cuales son utilizadas por General Electric para fabricas partes para sus turbinas.[2]

China ha hecho un compromiso nacional de casi $500 millones de dólares hacia 10 institutos nacionales de desarrollo en tecnología en 3D.[2]

Existen múltiples ventajas de la manufactura en 3D, las cuales la han posicionado como una optativa económica primordial para las industrias norteamericanas, una de las principales es que permite un amplio rango de personalización del producto, las compañías innovadoras usaran las tecnologías de impresión en 3D para proporcionarse ventajas competitivas al ofrecer personalización por el mismo precio que un producto estándar de los competidores. En un principio estás innovaciones se encontraron en un rango de productos novedosos tales como fundas para smartphones o mejoras ergonómicas para herramientas. Actualmente se encuentran en el proceso de ajustarse a nuevos mercados aprovechando la ventaja de personalización creando productos tales como auxiliares auditivos impresos en 3D.[3]

Ya se producen componentes para fábricas de manera más económica con la ayuda de impresoras 3D, sin embargo esto aún es a pequeña escala. Muchas industrias manufactureras empezarán a experimentar con estas impresoras con propósitos más allá de realizar prototipos. Mientras las capacidades de la impresión en 3D se ven desarrolladas y las manufactureras ganan experiencia para integrarlas a sus líneas de producción y cadenas de suministro,  se esperan procesos de manufactura híbridos que incorporen componentes impresos en 3D. Esto será posteriormente impulsado por consumidores deseosos de que sus productos requieran impresoras en 3D para su manufactura.[3]

Ingenieros de General Electrics produjeron un modelo de una turbina para jet usando avanzada tecnología de impresión en 3D, una técnica que ellos llaman “fusión directa de metal por láser”. Este tipo de manufactura en 3D está produciendo un número creciente de partes para numerosas industrial, realizando componentes más resistentes con el menor desperdicio de material, lo cual sería imposible de lograr con técnicas de manufactura tradicionales.[4]

Según Luana Iorio (2013), quien supervisa la investigación de G.E. sobre impresión tridimensional, en el pasado, cuando G.E. quería construir una parte para el motor de un jet, un diseñador tenía que diseñar el producto, después G.E. tendía que construir las herramientas para crear el prototipo de dicha parte, lo cual tomaba hasta un año, posteriormente se hacía la manufactura de la parte y se probaba, con cada prueba iterativa en un lapso de unos cuantos meses. El proceso completo, a menudo tomaba “dos años desde que primero tenías una idea para algunos de nuestros componente más complejos.[5]

El proceso actual es descrito de la siguiente manera: primero los ingenieros utilizan software de diseño tridimensional para diseñar la parte en la pantalla de una computadora. Luego ellos transmiten este diseño a una impresora 3D, la cual está llena de un polvo metálico y un dispositivo laser que literalmente construye o “imprime” la pieza frente a los ojos de los ingenieros, con las especificaciones exactas. Se prueba inmediatamente, cuatro, cinco o seis veces en un día y cuando se comprueba sui funcionalidad, se tiene una nueva pieza. Algunas partes más complejas requieren más tiempo.[5]

G.E.  dice que para el año 2020, las partes manufacturadas en 3D destinadas para la aviación serán más de 100 mil.[4]

Actualmente están creando una planta con un costo de $100 millones de dólares, la cual fabricará la primer turbina para jet impresa en 3D usando materiales de última generación, incluyendo cerámicas (CMC’S) de alta resistencia al calor.[6]

La planta operará con una avanzada línea de ensamble equipada con un sistema automatizado de inspección por radio frecuencia y otras nuevas tecnologías diseñadas para mejorar la producción.[6]

Esta planta es la séptima fábrica de aviación de última generación que GE ha creado en siete años, combinadas estas plantas, proporcionan más de 2500 nuevos empleos.[6]

En general, dice Sam Cervantes (2013), CEO de Solidoodle, una empresa norteamericana de impresión en 3D, el objetivo es agregar millones de impresoras 3D a la economía para un mundo potencialmente en desarrollo, de esa manera se agregarán millones de consumidores a la economía.[2]

  1. «3D printing and the new shape of industrial manufacturing». Consultado el 12/octubre/2015. 
  2. a b c d «3D Printing: Challenges and Opportunities for International Relations». Consultado el 12/octubre/2015. 
  3. a b Eric Savitz. «Manufacturing The Future: 10 Trends To Come In 3D Printing». Consultado el 12/octubre/2015. 
  4. a b «Additive Manufacturing». Consultado el 12/octubre/2015. 
  5. a b Thomas L. Friedman. «When Complexity Is Free». Consultado el 12/octubre/2015. 
  6. a b c Tomas Kellner. «Fit to print: new plant will assemble world's first passenger jet engine with 3D printed fuel nozzles, next-gen materials». Consultado el 12/octubre/2015.