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Usuario:Cantravé/Taller

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Can Travé es una casa-palacete de estilo neoclásico situada en Cubelles, localidad de la costa catalana, a 50 km al sur de Barcelona.


Evolución de Can Travé

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La casa de la familia Travé Alfonso aparece documentada por primera vez en el siglo XVII. La familia data su construcción en el año 1850, si bien aquella no sería la casa tal y como se conoce hoy en día. Se trata de un conjunto de casas, propiedad de la familia Escardó, que disponía de numerosas tierras de labranza. Tras el matrimonio entre Rosa Escardó y Magí Travé, ambos trabajadores de la familia barcelonesa Gibert (fundadores del Liceo y del ferrocarril Mataró-Barcelona), la familia Travé asumió la propiedad.

A finales del siglo XIX (1880), la casa experimentó una primera transformación cuando la familia la acondicionó como casa de veraneo. Gracias a su relación con la familia Gibert, consiguieron la explotación del Café del Liceu, uno de los referentes de la burguesía de Barcelona de finales del siglo XIX. Además, la construcción de la estación de ferrocarril de Cubelles (1883) y la de la carretera desde Barcelona a Santa Creu de Calafell invitaban a desplazarse hasta la casa con mayor comodidad.

La reforma fue llevada a cabo por el arquitecto de Vilanova i la Geltrú Bonaventura Pollés Vivó, quien transformó radicalmente la casa. La finca se complementó con un torre circular -del lado de mar-, otra alargada, terrazas, jardines ochocentistas y accesos a la nueva carretera por medio de amplios caminos y escaleras que ayudaban a salvar el desnivel del terreno. La finca quedaba cerrada por una verja de hierro con dos puertas que daban a la carretera y que convertían esta fachada en la principal de la casa. Sin embargo, las reformas no pudieron completarse porque entre las propiedades de la familia Travé estaba la casa de Francesca Solé i Piqué, que no accedió a venderla hasta el año 1936. Entretanto, tuvieron lugar dos reformas a principios del siglo XX. La primera, hacia el año 1911, cuando se acondicionó para que los dos hijos de los progenitores del linaje, Federico y Eric Travé Escardó, pudiesen compartir la casa de veraneo. La segunda, en 1920, cuando se construyeron dos edificios nuevos como almacenes y se ampliaron los gallineros y los espacios dedicados a los animales.

La finca se mantuvo así hasta que estalló la guerra civil, el 18 de julio de 1936, precisamente el día de la festividad de San Federico. Tras la muerte de su hermano Eric, Federico reinició las negociaciones con Francesca Solé para poder unificar toda la fachada por el lado de la calle Sant Antoni. La compra se apalabró en 3.000 pesetas a principios del mes de julio de 1936, pero el estallido de la guerra pospuso la firma del contrato hasta el año 1939.

Federico Travé Escardó era un conocido senador conservador de la época, por lo cual tuvo que esconderse para evitar represalias, como ocurriera mortalmente a Remigi Juncà y Narcís Bardají. Tras huir con la ayuda del alcalde del momento, Ramon Estalella, colono de la finca en aquella época, perdieron el control de la casa, la cual fue asaltada por primera vez el 28 de julio de 1936. Al terminar la contienda militar, la familia Travé recuperó su posesión, que había estado en manos del comité de defensa local y había sido sede de la escuela municipal. Durante la guerra, la familia hacía planes sobre el futuro de la finca de Cubelles, una vez la hubiesen recuperado. Entre estos planes, estaba el hacerla más cómoda y Frederic Travé Alonso, auténtico creador del Can Travé actual, se entretenía haciendo dibujos y planos de ideas sobre las futuras obras que los tres esperaban poder llevar a cabo.

La entrada de las tropas franquistas en Cubelles, comandadas por el general Yagüe, el 21 de enero de 1939, supuso la primera oportunidad para que la familia Travé pudiese regresar a su casa cubellense como copropietarios, pero rechazaron la ocasión. No fue sino al cabo de unos días, con la caída de Barcelona, cuando recuperaron todas sus propiedades; entre ellas, Can Travé. El conflicto bélico había afectado gravemente la edificación, pero Frederic, como heredero, tenía la mente rebosante de ideas para reformarla y las obras ya prácticamente nunca abandonaron el día a día de la finca hasta su muerte, acaecida en 1982. Una vez concretada la compra de la casa de la señora Solé, Frederic, que por entonces tenía 20 años, dirigió personalmente las obras de remodelación tanto de los interiores como de los jardines, de estilo neoclásico italiano. También fue el encargado de diseñar los planos y aportar las soluciones más armónicas entre el conjunto arquitectónico. Para poder unificar la fachada, esta tuvo que ser completamente reformada hasta adquirir el estado actual. Transformó la casa, los jardines, construyó la biblioteca de mitología clásica, el gabinete de historia natural y el hemiciclo donde se organizaran múltiples debates, especialmente sobre ornitología, la fachada, las bibliotecas, ...

Estado en 2016

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A principios del siglo XXI, Can Travé se identifica claramente desde la calle Sant Antoni por su fachada ocre de estilo neoclásico, la cual se alarga desde la plaza Marcé hasta la calle de la Creu. Desde la muerte de Frederic Travé, pocas transformaciones se han ejecutado y ninguna es visible desde el exterior. La más importante es la rehabilitación de la antigua escuela de párvulos.

El edificio se incluyó en el catálogo del patrimonio arquitectónico aprobado. El motivo de la catalogación de Can Travé se fundamenta en que el edificio constituye un importante hito urbano, tanto por el tratamiento dado a las fachadas como por la implantación de la amplia parcela dentro del núcleo urbano. Además, es la edificación más representativa dentro del tejido viario de este núcleo antiguo. El rasgo más destacado del edificio es la presencia de un peculiar lenguaje neoclásico basado en el uso de formas retóricas de una arquitectura que pertenece al pasado, las cuales se han utilizado de forma tal que la edificación se convirtiera en una especie de decorado. El catálogo del patrimonio arquitectónico del ayuntamiento de Cubelles fue elaborado por el servicio del patrimonio arquitectónico local de la diputación de Barcelona en noviembre de 1998. En el apartado de edificaciones y elementos, hace referencia a la Casa Travé. Según consta en este mismo documento, se trata de una edificación construida a partir de unas casas que ya existían. Desde el siglo XVIII ha venido experimentando diversas reformas y ampliaciones, siendo la más importante la realizada en el siglo XX por Frederic Travé, quien instaló una biblioteca particular especializada en mitología clásica, con una capacidad para casi cinco mil volúmenes, un gabinete de ciencias naturales y un jardín botánico.

El catálogo califica a Can Travé de suelo urbano, con una tipología de conservación clave 8. El ámbito de la protección afecta a toda la finca: la vivienda unifamiliar entre paredes medianeras, el jardín y la valla de la carretera C-31, tanto internamente (espacios representativos) como externamente (volumen general; cubierta: forma y material, y fachadas: formalización, aperturas, textura y carpintería), etc.

Para poder mantener la propiedad, a finales de los años noventa del siglo XX, la familia se vio obligada a vender el gabinete de historia natural y la biblioteca de mitología grecolatina, que descansa desde entonces en la Biblioteca Nacional de Catalunya, institución que la adquirió siendo su director Manuel Jorba i Jorba.

Referencias

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Bibliografía

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Enlaces externos

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Categorías: Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña