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Usuario:Ana.castro.santamaria/Taller

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Don Alonso de Fonseca y Acevedo
Alonso de Fonseca y Acevedo. Pedro Micó, atribución
Año c.1835
Autor Pedro Micó, atribución
Técnica Óleo sobre lienzo
Tamaño 209 cm × 136 cm
Localización

Colegio Fonseca o de los Irlandeses de Salamanca, Sala de Retratos.

Loci et imagines / Imágenes y lugares - 800 años de patrimonio de la Universidad de Salamanca, capítulo 5, Salamanca, EspañaBandera de España España

El retrato: Don Alonso de Fonseca y Acevedo[editar]

Don Alonso de Fonseca y Acevedo fue el fundador del Colegio Mayor de Santiago el Cebedeo en Salamanca, más conocido por el nombre de Colegio del Arzobispo -por el arzobispado de Toledo que ostentó el fundador, entre 1523 y 1534- o simplemente como Colegio Fonseca. Perteneciente a una de las familias más influyentes de la Edad Moderna en España, hizo carrera en la Iglesia y en la política. Así, ocupó el arzobispado de Santiago antes del de Toledo y llegó a pertenecer al Consejo Real de Carlos V. Su mecenazgo cultural abarca obras artísticas, arquitectónicas y literarias, de la que sin duda la más importante -por su interés personal y los caudales a ella destinados- fue el colegio salmantino, en cuya capilla fue enterrado[1]​.

En el cuadro atribuido a Pedro Micó se le representa sedente, de cuerpo entero, con el torso frontal y el rostro girado en un perfil de tres cuartos, en dirección contraria a la disposición de sus piernas. Viste sotana, sobrepelliz con encajes, a los que añade la muceta y el birrete negro, es decir, la típica indumentaria académica, sobre la que destacan algunas joyas: una cruz pectoral de esmeraldas y un anillo. Su mirada se dirige al espectador, mientras su mano derecha señala en dirección del vano que permite contemplar el colegio de su fundación.

La vista del colegio es la de la fachada principal, que se desarrolla sobre un atrio alto limitado por columnas y cadenas, donde se despliega la portada en dos pisos, enmarcada por columnas dobles y, a la derecha, la capilla con su crucero y cimborrio sobresalientes, limitando más allá con la Hospedería dieciochesca, articulada por dos niveles de balcones. En esta vista del colegio se pueden apreciar los alargados ventanales de la capilla parcialmente cegados, tal y como estuvieron desde época incierta, hasta la restauración de 1968[2]​.

La habitación en que se halla el arzobispo es de suelo embaldosado en blanco y negro de torpe perspectiva. En ella se ubican algunos muebles: una mesa cubierta por un tapete verde, sobre la que figuran objetos alusivos al personaje: una mitra arzobispal, una escribanía de plata, más una serie de libros y papeles; delante se sitúa la silla de tipo isabelino, rematada en molduras curvas, que desentona con el decorado del XVII que Micó pretendió imitar[3]​; al fondo, tras un cortinón recogido en un lateral, se vislumbra una estantería llena de libros, que recuerdan su interés por la cultura.

En la composición, siguió modelos barrocos, del tipo del Fray Gonzalo de Illescas de Zurbarán, si bien también se han señalado posibles influencias del retrato de cuerpo entero de don Diego de Anaya[4]​. Para la caracterización del personaje, probablemente recurriría al grabado calcográfico que se incorpora en la Historia del Colegio Viejo de Rojas y Contreras, publicado en 1768, donde también aparece con bigote[5]​.

El cuadro es un óleo sobre lienzo algo deteriorado, lo que ha provocado, sobre todo, pérdidas del color. Este retrato sustituiría a dos anteriores que tuvo el colegio, desaparecidos[6]​.

El autor: Pedro Micó[editar]

Sendín Calabuig atribuyó esta obra a Pedro Micó, pintor segoviano, que la llevaría a cabo hacia 1835, en el contexto de las obras emprendidas por el colegio tras la ocupación del mismo por los Irlandeses. También estaría implicado en la restauración y limpieza del retablo de la capilla del colegio (1832-33), donde llegó a hacer dos tallas de bulto de San Pedro y San Pablo, y en 1833-34 en la decoración de la sala rectoral del colegio con catorce medallones en grisalla y laúrea dorada, reproduciendo algunas de las empresas que ilustran la obra de Diego de Saavedra Fajardo, Idea de un Príncipe Político Christiano o Empresas Políticas (1ª edición Munich, 1640)[7]​.

Como pintor fue mediocre y recibiría duras críticas de Huerta Fuentes, quien valora el retrato de Fonseca como "malo, de factura tímida y amanerada con dibujo desgraciado y mal colorido que hoy se ha vuelto efecto del uso de malos colores, como lo prueba el cielo verde que se descubre por una ventana y el tapete bicolor que cubre la mesa, que suponemos no serían caprichos del autor"[8]​.

Micó fue, además, uno de los comisionados civiles que en 1835 acompañaron en Salamanca al académico Valentín Carderera en su labor de recolección de objetos artísticos de monasterios y conventos desamortizados[9]​. En 1854 formaba parte de la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos de Salamanca y, así, estuvo implicado en la exhumación de los restos mortales de Fray Luis de León[10]​.

En 1863 le fue encargada la restauración del paso procesional de "La caída" o "La Verónica", de la cofradía de la Vera Cruz de Salamanca, pero no fue del agrado de los cofrades, quienes al año siguiente lo encargaron a otros pintores, el italiano Basilio M. y Leopoldo Rovelo[11]​.

La exposición: Loci et imagines / Imágenes y lugares - 800 años de patrimonio de la Universidad de Salamanca[12][editar]

Enmarcada en los actos de conmemoración en 2018 del octavo centenario del estudio salmantino, “Loci et imagines / Lugares e imágenes. 800 años de patrimonio de la Universidad de Salamanca” recoge, por primera vez, una muestra significativa del patrimonio histórico y artístico de la Universidad de Salamanca, con un número de piezas que casi llegan a las 160. En algunos casos, ha implicado un importante trabajo de restauración de las obras, que incluyen cuadros, libros, planos, esculturas y fotos. Las seis secciones de las que consta proponen un desarrollo temporal que se inicia con una serie de planos del primer campus universitario y finaliza con las primeras fotografías recogidas de la Universidad, en el siglo XIX. El primer capítulo, La Ciudad del Saber, reúne un conjunto de planos del primitivo campus. En el segundo se puede admirar el Cielo de Salamanca, la bóveda pintada por Fernando Gallego en el siglo XV, al que se añaden las sinopias de las constelaciones de Leo y Centauro. En el tercer capítulo, ciencia y cultura caminan de la mano con una introducción a la Biblioteca General Histórica: los lugares donde ha estado ubicada e imágenes de los protagonistas de sus cambios. Se puede disfrutar, además, de los retratos de la Galería Real, como muestra del carácter monárquico del estudio salmantino. El quinto capítulo trata sobre los colegios mayores, muy vinculados a la Universidad, sobre todo durante la Edad Moderna, al ser los lugares donde vivieron sus estudiantes. Fundados por destacadas personalidades, en ellos se formó la élite que ocupó los principales cargos civiles y religiosos. El último capítulo recoge el material foto-litográfico encargado en 1877 por la Universidad para conmemorar la visita de Alfonso XII e incluye el álbum destinado a la exposición universal de París de 1878. Este proyecto nace como una iniciativa de la Oficina del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca en colaboración con el Servicio de Actividades Culturales y han participado en su desarrollo los profesores Eduardo Azofra Agustín y Manuel Pérez Hernández, directores científicos de la muestra, y Alberto Martín Expósito, coordinador técnico.

Referencias[editar]

  1. SENDÍN CALABUIG 1977: 47-62. CASTRO SANTAMARÍA 2003: 11-17.
  2. SENDÍN CALABUIG 1977: 101.
  3. SENDÍN CALABUIG 1977: 45.
  4. SENDÍN CALABUIG 1977: 44. RUPÉREZ ALMAJANO 2013: 204, 211.
  5. SENDÍN CALABUIG, 1977: 44. ROXAS Y CONTRERAS, 1768: 247.
  6. SENDÍN CALABUIG 1977: 44
  7. SENDÍN CALABUIG 1977: 79, 123-124, 130-132 y 317-318.
  8. NIETO GONZÁLEZ y AZOFRA AGUSTÍN 2002: 82.
  9. CALVO MARTÍN 2007-2008: 251.
  10. Estracto del expediente seguido por la Comisión Provincial de monumentos históricos y artísticos de Salamanca, a fin de encontrar y exhumar los restos mortales del maestro Fray Luis de León (1856): 3.
  11. http://www.veracruzsalamanca.es/pasos_procesionales.35.html#/Pasos%20procesionales
  12. Visita virtual a la exposición


Bibliografía[editar]

CALVO MARTÍN, Rocío (2007-2008): "La intervención de la Real Academia de San Fernando en la protección del patrimonio: la comisión de Valentín Carderera (1836)". Espacio, Tiempo y Forma serie VII, Historia del Arte, t. 20-21, pp. 229-266.

CASTRO SANTAMARÍA, Ana (2003): El Colegio Mayor del Arzobispo Fonseca o de los Irlandeses, Salamanca: Ed. Universidad de Salamanca. ISBN 84-7800-687-7

Estracto del expediente seguido por la Comisión Provincial de monumentos históricos y artísticos de Salamanca, a fin de encontrar y exhumar los restos mortales del maestro Fray Luis de León (1856), Salamanca: Imp. de Martín y Vázquez.

NIETO GONZÁLEZ, José Ramón y AZOFRA AGUSTÍN, Eduardo (2002): Inventario artístico de bienes muebles de la Universidad de Salamanca, Salamanca: Ed. Universidad de Salamanca, pp. 81-22. ISBN 84-7800-749-0

ROXAS Y CONTRERAS, José (1768): Historia del Colegio Viejo de San Bartolomé, mayor de la célebre Universidad de Salamanca. Segunda parte, tomo primero. Madrid: Andrés Ortega, pp. 247-253.

RUPÉREZ ALMAJANO, Mª Nieves (2013). "La universidad y los colegios seculares", en Loci et imagines / Imágenes y lugares. 800 años de patrimonio de la Universidad de Salamanca. Catálogo exposición (Salamanca, 2 de julio - 15 de diciembre de 2013), Salamanca: Ed. Universidad de Salamanca, pp. 211-212. ISBN 978-84-9012-290-7

SENDÍN CALABUIG, Manuel (1977). El Colegio Mayor del Arzobispo Fonseca en Salamanca, Salamanca: Ed. Universidad de Salamanca. ISBN 84-600-1030-9