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Usuario:Genero2019/Taller

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¿Qué es la copa menstrual?

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La copa menstrual es un dispositivo en forma de campana que se inserta en la vagina con el fin de depositar allí el flujo menstrual.1 Esta ofrece una alternativa económica y ecológica en comparación a las ya conocidas toallas higiénicas y tampones, los cuales se utilizan para este mismo fin.[1]

Características de la copa menstrual

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  • Tiene la capacidad de adaptarse a la forma y tamaño de las paredes vaginales.
  • Se encuentra fabricada en distintos materiales tales como el látex, silicona y termoplástico 2
  • Por sus características de fabricación le permite ser un dispositivo reutilizable
  • Es de fácil y práctico uso[2]

¿Por qué se trata de una tecnología feminista

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La tecnología se describe como la técnica de saber crear lo cual implica manipulación de ésta para producir algo, a lo largo de los años 90 hasta el día de hoy se han hecho varios avances tecnológicos que consisten en dirimir las diferentes dificultades para el ser humano. El papel del feminismo ha sido moldeado a través del siglo XX con figuras como Simone de Beauvoir, Angela Carter y Kathleen Hanna que promueven la erradicación de los mitos que se han construido en torno a la mujer. Adicionalmente, se ha caracterizado por garantizar la protección de las mujeres frente a la violencia de género; ahora bien, el hecho de crear una tecnología feminista, revolucionaria y hasta emancipadora como la copa menstrual una alternativa que influye en el movimiento social feminista ya que se considera un tipo de tabú al ampliar los métodos que giran entorno a la implantación de un producto ajeno a la vagina.Por lo tanto la menstruación ha estado vinculada con procesos socio-culturales, el primero por la construcción de la “narrativa sagrada” en torno al cuerpo y el segundo a la promoción de la autonomía corporal lo que también hace parte de las acciones políticas que toman al cuarpo como área de significación y resistencia a través de distintos modos de activismo.La diversidad de culturas y religiones de las cuales surgen en el entorno en el que los seres humanos de desarrollan, está limitado por la variedad de mentalidades que reprueban la copa menstrual como un error, el cual radica en la conservación natural del tejido fino que rodea la abertura de la vagina lo cual determina si una mujer “vale o no” ya que no se concibe la idea de que una mujer introduzca un objeto en su vagina, es así que la idiosincrasia impide tener el control del propio cuerpo. Es decir, que si es beneficioso para la mujer y favorece los nivele de bienestar, confort y economía no se debe negar a usarlo por creencias que impone la sociedad.[3]

Finalmente, los ciberactivismos contemporáneos se han considerado dentro de los análisis de la modernidad y la forma de relación entre los sujetos, inicialmente se observan aspectos de individualización que se ven exacerbados por la dinámica productiva y por el uso de herramientas tecnológicas; opuesto a la advertencia sobre la necesidad de congregación y relación de compartir creencias, fines, ideas y prácticas que se construyen así mismos en el ejercicio de generar nuevas acciones que inviten a la participación social que están encaminados a producir cambios y alcanzar una ideología en común.[4]

¿Cuáles características le permiten dialogar con un enfoque feminista?

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La primera característica importante que tienen estas copas menstruales es que fueron creadas por una mujer, Leona Chalmers. Esto es relevante, ya que con esto se le otorga a la mujer la responsabilidad de la creación de esta nueva tecnología, algo que ha estado dentro de la lucha del feminismo.

Es innovadora, es decir, es una nueva manera de que las mujeres estén más cómodas s, lo que conlleva a que aprendamos de nuevas estrategias creadas por la tecnología, lo que nos ayuda a estudiar y proveer el feminismo. También es un elemento que es esencial para, acabar con las opresiones del patriarcado, como, por ejemplo, la inversión que se le hace a estas copas menstruales, terminan siendo muy económicas, lo que nos ayuda a que el patriarcado nos deje de exigir la compra de toallas higiénicas y de tampones a alto costo.[5]

Estas copas le generan más comodidad a la mujer durante los días del periodo, lo que de alguna manera hace que seamos menos “vulnerables” ante la sociedad. Esto nos ayudaría a romper esos estigmas sociales que se le ha impuesto a la mujer gracias al patriarcado, como por ejemplo el hecho de que somos débiles. La copa menstrual tiene un mecanismo, el cual se adapta a todo tipo de forma y tamaño de las paredes vaginales de las mujeres. Dentro del xenofeminismo, se busca acabar con dualismos y discriminaciones, y esta característica de esta nueva tecnología lleva a que cualquier mujer pueda usar este producto, es decir, no hay discriminación para la persona que utilice este producto. Esta tecnología es pro-ambiental, ya que está diseñada con materiales biodegradables y además tiene una duración de al menos 10 años. Lo que quiere decir es que es respetuoso con el medio ambiente. El preservar el medio ambiente además de ser una lucha feminista, es una lucha mundial.[6]

¿Cómo dialoga con teorías como el xenofeminismo?

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En primer lugar, es importante resaltar que la copa menstrual como tecnología feminista hace parte de la tecnociencia la cual es producto de la investigación que efectúan personas entrenadas y que emplean métodos, técnicas y características convirtiéndose en un medio para resolver problemas en el cual se dan determinadas relaciones situándose en un contexto sociohistórico compuesto con diferentes implicaciones a nivel ético, político y de género (Pérez Sedeño, E. 1990)

La copa menstrual dialoga con las teorías del xenofeminismo, debido a que, el xenofeminismo al entenderse como un feminismo tecnomaterialista, antinaturalista y abolicionista del género. (Hester, H. 2018) nos permite aprovechar la tecnología para el empoderamiento femenino y su reivindicación social.[7][8]

Así mismo, el xenofeminismo desde el tecnomaterialismo articula una política de género revolucionaria en el que la tecnología se convierte en una herramienta para el activismo. De acuerdo a este punto, la copa menstrual dialoga con el xenofeminismo desde el tecnomaterialismo porqué la creación de esta como un artefacto que ayuda a la mujer durante sus periodos menstruales, también es una herramienta que usan activistas, feministas y ecologistas dentro de su discurso.

Además de esto, la copa menstrual interactúa con las culturas contemporáneas de acuerdo a las relaciones que estas enfrentan con las tecnologías ya existentes; implementando así el uso de la tecnología para rediseñar el mundo, es decir, la copa menstrual empieza a implementarse con mayor frecuencia desde X años atrás y empieza a popularizarse gracias a movimientos de internet, páginas en redes sociales y videos de experiencia de su uso de diferentes influenciadoras en redes sociales por lo cual esta tecnología feminista interactúa con las culturas contemporáneas pero de igual manera enfrenta una relación con tecnologías ya existentes en el mercado para el mismo fin.[9]

Ahora bien, la siguiente afirmación nos permite entender la forma en la cual dialoga la copa menstrual con el xenofeminismo y con el capitalismo actual “el cambio tecnológico es un proceso sujeto a luchas de control por parte de diferentes grupos cuyos grupos resultados se ven influenciados por la distribución de poder y recursos en la sociedad” (Hester, H. 2018) De acuerdo a esto, el cambio tecnológico que implementa el uso de la copa menstrual está sujeto a que sea criticado por los grupos que manejan el monopolio de poder y recursos dentro del ámbito comercial en el que se ubican. En tanto que, la copa menstrual se muestra como un implemento creado dentro de los últimos años enfrentándose a la competencia en el mundo capitalista en el que nos encontramos por lo que al ser una tecnología relativamente nueva se enfrenta con algunas tecnologías más antiguas que dominan el mercado como forma de monopolio.

Dentro del antinaturalismo, la ciencia y la tecnología hacen posible un particular conjunto de intervenciones de la conciencia en el mundo “natural” en el que la naturaleza es un espacio de conflicto atravesado por la tecnología que moldea nuestras experiencias de vida. En esta afirmación la copa menstrual como tecnología feminista no rechaza la idea de que la naturaleza sea el límite de cualquier imaginario emancipatorio por el contrario a partir del desarrollo de nuevas tecnologías como la copa menstrual constituye una oportunidad para poner fin a la opresión de la mujer que para este tema se manifiesta a partir de que en cada ciclo menstrual conlleva incomodidades para la mujer bajo el uso de toallas y tampones que no brindan mayor comodidad pues debe tenerse un cambio cada ciertas horas, en la que la sudoración se incrementa. Por el contrario, la copa menstrual proporciona una comodidad de hasta 12 horas de protección sin tener que vaciarla y limpiarla (dependiendo del flujo de cada mujer) En el Xenofeminismo es importante tener en cuenta el aceleracionismo que explica Hester, en el que se busca acelerar las tendencias del capitalismo; quedándose en el sistema y acelerando al máximo dichos procesos; para este punto, es importante tener en cuenta que la copa menstrual es una tecnología feminista que emancipa a la mujer y que al mismo tiempo ataca al capitalismo de manera directa debido a que una copa menstrual puede durar en promedio de 8 a 10 años con una inversión inicial de $50.000 a $70.000 según la marca por lo que este dinero inicial no tendría que reinvertirse hasta en un periodo de 10 años; mientras que, las toallas y tampones (competidores directos de la copa menstrual) que han estado en el mercado durante muchos años y se puede decir monopolizan el mercado “femenino” tienen costos mucho más elevados en el largo plazo que se pueden explicar de la siguiente manera según diferentes análisis realizados: las mujeres en promedio, menstruamos 5 días al mes y usamos 5 toallas diarias por lo que durante un mes usaríamos 25 y en un año alrededor de 300 toallas sumado a esto en promedio una mujer menstrua durante 40 años en los que usaría 12000 toallas; así si cada toalla cuesta $600 esto equivaldría a $7’200.000 en toda la vida menstrual de una mujer.

En segundo lugar, desde el ecofeminismo y el ciberactivismo feminista explicado por Salvador Agra, en la actualidad existen grandes posibilidades de acción en red desde el ciberecofeminismo pues, las ecofeministas han apelado a una estructura reticular como garantía para remendar y retejer el mundo. De manera que se define el ecofeminismo por Kailo como “una danza a través de los tensos cables de la tecnología patriarcal y la naturaleza que los apoya, un malabarismo para retar al feminismo” (Salvador A, S. 2010) De acuerdo a lo anterior, la copa menstrual como tecnología feminista dialoga con la teoría ecofeminista y ciberecofeminista pues desde la óptica del ecofeminismo, la copa menstrual representa un instrumento que no solo empodera a la mujer y le permite tener una mayor comodidad en sus periodos menstruales además de que es una tecnología que además es ecológica con el medio ambiente pues con todas las toallas y tampones que usan las mujeres durante sus periodos menstruales se desechan más de 100 billones de productos menstruales al año, mientras que, las copas menstruales son ecológicas y no generan residuos que tardan miles de años en degradarse.

Por otro lado, el ecofeminismo se vincula a su vez con el ciberespacio lugar en el que encuentra un nuevo escenario para la acción y el activismo, desde este punto se consigue la vinculación de personas de diferentes comunidades sin que la localización geográfica sea un impedimento. Bajo esta premisa, la copa menstrual como tecnología feminista que es apoyada por el ecofeminismo crea un vínculo con el ciberecofeminismo desde la postura en la cual la copa menstrual ha sido popularizada en plataformas digitales, su venta y comercialización se realiza en páginas web, redes sociales así como la información que se encuentra de la misma se da gracias a la difusión de influenciadores o figuras públicas que desde las redes sociales dan su opinión sobre el uso de la misma generando así que el impacto del internet en la población de a conocer nuevas formas para el empoderamiento femenino en el que se habla de manera local pero se tiene una difusión global.

Finalmente, y a manera de conclusión se puede señalar que la copa menstrual como tecnología feminista se desarrolla con el fin de brindar mayor comodidad a la mujer durante sus periodos menstruales sin dejar de lado la conciencia por el medio ambiente y dejar de lado la producción masiva de toallas y tampones que tardan años en degradarse y que implica altos costos en el largo plazo para las mujeres así como realiza una crítica al modo de producción capitalista y en masa que nos rige en la actualidad, simultáneo a esto la difusión de esta tecnología feminista genera una autoconciencia en la mujer, brinda la oportunidad de conocer su cuerpo y tener contacto con el mismo dejando de lado el tabú de la menstruación. Además de esto y mediante su vinculación y diálogo con el ciberecofeminismo permite feminizar la red para así reimaginar lo femenino sin tabúes con el fin de que se le brinde un acceso eficaz y sin censura a las mujeres a esta tecnología mediante la comunicación cooperativa que ofrece la red y el internet presentándose como un espacio compartido de comunicación e información en el que se utilizan diferentes plataformas para dar a conocer y comercializar tecnologías como la copa menstrual descentralizando el poder y el monopolio de las multinacionales que han impuesto su modelo como el único viable dentro de la sociedobligándosenos al consumo masivo.

Bibliografía

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  1. Carreño, L. EL ESPECTADOR. Copa menstrual: uso, ventajas y desventajas. [En línea]. 8 de marzo de 2018. Recuperado el 29 de agosto de 2019. Disponible en: https://www.elespectador.com/noticias/actualidad/copa-menstrual-uso-ventajas-y-desventajas-articulo-743255
  2. Centro Médico Instituto Palacios. La copa menstrual ¿Qué opina el especialista? [En línea]. 30 de marzo de 2017. Recuperado el 29 de agosto de 2019. Disponible en: https://institutopalacios.com/copa-menstrual/
  3. Morales, María del Rosario Ramírez. "Ciberactivismo menstrual: feminismo en las redes sociales." PAAKAT: Revista de Tecnología y Sociedad 17 (2019).
  4. De Salvador Agra, Saleta. "Ciberactivismo ecofeminista." Investigaciones feministas: papeles de estudios de mujeres, feministas y de género 1 (2010): 27-41.
  5. Pérez Sedeño, E. (1990). “Capítulo I. Feminismo y estudios de ciencia, tecnología y sociedad: nuevos retos, nuevas soluciones”. En: Interacción ciencia y género. Discursos y prácticas científicas de mujeres. Barcelona: Icaria Editorial, pp. 17-38
  6. Hester, Helen (2018). ¿Qué es el xenofeminismo?, en: Xenofeminismo, Buenos Aires: Caja Negra, pp. 19-42.
  7. Zehtabchi, R. (2019). Period. End of Sentence [Documental]. Disponible en NETFLIX
  8. De Salvador A., S. (2010). “Ciberactivismo ecofeminista”, en Investigaciones feministas, 2010, vol. 1, pp. 27-41.
  9. Hester, Helen (2018). ¿Qué es el xenofeminismo?, en: Xenofeminismo, Buenos Aires: Caja Negra, pp. 19-42


Enlaces externos

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  1. Carreño, L. EL ESPECTADOR. Copa menstrual: uso, ventajas y desventajas. [En línea]. 8 de marzo de 2018. Recuperado el 29 de agosto de 2019. Disponible en: https://www.elespectador.com/noticias/actualidad/copa-menstrual-uso-ventajas-y-desventajas-articulo-743255
  2. Centro Médico Instituto Palacios. La copa menstrual ¿Qué opina el especialista? [En línea]. 30 de marzo de 2017. Recuperado el 29 de agosto de 2019. Disponible en: https://institutopalacios.com/copa-menstrual/
  3. Morales, María del Rosario Ramírez. "Ciberactivismo menstrual: feminismo en las redes sociales." PAAKAT: Revista de Tecnología y Sociedad 17 (2019).
  4. De Salvador Agra, Saleta. "Ciberactivismo ecofeminista." Investigaciones feministas: papeles de estudios de mujeres, feministas y de género 1 (2010): 27-41.
  5. Pérez Sedeño, E. (1990). “Capítulo I. Feminismo y estudios de ciencia, tecnología y sociedad: nuevos retos, nuevas soluciones”. En: Interacción ciencia y género. Discursos y prácticas científicas de mujeres. Barcelona: Icaria Editorial, pp. 17-38
  6. Hester, Helen (2018). ¿Qué es el xenofeminismo?, en: Xenofeminismo, Buenos Aires: Caja Negra, pp. 19-42.
  7. De Salvador A., S. (2010). “Ciberactivismo ecofeminista”, en Investigaciones feministas, 2010, vol. 1, pp. 27-41.
  8. Hester, Helen (2018). ¿Qué es el xenofeminismo?, en: Xenofeminismo, Buenos Aires: Caja Negra, pp. 19-42
  9. Hester, Helen (2018). ¿Qué es el xenofeminismo?, en: Xenofeminismo, Buenos Aires: Caja Negra, pp. 19-42