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Bloqueo Naval de Valparaíso (1813)

Bloqueo naval de Valparaíso (1813)
Guerra de Independencia de Chile
Óleo de Conrad Martens del puerto de Valparaíso en el primer tercio siglo XIX
Fecha	marzo - mayo de 1813
Lugar	Valparaíso
Resultado	Victoria española.
Beligerantes
España Chile
Comandantes
José Gandarias ​ Carlos Antonio Maggi ​ Edward Barnewall ​ Jose Vicente Barba ​
Unidades militares
1 Corbeta armada 1 Fragata armada 1 Bergantín armado
Bajas
ninguna 1 Fragata sublevada; 1 Bergantín capturado
La flotilla española mantiene el bloqueo naval de Valparaiso.

El Bloqueo naval de Valparaíso (1813) fue una acción naval principiada en el mes de marzo de 1813 durante la guerra de independencia de Chile, por el que una flotilla española, compuesta por los buques corsarios Warren y Vulture, que se alternan para bloquear los puertos de Valparaíso y Coquimbo, impide el tráfico marítimo de dichos puertos, se facilita el traslado de las expediciones militares a las provincias leales de Chile, y se consigue sublevar y/o capturar los dos buques de la flotilla insurgente, formada por la fragata "Perla" y el bergantín "Potrillo", que pretendían romper el bloqueo naval, y que pasan a poder español. ​​

Real Armada y Apostadero del Callao

La Comandancia de marina del Callao estaba ocupada interinamente en 1811 por capitán de Navío José Pascual de Vivero, y se mantuvo al frente del apostadero hasta 1816, cuando fue relevado por el brigadier Antonio Vacaro. El apostadero debió cumplir sus diversas misiones con recursos muy limitados y con tareas que iban fundamentalmente dirigidas para la guerra que sostenía España contra Napoleón Bonaparte. El virrey Abascal tras decretar el bloqueo de Chile dio paso seguidamente a la creación de una flotilla naval. Dada la debilidad de la armada española en el mar Pacífico, esta flotilla se vería constituida fundamentalmente de buques corsarios.

Nombre	Tipo (clase)	Cañones	Comandante
Warren o "Javiera"	Corbeta armada	20 (360- 385 ton)	José Gandarias
Vulture o "Cantabria"	Fragata armada	12 (288 -307 ton)	Domingo Arellano

La disputa por la libertad de comercio

José Fernando de Abascal, virrey del Perú.

El 18 de septiembre de 1810, mediante una junta, se constituye el gobierno de Chile en lo que se conoce como periodo de la Patria Vieja. El 21 de febrero de 1811 la junta chilena declara la apertura de los puertos de Chile al libre comercio con cualquier nación, buscando obtener recursos económicos, y desarrollar su marina mercante, para asegurar su propia autonomía. Esta medida fue declarada subversiva, y atacada por el virrey Abascal, que decreta el bloqueo de los puertos chilenos.

Frente a la junta de Santiago, las ciudades de Valdivia y Osorno declaran su lealtad al rey Fernando VII, y piden ayuda al virrey del Perú, a través del gobernador de la isla de Chiloé, al que solicitan el envío inmediato de tropas para su defensa, siendo las primeras en acudir las del propio Chiloé. Una débil escuadrilla de buques mercantes, sin ninguna escolta, se atrevió a cruzar frente a la costa de Chile y desembarcar en la isla de Chiloé. Allí, el jefe realista, brigadier Antonio Pareja, organizó a la guarnición local, a las milicias y reforzándolas con la limitada tropa que traía de Lima.

El Virrey José Fernando de Abascal ordena a los buques corsarios "Warren" y Vulture a bloquear los puertos de Valparaíso y Coquimbo. En el mes de marzo, la fragata Warren se había posicionado frente a Valparaiso, mientras la Vulture hacía lo mismo en Coquimbo. La Vulture se atrevió a desembarcar una partida de veinticinco infantes de marina en una de las pequeñas caletas de la punta Angeles, la que fue combatida por los patriotas, que obligaron a reembarcarse. La fragata española "Warren", alias "Javiera", era un antigua nave mercante norteamericana de 1799 que había sido capturada por los españoles el 25 de septiembre de 1807 en la Isla Quiriquina por hacer contrabando. Ahora actuaba como buque corsario al servicio de España.

El tráfico marítimo en los puertos de Chile había resultado gravemente paralizado. Mientras tanto la Junta de gobierno insurgente dispuso que el gobernador de Valparaíso, Francisco de la Lastra, adquiriese dos buques para romper el bloqueo de Valparaíso, con el plan seguidamente de bloquear el puerto de Talcahuano, en poder español. Así, dicho gobierno arrendó la fragata "Perla" y se adquirió el bergantín "Potrillo", ambos de origen norteamericano. La escuadra chilena estaría al mando del estadounidense Edward Barnewall, capitán del Potrillo, poniendo también a sus órdenes La Perla, cuyo capitán era Vicente Barba, que gozaba de buena reputación de marinero, aunque sin experiencia militar. Con armamento requisado a un buque portugués, se armaron ambos buques y con donativos se enganchó la tripulación necesaria, incentivada con la promesa de repartir el producto de la presa.

Primer intento naval chileno

Francisco de la Lastra, gobernador de Valparaíso.

Desde el comienzo de las hostilidades en 1812 Chile había carecido de una fuerza naval para poder defender su mar de los corsarios realistas, limitándose a las defensas costeras de sus principales puertos.​Cabe señalar que por parte del gobierno patriota no hubo ningún despliegue en el mar de corsarios para hacer frente a la realista, pese a que en el Reglamento Constitucional Provisorio de octubre, promulgado por el gobierno de Carrera, contenía una referencia a la facultad de armar buques en corso, siendo además el primer cuerpo regulatorio nacional que trató esta materia.​

Sin embargo, el 5 de abril de 1813 el gobierno había acordado, entre varias medidas para enfrentar a Pareja, la de organizar una fuerza naval en Valparaíso.

"Proponer al gobernador de Valparaíso si convendría armar prontamente dos buques de guerra con el objeto de bloquear a Talcahuano para embarazar a nuestros enemigos los auxilios i refuerzos que le puedan mandar de Chiloé i de Lima."

Acta del cabildo de Santiago, del 5 de abril de 1813.​

Se le encargó esta tarea a Francisco de la Lastra, que era el gobernador del citado puerto y tenía además algunos conocimientos náuticos por su anterior servicio en la marina española. También tendría parte en este asunto el marino mercante francés Juan José Tortel Maschet, que se había unido a la causa patriota al iniciar el movimiento revolucionario. Por sus conocimientos se desempeñó como el primer capitán de puerto, siendo supervisado por De la Lastra, y el 14 de abril el gobierno le extendió los despechos de teniente de navío, pasando a ser el primer marino con nombramiento oficial.​

La adquisición de buques para armarlos fue difícil debido a que el tráfico de buques comerciales por las costas chilenas aun era incipiente por haber ocurrido muy poco tiempo desde que el gobierno decreto la libertad de comercio, y por la inseguridad de sus mares debido a la amenaza de los corsarios realistas. En algunos puertos las autoridades chilenas habían apresado algunos barcos mercantes que habían venido últimamente del Perú, pero ninguno de ellos tenía las condiciones necesarias para ser armados. Pero Tortel logró conseguir dos embarcaciones mercantes de origen estadounidense actas para la guerra. El primero fue el bergantín Potrillo de propiedad del capitán Masena Monson, que había arribado a Chile el año anterior en funciones de cabotaje, pero con su buque artillado para la ocasión con 22 cañones; 8 de a 12 libras, 10 de a 9 libras, 2 de 6 libras y 2 pedreros. Este buque había sido anteriormente perseguido por el corsario realista Bretaña, obligando al bergantín a hacer una recalada forzada en Coquimbo. La segunda unidad fue la fragata Perla que estaba surta en Valparaíso, destinada exclusivamente al cabotaje.

Por un decreto del 22 de abril fue comprado por $16.000 el Potrillo totalmente equipado,​y en el mismo acto fue adquirida por arrendamiento la Perla. El gobierno había tenido también la intención de utilizar la fragata armada portuguesa San José de la Fama que se hallaba en Valparaíso para comprar trigo, pero el capitán de ese buque se negó a entrar en tratos, alegando además el estado precario del buque y la necesidad de repararlo. Sin embargo, los cañones y fusiles del buque portugués fueron requisados por el gobierno para armar al Perla, indemnizando al armador del buque para evitar un conflicto diplomático con el Reino de Portugal. Quedó el Perla con 24 cañones; 22 de a 12 libras y 2 de a 24 libras.

A los preparativos navales del gobierno se sumó el apoyo de algunos ciudadanos. Se obtuvieron botes y fusiles, y se encargó a la Casa de Monedas de Santiago la confección de proyectiles para los cañones de los buques. El gobierno también extendió una proclama de enganche para tripular las embarcaciones, ofreciendo incentivos económicos. Fue reclutado un importante contingente portuario de chilenos, españoles y en menor medida de otras nacionalidades. También algunos portugueses del San José de la Fama y algunos marinos estadounidenses. El bergantín fue tripulado por 90 hombres y la fragata por 120 hombres. Debido a la prontitud para terminar los aprestos navales, los individuos reclutados no fueron objeto de indagación de antecedentes ni aptitudes, y tampoco recibieron una preparación lo suficientemente extendida.

Para tener un servicio naval que fuera formal se habían realizado varias disposiciones, como la creación de una escuela de pilotines a cargo de Tortel y otros oficiales para instruir a los nuevos reclutas. Se dispuso también en ese sentido las primeras ordenanzas navales, un reglamento de uniformes, entre otras cosas.

Estando regularmente listos las dos embarcaciones a finales de mes, se nombraron a los comandante de los buques. El mando de la escuadrilla naval y de la Perla en particular le fue entregado al capitán chileno José Vicente Barba, que era un avanzado marino, pero sin formación militar. Mientras que el mando del Potrillo fue entregado al capitán Edward Barnewall, de origen estadounidense y anteriormente segundo oficial de aquél buque cuando pertenecía al capitán Monson. La oficialidad de los buques era en su mayoría chilenos y estadounidenses.

Acción naval de Valparaíso

Warren (1799), corbeta que bloquea Valparaíso

El 2 de mayo de 1813 zarparon de Valparaíso ambos buques insurgentes, La Perla y el Potrillo, para ir directamente contra la fragata "Warren". Desde el comienzo el bergantín "Potrillo", avanzaba contra la fragata "Warren", a pesar de los disparos en su contra. Pronto se vio sorprendido por la sublevación de la fragata "Perla" a favor de la monarquía. Previamente, por la noche, comisionados de la fragata "Warren", a través de un bote se acercaron por una se las pequeñas caletas situadas al sur de la bahía, y se pusieron en contacto con comerciantes españoles de Valparaíso, que sobornan la tripulación para promover un motín de la Perla. Uno de ellos, italiano de origen, llamado Carlos Antonio Magi, tripulante de la fragata portuguesa "Fama", reclutado en la "Perla", se había comprometido a encabezar el motín.

En efecto, la sublevación ocurre cuando la batalla se había puesto en marcha, la "Perla" había quedado fuera de alcance de las baterías de costa, Magi dio la voz de rebelión. Desarmó al comandante Antonio Barba, mientras el resto de los amotinados se apoderaban del buque y su tripulación. La "Warren" advertida del motín, con vivas al rey, recibió, como amiga a la fragata sublevada, y entre ambas dieron caza y apresaron definitivamente al "Potrillo".

El Potrillo arremetió contra el buque español, aguantando su fuego, y sufrió los disparos de la Warren, y también fue disparada por La Perla. El Potrillo intentó huir de las dos fragatas. La Warren dirigía sus fuegos en contra del bergantín "Potrillo", empeñando en su persecución desde la mañana hasta entrada la noche. El Potrillo intenta huir, y tras perder sus velas, sea por sabotaje, o por el daño de los disparos, no puede, y la marinería española se le amotina. Es abordada por la Warren y su capitán y marineros anglosajones se rinden sin resistencia.El capitán del Potrillo, Edward Barnewall, es hecho prisionero y llevado a los castillos del Callao.

Consecuencias

Véase también: Captura de la fragata Nueva Limeña

Los españoles mantendrían el bloqueo de Valparaiso, y conservarían el dominio de las costas de Chile, lo que permitiría el envío por mar de refuerzos en apoyo de los realistas chilenos desde el Virreinato del Perú.

Bibliografía

José Cervera Pery (1992). Editorial MAPFRE, ed. La Marina Española en la emancipación de Hispanoamérica. ISBN 9788489365254. 

Referencias

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